Geografia de Guipuzcoa

Geografía de Guipúzcoa

Serapio Mugica Zufiria (1854-1941)


 

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Geografia de

Guipúzcoa (1918)

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/741/

FUENTERRABIA

 

Ondarribia es el nombre vasco de esta vetusta ciudad, y está formado, indudablemente, de las dos palabras ondar =«arena» é ibia=«vado»; significa, pues, vado del arenal, vado de arena, que cuadra perfectamente á la ciudad, porque el río Bidasoa, en cuya desembocadura se asienta, en las cercanías de la población puede atravesarse á pié en baja mar. Es Fuenterrabía una de las tres ciudades de Guipúzcoa, y ostenta los títulos de «Muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel.

Sello del ayuntamiento de Fuenterrabía (actual Hondarribia).

Esta situada en la orilla izquierda de la ría Bidasoa, en la porción más NE. de Guipúzcoa, a 1º 52' 30'' de longitud del meridiano de Madrid y a 43º 21' 50'' de latitud N. Limita al N. con el mar Cantábrico; al S., con Irún y Lezo, al E. con la ría Bidasoa y con Pasajes al O. Dista 20,68 kilómetros de San Sebastián y 3,62 de la vecina población de Irún, por carretera.

En el terreno sobre el que se asienta la ciudad, no hay rocas eruptivas correspondientes al terreno primitivo ni rocas sedimentarias en la era primaria, aunque unas y otras se encuentran en lugares cercanos á la jurisdicción de la ciudad. En casi todo el término de ésta, domina, con espesor considerable, el terreno de la era secundaria, periodo cretáceo superior, y también la era cuaternaria ha /742/ dejado sus huellas, pues la vega que se extiende entre Fuenterrabía é Irún es el mayor manchón aluvial de la provincia.

Fuenterrabía. Vista general.

Fuenterrabía. Vista general.

El Jaizkibel es el único monte que merece el nombre de tal, Se extiende desde el cabo Higuer hasta la embocadura del puerto de Pasajes, donde se hunde en el mar. Es abrupto, estéril en muchos trozos, y ha estado abandonada su explotación forestal; en estos últimos años se están haciendo plantaciones de árboles, de alguna importancia. El punto culminante de la montaña está en jurisdicción de Fuenterrabía y alcanza 543 metros de altura.

La agricultura es, con la pesca, la ocupación principal de los habitantes de la ciudad. No hay granjas técnicamente explotadas, pero sí infinidad de casas de labor, cuyos habitantes obtienen del terreno un buen rendimiento.

Fuenterrabia.Vista general del barrio de la Marina

Fuenterrabia. Vista general del barrio de la Marina

La vega situada entre la ciudad é Irún es feraz en grado sumo, y en ella se obtiene, entre otras, espléndida cosecha de maíz. El trigo no se cultiva mucho en Fuenterrabía; en cambio los manzanales dan buenas ganancias, así como los campos dedicados al forraje.

La ganadería está en próspero estado, como lo demuestran los concursos locales que anualmente celebra el Ayuntamiento en el mes de Septiembre.

Aunque el año 1913 terminó con las de Tolosa la serie de Fiestas Euskaras y concursos de agricultura y ganadería organizados por la Excma. Diputación, la ciudad de Fuenterrabía consiguió que al año siguiente se celebraran en ella los certámenes citados; todo se hallaba dispuesto al efecto, pero pocos días antes de que dieran comienzo, á consecuencia del estado anormal que creó la guerra europea, se decidió aplazar los concursos hasta que la lucha terminase.

Fuenterrabía. La ciudad y sus fuertes (De la obra "introducción a la fortificación" del año 1725).

Fuenterrabía. La ciudad y sus fuertes (De la obra "introducción a la fortificación" del año 1725).

La hidrografía está representada principalmente por la ría Bidasoa, sobre la cual huelga decir nada, puesto que de ella hablamos con amplitud en la página 23 y siguientes de este tomo, Durante la pleamar, el agua forma varios canales que se utilizan como vías pluviales para el servicio de las tierras cercanas. Merecen citarse también, en jurisdicción de Fuenterrabía, el río Urdanibia, que pasa bajo el puente de Amute, y los arroyos de Nuestra Señora de Gracia, Churruta, afluente del Urdanibia, y Chori, que corre directo al mar .

Según el censo de población último (1910), la ciudad tenía 5.178 habitantes; en 1900 era de 4.435 la población de hecho y de 3.161 el año 160.

He aquí el número de edificios y albergues que había en Fuenterrabía en diversos años:

  Año 1860 Año 1888 Año 1900
Casco de la ciudad 150 143 146
Barrio de la Marina 85 109 90
Barrio de la Lonja 3 4 7
Damarri (entidad) 2 4 5
Mugondo - 6 6
Grupos inferiores - 97 -
Diseminados 296 213 220 (280)
Chozas de pastores 15 - -

 

Esta ciudad está en comunicación directa con la de lrún por una carretera que la provincia construyó el año 1865. Entonces era muy suficiente, pero ahora, sobretodo en la época de verano, resulta estrecha para el gran número de vehículos y peatones que circulan por ella. Hay otra carretera que conduce del casco de Fuenterrabía al fuerte de Guadalupe y que fué construida por la ciudad el año 1885. Una tercera, la que termina en el Faro, se abrió por el Estado entre los años 1881 á 1885, y la ciudad contribuyó con diez mil pesetas, más el valor de los terrenos que se hubieron de adquirir .

Por la carretera á lrún circula el tranvía de tracción animal, del que hablamos en la página 528, y hay también un automóvil que hace servicio regular y varias empresas de alquiler de coches.

La línea del ferrocarril del Norte no tiene estación en jurisdicción de Fuenterrabía.

La correspondencia se recoge en la estación de lrún y la distribuyen tres veces al día dos carteros. Tiene estación telegráfica, telefónica interurbana y estación de servicio completo del teléfono provincial.

Las oficinas municipales están instaladas en una hermosa Casa Consistorial situada en la calle Mayor; comenzó á construirse en 1731 y posteriormente se han hecho varias reformas que han mejorado notablemente las condiciones del edificio. Según el censo electoral de 1913, hay 957 electores, que /744/ eligen 13 concejales; también se nombran seis alcaldes pedáneos. Para las elecciones de diputados á Cortes, pertenece al distrito de San Sebastián, y para las de diputados provinciales al de Irún.

La instrucción primaria está bien atendida. En el casco de la ciudad hay una escuela completa, mixta, en buen edificio construido á expensas del filántropo guipuzcoano Pedro de Viteri; en el barrio de la Marina hay una escuela de párvulos regida por una maestra, y otra escuela mixta, regentada por maestra también, en el barrio de Jaizubia. En Gurutze y en Gainchurizketa funcionan otras dos escuelas mixtas, particulares. En conjunto el ayuntamiento gasta 8.128,77 pesetas en personal, 923,75 en material, 250 en alquileres de edificios y 275 en premios á los niños, en suma, 9.577,52 pesetas.

Fuenterrabía. Barrio de pescadores

Fuenterrabía. Barrio de pescadores

Aparte de tres órdenes religiosas, los PP. Capuchinos, los Betharramistas y los de los Sagrados Corazones, que instruyen á numerosos alumnos y los preparan para el desempeño de su misión sagrada, hay cuatro colegios regidos por religiosas, el de las Hijas de la Cruz, el de las Siervas de María, el de las Ursulinas de Pau, que ocupan desde hace años el magnífico edificio del antiguo Hotel Miramar, y el de las Dames de Saint Maur. En todos ellos hallan instrucción propia del sexo, muchísimas niñas y señoritas de la localidad y de otras poblaciones. Todas las comunidades de los conventos y colegios /745/ citados, á excepción de los PP. Capuchinos, son francesas, é instaladas en Fuenterrabía á consecuencia de la expulsión decretada en la nación vecina por Waldeck-Rousseau en Julio de 1901.

El convento que ocupan los PP. Capuchinos se levantó en virtud de concesión otorgada á Fuenterrabía por el rey Felipe IV, cuando vino á la villa á hacer entrega de su hija la infanta Maria Teresa para que, conforme á la estipulado en el tratado que la historia conoce con el nombre de Paz de los Pirineos, contrajera matrimonio con Luís XIV, rey de Francia. La representación de la orden celebró convenio con Fuenterrabia é Irún el 17 y 19 de Enero de 1663 y se procedió á la construcción del edificio que todavía subsiste, varias veces ampliado y mejorado.

En lo eclesiástico, Fuenterrabía pertenece al arciprestazgo de San Sebastián. Posee, en lo alto de la colina en que se halla emplazada la parte vieja de la ciudad, una magnifica iglesia parroquial, de la advocación de Santa Maria de la Asunción y del Manzano. En esta iglesia celebraron, el 29 de Octubre de 1353, el tratado de paz los representantes de la costa cantábrica de España con los de Bayona y Biarritz.

La suntuosa fábrica actual es de fecha posterior no pasa del último tercio del siglo xv, durante el cual el estilo gótico adquirió mayor riqueza de detalles y esbeltez en el conjunto. Se compone de tres naves muy espaciosas y de gran altura, que perdieron belleza cuando, en tiempos pasados, el mal gusto artístico reinante hizo que se blanqueasen los muros de piedra sillería, se destrozasen y cerraran los hermosos ventanales y se colocaran altares contra las columnas centrales. Luego volvieron por los fueros del buen gusto algunos inteligentes y en 1902 se dio comienzo á la restauración relabrando las paredes, y de 1910 á 1914 se limpiaron aquéllas, se suprimieron los altares adosados á las columnas, se abrieron otra vez los magníficos ventanales y colocaron hermosísimas vidrieras, se instaló nuevo altar mayor de estilo gótico, construido en los talleres de don Nicolás Apellaniz, de Vitoria, y se dispuso el órgano, renovado, frente al altar mayor y se derribó el arco que le sustentaba hasta entonces. La Salve del 7 de Septiembre de 1914 fué la primera ceremonia celebrada en el nuevo altar mayor, que se inauguró oficialmente con la misa pontifical celebrada el día 8 por el señor Obispo de la diócesis; el órgano comenzó á prestar sus servicios á fines del año 1916. La dirección de todas estas obras de restauración estuvo encomendada al arquitecto don Ángel Fernández de Casadevante, hijo de la ciudad.

A pesar de los muchísimos daños que en este templo han causado en tiempos de guerra los proyectiles enemigos, y á pesar de que las alhajas y objetos han sido robados más de una vez, aún quedan magníficos ornamentos, muy antiguos algunos, que examinan con fruición los numerosos turistas que visitan la sacristía. En esta iglesia, el 3 de Junio de 1660, el obispo de Pamplona casó á la infanta de España María Teresa con Luís XIV de Francia, á /746/ quien representó en el acto don Luis de Haro; asistieron á la boda el rey de España Felipe IV y brillantísima comitiva de personajes españoles y franceses.

La parroquia está regida por un párroco y cinco coadjutores; hay, además, otro sacerdote, capellán del Hospital, muy recientemente nombrado por vez primera.

Hay en la jurisdicción varios santuarios y ermitas, entre los que ocupa lugar preeminente el santuario de Nuestra Señora de, Guadalupe, situado en el Jaizkibel, junto al fuerte que lleva el mismo nombre que el santuario. Las primeras noticias que de él se conocen alcanzan á fines del siglo xv, y desde entonces los habitantes de Fuenterrabía están dando señales constantes de la devoción que profesan á la Virgen de Guadalupe, á cuya intercesión atribuyen algunos hechos extraordinarios. El más saliente es el ocurrido en Septiembre de 1638: cuando los franceses tenían sitiada la plaza, bajaron la imagen de la Virgen á la iglesia parroquial y ante ella juraron defender la villa hasta morir; la víspera del día de la Virgen -7 de Septiembre- los franceses, derrotados por las tropas de auxilio, tuvieron que levantar el sitio; la victoria se atribuyó á la intercesión de la Virgen y, .en agradecimiento, los vecinos de Fuenterrabía hicieron voto de subir anualmente en procesión á la ermita el día 8 de Septiembre de cada año, y sin interrupción vienen cumpliendo la promesa, que es el origen del famoso alarde, que tanto público atrae á la ciudad.

Prueba de su amor á la Virgen de Guadalupe son las nutridísimas peregrinaciones que se efectúan -las de 1876, 1909 y 1916 especialmente-, el cuidado que se pone en la escrupulosa mejora. del santuario, en el que en 1908, por ejemplo, se hicieron grandes reformas bajo la dirección del arquitecto don Ángel F. de Casadevante, y las súplicas colectivas que en tiempos de guerra, epidemias ú otros semejantes se dirigen á la Virgen, unas veces acudiendo á la cumbre del monte y otras bajando al templo parroquial la imagen, que suele ser custodiada con veneración .

Muy cerca de este santuario está la ermita de Santa Bárbara, y en las afueras de la ciudad, en la carretera que conduce á Guadalupe, la ermita del Santo Cristo, vulgarmente llamada de Saindua. La ermita de Nuestra Señora de Gracia, que generalmente llaman Santa Engracia, da nombre á un pequeño núcleo de casas situado á las puertas de la ciudad, y distribuidas por las montañas cercanas hay otras tres ermitas: la de Santiago, Nuestra Señora de Montserrat y Santa María Magdalena.

La principal función cívico-religiosa que se celebra en ellos es la que anualmente tiene lugar en Guadalupe el 8 de Septiembre, con asistencia del cabildo eclesiástico, ayuntamiento y tropa que forma en el alarde conmemorativo.

La vigilancia pública está encomendada de día á un alguacil, un cabo y un inspector que prestan servicio en el núcleo de la ciudad y á dos que vigilan /747/ el barrio de la Marina. Serenos hay uno y un cabo en la ciudad y dos en la Marina.

Desde 1913 hay puesto de la guardia civil, con cinco números; de antes existía el de miqueletes, con tres individuos. Los carabineros vigilan la frontera, distribuidos en cuatro puestos: el del cabo Higuer, que dispone de un cabo y seis números; el de la Marina, de un sargento y doce números; el de Fuenterrabía, de un primer teniente, dos cabos y quince números, y el de San Isidoro, de un cabo y seis números En este último puesto hay también dos cabos de mar, y en el de Fuenterrabía una matrona de segunda.

El Ayuntamiento, por contrata con la sociedad «Electra Írún-Endara», tiene establecido desde el año 1898 el alumbrado publico eléctrico, y el vecindario se surte también del fluido que la misma compañía suministra.

Fuenterrabía. Procesión del Viernes Santo (Clisé de L. Mugica).

Fuenterrabía. Procesión del Viernes Santo (Clisé de L. Mugica).

La ciudad dispone de muy buenas aguas potables procedentes de manantiales que existen en una de las estribaciones del Jaizkibel, en la barriada de Jaizubía. La primera traída, de dos litros por segundo, se hizo en 1880, y en 1901 hubo de ampliarse en forma que fueran ocho los litros por segundo. En 1915 se hicieron nuevas obras para recoger el agua en tubos desde su mismo origen. De su excelente calidad puede juzgarse poc el siguiente resultado del análisis Cloro total, 0,01702 por Iitro; materia orgánica total expresada en ácido oxálico 0,00504 por litro; nitrógeno /748/ nitroso, nada; nitrógeno amoniacal, nada. Ensayo bacteriológico: la investigación de bacterias patógenas da en general resultados negativos; el método de Eijkman á + 46° C. no llega á descubrir la presencia del coli-bacilo propiamente dicho.

Además de la instalación particular que la mayoría de las casas tienen establecida para el suministro del agua, hay en varios lugares de la población fuentes públicas, abrevaderos y lavaderos. Las alcantarillas desaguan en el mar.

El servicio de beneficencia y sanidad está bien atendido; hay tres médicos titulares, una farmacia titular y otra libre, y una casa de beneficencia, la de San Gabriel, dirigida por religiosas, y en la que hallan asilo 30 pobres. Esta casa de beneficencia existe desde muy antiguo; á mediados del siglo XIX decayó extraordinariamente, pero merced á las gestiones practicadas en 1861 por el médico municipal don Mariano de Lumbier, volvió á adquirir la importancia necesaria para que en ella pudieran tener acogida decorosa los pobres de la localidad .

Fuenterrabía no tiene grandes elementos de distracción. Hay un casino particular que explota el juego, algún centro de recreo ó político de vida lánguida, una banda de música que toca todos los días festivos del verano y algunos del invierno, y la banda de tamborileros. Posee un magnífico frontón,. probablemente el más largo del mundo; fué construido en 1893; costó aproximadamente 50.000 pesetas; tiene algo más de 22 cuadros, ó sea 87,81 metros de largo, y á un lado, en toda su longitud, una hermosa gradería de asientos para los espectadores. Pocas veces se organizan partidos como espectáculo, pero los muchachos practican con entusiasmo el ejercicio de la pelota, sobretodo en los días festivos.

En jurisdicción de Fuenterrabía tiene su campo de foot-ball y los de tennis: la sociedad «Real Unión Club», de Irún. En éstos se juega bastante, sobre todo durante el verano, y en el campo de foot-ball se organizan importantísimos partidos; en él se decidió, el año 1915, el campeonato de España.

La plaza de toros, construida en 1893 por una sociedad particular, se halla en ruinas.

Hemos dicho que la agricultura y la pesca son los principales elementos de vida de la ciudad, y al principio de estas líneas hemos anotado algunos detalles característicos de la agricultura. En la pesca se emplean próximamente 300 hombres y de esta industria dependen 160 familias; hay, además, unas 25 familias de lancheros, cuyo ejercicio principal consiste en pasar gente de una á otra orilla de la ría. La pesca del atún se hace con vapores que llevan una tripulación de doce hombres, y la de anchoa y sardina, con esos mismos vapores ó con traineras que también llevan doce hombres; bastantes botes se dedican á la pesca de anzuelo cerca del puerto. Hay un astillero bien montado en el que se construyen vapores de pesca y embarcaciones menores, y otro /749/ taller de reparaciones; los anzuelos para la pesca del atún y del besugo se hacen á mano en esta ciudad, no solo para este puerto, sino para toda la costa, y también se confeccionan aquí la cuerda, y los cestos para la pesca de langostas. Conforme llegan las embarcaciones, el pescado que traen se saca á subasta en la hermosa casa de venta construida con arreglo á todas las exigencias de la higiene en 1914, y luego las mujeres son las encargadas de venderlo al menudeo; hay plazas para la venta en la ciudad y en el barrio de la Marina, pero apenas se utilizan para el pescado, que lo pregonan por las calles y lo ofrecen por las casas. Los pescadores están agrupados en dos cofradías, que cuentan en conjunto 180 afiliados. Como industrias derivadas de la pesca, debemos señalar también las fábricas de escabeche y salazón, que en ocasiones llegan á media docena.

Fuenterrabía. Proyecto de ensanche de la ciudad

Fuenterrabía. Proyecto de ensanche de la ciudad

Aparte de la agricultura y de la pesca, y de otras pequeñas industrias que en todo pueblo existen, la industria del veraneo contribuye al bienestar económico de la población.

Fuenterrabía. Ángel Fernández de Casadevante, autor del proyecto de ensanche.

 [Fotografía no disponiblel

 

La población flotante ha sido, en efecto, la causa principal del desarrollo que ha adquirido la ciudad. Hace 25 años no pasarían de 200 los veraneantes que elegían esta playa como punto de recreos pero hoy pasan de 1.500, y la necesidad de proporcionarles adecuado alojamiento y de estar preparados para futuras necesidades, ha obligado á realizar ensanches por los que se ha desbordado la ciudad antes encerrada dentro de las murallas. Entre los años 1897 y 1899 se llevó á cabo, conforme á proyecto de don Juan José Aguinaga, un ensanche en el que se ganaron al mar 16.626 metros cuadrados, que son los ocupados por el magnífico paseo de Butrón y edificios de las inmediaciones. Pronto se cubrió de casas este nuevo terreno disponible y los edificios comenzaron á extenderse á lo largo de la carretera que arranca de la Marina y muere en el cabo Higuer, y á las orillas de las carreteras que conducen á Guadalupe y á Irún. En vista de este desarrollo, se pensó en un nuevo ensanche que ganase terrenos al Bidasoa y el 21 de Junio de 1907 se firmó la R. O. de concesión. Para ganar estos terrenos era preciso construir un enorme dique que partiendo de la Marina, corriese á todo lo largo, del puntal, doblase su extremo avanzado y retrocediera hasta el muelle. La obra había de hacerse en tres secciones, en el término de tres años por sección; al terminar el año 1916, ya estaban, en efecto, concluidas las obras.

A fin de que en esos terrenos pudiera construirse una población conforme á plan conveniente y fijo, el Ayuntamiento abrió en 1914 un concurso de proyectos de ensanche, y en el certamen fué premiado el proyecto del arquitecto don Ángel Fernández de Casadevante, hijo de la ciudad. Según ese proyecto, se construirá una ciudad-jardín, con dos series de calles radiales que parten de los dos puntos de unión, uno en la ciudad y otro en la Marina, de la población en proyecto con la parte vieja. A todo el ensanche circundará por la orilla del mar, un magnífico paseo de 15 metros de anchura, y en la zona de la nueva urbe se dispondrán plazas con jardines y parques, en forma que no es posible detallar aquí, pero que el lector puede ver perfectamente en el plano general que publicamos y que se debe al mismo autor del proyecto.

/751/ Consecuencia de este aumento de población veraniega ha sido también el establecimiento de hoteles y fondas y la construcción de casas de alquiler, que ha adquirido gran desarrollo. Hay que hacer notar que bastantes asiduos veraneantes tienen chalets propios que cierran durante el invierno.

Notas históricas: Fuenterrabía no siempre ha pertenecido á la Hermandad de Guipúzcoa; en varias ocasiones ha estado unida á Navarra, desde tiempos remotísimos. Aun se conserva en el Archivo de Comptos de Pamplona el documento extendido en pergamino, con el sello céreo del rey Don Alfonso X, en virtud del cual el Monarca castellano da al Rey de Navarra, su pariente, el año 1294, las villas de Fuenterrabía y San Sebastián. En fechas más recientes, en 1577 y 1754, intentó separarse nuevamente á causa de discordias que traía con esta Provincia, Y más tarde, por R. O. de 24 de Septiembre de 1805, quedó anexionada á Navarra, reincorporándose á Guipúzcoa en 1814.

Esta población aparece citada por vez primera en la carta-puebla concedida en 1150 á San Sebastián por Sancho el Sabio de Navarra; por el contexto del documento se deduce que el lugar ya existía mucho antes y se le conocía con el nombre de Ondarribia ú Hondarribia, nombre que aparece escrito Fontarabia en el célebre Atlas catalán del 1375.

Pero cuando realmente comienza á dibujarse con alguna claridad la historia de la fundación de Fuenterrabía, es cuando Alfonso VIIl le concedió la carta-puebla despachada en Palencia el 18 de Abril del año 1203. Por este instrumento otorgó al concejo de Fuenterrabía el fuero de San Sebastián y la jurisdicción siguiente: desde el río Oyarzun hasta el Bidasoa; desde la peña de Aya hasta el mar; desde Belfa, que sin duda es Vera, hasta el mar; el término de Irún, con todos sus habitantes, á Guillermo de Lazon, con sus socios, ó sea Lezo, y el puerto de Asturiaga. De este modo quedaban enclavadas dentro de la demarcación concedida á Fuenterrabía, las jurisdicciones actuales de Irún, Pasajes de San Juan y Lezo, aunque en posesión de sus términos amojonados y su gobierno municipal propio, hasta el año 1766, en que se separó Irún, y el de 1767, en que se segregó Pasajes; Lezo no ha seguido el ejemplo de los dos ayuntamientos citados y no procedió á instruir el expediente de segregación, aunque de hecho constituye, en el día, municipio independiente.

Después de la carta-puebla de que se ha hecho mérito, Fuenterrabía ha merecido diferentes é importantes privilegios de los monarcas de Castilla, bien eximiendo á sus habitantes del pago de todo pecho é impuesto, ó bien concediendo que anduviesen salvos y seguros los mercaderes que viniesen á este puerto á buscar pescado para Navarra, ó prohibiendo que á sus bajeles se les quitasen bastimentos que condujesen de cualquier parte, ó para que ningún barco fuese preferido en la carga á los de Fuenterrabía, ó dejando á sus naves libres de los derechos de anclaje, almirantazgo y otros, ó concediendo 250 florines de oro para la guarda de las puertas de la villa, ó cediendo 112.000 maravedises de alcabalas por servicios prestados en 1512 en la batalla de Belate, etc.

La situación estratégica que la población ocupa, fué causa de que desde tiempos muy lejanos se atendiera con gran solicitud á su fortificación. Ya en 1200, cuando Guipúzcoa se unió á Castilla, Fuenterrabía figuraba como plaza fuerte, y en el sello que el Concejo usaba en 1297 (véase pág. 554) figura un castillo, como atributo, sin duda, de la fortaleza de la plaza. Es de suponer que, en aquellas lejanas épocas, el castillo constituyera la única fortaleza de la villa, y si había alguna muralla, se hallaría levantada de modo muy rudimentario, puesto que todavía no había hecho su aparición la pólvora, pero, andando el tiempo, se fué cercando el ámbito destinado á plaza fuerte con almenadas murallas, con bastiones y torres, baluartes, cubos, rebellines y puentes levadizos. Buena prueba del interés que de muy antiguo inspiraba á los monarcas de Castilla la seguridad de esta plaza, la tenemos en el privilegio despachado por Don Enrique ll el 12 de Diciembre de 1374, en que se manda que los diez mil maravedises anuales que estaban adjudicados á Fuenterrabía para las labores de los muros, se pagasen de los derechos de las ferrerías y diezmos de la mar. Pero el grueso de las obras se inició en tiempo de los Reyes Católicos y se prosiguió después, quedando ceñida la plaza por todas partes con fortísimas murallas, provistas de galerías de contraminas y defendidas por seis baluartes y dos cubos exteriores y un castillo que se levantó en lo más elevado de la población. Este castillo, llamado de Carlos V, porque fué el que lo restauró, se componía de dos partes. Una que constituía el palacio en donde se alojaban el capitán general, que antiguamente tenía aquí su residencia, y las personas de la familia real que se detenían en esta villa. La otra parte, que miraba al 0., era la fortaleza destinada á la tropa, y en ella podían acomodarse 850 camas. Hoy no queda en pié más que esta parte, aunque muy deteriorada; el edificio es de propiedad particular, y lo explotan cobrando la entrada á los miles de turistas que gustan de recorrer los amplios departamentos vacíos y destartalados, y de contemplar el soberbio panorama que se divisa desde la magnífica terraza que en la parte superior ocupa toda la amplitud del edificio.

/752/ Bien necesitada de estas defensas de todas clases se ha visto la ciudad en el transcurso de los tiempos. La primera acometida de los franceses que entraban en España, solía ser siempre contra esta plaza. Los sitios más memorables de que se tiene noticia, son el que sufrió en 1476 y 1477, sostenido por las tropas de Mr. Aman, señor de Labrit, que no pudo conseguir su intento de tomar la plaza, y el de 1521 por el almirante Bonivet, que se apoderó de la población, teniéndola en su poder desde este año hasta el de 1524 (281). Pero el sitio más importante de todos fué el que le puso en 1638 el Príncipe de Condé, con lo más granado del ejército francés, al mismo tiempo que el arzobispo de Burdeos lo bloqueaba con su escuadra por mar. Las penalidades sufridas por los sitiados desde el 1de Julio hasta el 7 de Septiembre fueron muy grandes por todos conceptos, como fueron grandes las proezas llevadas á cabo por las tropas y vecinos, que supieron defender con sus lanzas y cubrir con sus pechos las brechas abiertas en las murallas por los proyectiles enemigos, anulando el efecto destructor de las minas y contrarrestando los asaltos. Las bombas incendiaron multitud de casas, los víveres escaseaban y las municiones empezaban á agotarse, pero siguiendo el ejemplo del intrépido alcalde don Diego de Butrón, que ofreció su plata para hacer balas y amenazó con la muerte al que hablase de entregar la plaza, todos rivalizaron en valor y sacrificios. Llegó el día 7 de Septiembre, víspera de la Virgen de Guadalupe, á quien tanta devoción tenían y tienen los vecinos, y apareció sobre el monte Jaizkibel el ejército de auxilio, comandado por el almirante de Castilla don Juan Alonso Henríquez de Cabrera, que, embistiendo con ímpetu á las tropas de Condé, asentadas en lo alto y al lado E. del monte, las arrolló y puso en precipitada fuga, desbaratándolas completamente. En toda esta empresa perdió el francés 11.000 hombres de tropas escogidas. Al oscurecer entraron los nuestros en Fuenterrabía y encamináronse á la parroquia, donde se cantó el Te Deum en acción de gracias. Desbordose el entusiasmo durante toda la noche, y á los pocos días toda España era sabedora de tan fausta noticia, que causó la alegría en todos los corazones, especialmente en la Corte, donde el pueblo, fuera de sí, recorrió las calles con gran tumulto y no paró hasta penetrar en los más íntimos aposentos del palacio real, para dar al Rey, cara á cara, la enhorabuena por la victoria, que en palacio se celebró también con gran júbilo.

El 4 de Septiembre de 1639, se reunió el ayuntamiento de Fuenterrabía para dejar memoria imperecedera de la intercesión de la Virgen de Guadalupe en la liberación de la plaza, y acordó que el día 8 de Septiembre se hiciera anualmente al Santuario una procesión cívico-religiosa, que todavía se viene haciendo con el nombre de Alarde, que constituye el festejo más interesante de las fiestas patronales de Fuenterrabía.

También fué asediada y tomada esta plaza por el Duque de Berwik en Junio de 1719, y más tarde, en 1794. En el tiempo en que permanecieron los franceses en la plaza en esta última etapa, se propusieron debilitar las fortificaciones que tanto daño les causaban por su situación en la frontera, y, al efecto, derruyeron todo el lienzo de muralla que miraba á la parte de Francia, así como los baluartes y gran parte del castillo, trayendo para el objeto obreros expertos de Alemania; también abrieron muchos huecos en la muralla del lado O. y colocaron barriles de pólvora que en un momento dado habían de derribar aquel trozo, pero antes de que se dispusiera la explosión, se recibió la noticia de la «Paz de Basilea» y se sacaron los barriles, dejando los huecos, que aún permanecen abiertos. Así Fuenterrabía, que vivió durante tantos siglos encerrada dentro del recinto murado, puede decirse que desapareció entonces como plaza militar, pues si bien se utilizaron los venerables fragmentos que aún subsisten, así en la guerra de la independencia como en las dos guerras civiles, ya no constituían un todo homogéneo.,Hoy día, aun se conservan grandes trozos de murallas y apreciables restos de algunos baluartes, que sirven de sostén á las tierras.

La defensa militar ha cambiado mucho de procedimientos, y abandonando las murallas, construyó el Estado en el monte Jaizkibel, en los años 1889 á 1900, y bajo la dirección del teniente coronel de Ingenieros don Juan Roca y Estades, un fuerte á la moderna, cuyo coste se elevó á doce millones de pesetas, con capacidad para alojar un millar de hombres.

También el puerto tuvo gran importancia en Fuenterrabía desde muy antiguo. Al amparo de un considerable comercio de cabotaje y de los beneficios de la pesca, se creó gran núcleo de marinos, que, constituidos en hermandad con el título de «Cofradía de Mareantes de San Pedro», obtuvieron bula del papa Clemente VIII el 12 de Mayo de 1595, que escrito en pergamino aún lo conservan entre sus papeles. Dueña y señora Fuenterrabía de esta parte del Bidasoa, á causa de ser plaza fortificada y tener numerosa población de marinos, se imponía á los pueblos comarcanos y obligaba á que la carga y descarga de los géneros que importaban y exportaban /753/  Hendaya, Irún y los pueblos de Navarra, se hiciera en la Lonja: del puntal, pagando los derechos correspondientes, que rendían un producto no despreciable, especialmente las lanas de Navarra que bajaban por el Bidasoa para ser exportadas, hasta que cambiaron de dirección, acudiendo al puerto de Bayona (282).

Fuenterrabía. Disposición del los ataques a la ciudad en 1719.

Fuenterrabía. Disposición del los ataques a la ciudad en 1719.

Esta ciudad ha sido muy visitada por monarcas españoles y extranjeros. Es muy probable que, unos por haber estado en San Sebastián y otros por haber pasado el Bidasoa, hayan estado en Fuenterrabía Alfonso VIII de Castilla, Alfonso X, Sancho IV el Bravo, Pedro I con sus hijas Beatriz, Constanza é Isabel, y Enrique ll. De manera positiva nos consta que estuvieron en la ciudad Doña Catalina, la Princesa de Inglaterra, en 1387, cuando vino á contraer matrimonio con quien luego fué Enrique III, y más tarde, ya viuda, en 1407, con su hijo Fernando; Enrique IV de Castilla en 1457 y 1463, esta vez acompañado de 400 moros de Granada y muchos caballeros y señores; el príncipe Don Felipe el Hermoso, Archiduque de Austria, y su esposa Doña Juana en 1502; Madame Germana de Foix, cuando vino á casarse con Fernando el Católico en 1504; Francisco I de Francia, al volver á su patria en Marzo de 1526, después de la prisión sufrida á consecuencia de la derrota de Pavía; sus hijos los Delfines de Francia, que vinieron el mismo día á responder de los compromisos contraídos por su padre con España, y de nuevo en Julio de 1530 regresaron á Francia: ambos importantes canges se realizaron sobre las aguas del Bidasoa, á la vista de la plaza; el emperador Carlos V, á su paso para Flandes, pernoctó en Fuenterrabía el 27 de Noviembre de 1539; Felipe III con su hija, que venía á casarse con Luis XIII de Francia, permaneció en Fuenterrabía del 7 al 9 de Noviembre de 1615, y este mismo día vino la princesa Isabel de Francia á casarse con el príncipe de España Don Felipe, heredero del trono de San Fernando; Don Felipe IV se aposentó igualmente en el palacio de esta ciudad el día 2 de Junio de 1660, cuando vino á hacer la entrega de la infanta Doña María Teresa, que se casó en esta parroquia al día siguiente; Don Felipe V visitó esta plaza la tarde del 23 de Enero de 1701; la infanta María Teresa el II de Enero de 1745, donde permaneció hasta el 13 por la tarde; el 6 de Junio de 1766 visitó esta villa José II, emperador de Alemania y archiduque de Austria, con el título de Conde Falkenstein; los infantes Don Francisco de Paula y su esposa, acompañados de sus hijos, el 28 de Julio de 1830, comieron en la casa de campo Zuloaga-aundi, del Conde de Torre-alta. el 17 de Septiembre de 1858 estuvieron el emperador Napoleón y la emperatriz Eugenia; el 19 de Septiembre de 1859, visitó esta ciudad el rey de los Belgas; en Agosto de 1865, vino la reina Doña María Cristina con su comitiva, por la ría, desde Irún; el 31 de Agosto de 1887 vino la reina regente Doña María Cristina con la infanta Doña María Mercedes; el 23 de Marzo de 1889 la reina de Inglaterra Doña Victoria, acompañada de varios individuos de su alta servidumbre y dos príncipes indios; el 31 de Julio de 1902 estuvo Don Alfonso XIII el 10 de Septiembre de 1904 subió el Rey á Guadalupe, á presenciar ejercicios de tiro de cañón, acompañado del Príncipe de Asturias y de la escolta real; el 27 Septiembre del año siguiente vino, por mar, con el Príncipe de Asturias, y comió en Echegorri, chalet en que habitaba el Marqués de Santo Domingo; el 26 Enero 1906 vino también á Fuenterrabía Alfonso XIII, acompañando á su prometida la Princesa de Batemberg y lá madre de ésta: era la vez primera que la actual Reina de España pisaba tierra española; escribió una postal en el castillo de Carlos V, y la pluma se halla recogida en el archivo de la ciudad. El día 19 de Marzo de 1906 vino, procedente de San Sebastián, el príncipe Alberto de Prusia, y al día siguiente comieron en la ciudad el rey de Inglaterra Eduardo VII y varios acompañantes que desde Biarritz vinieron en cuatro automóviles. El 12 de Septiembre de 1906 presenció el rey Alfonso otra vez las prácticas de tiro de Cañón en Guadalupe; el 7 del mismo mes del año siguiente vino en automóvil la reina Victoria, y el 31 de Agosto de 1908 visitó la ciudad la reina Maria Cristina. Otra vez estuvo el Rey en Guadalupe ello de Septiembre de 1908; y el día de Viernes Santo de 1909 (9 de Abril), vino á ver la procesión el rey Eduardo de Inglaterra, que se hallaba en Biarritz. El día 30 de Septiembre de 1914 contrajo matrimonio en la morada Lore-artean, propiedad del Marqués de Villasinda, el infante Don Fernando con la señorita Silva, duquesa de Talavera, y desde entonces pasan en esta ciudad la época estival, con cuyo motivo vienen á Fuenterrabía con frecuencia las personas de la familia real española.

Ya hemos dicho qué títulos honran el nombre de esta ciudad. Los dictados de Muy Noble y Muy Leal villa los usaba de muy antiguo, y como la Provincia se opusiera á su empleo, Don Felipe IV, después del sitio de 1638, le concedió los títulos de Muy Leal y Muy Valerosa ciudad, por privilegio expedido el 12 de Abril de 1639, y el de Muy Noble el 4 de Diciembre de 1650. Por otra R. C. expedida por Don Carlos IV el 11 de Junio de 1799, se le hizo la merced de Muy Siempre Fiel. Por R. D. de 5 de Noviembre de 1901, se le concedió al ayuntamiento el tratamiento de Excelencia.

/754/ El escudo de armas se compone de cinco cuarteles. En el primero, en campo de oro, se ostenta un ángel con una llave en la mano; el segundo, es de plata con un león rampante; el tercero, de ondas verdes con navío envergado y debajo una ballena arponada; el cuarto, de ondas verdes con una sirena que levanta el espejo en la mano derecha y un tritón con una granada pendiente de su ramita en la misma mano; y en el escudete central, sobre fondo azul de ondas, un castillo de plata con dos estrellas en los dos lados de la parte superior. Después del sitio de 1638, comenzó á ponerse por cimera á este escudo la efigie de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad, por habérsele atribuido á ella la liberación de la plaza, que fué el día 7 de Septiembre, víspera de su festividad.

Biografía. Citemos los nombres de algunos hijos esclarecidos de Fuenterrabía y digamos brevemente cuales han sido los títulos que les han hecho acreedores á que su memoria sea conservada y enaltecida.

Aguirre( Francisco de). Fue general de escuadra y almirante. El año 1693 era alcalde de Fuenterrabía.

Alberro (Francisco de). -El año 1676 fué nombrado capitán general de la provincia de Venezuela y gobernador de la ciudad de Santiago de León, de Caracas. Era cabalero de la orden de Santiago.

Alcega. Aunque el primitivo solar de esta familia, de la que formaron parte muchos miembros de gran renombre, radicaba en Hernani, si hemos de creer á Isasti, tuvo casa principal en Fuenterrabía y de ella procede.Juan de Alcega, general en la carrera de las Indias, casado con Catalina Alquiza, y muerto hacia el año 1573. De este matrimonio fueron hijos: Juan, almirante por el gobernador Francisco Tello en las Filipinas y que murió en la batalla de Manila el 4de Octubre de 1603; Pedro, almirante en la carrera de las Indias y fallecido en 1600 en Sevilla á la edad de 35 años; Cristóbal, que también murió en Sevilla por el año 1584, siendo canónigo de la catedral de aquella ciudad; Diego, general de la flota de las Indias, fallecido en la misma ciudad hacia 1584, cuando contaba 25 años de edad. De esta familia son también Fray Antonio de Alcega, que en 1604 era obispo en Indias, y otros varios marinos y militares, y damas que casaron con personas de mucho relieve.

Alquiza. La casa solar de Alquiza -dice Lizaso en su Nobiliario- es una de las originarias y antiguas pobladoras de Guipúzcoa, de nobles hijosdalgo, notorios de sangre al fuero de España, y observa por armas y blasón un escudo, el campo colorado, y en él una cruz de oro como la de Calatrava, y alrededor y en torno del escudo una orla azul y en ella ocho estrellas de oro. De esta casa procede Sancho de Alquiza, peritisimo en el arte de marear, y que merced á los servicios que prestó persiguiendo el contrabando que holandeses é ingleses introducían por las costas de la Nueva Andalucía, fué nombrado, á fines del siglo XVI, capitán de galeones. A pesar de que su vida fué siempre tumultuosa y de batalla, al frente del gobierno de Venezuela dió pruebas de buen colonizador: llamó la atención de las gentes aventureras hacia las riquezas que podría ofrecerles el cultivo de la tierra riquísima, y fomentó el laboreo de las minas. El año 1615 dejó la gobernación de Venezuela, pero el Gobierno se valió de Sancho para atajar los escandalosos fraudes que se cometían con anuencia de don Fernando de Berrio, gobernador de la Trinidad y de la Guijana, á quien se le desposeyó del cargo; pero logró ser repuesto, y al año siguiente, 1616, Sancho de Alquiza fué nombrado gobernador de la Isla de Cuba, por cuyo nombramiento le felicitaron las Juntas Generales reunidas en Rentería y el ayuntamiento de Fuenterrabía, que al mismo tiempo le rogaba que durante su gobierno procurase que se hicieran algunas limosnas, por sus paisanos, para dorar el retablo de la parroquia. Alquiza falleció en la Habana el 6 de Julio de 1619, siendo gobernador de la isla.

Areizaga.De los miembros de esta familia, sólo uno, Juan Carlos Joaquín Pedro de Areiszga, nació en Fuenterrabía. En todos los autores está citado como hijo de Villa-Real de Urrechu, pero el hecho cierto es que vino á la luz en la ciudad ondarribiarra el 18 de Enero de 1756, cuando su padre, el coronel Juan Carlos, era gobernador de la plaza. Juan Carlos Joaquín Pedro fué capitán del regimiento de Mallorca hasta 1793, en que entró á mandar el de voluntarios de Guipúzcoa, con el que hizo brillantes campañas que le valieron el grado de coronel. En 1809 tomó parte en la acción de Alcañiz, derrotando al mariscal francés Suchet. Llegó á ser capitán general de Guipúzcoa. Era Barón del Sacro Romano Imperio, señor de Oxen y de Zamora, de las Desas, de Macintos en Castilla, del palacio de Cabo de Armería de Alduncin, con asiento en las Cortes del Reino de Navarra, de Areizaga, Isasi é Irusta con sus jurisdicciones, patrono de las iglesias de Eibar y Cestona, Aizarna, Aizarnazábal y Oiquina, caballero del Hábito de Santiago, juez subdelegado de Rentas y Correos de Guipúzcoa, etc. falleció en Tolosa el año 1820 y su cadáver fué trasladado á Villa-Real.

Arsu. La casa solar de Arsu es una de las ilustres y antiguas pobladoras de la ciudad de Fuenterrabía. De ella procede el célebre Machin de Arsu, á quien se le atribuye una gran victoria obtenida sobre los franceses el 20 de Diciembre de 1280, en el punto de Cornuz, á consecuencia de la orden que recibió de Alfonso X, de atacar de noche el campamento del Rey de Francia. Machin derribó en la acometida, cerca de la tienda del rey francés Felipe III El Atrevido, cinco caballeros «de alta guisa», y desde entonces el escudo de la casa lo /755/ forman «un castillo de oro en campo de gules, que es colorado, al pié de un río con cinco cabezas cortadas, y en lo alto del castillo tres flores de lis de oro, y por orla ocho panelas verdes en campo de oro», según asegura en 1620 el rey de armas Diego de Urbina. Además, el Rey dió á Machin, en premio, el término de Cornuz y una gran porción de Fuenterrabía. Todo ello se hace constar en el certificado que aún conservan con veneración en la casa solar de Arsu.

Azcue. De esta casa solar procedía Juan Pérez de Ascue, valeroso capitán, en quien tenían plena Confianza los soldados que se veían precisados á luchar en la orilla del Bidasoa. Cuando se rindió la plaza de Fuenterrabía el año 1521, era alcalde, y hecha la capitulación, salió con 800 vecinos y con ellos se estableció en Lezo y formó una compañía que molestó continuamente á los franceses, gracias á la astucia y valor de su capitán. Con esa compañía acudió, en la noche del 29 al 30 de Junio de 1522, á la célebre batalla de San Marcial, en Irún; él y Ambulodi, ayudados por el capitán general Duque de Alburquerque, al frente de 3.000 hombres, derrotaron en absoluto al numeroso y aguerrido ejército de alemanes y franceses, que en gran parte quedaron muertos en el campo de batalla ó rendidos á discreción. En memoria de este triunfo se construyó la ermita de San Marcial, y todos los años la ciudad acude en masa á la cumbre del monte á festejar el aniversario de hecho tan memorable. Azcue murió de un tiro disparado por un soldado suyo contra un francés que hacía la guardia de noche; en homenaje al bravo capitán, junto á la puerta de San Nicolás, encima del foso, se levantó una cruz de piedra, que hubo que derribar más tarde para efectuar obras de fortificación, y que por acuerdo tomado en 1639 por el ayuntamiento fué reconstruida, con las mismas piezas, en medio del jardín que ceñía la muralla de San Felipe.

Beaumont y Navarra (Juan de). -Este nieto del Condestable de Navarra, Conde de Lerín, fué uno de los oficiales que tomaron parte activa en la defensa de Fuenterrabía en 1638. Casó con Magdalena de Justiz, de esta ciudad, y del matrimonio nació Luis, sargento mayor en 1655 y maestre de campo en 1692, que á su vez casó con María Magdalena de Mugarrieta, de quien tuvo varios hijos que murieron sin sucesión. Luís fué uno de los testigos en el testamento de Diego de Butrón.

Butrón y Leguia (Diego ). Era uno de los dos alcaldes de la ciudad, y capitán de sus administrados, cuando el francés sitió la plaza el año 1638. Cuando vió que, á consecuencia del largo asedio y falta de provisiones y de municiones, el espíritu de sus soldados tendía á decaer, ofreció toda su plata para fabricar balas, y con enérgicas frases levantó el ánimo de los luchadores que, por fin, consiguieron la victoria resonante del 7 de Septiembre, día en que quedaron libres del sitio. El nombre de Butrón sonó entonces con encomio por toda España, y al año siguiente Felipe IV le nombró teniente de alcaide ó de gobernador de Fuenterrabía, con sueldo de 50 escudos al mes; en 1649 fué nombrado gobernador militar de la plaza de San Sebastián con categoría de maestre de campo, yen 1651 gobernador militar de Fuenterrabía, cargo que le satisfizo extraordinariamente y que desempeñaba cuando murió en el castillo de Carlos V á principios de 1655, á los 60 años de edad. Su viuda en segundas nupcias, María de Casadevante, y los hijos disfrutaron de varias mercedes otorgadas por el Monarca; en pocos años se extinguió por completo el apellido del valeroso alcalde de Fuenterrabía.

Calatayud. -La casa así llamada existía todavía en 1841 y estaba situada en la calle de San Nicolás, esquina á la del Norte. De ella proceden Juan, capitán en el sitio de 1638, y Baltasar Antonio, que en el sitio de 1719 era sargento mayor y luego llegó á teniente coronel. Casó con Josefa de Amasa y tuvo por hijos á Francisco Antonio, capitán del regimiento de Sevilla y que sirvió en la última guerra de Nápoles; Gerónimo, cadete en el sitio de 1719, en el que se inutilizó para seguir la carrera; y á Manuel, que fué monje cisterciense: desempeñó las abadías del Real Monasterio de Fitero y del de Calatayud, y las varias obras de Teología y de Historia que escribió y el Examen leve de la historia de Irún-Uanzu, que publicó en contestación á la Historia de Irún-Uranzu, de Gainza (1738), le dieron nombre de uno de los más doctos sujetos de su religión.

Casadevante. Es muy antiguo linaje en la ciudad, pues en los primeros documentos que aparecen en el archivo, figuran y a los individuos de esta familia rigiendo los destinos del pueblo. Durante muchas generaciones, han ejercido los principales cargos civiles, han ocupado los preferentes puestos eclesiásticos, han comandado las milicias del pueblo, desempeñado comisiones en la Corte y acudido como procuradores á las Juntas generales de la Provincia. Como prueba del bienestar de que gozaba la familia, citaremos el hecho de que las casas de sus miembros solían ser las designadas para albergar á las personas de calidad: en 1638, por ejemplo, la de Miguel de Casadevante alojó á los generales que entraron al frente de las tropas de auxilio. De esta familia son Antonio, chantre de la catedral de Pamplona, que acudió en Madrid á la defensa de varios asuntos de la ciudad y, en 1660, redactó un notable memorial, dirigido al Rey, acerca de las mercedes concedidas en 1638 y no cumplidas; Manuel, almirante en 1688 y general en 1700; Maria, hija del capitán Juan de Casadevante y esposa, en segundas nupcias, de Diego de Butrón; Miguel Antonio, alcalde, que en 22 de Enero de 1701 recibió y acompañó á Felipe V en su entrada en Irún y Fuenterrabía; y otro Miguel Antonio, ministro de la Real Hacienda á principios del siglo XIX.

Eckaus (Martín). En Mayo de 1729 era capitán de fragata de la Real Armada naval. Costeó el altar de la Soledad de la parroquia.

Echeberria.  De este apellido merecen ser citados Francisco, que en 1680 regaló á la iglesia parroquial un trono y bancal de 7.000 pesos, y Rafael, que en Mayo de 1700 fué nombrado gobernador de la provincia de Theguacan.

Erasun (Juan Benito). Fué capitán de fragata de las Reales Armadas de S. M. En 1757 fué nombrado comandante de los guarda-costas de tierra firme, que se Componían de un navío de 60 cañones, una fragata de 30 y dos javeques de 24. En 1760 era coronel, y en Noviembre del año siguiente el Rey le confirió el mando de los navíos que se preparaban con destino á América. Hizo á la Provincia y á la ciudad objeto de especiales atenciones y donativos: en 1748 ofreció á la Provincia, á interés regular, y ésta aceptó, los 240.000 reales que debía á los arbitrios de Pasajes; en 1760 envió 300 pesos de limosna á la iglesia de Fuenterrabía, y en su testamento, otorgado el 4 de Agosto de 1761, mandó fundar una capellanía de misas, y el resto de su capital, que se dice llegaba á 69,000 pesos, lo dejó para obras pías, y los testamentarios lo destinaron á cubrir los gastos del hospital.

Goenaga (Bernardo Tomás).  Nació el 29 de Diciembre de 1816. Fué en calidad de paje al servicio del Duque de Granada de Ega y desde allí marchó al campo carlista en la primera guerra civil, en la que peleó con tal ardimiento que á la conclusión de la campaña era teniente, y como tal fué reconocido en el Convenio de Vergara. Cuando estalló la guerra de Marruecos en 1859 era capitán y como tal pasó al África; se distinguió notablemente, sobre todo el 4 de Febrero de 1860, cuando las tropas españolas se apoderaron del campamento de Tetuán: del comportamiento de Goenaga en aquella ocasión memorable dan testimonio, no sólo las diversas heridas que recibió, sino la distinción de que le hizo objeto el propio general O'Donnell, héroe de aquella campaña, quien dispuso que se entregasen á Goenaga, que «cayó herido en las trincheras», como segundo comandante del regimiento de infantería de León, núm.38, las dos pistolas que fueron de uso particular del Excmo. Sr. Teniente General D. Francisco Espoz y Mina y que su esposa ofreció para el benemérito militar que más se hubiere distinguido en la batalla del 4 de Febrero, que precedió a la entrada en Tetuán». En el mismo campo de batalla fué nombrado Goenaga teniente coronel, por haber sido el primero en asaltar las trincheras. Una de las heridas le dejó inutilizado para el servicio, y en 1861 vino á vivir á Fuenterrabía. Cuando los carlistas salieron al campo en 1870, contribuyó á formar una compañía de voluntarios liberales en su ciudad y al frente de ella realizó varias operaciones de guerra. Murió en su ciudad natal, á los 61 años de edad, el 29 de Diciembre de 1877.

Justiz. La que existe en término de Fuenterrabía, en una de las estribaciones del Jaizkibel es la única casa de este nombre que en el País Vasco existe. Es muy antigua: una tradición asegura que hallándose de caza por aquellos parajes el rey Sancho Abarca de Navarra, enamorose de una hermosa doncella de Justiz, y hubo de ella un hijo, de quien descienden los de este linaje de Justiz. Así lo testimonió Diego de Urbina, rey de armas de Felipe III, y aún guardan los moradores de la casa un certificado que lo atestigua y muestra las armas que á los descendientes del solar corresponden. Es casa amplia, magnífico ejemplar de morada vasca, y tiene extensos territorios de su pertenencia. De ella han salido muchos varones que han ocupado los primeros puestos de la población y han alcanzado lustre fuera de ella. Juan de Justiz, capitán, en virtud de testamento otorgado en San Cristóbal de la Habana el 29 de Enero de 1713, fundó en Fuenterrabía una capellanía de 4.000 pesos de capital; su hijo Manuel José fué sargento mayor del presidio y ciudad de San Cristóbal; Miguel, hermano de Juan, á principios del siglo XVIII fué sargento mayor de la plaza de Fuenterrabía, y en 1709 alcalde; Martín, hermano de Juan, cuando supo que el francés había sitiado su ciudad natal en 1638, vino desde Valladolid en posta y, como teniente alcalde de Butrón, corrió los mayores peligros en unión de su hermano. El año 1760 se concedió á Manuel Manzano el título de «Marqués de Casa Justiz», y habiendo contradicho la Provincia, se convino en que el titulo fuera de «Marqués de Justiz».

Laborda. También ésta de los Laborda es, desde antiguo, familia preeminente en la ciudad. Ha habido en ella varios miembros que han alcanzado renombre en empresas militares de mar y tierra, pero donde principalmente han puesto en práctica sus facultades ha sido en el mejoramiento material de la ciudad. Queda vivo, por ejemplo, el recuerdo de Juan de Laborda, á cuyo celo, laboriosidad y suficiencia estuvieron confiados, durante mucho tiempo, los intereses de la ciudad. Fué alcalde en 1546 y 1567 y síndico en 1560, y cuando no administraba los intereses de la población desde la Casa Consistorial, se ocupaba cerca del Rey ó en los tribunales de Valladolid en resolver asuntos importantes que á ella atañían, como lo demuestran las cartas que de los años 1535, 1539 y 1569 se conservan en el archivo. La ciudad le ha mostrado su agradecimiento dedicándole una calle y estampando su nombre entre los de los hijos ilustres que figuran en la magnifica vidriera de la Casa Consistorial. Después muchas veces los Laborda han figurado en lugar preeminente en el desarrollo de la vida de la ciudad y aún actualmente son ellos los que llevan la dirección en cuanto se relaciona con el progreso material de Fuenterrabía.

Ladrón de Guevara. En la calle Mayor está la casa que lleva este nombre. De ella procede Francisco Ladrón de Guevara, maestre de campo, y su hijo del mismo nombre, que en 1690 fué nombrado veedor de contrabando. Hijos de éste fueron Pedro Ignacio, que se distinguió en el sitio de 1719, y el primogénito Nicolás, coronel que estuvo en el servicio de Su Majestad napolitana. Otro Francisco fué alcalde en 1758 y 1763, y alférez del regimiento de infantería de Amberes y cobró los sueldos, de Su Majestad siciliana.

Lesaca. Es muy antigua familia y ya no queda en Fuenterrabía vestigio de ella. El primero de quien se tienen noticias es Juanot de Lesoca, que en tiempos de los Reyes Católicos tomó parte activa en la defensa de los derechos españoles sobre el río Bidasoa. Biznielo de Juanot fué Agustín, quien abrazó la carrera de las armas: desde 1591 á 1601 ejerció en las islas Filipinas tos oficios de alcalde mayor y capitán á guerra de Hilocos y de la provincia de la Papanga; fué hombre de gran reputación y muy fervoroso en el desempeño de cuantas misiones se le encomendaban; murió en un cerco que los españoles pusieron al castillo de Ternate. Sobrino de Agustín era Esteban, notario del Santo Oficio, escribano numeral de Fuenterrabía y alférez que en el sitio de 1638 defendió bravamente un trozo de muralla. Otro descendiente de esta familia, Pearo, marchó á Milán á probar fortuna en el ejercicio de las armas, y tan próspera le fué, que cuando murió, de muerte natural, en 1641, en Tarazona, ostentaba la categoría de maestre de campo. Salvador fué maestre de campo general en las islas Filipinas, y Agustín sargento mayor en Chile primero y en Filipinas luego, y en 1693 era gobernador en la Puebla de los Ángeles.

Luna, Mora (Gonzalo de). Fué maestre de campo, alcaide de Fuenterrabía y teniente de capitán general de Guipúzcoa; en 1665 se hallaba en México. Dejó un hijo, Diego, capitán de la infantería española.

Mendinueta. Hubo un ilustre capitán de navío, Gabriel que llevó este apellido. Empezó á servir el año 1692 en la fragata "San Lorenzo"; en 1700 pasó á la expedición de Darien, que mandó el almirante general don Pedro Fernández de Navarrete; en 1716 era teniente de fragata y asistió á la reconquista de Mallorca; al año siguiente se halló en la conquista de Cerdeña con el empleo de teniente de navío. En 1718 se encontró en el combate que en aguas de cabo Pasaro sostuvo la armada de Gastañeta con la inglesa del almirante Bing, y cayó prisionero; una vez libertado, siguió tomando parte en las operaciones de guerra y fué promovido á capitán de fragata. En 1719 ascendió de nuevo y al año siguiente, encargado del mando de dos navíos, marchó en la flota que salió para Veracruz al mando del teniente general Baltasar de Guevara. En 1722 salió para la Habana y Veracruz á las órdenes del teniente general Fernando Chacón, pero falleció éste en el camino y Mendinueta se hizo cargo de la jefatura de la expedición. Hizo otros varios viajes y falleció en su ciudad natal el 22 de Septiembre de 1736. Otro individuo del mismo apellido, José; fué nombrado, en Octubre de 1722, comisario de la Santa Inquisición: era renombrado orador sagrado y hombre de mucho saber.

Mirafuentes (Diego). Era en 1675 regidor en Cartagena de Indias, y un hermano suyo tué alguacil mayor; ambos cargos eran de los primeros de la República.

Núñez de Palencia (Juan). Bravo capitán que se distinguió mucho en la conquista de Granada, al frente de una de las compañías guipuzcoanas que asistieron á ella; se dió á conocer también en la batalla de Lepanto y mostró su heroísmo en Flandes, sobre todo en la victoria que los españoles alcanzaron sobre el río Mosa, cerca de la villa de Mook, el 14 de Abril de 1574.

Olaberria. De este linaje merecen ser citados Marti Sanz, capitán en las guerras del Perú, y su hijo Miguel, gentil-hombre en las galeras de Sicilia, sargento mayor y capitán de infantería, proveedor general, corregidor y visitador en Chile y Santiago de las Indias en 1585, y capitán de mar y guerra en la carrera de las Indias.

Oyanguren (Luís). Fué escribano de guerra de S. M. y su secretario universal en el siglo xv.

Ramery. Esta esclarecida familia, procedente de Lille, en Flandes, tomó asiento w esta provincia el año 1640 y de ella han descendido varios miembros que han elevado á alto nivel el lustre del apellido. Nacidos en Fuenterrabía fueron Tomás, brigadier de la armada española, que en la batalla de Trafalgar combatió tan bizarramente; fué herido cuatro veces á bordo del navío «Bahama», y falleció en San Sebastián el 4 de Octubre de 1818; Melitón, que fué comandante jefe del primer batallón de tercios vascongados en 1829, alcalde de la ciudad y diputado general de la Provincia en varias ocasiones, en una de las cuales recibió en Fuenterrabía, en 1857, á los emperadores de Francia y tomó parte en el arreglo de límites que el mismo año se hizo de la frontera española. Hijos de Melitón fueron Liborio y Dimas; el primero, en su calidad de letrado, desempeñó /758/ sucesivamente los cargos de teniente gobernador y alcalde mayor de las provincias de Zamboanga, Mindoro y Nueva Vizcaya, el de teniente fiscal, en comisión, de la Real Audiencia Chancillería de Manila, y fiscal, en comisión, del Tribunal Superior Territorial de Cuentas de Filipinas, hasta su supresión en 1867, y más tarde consejero de administración del Archipiélago; es autor del libro EI liberalismo y los fueros, y murió en su casa de San Sebastián el 4 de Enero de 1894. Dimas estableció en Ponce (Puerto Rico) su bufete de abogado, que llegó á disfrutar de gran crédito en toda la isla; nombrado teniente coronel del batallón de voluntarios de Ponce, peleó denodadamente contra los yanquis, en 1898, en compañía de sus cuatro hijos, que le acompañaban en calidad de ayudantes, y cuando aquellos se apoderaron de la plaza, seguido de sus hijos y de los voluntarios más fieles, se retiró al campo de Asamante y no rindió las armas hasta que oficialmente supo que se había firmado la suspensión de hostilidades, preliminar de la paz; no quiso continuar en Ponce bajo la dominación norteamericana y regresó á su ciudad natal, donde murió, venerado por todos, el 11 de Noviembre de 1902.

Rojas y Sandoval (Cristóbal). El Marqués de Denia, durante su estancia en Fuenterrabía cuando vino á esperar la llegada del rey Felipe I y de la reina Doña Juana, tuvo de doña Dominga de Alcega, doncella de noble linaje, un hijo natural que nació el 24 de Julio de 1502. Fué éste obispo de Oviedo, de Badajoz y de Córdoba, y ocupando la mitra de Oviedo, hallose en el Concilio de Trento el año 1552. Presidió el concilio de Toledo en 1565, y siendo arzobispo de Sevilla, murió en Cigales el 22 de Septiembre de 1580, á los 78 años de edad. Se halla sepultado en la iglesia colegial de San Pedro de Lerma, en una suntuosa capilla que le hizo su sobrino el Duque Cardenal.

Sorondo (Domingo ). Empezó su carrera en el mar el año 1761 y después de muchos servicios fué promovido á capitán de fragata en 1794, y en 1799 se le confirió el gobierno del castillo de Bayona, en Galicia, con el grado de capitán de navío, y más tarde el del de Monterreal, en Bayona de Tuy, por R. O. de 10 de Marzo de 1799;

Ubilla ( Antonio). Desempeñó con acierto varios puestos en los primeros tiempos del reinado de Felipe V y luego fué nombrado ministro secretario del despacho universal de Indias y consejero de Estado; fué el primer Marqués de Rivas y se le concedió el título en Agosto de 1701.

Urbina (Juan). En 1638, durante el sitio de Fuenterrabía, fué capitán, y en 1645 figura como gobernador de Madrid y almirante; en 1664 fué nombrado gobernador de Sanlúcar de Barrameda, y murió en Junio del año siguiente.

Venesa. Este apellido de noble linaje viene figurando en Fuenterrabía desde tiempos muy antiguos. En la casa-torre de esta familia se alojó Enrique IV cuando vino á verse con Luis XI de Francia en 1463, así como Francisco I cuando regresó á Francia, el 16 de Marzo de 1525, después de la prisión sufrida á consecuencia de la derrota de Pavía. Hijos de esta casa fueron Pedro Sánchez de Venesa, preboste perpetuo de Fuenterrabía, nombrado por Juan I y Enrique III; Domenjón, hijo del anterior, muy gran servidor de Juan II y Enrique IV; Pero Sánchez, consejero real de los Reyes Católicos V de Enrique IV, con 60.000 maravedises de gajes, que fué agraciado con cierta renta por el rey Eduardo IV de Inglaterra en 1471; Juan Sánchez, preboste perpetuo nombrado por los Reyes Católicos, alcaide y capitán del castillo y fortaleza de Fuenterrabía desde 1465 á 1480; Miguel Sánchez, capitán de la gente de guerra de Fuenterrabía contra los Comuneros el año 1521, y á quien el emperador Carlos V llamó desde Burgos el año 1528 para informarse del sitio en que podría llevar á cabo el duelo con Francisco I, señalándole la isla de los Faisanes, aunque luego no se realizó; Pero Sánchez, hijo del anterior, que fué capitán general de armadas y flotas en el mar Océano, qué murió en la ciudad de Angla, en la isla de la Tercera, en Noviembre de 1563; y Miguel Sánchez,, capitán ordinario de mar y guerra, que salió con la escuadra de Oquendo en 1621 y tomó parte en la batalla naval cerca de la isla de San Miguel.

Zuloaga. De esta casa, de antiguo linaje, han salido muchos hijos preclaros que con hechos gloriosos han honrado su pueblo natal. Citaremos, entre los más eminentes, á Gabriel José, quien, siendo teniente general y hallándose de gobernador y comandante general de Venezuela, hizo gloriosa defensa de los puertos y fuertes de la Guayra y Puerto-Cavello contra las invasiones de los ingleses, mereciendo por ello que se le concediera el título de Conde de la Torre-Alta en Mayo de 1744. En 1753 fué nombrado comandante general de esta Provincia, pero no pudo desempeñar el cargo por haberle elevado S. M. á la dignidad de su Consejo Supremo de Guerra. En Mayo de 1882, acordó su ciudad natal poner el nombre de Zuloaga á una calle, en memoria de este esclarecido hijo, y el acuerdo se cumplió.

 

Bibliografía.

Sitio y, socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638. por Juan de Palafox (imprenta de Jerónimo de Ortega, Madrid, 1793,4ª edición).- De obsidione Fontirabiae, por Josepho Moret, Vallisoleti, 1655; traducida al castellano con el título de Empeños del valor y bizarros desempeños, etc.; por Manuel Silvestre de Arlegui /759/ é impreso por joseph Migue1 de Ezquerro en Pamplona, 1763, 1ª edición , y en Tolosa, imprenta de E. López, 1893, 2ª edición.-Bizarria guipuzcoana y sitio de Fuenterrabía (1474 á 1638), por Antonio Bernal de O, Reilly (imprenta de juan Osés, San Sebastián, 1872). - EI sitio de Fuenterrabía, Julio a Setiembre de 1638, por Javier Ugarte (imprenta de los hijos de M.G Hernández, Madrid, 1913).- Fontarabie-Ses Monuments-Son Histoire, por Mr. Pierre Henry de Lalanlfe (editor Albert Sabine, París, 1896).- Promenades artistiques - Fontarabie, por Xavier de Cardaillac (Hachette & Cª, editores, Paris, 1896). - Essai sur les diferends de  Fontarabie avec le Labourd du XVau XVIII. siécle, por Théodoric Legrand (Honore Champion, .editor, París, 1905). - Les fetes de Septembre a Fontarabie (imprenta Couturier, Vincennes, 1907).-Apuntes históricos sobre la organización interior de Fuenterrabia, desde el siglo XV hasta el XVIll, por Mr. Théodoric Legrand (imprenta de J. Baroja, San Sebastián, 1904).-Las fiestas  de Septiembre en Fuenterrabía, Origen y detalles, por Serapio Múgica (imprenta de J. Baroja é hijo, San Sebastián, 1900).- Ría Bidasoa, conferencia dada por Serapio Múgica el 30 Septiembre 1904 en el salón de actos del Instituto de San Sebastián, con ocasión de las fiestas de la tradición del pueblo vasco (imprenta de la Provincia, San Sebastián, 1905). -Fuenterrabía: su situación, sus recuerdos y sus glorias, artículos publicados en la llustración Española y Americana, por Miguel Rodríguez Ferrer (Febrero 1871),Proyecto de ensanche de la ciudad de Fuenterrabía sobre terrenos del Puntal España, memoria por J. Angel Casadevante (imprenta de E. Valverde, Irún, 1916)., Ondarrabiko Ama Guadalupe-Koaren Ziasaldea edo Kondaira On Alfonso Maria Zabala-koa (imprenta de E. López, Tolosa, 1885),- Véanse, además, los libros citados en la bibliografía de San Sebastián, inserta al final del presente partido judicial.

 

NOTAS

(280) Incluimos aquí siete edificios cuyo punto de construcción no hemos podido concretar.

(281) Fechada en Vitoria á 2 Marzo 1524, existe una interesante carta de Carlos I explicando al Condestable de Castilla la rendición de Fuenterrabía. (Llibre de algunes coses assenvalades succehides en Barcelona y en altres parts, format per Pere Joan Comes en 1583, pág. 411, Barcelona, 1878).

(282) Qué importancia tiene actualmente este puerto y qué obras se realizan en él, ya lo hemos dicho en las páginas 23, 51 y siguientes, y 306 de este tomo.

 


 

© Texto: Herederos de Serapio Múgica. ©  Edición electrónica: Juan Antonio Saez, 2006-2007

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