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FUENTERRABIA
Ondarribia es el nombre vasco de esta vetusta ciudad, y está formado,
indudablemente, de las dos palabras ondar =«arena» é ibia=«vado»;
significa, pues, vado del arenal, vado de arena, que cuadra perfectamente á la
ciudad, porque el río Bidasoa, en cuya desembocadura se asienta, en las
cercanías de la población puede atravesarse á pié en baja mar. Es Fuenterrabía
una de las tres ciudades de Guipúzcoa, y ostenta los títulos de «Muy noble, muy
leal, muy valerosa y muy siempre fiel.
Esta situada en la orilla izquierda de la ría Bidasoa, en la porción más NE. de Guipúzcoa, a 1º 52' 30'' de longitud del meridiano de Madrid y a 43º 21'
50'' de latitud N. Limita al N. con el mar Cantábrico; al S., con Irún y Lezo,
al E. con la ría Bidasoa y con Pasajes al O. Dista 20,68 kilómetros de San
Sebastián y 3,62 de la vecina población de Irún, por carretera.
En el terreno sobre el que se asienta la ciudad, no hay rocas eruptivas
correspondientes al terreno primitivo ni rocas sedimentarias en la era primaria,
aunque unas y otras se encuentran en lugares cercanos á la jurisdicción de la
ciudad. En casi todo el término de ésta, domina, con espesor considerable, el
terreno de la era secundaria, periodo cretáceo superior, y también la era
cuaternaria ha /742/ dejado sus huellas, pues la vega que se extiende
entre Fuenterrabía é Irún es el mayor manchón aluvial de la provincia.
Fuenterrabía. Vista
general.
El Jaizkibel es el único monte que merece el nombre de tal, Se extiende desde
el cabo Higuer hasta la embocadura del puerto de Pasajes, donde se hunde en el
mar. Es abrupto, estéril en muchos trozos, y ha estado abandonada su explotación
forestal; en estos últimos años se están haciendo plantaciones de árboles, de
alguna importancia. El punto culminante de la montaña está en jurisdicción de
Fuenterrabía y alcanza 543 metros de altura.
La agricultura es, con la pesca, la ocupación principal de los habitantes de
la ciudad. No hay granjas técnicamente explotadas, pero sí infinidad de casas de
labor, cuyos habitantes obtienen del terreno un buen rendimiento.
Fuenterrabia. Vista
general del barrio de la Marina
La vega situada entre la ciudad é Irún es feraz en grado sumo, y en ella se
obtiene, entre otras, espléndida cosecha de maíz. El trigo no se cultiva mucho
en Fuenterrabía; en cambio los manzanales dan buenas ganancias, así como los
campos dedicados al forraje.
La ganadería está en próspero estado, como lo demuestran los concursos
locales que anualmente celebra el Ayuntamiento en el mes de Septiembre.
Aunque el año 1913 terminó con las de Tolosa la serie de Fiestas Euskaras y
concursos de agricultura y ganadería organizados por la Excma. Diputación, la
ciudad de Fuenterrabía consiguió que al año siguiente se celebraran en ella los
certámenes citados; todo se hallaba dispuesto al efecto, pero pocos días antes
de que dieran comienzo, á consecuencia del estado anormal que creó la guerra
europea, se decidió aplazar los concursos hasta que la lucha terminase.
Fuenterrabía. La
ciudad y sus fuertes (De la obra "introducción a la fortificación" del año
1725).
La hidrografía está representada principalmente por la ría Bidasoa, sobre la
cual huelga decir nada, puesto que de ella hablamos con amplitud en la página 23
y siguientes de este tomo, Durante la pleamar, el agua forma varios canales que
se utilizan como vías pluviales para el servicio de las tierras cercanas.
Merecen citarse también, en jurisdicción de Fuenterrabía, el río Urdanibia, que
pasa bajo el puente de Amute, y los arroyos de Nuestra Señora de Gracia,
Churruta, afluente del Urdanibia, y Chori, que corre directo al mar .
Según el censo de población último (1910), la ciudad tenía 5.178 habitantes;
en 1900 era de 4.435 la población de hecho y de 3.161 el año 160.
He aquí el número de edificios y albergues que había en Fuenterrabía en
diversos años:
|
Año 1860 |
Año 1888 |
Año 1900 |
Casco de la ciudad |
150 |
143 |
146 |
Barrio de la Marina |
85 |
109 |
90 |
Barrio de la Lonja |
3 |
4 |
7 |
Damarri (entidad) |
2 |
4 |
5 |
Mugondo |
- |
6 |
6 |
Grupos inferiores |
- |
97 |
- |
Diseminados |
296 |
213 |
220 (280) |
Chozas de pastores |
15 |
- |
- |
Esta ciudad está en comunicación directa con la de lrún por una carretera que
la provincia construyó el año 1865. Entonces era muy suficiente, pero ahora,
sobretodo en la época de verano, resulta estrecha para el gran número de
vehículos y peatones que circulan por ella. Hay otra carretera que conduce del
casco de Fuenterrabía al fuerte de Guadalupe y que fué construida por la ciudad
el año 1885. Una tercera, la que termina en el Faro, se abrió por el Estado
entre los años 1881 á 1885, y la ciudad contribuyó con diez mil pesetas, más el
valor de los terrenos que se hubieron de adquirir .
Por la carretera á lrún circula el tranvía de tracción animal, del que
hablamos en la página 528, y hay también un automóvil que hace servicio regular
y varias empresas de alquiler de coches.
La línea del ferrocarril del Norte no tiene estación en jurisdicción de
Fuenterrabía.
La correspondencia se recoge en la estación de lrún y la distribuyen tres
veces al día dos carteros. Tiene estación telegráfica, telefónica interurbana y
estación de servicio completo del teléfono provincial.
Las oficinas municipales están instaladas en una hermosa Casa Consistorial
situada en la calle Mayor; comenzó á construirse en 1731 y posteriormente se han
hecho varias reformas que han mejorado notablemente las condiciones del
edificio. Según el censo electoral de 1913, hay 957 electores, que /744/
eligen 13 concejales; también se nombran seis alcaldes pedáneos. Para las
elecciones de diputados á Cortes, pertenece al distrito de San Sebastián, y para
las de diputados provinciales al de Irún.
La instrucción primaria está bien atendida. En el casco de la ciudad hay una
escuela completa, mixta, en buen edificio construido á expensas del filántropo
guipuzcoano Pedro de Viteri; en el barrio de la Marina hay una escuela de
párvulos regida por una maestra, y otra escuela mixta, regentada por maestra
también, en el barrio de Jaizubia. En Gurutze y en Gainchurizketa funcionan
otras dos escuelas mixtas, particulares. En conjunto el ayuntamiento gasta
8.128,77 pesetas en personal, 923,75 en material, 250 en alquileres de edificios
y 275 en premios á los niños, en suma, 9.577,52 pesetas.
Fuenterrabía.
Barrio de pescadores
Aparte de tres órdenes religiosas, los PP. Capuchinos, los Betharramistas y
los de los Sagrados Corazones, que instruyen á numerosos alumnos y los preparan
para el desempeño de su misión sagrada, hay cuatro colegios regidos por
religiosas, el de las Hijas de la Cruz, el de las Siervas de María, el de las
Ursulinas de Pau, que ocupan desde hace años el magnífico edificio del antiguo
Hotel Miramar, y el de las Dames de Saint Maur. En todos ellos hallan
instrucción propia del sexo, muchísimas niñas y señoritas de la localidad y de
otras poblaciones. Todas las comunidades de los conventos y colegios /745/
citados, á excepción de los PP. Capuchinos, son francesas, é instaladas en
Fuenterrabía á consecuencia de la expulsión decretada en la nación vecina por
Waldeck-Rousseau en Julio de 1901.
El convento que ocupan los PP. Capuchinos se levantó en virtud de concesión
otorgada á Fuenterrabía por el rey Felipe IV, cuando vino á la villa á hacer
entrega de su hija la infanta Maria Teresa para que, conforme á la estipulado en
el tratado que la historia conoce con el nombre de Paz de los Pirineos,
contrajera matrimonio con Luís XIV, rey de Francia. La representación de la
orden celebró convenio con Fuenterrabia é Irún el 17 y 19 de Enero de 1663 y se
procedió á la construcción del edificio que todavía subsiste, varias veces
ampliado y mejorado.
En lo eclesiástico, Fuenterrabía pertenece al arciprestazgo de San Sebastián.
Posee, en lo alto de la colina en que se halla emplazada la parte vieja de la
ciudad, una magnifica iglesia parroquial, de la advocación de Santa Maria de la
Asunción y del Manzano. En esta iglesia celebraron, el 29 de Octubre de 1353, el
tratado de paz los representantes de la costa cantábrica de España con los de
Bayona y Biarritz.
La suntuosa fábrica actual es de fecha posterior no pasa del último tercio
del siglo xv, durante el cual el estilo gótico adquirió mayor riqueza de
detalles y esbeltez en el conjunto. Se compone de tres naves muy espaciosas y de
gran altura, que perdieron belleza cuando, en tiempos pasados, el mal gusto
artístico reinante hizo que se blanqueasen los muros de piedra sillería, se
destrozasen y cerraran los hermosos ventanales y se colocaran altares contra las
columnas centrales. Luego volvieron por los fueros del buen gusto algunos
inteligentes y en 1902 se dio comienzo á la restauración relabrando las paredes,
y de 1910 á 1914 se limpiaron aquéllas, se suprimieron los altares adosados á
las columnas, se abrieron otra vez los magníficos ventanales y colocaron
hermosísimas vidrieras, se instaló nuevo altar mayor de estilo gótico,
construido en los talleres de don Nicolás Apellaniz, de Vitoria, y se dispuso el
órgano, renovado, frente al altar mayor y se derribó el arco que le sustentaba
hasta entonces. La Salve del 7 de Septiembre de 1914 fué la primera ceremonia
celebrada en el nuevo altar mayor, que se inauguró oficialmente con la misa
pontifical celebrada el día 8 por el señor Obispo de la diócesis; el órgano
comenzó á prestar sus servicios á fines del año 1916. La dirección de todas
estas obras de restauración estuvo encomendada al arquitecto don Ángel Fernández
de Casadevante, hijo de la ciudad.
A pesar de los muchísimos daños que en este templo han causado en tiempos de
guerra los proyectiles enemigos, y á pesar de que las alhajas y objetos han sido
robados más de una vez, aún quedan magníficos ornamentos, muy antiguos algunos,
que examinan con fruición los numerosos turistas que visitan la sacristía. En
esta iglesia, el 3 de Junio de 1660, el obispo de Pamplona casó á la infanta de
España María Teresa con Luís XIV de Francia, á /746/ quien representó en
el acto don Luis de Haro; asistieron á la boda el rey de España Felipe IV y
brillantísima comitiva de personajes españoles y franceses.
La parroquia está regida por un párroco y cinco coadjutores; hay, además,
otro sacerdote, capellán del Hospital, muy recientemente nombrado por vez
primera.
Hay en la jurisdicción varios santuarios y ermitas, entre los que ocupa lugar
preeminente el santuario de Nuestra Señora de, Guadalupe, situado en el
Jaizkibel, junto al fuerte que lleva el mismo nombre que el santuario. Las
primeras noticias que de él se conocen alcanzan á fines del siglo xv, y desde
entonces los habitantes de Fuenterrabía están dando señales constantes de la
devoción que profesan á la Virgen de Guadalupe, á cuya intercesión atribuyen
algunos hechos extraordinarios. El más saliente es el ocurrido en Septiembre de
1638: cuando los franceses tenían sitiada la plaza, bajaron la imagen de la
Virgen á la iglesia parroquial y ante ella juraron defender la villa hasta
morir; la víspera del día de la Virgen -7 de Septiembre- los franceses,
derrotados por las tropas de auxilio, tuvieron que levantar el sitio; la
victoria se atribuyó á la intercesión de la Virgen y, .en agradecimiento, los
vecinos de Fuenterrabía hicieron voto de subir anualmente en procesión á la
ermita el día 8 de Septiembre de cada año, y sin interrupción vienen cumpliendo
la promesa, que es el origen del famoso alarde, que tanto público atrae á
la ciudad.
Prueba de su amor á la Virgen de Guadalupe son las nutridísimas
peregrinaciones que se efectúan -las de 1876, 1909 y 1916 especialmente-, el
cuidado que se pone en la escrupulosa mejora. del santuario, en el que en 1908,
por ejemplo, se hicieron grandes reformas bajo la dirección del arquitecto don
Ángel F. de Casadevante, y las súplicas colectivas que en tiempos de guerra,
epidemias ú otros semejantes se dirigen á la Virgen, unas veces acudiendo á la
cumbre del monte y otras bajando al templo parroquial la imagen, que suele ser
custodiada con veneración .
Muy cerca de este santuario está la ermita de Santa Bárbara, y en las afueras
de la ciudad, en la carretera que conduce á Guadalupe, la ermita del Santo
Cristo, vulgarmente llamada de Saindua. La ermita de Nuestra Señora de Gracia,
que generalmente llaman Santa Engracia, da nombre á un pequeño núcleo de casas
situado á las puertas de la ciudad, y distribuidas por las montañas cercanas hay
otras tres ermitas: la de Santiago, Nuestra Señora de Montserrat y Santa María
Magdalena.
La principal función cívico-religiosa que se celebra en ellos es la que
anualmente tiene lugar en Guadalupe el 8 de Septiembre, con asistencia del
cabildo eclesiástico, ayuntamiento y tropa que forma en el alarde conmemorativo.
La vigilancia pública está encomendada de día á un alguacil, un cabo y un
inspector que prestan servicio en el núcleo de la ciudad y á dos que vigilan
/747/ el barrio de la Marina. Serenos hay uno y un cabo en la ciudad y dos
en la Marina.
Desde 1913 hay puesto de la guardia civil, con cinco números; de antes
existía el de miqueletes, con tres individuos. Los carabineros vigilan la
frontera, distribuidos en cuatro puestos: el del cabo Higuer, que dispone de un
cabo y seis números; el de la Marina, de un sargento y doce números; el de
Fuenterrabía, de un primer teniente, dos cabos y quince números, y el de San
Isidoro, de un cabo y seis números En este último puesto hay también dos cabos
de mar, y en el de Fuenterrabía una matrona de segunda.
El Ayuntamiento, por contrata con la sociedad «Electra Írún-Endara», tiene
establecido desde el año 1898 el alumbrado publico eléctrico, y el vecindario se
surte también del fluido que la misma compañía suministra.
Fuenterrabía.
Procesión del Viernes Santo (Clisé de L. Mugica).
La ciudad dispone de muy buenas aguas potables procedentes de manantiales que
existen en una de las estribaciones del Jaizkibel, en la barriada de Jaizubía.
La primera traída, de dos litros por segundo, se hizo en 1880, y en 1901 hubo de
ampliarse en forma que fueran ocho los litros por segundo. En 1915 se hicieron
nuevas obras para recoger el agua en tubos desde su mismo origen. De su
excelente calidad puede juzgarse poc el siguiente resultado del análisis Cloro
total, 0,01702 por Iitro; materia orgánica total expresada en ácido oxálico
0,00504 por litro; nitrógeno /748/ nitroso, nada; nitrógeno amoniacal, nada.
Ensayo bacteriológico: la investigación de bacterias patógenas da en general
resultados negativos; el método de Eijkman á + 46° C. no llega á descubrir la
presencia del coli-bacilo propiamente dicho.
Además de la instalación particular que la mayoría de las casas tienen
establecida para el suministro del agua, hay en varios lugares de la población
fuentes públicas, abrevaderos y lavaderos. Las alcantarillas desaguan en el mar.
El servicio de beneficencia y sanidad está bien atendido; hay tres médicos
titulares, una farmacia titular y otra libre, y una casa de beneficencia, la de San
Gabriel, dirigida por religiosas, y en la que hallan asilo 30 pobres. Esta
casa de beneficencia existe desde muy antiguo; á mediados del siglo XIX decayó
extraordinariamente, pero merced á las gestiones practicadas en 1861 por el
médico municipal don Mariano de Lumbier, volvió á adquirir la importancia
necesaria para que en ella pudieran tener acogida decorosa los pobres de la
localidad .
Fuenterrabía no tiene grandes elementos de distracción. Hay un casino
particular que explota el juego, algún centro de recreo ó político de vida
lánguida, una banda de música que toca todos los días festivos del verano y
algunos del invierno, y la banda de tamborileros. Posee un magnífico frontón,.
probablemente el más largo del mundo; fué construido en 1893; costó
aproximadamente 50.000 pesetas; tiene algo más de 22 cuadros, ó sea 87,81 metros
de largo, y á un lado, en toda su longitud, una hermosa gradería de asientos
para los espectadores. Pocas veces se organizan partidos como espectáculo, pero
los muchachos practican con entusiasmo el ejercicio de la pelota, sobretodo en
los días festivos.
En jurisdicción de Fuenterrabía tiene su campo de foot-ball y los de
tennis: la sociedad «Real Unión Club», de Irún. En éstos se juega
bastante, sobre todo durante el verano, y en el campo de foot-ball se
organizan importantísimos partidos; en él se decidió, el año 1915, el campeonato
de España.
La plaza de toros, construida en 1893 por una sociedad particular, se halla
en ruinas.
Hemos dicho que la agricultura y la pesca son los principales elementos de
vida de la ciudad, y al principio de estas líneas hemos anotado algunos detalles
característicos de la agricultura. En la pesca se emplean próximamente 300
hombres y de esta industria dependen 160 familias; hay, además, unas 25 familias
de lancheros, cuyo ejercicio principal consiste en pasar gente de una á otra
orilla de la ría. La pesca del atún se hace con vapores que llevan una
tripulación de doce hombres, y la de anchoa y sardina, con esos mismos vapores ó
con traineras que también llevan doce hombres; bastantes botes se dedican á la
pesca de anzuelo cerca del puerto. Hay un astillero bien montado en el que se
construyen vapores de pesca y embarcaciones menores, y otro /749/ taller
de reparaciones; los anzuelos para la pesca del atún y del besugo se hacen á
mano en esta ciudad, no solo para este puerto, sino para toda la costa, y
también se confeccionan aquí la cuerda, y los cestos para la pesca de langostas.
Conforme llegan las embarcaciones, el pescado que traen se saca á subasta en la
hermosa casa de venta construida con arreglo á todas las exigencias de la
higiene en 1914, y luego las mujeres son las encargadas de venderlo al menudeo;
hay plazas para la venta en la ciudad y en el barrio de la Marina, pero apenas
se utilizan para el pescado, que lo pregonan por las calles y lo ofrecen por las
casas. Los pescadores están agrupados en dos cofradías, que cuentan en conjunto
180 afiliados. Como industrias derivadas de la pesca, debemos señalar también
las fábricas de escabeche y salazón, que en ocasiones llegan á media docena.
Fuenterrabía.
Proyecto de ensanche de la ciudad
Aparte de la agricultura y de la pesca, y de otras pequeñas industrias que en
todo pueblo existen, la industria del veraneo contribuye al bienestar económico
de la población.
Fuenterrabía. Ángel Fernández de Casadevante,
autor del proyecto de ensanche.
[Fotografía
no disponiblel
La población flotante ha sido, en efecto, la causa principal del desarrollo
que ha adquirido la ciudad. Hace 25 años no pasarían de 200 los veraneantes que
elegían esta playa como punto de recreos pero hoy pasan de 1.500, y la necesidad
de proporcionarles adecuado alojamiento y de estar preparados para futuras
necesidades, ha obligado á realizar ensanches por los que se ha desbordado la
ciudad antes encerrada dentro de las murallas. Entre los años 1897 y 1899 se
llevó á cabo, conforme á proyecto de don Juan José Aguinaga, un ensanche en el
que se ganaron al mar 16.626 metros cuadrados, que son los ocupados por el
magnífico paseo de Butrón y edificios de las inmediaciones. Pronto se cubrió de
casas este nuevo terreno disponible y los edificios comenzaron á extenderse á lo
largo de la carretera que arranca de la Marina y muere en el cabo Higuer, y á
las orillas de las carreteras que conducen á Guadalupe y á Irún. En vista de
este desarrollo, se pensó en un nuevo ensanche que ganase terrenos al Bidasoa y
el 21 de Junio de 1907 se firmó la R. O. de concesión. Para ganar estos terrenos
era preciso construir un enorme dique que partiendo de la Marina, corriese á
todo lo largo, del puntal, doblase su extremo avanzado y retrocediera hasta el
muelle. La obra había de hacerse en tres secciones, en el término de tres años
por sección; al terminar el año 1916, ya estaban, en efecto, concluidas las
obras.
A fin de que en esos terrenos pudiera construirse una población conforme á
plan conveniente y fijo, el Ayuntamiento abrió en 1914 un concurso de proyectos
de ensanche, y en el certamen fué premiado el proyecto del arquitecto don Ángel
Fernández de Casadevante, hijo de la ciudad. Según ese proyecto, se construirá
una ciudad-jardín, con dos series de calles radiales que parten de los
dos puntos de unión, uno en la ciudad y otro en la Marina, de la población en
proyecto con la parte vieja. A todo el ensanche circundará por la orilla del
mar, un magnífico paseo de 15 metros de anchura, y en la zona de la nueva urbe
se dispondrán plazas con jardines y parques, en forma que no es posible detallar
aquí, pero que el lector puede ver perfectamente en el plano general que
publicamos y que se debe al mismo autor del proyecto.
/751/ Consecuencia de este aumento de población veraniega ha sido
también el establecimiento de hoteles y fondas y la construcción de casas de
alquiler, que ha adquirido gran desarrollo. Hay que hacer notar que bastantes
asiduos veraneantes tienen chalets propios que cierran durante el invierno.
Notas históricas: Fuenterrabía no siempre ha pertenecido á la
Hermandad de Guipúzcoa; en varias ocasiones ha estado unida á Navarra, desde
tiempos remotísimos. Aun se conserva en el Archivo de Comptos de Pamplona el
documento extendido en pergamino, con el sello céreo del rey Don Alfonso X, en
virtud del cual el Monarca castellano da al Rey de Navarra, su pariente, el año
1294, las villas de Fuenterrabía y San Sebastián. En fechas más recientes, en
1577 y 1754, intentó separarse nuevamente á causa de discordias que traía con
esta Provincia, Y más tarde, por R. O. de 24 de Septiembre de 1805, quedó
anexionada á Navarra, reincorporándose á Guipúzcoa en 1814.
Esta población aparece citada por vez primera en la carta-puebla concedida en
1150 á San Sebastián por Sancho el Sabio de Navarra; por el contexto del
documento se deduce que el lugar ya existía mucho antes y se le conocía con el
nombre de Ondarribia ú Hondarribia, nombre que aparece escrito
Fontarabia en el célebre Atlas catalán del 1375.
Pero cuando realmente comienza á dibujarse con alguna claridad la historia de
la fundación de Fuenterrabía, es cuando Alfonso VIIl le concedió la carta-puebla
despachada en Palencia el 18 de Abril del año 1203. Por este instrumento otorgó
al concejo de Fuenterrabía el fuero de San Sebastián y la jurisdicción
siguiente: desde el río Oyarzun hasta el Bidasoa; desde la peña de Aya hasta el
mar; desde Belfa, que sin duda es Vera, hasta el mar; el término de Irún, con
todos sus habitantes, á Guillermo de Lazon, con sus socios, ó sea Lezo, y el
puerto de Asturiaga. De este modo quedaban enclavadas dentro de la demarcación
concedida á Fuenterrabía, las jurisdicciones actuales de Irún, Pasajes de San
Juan y Lezo, aunque en posesión de sus términos amojonados y su gobierno
municipal propio, hasta el año 1766, en que se separó Irún, y el de 1767, en que
se segregó Pasajes; Lezo no ha seguido el ejemplo de los dos ayuntamientos
citados y no procedió á instruir el expediente de segregación, aunque de hecho
constituye, en el día, municipio independiente.
Después de la carta-puebla de que se ha hecho mérito, Fuenterrabía ha
merecido diferentes é importantes privilegios de los monarcas de Castilla, bien
eximiendo á sus habitantes del pago de todo pecho é impuesto, ó bien concediendo
que anduviesen salvos y seguros los mercaderes que viniesen á este puerto á
buscar pescado para Navarra, ó prohibiendo que á sus bajeles se les quitasen
bastimentos que condujesen de cualquier parte, ó para que ningún barco fuese
preferido en la carga á los de Fuenterrabía, ó dejando á sus naves libres de los
derechos de anclaje, almirantazgo y otros, ó concediendo 250 florines de oro
para la guarda de las puertas de la villa, ó cediendo 112.000 maravedises de
alcabalas por servicios prestados en 1512 en la batalla de Belate, etc.
La situación estratégica que la población ocupa, fué causa de que desde
tiempos muy lejanos se atendiera con gran solicitud á su fortificación. Ya en
1200, cuando Guipúzcoa se unió á Castilla, Fuenterrabía figuraba como plaza
fuerte, y en el sello que el Concejo usaba en 1297 (véase pág. 554) figura un
castillo, como atributo, sin duda, de la fortaleza de la plaza. Es de suponer
que, en aquellas lejanas épocas, el castillo constituyera la única fortaleza de
la villa, y si había alguna muralla, se hallaría levantada de modo muy
rudimentario, puesto que todavía no había hecho su aparición la pólvora, pero,
andando el tiempo, se fué cercando el ámbito destinado á plaza fuerte con
almenadas murallas, con bastiones y torres, baluartes, cubos, rebellines y
puentes levadizos. Buena prueba del interés que de muy antiguo inspiraba á los
monarcas de Castilla la seguridad de esta plaza, la tenemos en el privilegio
despachado por Don Enrique ll el 12 de Diciembre de 1374, en que se manda que
los diez mil maravedises anuales que estaban adjudicados á Fuenterrabía para las
labores de los muros, se pagasen de los derechos de las ferrerías y diezmos de
la mar. Pero el grueso de las obras se inició en tiempo de los Reyes Católicos y
se prosiguió después, quedando ceñida la plaza por todas partes con fortísimas
murallas, provistas de galerías de contraminas y defendidas por seis baluartes y
dos cubos exteriores y un castillo que se levantó en lo más elevado de la
población. Este castillo, llamado de Carlos V, porque fué el que lo restauró, se
componía de dos partes. Una que constituía el palacio en donde se alojaban el
capitán general, que antiguamente tenía aquí su residencia, y las personas de la
familia real que se detenían en esta villa. La otra parte, que miraba al 0., era
la fortaleza destinada á la tropa, y en ella podían acomodarse 850 camas. Hoy no
queda en pié más que esta parte, aunque muy deteriorada; el edificio es de
propiedad particular, y lo explotan cobrando la entrada á los miles de turistas
que gustan de recorrer los amplios departamentos vacíos y destartalados, y de
contemplar el soberbio panorama que se divisa desde la magnífica terraza que en
la parte superior ocupa toda la amplitud del edificio.
/752/ Bien necesitada de estas defensas de todas clases se ha visto la
ciudad en el transcurso de los tiempos. La primera acometida de los franceses
que entraban en España, solía ser siempre contra esta plaza. Los sitios más
memorables de que se tiene noticia, son el que sufrió en 1476 y 1477, sostenido
por las tropas de Mr. Aman, señor de Labrit, que no pudo conseguir su intento de
tomar la plaza, y el de 1521 por el almirante Bonivet, que se apoderó de la
población, teniéndola en su poder desde este año hasta el de 1524
(281). Pero el sitio más importante de todos
fué el que le puso en 1638 el Príncipe de Condé, con lo más granado del ejército
francés, al mismo tiempo que el arzobispo de Burdeos lo bloqueaba con su
escuadra por mar. Las penalidades sufridas por los sitiados desde el 1de Julio
hasta el 7 de Septiembre fueron muy grandes por todos conceptos, como fueron
grandes las proezas llevadas á cabo por las tropas y vecinos, que supieron
defender con sus lanzas y cubrir con sus pechos las brechas abiertas en las
murallas por los proyectiles enemigos, anulando el efecto destructor de las
minas y contrarrestando los asaltos. Las bombas incendiaron multitud de casas,
los víveres escaseaban y las municiones empezaban á agotarse, pero siguiendo el
ejemplo del intrépido alcalde don Diego de Butrón, que ofreció su plata para
hacer balas y amenazó con la muerte al que hablase de entregar la plaza, todos
rivalizaron en valor y sacrificios. Llegó el día 7 de Septiembre, víspera de la
Virgen de Guadalupe, á quien tanta devoción tenían y tienen los vecinos, y
apareció sobre el monte Jaizkibel el ejército de auxilio, comandado por el
almirante de Castilla don Juan Alonso Henríquez de Cabrera, que, embistiendo con
ímpetu á las tropas de Condé, asentadas en lo alto y al lado E. del monte, las
arrolló y puso en precipitada fuga, desbaratándolas completamente. En toda esta
empresa perdió el francés 11.000 hombres de tropas escogidas. Al oscurecer
entraron los nuestros en Fuenterrabía y encamináronse á la parroquia, donde se
cantó el Te Deum en acción de gracias. Desbordose el entusiasmo durante
toda la noche, y á los pocos días toda España era sabedora de tan fausta
noticia, que causó la alegría en todos los corazones, especialmente en la Corte,
donde el pueblo, fuera de sí, recorrió las calles con gran tumulto y no paró
hasta penetrar en los más íntimos aposentos del palacio real, para dar al Rey,
cara á cara, la enhorabuena por la victoria, que en palacio se celebró también
con gran júbilo.
El 4 de Septiembre de 1639, se reunió el ayuntamiento de Fuenterrabía para
dejar memoria imperecedera de la intercesión de la Virgen de Guadalupe en la
liberación de la plaza, y acordó que el día 8 de Septiembre se hiciera
anualmente al Santuario una procesión cívico-religiosa, que todavía se viene
haciendo con el nombre de Alarde, que constituye el festejo más
interesante de las fiestas patronales de Fuenterrabía.
También fué asediada y tomada esta plaza por el Duque de Berwik en Junio de
1719, y más tarde, en 1794. En el tiempo en que permanecieron los franceses en
la plaza en esta última etapa, se propusieron debilitar las fortificaciones que
tanto daño les causaban por su situación en la frontera, y, al efecto,
derruyeron todo el lienzo de muralla que miraba á la parte de Francia, así como
los baluartes y gran parte del castillo, trayendo para el objeto obreros
expertos de Alemania; también abrieron muchos huecos en la muralla del lado O. y
colocaron barriles de pólvora que en un momento dado habían de derribar aquel
trozo, pero antes de que se dispusiera la explosión, se recibió la noticia de la
«Paz de Basilea» y se sacaron los barriles, dejando los huecos, que aún
permanecen abiertos. Así Fuenterrabía, que vivió durante tantos siglos encerrada
dentro del recinto murado, puede decirse que desapareció entonces como plaza
militar, pues si bien se utilizaron los venerables fragmentos que aún subsisten,
así en la guerra de la independencia como en las dos guerras civiles, ya no
constituían un todo homogéneo.,Hoy día, aun se conservan grandes trozos de
murallas y apreciables restos de algunos baluartes, que sirven de sostén á las
tierras.
La defensa militar ha cambiado mucho de procedimientos, y abandonando las
murallas, construyó el Estado en el monte Jaizkibel, en los años 1889 á 1900, y
bajo la dirección del teniente coronel de Ingenieros don Juan Roca y Estades, un
fuerte á la moderna, cuyo coste se elevó á doce millones de pesetas, con
capacidad para alojar un millar de hombres.
También el puerto tuvo gran importancia en Fuenterrabía desde muy antiguo. Al
amparo de un considerable comercio de cabotaje y de los beneficios de la pesca,
se creó gran núcleo de marinos, que, constituidos en hermandad con el título de
«Cofradía de Mareantes de San Pedro», obtuvieron bula del papa Clemente VIII el
12 de Mayo de 1595, que escrito en pergamino aún lo conservan entre sus papeles.
Dueña y señora Fuenterrabía de esta parte del Bidasoa, á causa de ser plaza
fortificada y tener numerosa población de marinos, se imponía á los pueblos
comarcanos y obligaba á que la carga y descarga de los géneros que importaban y
exportaban /753/ Hendaya, Irún y los pueblos de Navarra, se hiciera
en la Lonja: del puntal, pagando los derechos correspondientes, que rendían un
producto no despreciable, especialmente las lanas de Navarra que bajaban por el
Bidasoa para ser exportadas, hasta que cambiaron de dirección, acudiendo al
puerto de Bayona (282).
Fuenterrabía.
Disposición del los ataques a la ciudad en 1719.
Esta ciudad ha sido muy visitada por monarcas españoles y extranjeros. Es muy
probable que, unos por haber estado en San Sebastián y otros por haber pasado el
Bidasoa, hayan estado en Fuenterrabía Alfonso VIII de Castilla, Alfonso X,
Sancho IV el Bravo, Pedro I con sus hijas Beatriz, Constanza é Isabel, y Enrique
ll. De manera positiva nos consta que estuvieron en la ciudad Doña Catalina, la
Princesa de Inglaterra, en 1387, cuando vino á contraer matrimonio con quien
luego fué Enrique III, y más tarde, ya viuda, en 1407, con su hijo Fernando;
Enrique IV de Castilla en 1457 y 1463, esta vez acompañado de 400 moros de
Granada y muchos caballeros y señores; el príncipe Don Felipe el Hermoso,
Archiduque de Austria, y su esposa Doña Juana en 1502; Madame Germana de Foix,
cuando vino á casarse con Fernando el Católico en 1504; Francisco I de Francia,
al volver á su patria en Marzo de 1526, después de la prisión sufrida á
consecuencia de la derrota de Pavía; sus hijos los Delfines de Francia, que
vinieron el mismo día á responder de los compromisos contraídos por su padre con
España, y de nuevo en Julio de 1530 regresaron á Francia: ambos importantes
canges se realizaron sobre las aguas del Bidasoa, á la vista de la plaza; el
emperador Carlos V, á su paso para Flandes, pernoctó en Fuenterrabía el 27 de
Noviembre de 1539; Felipe III con su hija, que venía á casarse con Luis XIII de
Francia, permaneció en Fuenterrabía del 7 al 9 de Noviembre de 1615, y este
mismo día vino la princesa Isabel de Francia á casarse con el príncipe de España
Don Felipe, heredero del trono de San Fernando; Don Felipe IV se aposentó
igualmente en el palacio de esta ciudad el día 2 de Junio de 1660, cuando vino á
hacer la entrega de la infanta Doña María Teresa, que se casó en esta parroquia
al día siguiente; Don Felipe V visitó esta plaza la tarde del 23 de Enero de
1701; la infanta María Teresa el II de Enero de 1745, donde permaneció hasta el
13 por la tarde; el 6 de Junio de 1766 visitó esta villa José II, emperador de
Alemania y archiduque de Austria, con el título de Conde Falkenstein; los
infantes Don Francisco de Paula y su esposa, acompañados de sus hijos, el 28 de
Julio de 1830, comieron en la casa de campo Zuloaga-aundi, del Conde de
Torre-alta. el 17 de Septiembre de 1858 estuvieron el emperador Napoleón y la
emperatriz Eugenia; el 19 de Septiembre de 1859, visitó esta ciudad el rey de
los Belgas; en Agosto de 1865, vino la reina Doña María Cristina con su
comitiva, por la ría, desde Irún; el 31 de Agosto de 1887 vino la reina regente
Doña María Cristina con la infanta Doña María Mercedes; el 23 de Marzo de 1889
la reina de Inglaterra Doña Victoria, acompañada de varios individuos de su alta
servidumbre y dos príncipes indios; el 31 de Julio de 1902 estuvo Don Alfonso
XIII el 10 de Septiembre de 1904 subió el Rey á Guadalupe, á presenciar
ejercicios de tiro de cañón, acompañado del Príncipe de Asturias y de la escolta
real; el 27 Septiembre del año siguiente vino, por mar, con el Príncipe de
Asturias, y comió en Echegorri, chalet en que habitaba el Marqués de
Santo Domingo; el 26 Enero 1906 vino también á Fuenterrabía Alfonso XIII,
acompañando á su prometida la Princesa de Batemberg y lá madre de ésta: era la
vez primera que la actual Reina de España pisaba tierra española; escribió una
postal en el castillo de Carlos V, y la pluma se halla recogida en el archivo de
la ciudad. El día 19 de Marzo de 1906 vino, procedente de San Sebastián, el
príncipe Alberto de Prusia, y al día siguiente comieron en la ciudad el rey de
Inglaterra Eduardo VII y varios acompañantes que desde Biarritz vinieron en
cuatro automóviles. El 12 de Septiembre de 1906 presenció el rey Alfonso otra
vez las prácticas de tiro de Cañón en Guadalupe; el 7 del mismo mes del año
siguiente vino en automóvil la reina Victoria, y el 31 de Agosto de 1908 visitó
la ciudad la reina Maria Cristina. Otra vez estuvo el Rey en Guadalupe ello de
Septiembre de 1908; y el día de Viernes Santo de 1909 (9 de Abril), vino á ver
la procesión el rey Eduardo de Inglaterra, que se hallaba en Biarritz. El día 30
de Septiembre de 1914 contrajo matrimonio en la morada Lore-artean,
propiedad del Marqués de Villasinda, el infante Don Fernando con la señorita
Silva, duquesa de Talavera, y desde entonces pasan en esta ciudad la época
estival, con cuyo motivo vienen á Fuenterrabía con frecuencia las personas de la
familia real española.
Ya hemos dicho qué títulos honran el nombre de esta ciudad. Los dictados de
Muy Noble y Muy Leal villa los usaba de muy antiguo, y como la Provincia se
opusiera á su empleo, Don Felipe IV, después del sitio de 1638, le concedió los
títulos de Muy Leal y Muy Valerosa ciudad, por privilegio expedido el 12 de
Abril de 1639, y el de Muy Noble el 4 de Diciembre de 1650. Por otra R. C.
expedida por Don Carlos IV el 11 de Junio de 1799, se le hizo la merced de Muy
Siempre Fiel. Por R. D. de 5 de Noviembre de 1901, se le concedió al
ayuntamiento el tratamiento de Excelencia.
/754/ El escudo de armas se compone de cinco cuarteles. En el primero,
en campo de oro, se ostenta un ángel con una llave en la mano; el segundo, es de
plata con un león rampante; el tercero, de ondas verdes con navío envergado y
debajo una ballena arponada; el cuarto, de ondas verdes con una sirena que
levanta el espejo en la mano derecha y un tritón con una granada pendiente de su
ramita en la misma mano; y en el escudete central, sobre fondo azul de ondas, un
castillo de plata con dos estrellas en los dos lados de la parte superior.
Después del sitio de 1638, comenzó á ponerse por cimera á este escudo la efigie
de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad, por habérsele atribuido á ella
la liberación de la plaza, que fué el día 7 de Septiembre, víspera de su
festividad.
Biografía. Citemos los nombres de algunos hijos esclarecidos de
Fuenterrabía y digamos brevemente cuales han sido los títulos que les han hecho
acreedores á que su memoria sea conservada y enaltecida.
Aguirre( Francisco de). Fue general de escuadra y almirante. El año
1693 era alcalde de Fuenterrabía.
Alberro (Francisco de). -El año 1676 fué nombrado capitán general de
la provincia de Venezuela y gobernador de la ciudad de Santiago de León, de
Caracas. Era cabalero de la orden de Santiago.
Alcega. Aunque el primitivo solar de esta familia, de la que formaron
parte muchos miembros de gran renombre, radicaba en Hernani, si hemos de creer á
Isasti, tuvo casa principal en Fuenterrabía y de ella procede.Juan de Alcega,
general en la carrera de las Indias, casado con Catalina Alquiza, y muerto
hacia el año 1573. De este matrimonio fueron hijos: Juan, almirante por
el gobernador Francisco Tello en las Filipinas y que murió en la batalla de
Manila el 4de Octubre de 1603; Pedro, almirante en la carrera de las
Indias y fallecido en 1600 en Sevilla á la edad de 35 años; Cristóbal,
que también murió en Sevilla por el año 1584, siendo canónigo de la catedral de
aquella ciudad; Diego, general de la flota de las Indias, fallecido en la
misma ciudad hacia 1584, cuando contaba 25 años de edad. De esta familia son
también Fray Antonio de Alcega, que en 1604 era obispo en Indias, y otros
varios marinos y militares, y damas que casaron con personas de mucho relieve.
Alquiza. La casa solar de Alquiza -dice Lizaso en su Nobiliario-
es una de las originarias y antiguas pobladoras de Guipúzcoa, de nobles
hijosdalgo, notorios de sangre al fuero de España, y observa por armas y blasón
un escudo, el campo colorado, y en él una cruz de oro como la de Calatrava, y
alrededor y en torno del escudo una orla azul y en ella ocho estrellas de oro.
De esta casa procede Sancho de Alquiza, peritisimo en el arte de marear,
y que merced á los servicios que prestó persiguiendo el contrabando que
holandeses é ingleses introducían por las costas de la Nueva Andalucía, fué
nombrado, á fines del siglo XVI, capitán de galeones. A pesar de que su vida fué
siempre tumultuosa y de batalla, al frente del gobierno de Venezuela dió pruebas
de buen colonizador: llamó la atención de las gentes aventureras hacia las
riquezas que podría ofrecerles el cultivo de la tierra riquísima, y fomentó el
laboreo de las minas. El año 1615 dejó la gobernación de Venezuela, pero el
Gobierno se valió de Sancho para atajar los escandalosos fraudes que se cometían
con anuencia de don Fernando de Berrio, gobernador de la Trinidad y de la
Guijana, á quien se le desposeyó del cargo; pero logró ser repuesto, y al año
siguiente, 1616, Sancho de Alquiza fué nombrado gobernador de la Isla de Cuba,
por cuyo nombramiento le felicitaron las Juntas Generales reunidas en Rentería y
el ayuntamiento de Fuenterrabía, que al mismo tiempo le rogaba que durante su
gobierno procurase que se hicieran algunas limosnas, por sus paisanos, para
dorar el retablo de la parroquia. Alquiza falleció en la Habana el 6 de Julio de
1619, siendo gobernador de la isla.
Areizaga.De los miembros de esta familia, sólo uno, Juan Carlos
Joaquín Pedro de Areiszga, nació en Fuenterrabía. En todos los autores está
citado como hijo de Villa-Real de Urrechu, pero el hecho cierto es que vino á la
luz en la ciudad ondarribiarra el 18 de Enero de 1756, cuando su padre, el
coronel Juan Carlos, era gobernador de la plaza. Juan Carlos Joaquín Pedro fué
capitán del regimiento de Mallorca hasta 1793, en que entró á mandar el de
voluntarios de Guipúzcoa, con el que hizo brillantes campañas que le valieron el
grado de coronel. En 1809 tomó parte en la acción de Alcañiz, derrotando al
mariscal francés Suchet. Llegó á ser capitán general de Guipúzcoa. Era Barón del
Sacro Romano Imperio, señor de Oxen y de Zamora, de las Desas, de Macintos en
Castilla, del palacio de Cabo de Armería de Alduncin, con asiento en las Cortes
del Reino de Navarra, de Areizaga, Isasi é Irusta con sus jurisdicciones,
patrono de las iglesias de Eibar y Cestona, Aizarna, Aizarnazábal y Oiquina,
caballero del Hábito de Santiago, juez subdelegado de Rentas y Correos de
Guipúzcoa, etc. falleció en Tolosa el año 1820 y su cadáver fué trasladado á
Villa-Real.
Arsu. La casa solar de Arsu es una de las ilustres y antiguas
pobladoras de la ciudad de Fuenterrabía. De ella procede el célebre Machin de
Arsu, á quien se le atribuye una gran victoria obtenida sobre los franceses
el 20 de Diciembre de 1280, en el punto de Cornuz, á consecuencia de la orden
que recibió de Alfonso X, de atacar de noche el campamento del Rey de Francia.
Machin derribó en la acometida, cerca de la tienda del rey francés Felipe III
El Atrevido, cinco caballeros «de alta guisa», y desde entonces el escudo de
la casa lo /755/ forman «un castillo de oro en campo de gules, que es
colorado, al pié de un río con cinco cabezas cortadas, y en lo alto del castillo
tres flores de lis de oro, y por orla ocho panelas verdes en campo de oro»,
según asegura en 1620 el rey de armas Diego de Urbina. Además, el Rey dió á
Machin, en premio, el término de Cornuz y una gran porción de Fuenterrabía. Todo
ello se hace constar en el certificado que aún conservan con veneración en la
casa solar de Arsu.
Azcue. De esta casa solar procedía Juan Pérez de Ascue,
valeroso capitán, en quien tenían plena Confianza los soldados que se veían
precisados á luchar en la orilla del Bidasoa. Cuando se rindió la plaza de
Fuenterrabía el año 1521, era alcalde, y hecha la capitulación, salió con 800
vecinos y con ellos se estableció en Lezo y formó una compañía que molestó
continuamente á los franceses, gracias á la astucia y valor de su capitán. Con
esa compañía acudió, en la noche del 29 al 30 de Junio de 1522, á la célebre
batalla de San Marcial, en Irún; él y Ambulodi, ayudados por el capitán general
Duque de Alburquerque, al frente de 3.000 hombres, derrotaron en absoluto al
numeroso y aguerrido ejército de alemanes y franceses, que en gran parte
quedaron muertos en el campo de batalla ó rendidos á discreción. En memoria de
este triunfo se construyó la ermita de San Marcial, y todos los años la ciudad
acude en masa á la cumbre del monte á festejar el aniversario de hecho tan
memorable. Azcue murió de un tiro disparado por un soldado suyo contra un
francés que hacía la guardia de noche; en homenaje al bravo capitán, junto á la
puerta de San Nicolás, encima del foso, se levantó una cruz de piedra, que hubo
que derribar más tarde para efectuar obras de fortificación, y que por acuerdo
tomado en 1639 por el ayuntamiento fué reconstruida, con las mismas piezas, en
medio del jardín que ceñía la muralla de San Felipe.
Beaumont y Navarra (Juan de). -Este nieto del Condestable de Navarra,
Conde de Lerín, fué uno de los oficiales que tomaron parte activa en la defensa
de Fuenterrabía en 1638. Casó con Magdalena de Justiz, de esta ciudad, y del
matrimonio nació Luis, sargento mayor en 1655 y maestre de campo en 1692,
que á su vez casó con María Magdalena de Mugarrieta, de quien tuvo varios hijos
que murieron sin sucesión. Luís fué uno de los testigos en el testamento de
Diego de Butrón.
Butrón y Leguia (Diego ). Era uno de los dos alcaldes de la
ciudad, y capitán de sus administrados, cuando el francés sitió la plaza el año
1638. Cuando vió que, á consecuencia del largo asedio y falta de provisiones y
de municiones, el espíritu de sus soldados tendía á decaer, ofreció toda su
plata para fabricar balas, y con enérgicas frases levantó el ánimo de los
luchadores que, por fin, consiguieron la victoria resonante del 7 de Septiembre,
día en que quedaron libres del sitio. El nombre de Butrón sonó entonces con
encomio por toda España, y al año siguiente Felipe IV le nombró teniente de
alcaide ó de gobernador de Fuenterrabía, con sueldo de 50 escudos al mes; en
1649 fué nombrado gobernador militar de la plaza de San Sebastián con categoría
de maestre de campo, yen 1651 gobernador militar de Fuenterrabía, cargo que le
satisfizo extraordinariamente y que desempeñaba cuando murió en el castillo de
Carlos V á principios de 1655, á los 60 años de edad. Su viuda en segundas
nupcias, María de Casadevante, y los hijos disfrutaron de varias mercedes
otorgadas por el Monarca; en pocos años se extinguió por completo el apellido
del valeroso alcalde de Fuenterrabía.
Calatayud. -La casa así llamada existía todavía en 1841 y estaba
situada en la calle de San Nicolás, esquina á la del Norte. De ella proceden
Juan, capitán en el sitio de 1638, y Baltasar Antonio, que en el
sitio de 1719 era sargento mayor y luego llegó á teniente coronel. Casó con
Josefa de Amasa y tuvo por hijos á Francisco Antonio, capitán del
regimiento de Sevilla y que sirvió en la última guerra de Nápoles; Gerónimo,
cadete en el sitio de 1719, en el que se inutilizó para seguir la carrera; y
á Manuel, que fué monje cisterciense: desempeñó las abadías del Real
Monasterio de Fitero y del de Calatayud, y las varias obras de Teología y de
Historia que escribió y el Examen leve de la historia de Irún-Uanzu, que
publicó en contestación á la Historia de Irún-Uranzu, de Gainza (1738),
le dieron nombre de uno de los más doctos sujetos de su religión.
Casadevante. Es muy antiguo linaje en la ciudad, pues en los primeros
documentos que aparecen en el archivo, figuran y a los individuos de esta
familia rigiendo los destinos del pueblo. Durante muchas generaciones, han
ejercido los principales cargos civiles, han ocupado los preferentes puestos
eclesiásticos, han comandado las milicias del pueblo, desempeñado comisiones en
la Corte y acudido como procuradores á las Juntas generales de la Provincia.
Como prueba del bienestar de que gozaba la familia, citaremos el hecho de que
las casas de sus miembros solían ser las designadas para albergar á las personas
de calidad: en 1638, por ejemplo, la de Miguel de Casadevante alojó á los
generales que entraron al frente de las tropas de auxilio. De esta familia son
Antonio, chantre de la catedral de Pamplona, que acudió en Madrid á la defensa
de varios asuntos de la ciudad y, en 1660, redactó un notable memorial, dirigido
al Rey, acerca de las mercedes concedidas en 1638 y no cumplidas; Manuel,
almirante en 1688 y general en 1700; Maria, hija del capitán Juan de
Casadevante y esposa, en segundas nupcias, de Diego de Butrón; Miguel
Antonio, alcalde, que en 22 de Enero de 1701 recibió y acompañó á Felipe V
en su entrada en Irún y Fuenterrabía; y otro Miguel Antonio, ministro de
la Real Hacienda á principios del siglo XIX.
Eckaus (Martín). En Mayo de 1729 era capitán de fragata de la Real
Armada naval. Costeó el altar de la Soledad de la parroquia.
Echeberria. De este apellido merecen ser citados Francisco,
que en 1680 regaló á la iglesia parroquial un trono y bancal de 7.000 pesos,
y Rafael, que en Mayo de 1700 fué nombrado gobernador de la provincia de
Theguacan.
Erasun (Juan Benito). Fué capitán de fragata de las Reales Armadas de
S. M. En 1757 fué nombrado comandante de los guarda-costas de tierra firme, que
se Componían de un navío de 60 cañones, una fragata de 30 y dos javeques de 24.
En 1760 era coronel, y en Noviembre del año siguiente el Rey le confirió el
mando de los navíos que se preparaban con destino á América. Hizo á la Provincia
y á la ciudad objeto de especiales atenciones y donativos: en 1748 ofreció á la
Provincia, á interés regular, y ésta aceptó, los 240.000 reales que debía á los
arbitrios de Pasajes; en 1760 envió 300 pesos de limosna á la iglesia de
Fuenterrabía, y en su testamento, otorgado el 4 de Agosto de 1761, mandó fundar
una capellanía de misas, y el resto de su capital, que se dice llegaba á 69,000
pesos, lo dejó para obras pías, y los testamentarios lo destinaron á cubrir los
gastos del hospital.
Goenaga (Bernardo Tomás). Nació el 29 de Diciembre de 1816. Fué
en calidad de paje al servicio del Duque de Granada de Ega y desde allí marchó
al campo carlista en la primera guerra civil, en la que peleó con tal ardimiento
que á la conclusión de la campaña era teniente, y como tal fué reconocido en el
Convenio de Vergara. Cuando estalló la guerra de Marruecos en 1859 era capitán y
como tal pasó al África; se distinguió notablemente, sobre todo el 4 de Febrero
de 1860, cuando las tropas españolas se apoderaron del campamento de Tetuán: del
comportamiento de Goenaga en aquella ocasión memorable dan testimonio, no sólo
las diversas heridas que recibió, sino la distinción de que le hizo objeto el
propio general O'Donnell, héroe de aquella campaña, quien dispuso que se
entregasen á Goenaga, que «cayó herido en las trincheras», como segundo
comandante del regimiento de infantería de León, núm.38, las dos pistolas que
fueron de uso particular del Excmo. Sr. Teniente General D. Francisco Espoz y
Mina y que su esposa ofreció para el benemérito militar que más se hubiere
distinguido en la batalla del 4 de Febrero, que precedió a la entrada en
Tetuán». En el mismo campo de batalla fué nombrado Goenaga teniente coronel, por
haber sido el primero en asaltar las trincheras. Una de las heridas le dejó
inutilizado para el servicio, y en 1861 vino á vivir á Fuenterrabía. Cuando los
carlistas salieron al campo en 1870, contribuyó á formar una compañía de
voluntarios liberales en su ciudad y al frente de ella realizó varias
operaciones de guerra. Murió en su ciudad natal, á los 61 años de edad, el 29 de
Diciembre de 1877.
Justiz. La que existe en término de Fuenterrabía, en una de las
estribaciones del Jaizkibel es la única casa de este nombre que en el País Vasco
existe. Es muy antigua: una tradición asegura que hallándose de caza por
aquellos parajes el rey Sancho Abarca de Navarra, enamorose de una hermosa
doncella de Justiz, y hubo de ella un hijo, de quien descienden los de este
linaje de Justiz. Así lo testimonió Diego de Urbina, rey de armas de Felipe III,
y aún guardan los moradores de la casa un certificado que lo atestigua y muestra
las armas que á los descendientes del solar corresponden. Es casa amplia,
magnífico ejemplar de morada vasca, y tiene extensos territorios de su
pertenencia. De ella han salido muchos varones que han ocupado los primeros
puestos de la población y han alcanzado lustre fuera de ella. Juan de Justiz,
capitán, en virtud de testamento otorgado en San Cristóbal de la Habana el
29 de Enero de 1713, fundó en Fuenterrabía una capellanía de 4.000 pesos de
capital; su hijo Manuel José fué sargento mayor del presidio y ciudad de
San Cristóbal; Miguel, hermano de Juan, á principios del siglo XVIII fué
sargento mayor de la plaza de Fuenterrabía, y en 1709 alcalde; Martín,
hermano de Juan, cuando supo que el francés había sitiado su ciudad natal en
1638, vino desde Valladolid en posta y, como teniente alcalde de Butrón, corrió
los mayores peligros en unión de su hermano. El año 1760 se concedió á Manuel
Manzano el título de «Marqués de Casa Justiz», y habiendo contradicho la
Provincia, se convino en que el titulo fuera de «Marqués de Justiz».
Laborda. También ésta de los Laborda es, desde antiguo, familia
preeminente en la ciudad. Ha habido en ella varios miembros que han alcanzado
renombre en empresas militares de mar y tierra, pero donde principalmente han
puesto en práctica sus facultades ha sido en el mejoramiento material de la
ciudad. Queda vivo, por ejemplo, el recuerdo de Juan de Laborda, á cuyo
celo, laboriosidad y suficiencia estuvieron confiados, durante mucho tiempo, los
intereses de la ciudad. Fué alcalde en 1546 y 1567 y síndico en 1560, y cuando
no administraba los intereses de la población desde la Casa Consistorial, se
ocupaba cerca del Rey ó en los tribunales de Valladolid en resolver asuntos
importantes que á ella atañían, como lo demuestran las cartas que de los años
1535, 1539 y 1569 se conservan en el archivo. La ciudad le ha mostrado su
agradecimiento dedicándole una calle y estampando su nombre entre los de los
hijos ilustres que figuran en la magnifica vidriera de la Casa Consistorial.
Después muchas veces los Laborda han figurado en lugar preeminente en el
desarrollo de la vida de la ciudad y aún actualmente son ellos los que llevan la
dirección en cuanto se relaciona con el progreso material de Fuenterrabía.
Ladrón de Guevara. En la calle Mayor está la casa que lleva este
nombre. De ella procede Francisco Ladrón de Guevara, maestre de campo, y
su hijo del mismo nombre, que en 1690 fué nombrado veedor de contrabando. Hijos
de éste fueron Pedro Ignacio, que se distinguió en el sitio de 1719, y el
primogénito Nicolás, coronel que estuvo en el servicio de Su Majestad
napolitana. Otro Francisco fué alcalde en 1758 y 1763, y alférez del
regimiento de infantería de Amberes y cobró los sueldos, de Su Majestad
siciliana.
Lesaca. Es muy antigua familia y ya no queda en Fuenterrabía vestigio
de ella. El primero de quien se tienen noticias es Juanot de Lesoca, que
en tiempos de los Reyes Católicos tomó parte activa en la defensa de los
derechos españoles sobre el río Bidasoa. Biznielo de Juanot fué Agustín,
quien abrazó la carrera de las armas: desde 1591 á 1601 ejerció en las islas
Filipinas tos oficios de alcalde mayor y capitán á guerra de Hilocos y de la
provincia de la Papanga; fué hombre de gran reputación y muy fervoroso en el
desempeño de cuantas misiones se le encomendaban; murió en un cerco que los
españoles pusieron al castillo de Ternate. Sobrino de Agustín era Esteban,
notario del Santo Oficio, escribano numeral de Fuenterrabía y alférez que en
el sitio de 1638 defendió bravamente un trozo de muralla. Otro descendiente de
esta familia, Pearo, marchó á Milán á probar fortuna en el ejercicio de
las armas, y tan próspera le fué, que cuando murió, de muerte natural, en 1641,
en Tarazona, ostentaba la categoría de maestre de campo. Salvador fué
maestre de campo general en las islas Filipinas, y Agustín sargento mayor
en Chile primero y en Filipinas luego, y en 1693 era gobernador en la Puebla de
los Ángeles.
Luna, Mora (Gonzalo de). Fué maestre de campo, alcaide de Fuenterrabía
y teniente de capitán general de Guipúzcoa; en 1665 se hallaba en México. Dejó
un hijo, Diego, capitán de la infantería española.
Mendinueta. Hubo un ilustre capitán de navío, Gabriel que llevó
este apellido. Empezó á servir el año 1692 en la fragata "San Lorenzo"; en 1700
pasó á la expedición de Darien, que mandó el almirante general don Pedro
Fernández de Navarrete; en 1716 era teniente de fragata y asistió á la
reconquista de Mallorca; al año siguiente se halló en la conquista de Cerdeña
con el empleo de teniente de navío. En 1718 se encontró en el combate que en
aguas de cabo Pasaro sostuvo la armada de Gastañeta con la inglesa del almirante
Bing, y cayó prisionero; una vez libertado, siguió tomando parte en las
operaciones de guerra y fué promovido á capitán de fragata. En 1719 ascendió de
nuevo y al año siguiente, encargado del mando de dos navíos, marchó en la flota
que salió para Veracruz al mando del teniente general Baltasar de Guevara. En
1722 salió para la Habana y Veracruz á las órdenes del teniente general Fernando
Chacón, pero falleció éste en el camino y Mendinueta se hizo cargo de la
jefatura de la expedición. Hizo otros varios viajes y falleció en su ciudad
natal el 22 de Septiembre de 1736. Otro individuo del mismo apellido, José;
fué nombrado, en Octubre de 1722, comisario de la Santa Inquisición: era
renombrado orador sagrado y hombre de mucho saber.
Mirafuentes (Diego). Era en 1675 regidor en Cartagena de Indias, y un
hermano suyo tué alguacil mayor; ambos cargos eran de los primeros de la
República.
Núñez de Palencia (Juan). Bravo capitán que se distinguió mucho en la
conquista de Granada, al frente de una de las compañías guipuzcoanas que
asistieron á ella; se dió á conocer también en la batalla de Lepanto y mostró su
heroísmo en Flandes, sobre todo en la victoria que los españoles alcanzaron
sobre el río Mosa, cerca de la villa de Mook, el 14 de Abril de 1574.
Olaberria. De este linaje merecen ser citados Marti Sanz,
capitán en las guerras del Perú, y su hijo Miguel, gentil-hombre en las
galeras de Sicilia, sargento mayor y capitán de infantería, proveedor general,
corregidor y visitador en Chile y Santiago de las Indias en 1585, y capitán de
mar y guerra en la carrera de las Indias.
Oyanguren (Luís). Fué escribano de guerra de S. M. y su secretario
universal en el siglo xv.
Ramery. Esta esclarecida familia, procedente de Lille, en Flandes,
tomó asiento w esta provincia el año 1640 y de ella han descendido varios
miembros que han elevado á alto nivel el lustre del apellido. Nacidos en
Fuenterrabía fueron Tomás, brigadier de la armada española, que en la
batalla de Trafalgar combatió tan bizarramente; fué herido cuatro veces á bordo
del navío «Bahama», y falleció en San Sebastián el 4 de Octubre de 1818;
Melitón, que fué comandante jefe del primer batallón de tercios vascongados
en 1829, alcalde de la ciudad y diputado general de la Provincia en varias
ocasiones, en una de las cuales recibió en Fuenterrabía, en 1857, á los
emperadores de Francia y tomó parte en el arreglo de límites que el mismo año se
hizo de la frontera española. Hijos de Melitón fueron Liborio y Dimas;
el primero, en su calidad de letrado, desempeñó /758/ sucesivamente los
cargos de teniente gobernador y alcalde mayor de las provincias de Zamboanga,
Mindoro y Nueva Vizcaya, el de teniente fiscal, en comisión, de la Real
Audiencia Chancillería de Manila, y fiscal, en comisión, del Tribunal Superior
Territorial de Cuentas de Filipinas, hasta su supresión en 1867, y más tarde
consejero de administración del Archipiélago; es autor del libro EI
liberalismo y los fueros, y murió en su casa de San Sebastián el 4 de Enero
de 1894. Dimas estableció en Ponce (Puerto Rico) su bufete de abogado, que llegó
á disfrutar de gran crédito en toda la isla; nombrado teniente coronel del
batallón de voluntarios de Ponce, peleó denodadamente contra los yanquis, en
1898, en compañía de sus cuatro hijos, que le acompañaban en calidad de
ayudantes, y cuando aquellos se apoderaron de la plaza, seguido de sus hijos y
de los voluntarios más fieles, se retiró al campo de Asamante y no rindió las
armas hasta que oficialmente supo que se había firmado la suspensión de
hostilidades, preliminar de la paz; no quiso continuar en Ponce bajo la
dominación norteamericana y regresó á su ciudad natal, donde murió, venerado por
todos, el 11 de Noviembre de 1902.
Rojas y Sandoval (Cristóbal). El Marqués de Denia, durante su estancia
en Fuenterrabía cuando vino á esperar la llegada del rey Felipe I y de la reina
Doña Juana, tuvo de doña Dominga de Alcega, doncella de noble linaje, un hijo
natural que nació el 24 de Julio de 1502. Fué éste obispo de Oviedo, de Badajoz
y de Córdoba, y ocupando la mitra de Oviedo, hallose en el Concilio de Trento el
año 1552. Presidió el concilio de Toledo en 1565, y siendo arzobispo de Sevilla,
murió en Cigales el 22 de Septiembre de 1580, á los 78 años de edad. Se halla
sepultado en la iglesia colegial de San Pedro de Lerma, en una suntuosa capilla
que le hizo su sobrino el Duque Cardenal.
Sorondo (Domingo ). Empezó su carrera en el mar el año 1761 y después
de muchos servicios fué promovido á capitán de fragata en 1794, y en 1799 se le
confirió el gobierno del castillo de Bayona, en Galicia, con el grado de capitán
de navío, y más tarde el del de Monterreal, en Bayona de Tuy, por R. O. de 10 de
Marzo de 1799;
Ubilla ( Antonio). Desempeñó con acierto varios
puestos en los primeros tiempos del reinado de Felipe V y luego fué nombrado
ministro secretario del despacho universal de Indias y consejero de Estado; fué
el primer Marqués de Rivas y se le concedió el título en Agosto de 1701.
Urbina (Juan). En 1638, durante el sitio de Fuenterrabía, fué capitán,
y en 1645 figura como gobernador de Madrid y almirante; en 1664 fué nombrado
gobernador de Sanlúcar de Barrameda, y murió en Junio del año siguiente.
Venesa. Este apellido de noble linaje viene figurando en Fuenterrabía
desde tiempos muy antiguos. En la casa-torre de esta familia se alojó Enrique IV
cuando vino á verse con Luis XI de Francia en 1463, así como Francisco I cuando
regresó á Francia, el 16 de Marzo de 1525, después de la prisión sufrida á
consecuencia de la derrota de Pavía. Hijos de esta casa fueron Pedro Sánchez
de Venesa, preboste perpetuo de Fuenterrabía, nombrado por Juan I y Enrique
III; Domenjón, hijo del anterior, muy gran servidor de Juan II y Enrique
IV; Pero Sánchez, consejero real de los Reyes Católicos V de Enrique IV,
con 60.000 maravedises de gajes, que fué agraciado con cierta renta por el rey
Eduardo IV de Inglaterra en 1471; Juan Sánchez, preboste perpetuo
nombrado por los Reyes Católicos, alcaide y capitán del castillo y fortaleza de
Fuenterrabía desde 1465 á 1480; Miguel Sánchez, capitán de la gente de
guerra de Fuenterrabía contra los Comuneros el año 1521, y á quien el emperador
Carlos V llamó desde Burgos el año 1528 para informarse del sitio en que podría
llevar á cabo el duelo con Francisco I, señalándole la isla de los Faisanes,
aunque luego no se realizó; Pero Sánchez, hijo del anterior, que fué
capitán general de armadas y flotas en el mar Océano, qué murió en la ciudad de
Angla, en la isla de la Tercera, en Noviembre de 1563; y Miguel Sánchez,,
capitán ordinario de mar y guerra, que salió con la escuadra de Oquendo en 1621
y tomó parte en la batalla naval cerca de la isla de San Miguel.
Zuloaga. De esta casa, de antiguo linaje, han salido muchos hijos
preclaros que con hechos gloriosos han honrado su pueblo natal. Citaremos, entre
los más eminentes, á Gabriel José, quien, siendo teniente general y
hallándose de gobernador y comandante general de Venezuela, hizo gloriosa
defensa de los puertos y fuertes de la Guayra y Puerto-Cavello contra las
invasiones de los ingleses, mereciendo por ello que se le concediera el título
de Conde de la Torre-Alta en Mayo de 1744. En 1753 fué nombrado comandante
general de esta Provincia, pero no pudo desempeñar el cargo por haberle elevado
S. M. á la dignidad de su Consejo Supremo de Guerra. En Mayo de 1882, acordó su
ciudad natal poner el nombre de Zuloaga á una calle, en memoria de este
esclarecido hijo, y el acuerdo se cumplió.
Bibliografía.
Sitio y, socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638. por Juan de
Palafox (imprenta de Jerónimo de Ortega, Madrid, 1793,4ª edición).- De
obsidione Fontirabiae, por Josepho Moret, Vallisoleti, 1655; traducida al
castellano con el título de Empeños del valor y bizarros desempeños,
etc.; por Manuel Silvestre de Arlegui /759/ é impreso por joseph Migue1
de Ezquerro en Pamplona, 1763, 1ª edición , y en Tolosa, imprenta de E. López,
1893, 2ª edición.-Bizarria guipuzcoana y sitio de Fuenterrabía (1474 á 1638),
por Antonio Bernal de O, Reilly (imprenta de juan Osés, San Sebastián,
1872). - EI sitio de Fuenterrabía, Julio a Setiembre de 1638, por Javier
Ugarte (imprenta de los hijos de M.G Hernández, Madrid, 1913).- Fontarabie-Ses
Monuments-Son Histoire, por Mr. Pierre Henry de Lalanlfe (editor Albert Sabine,
París, 1896).- Promenades artistiques - Fontarabie, por Xavier de
Cardaillac (Hachette & Cª, editores, Paris, 1896). - Essai sur les diferends
de Fontarabie avec le Labourd du XVau XVIII. siécle, por Théodoric
Legrand (Honore Champion, .editor, París, 1905). - Les fetes de Septembre a
Fontarabie (imprenta Couturier, Vincennes, 1907).-Apuntes históricos
sobre la organización interior de Fuenterrabia, desde el siglo XV hasta el XVIll,
por Mr. Théodoric Legrand (imprenta de J. Baroja, San Sebastián, 1904).-Las
fiestas de Septiembre en Fuenterrabía, Origen y detalles, por Serapio
Múgica (imprenta de J. Baroja é hijo, San Sebastián, 1900).- Ría Bidasoa,
conferencia dada por Serapio Múgica el 30 Septiembre 1904 en el salón de actos
del Instituto de San Sebastián, con ocasión de las fiestas de la tradición del
pueblo vasco (imprenta de la Provincia, San Sebastián, 1905). -Fuenterrabía:
su situación, sus recuerdos y sus glorias, artículos publicados en la
llustración Española y Americana, por Miguel Rodríguez Ferrer (Febrero
1871),Proyecto de ensanche de la ciudad de Fuenterrabía sobre terrenos del
Puntal España, memoria por J. Angel Casadevante (imprenta de E. Valverde,
Irún, 1916)., Ondarrabiko Ama Guadalupe-Koaren Ziasaldea edo Kondaira On Alfonso
Maria Zabala-koa (imprenta de E. López, Tolosa, 1885),- Véanse, además, los
libros citados en la bibliografía de San Sebastián, inserta al final del
presente partido judicial.
NOTAS
(280) Incluimos aquí siete edificios cuyo punto
de construcción no hemos podido concretar.
(281) Fechada en Vitoria á 2 Marzo 1524, existe
una interesante carta de Carlos I explicando al Condestable de Castilla la
rendición de Fuenterrabía. (Llibre de algunes coses assenvalades succehides
en Barcelona y en altres parts, format per Pere Joan Comes en 1583, pág.
411, Barcelona, 1878).
(282) Qué importancia tiene actualmente este
puerto y qué obras se realizan en él, ya lo hemos dicho en las páginas 23, 51 y
siguientes, y 306 de este tomo.
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