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ORMAIZTEGUI
Ormáiztegui es una de las villas más bonitas y pintorescas de la alta
Guipúzcoa. La zona urbana, extendida á lo largo de hermosa carretera, en terreno muy llano, rodeada de montañas bajas, entre dos ríos y cerca de la vía
del ferrocarril del Norte, ocupa situación envidiable. Bien es verdad que son
pocas las casas del recinto urbano, pues no pasan de treinta; pero se /868/ hallan tan airosamente colocadas al margen de la carretera que llega de
Beasain y de los dos ramales en que se divide en el centro del pueblo al llegar
á la casa Biona, que el conjunto hace impresión muy agradable de orden y
limpieza.
En las montañas vecinas, ocupando también puntos muy bonitos, hay 60
caseríos rodeados de tierras bien labradas y de árboles frutales. Y en estos 60 caseríos y en aquellas 30 casas del casco, viven los 633 habitantes de Ormáiztegui, dedicados á sus faenas, que son agrícolas casi exclusivamente.
Cerca de la villa, que es Noble y Leal, hay otras con las que se relaciona
constantemente. Al N. le limita lchaso, en pleno monte, al S. Mutiloa é
ldiazábal, al E. Beasain y Arriarán, y Gaviria y Mutiloa al O. Se halla á los 1º 26'
50" de longitud oriental y 43° 3' 54" de latitud septentrional. Está á 200
metros sobre el nivel del mar.
De pizarras areniscas y psamitas infracretáceas es el terreno de la
jurisdicción, en la que, como hemos dicho, predominan las montañas bajas: Españolako-punta es la cumbre que descuella sobre las demás. En esas montañas hay manzanos, castaños, robles y otros árboles, cuya madera se aprovecha como combustible, sin tiempo de convertirla en carbón. En
ellas no falta
caza: las liebres, perdices, palomas, tórtolas de pase, codornices, chochas,
ave-frías, arrendajos, tordos, grajos, malvices y cuclillos ponen en movimiento constante á más de un cazador, y á todos trae en vilo, rara vez, la
aparición de algún jabalí que va dejando su rastro en la nieve. A broma /869/ se tomaría hoy en la villa la noticia de que un oso
corretea por las inmediaciones; pero aunque la noticia fuese verdad, no sería la vez primera que el hecho
fuese cierto: allá en 1658, los vecinos de Ormáiztegui y Gaviria disputaron
seriamente acerca del derecho de posesión de un oso que entre todos habían
cazado. El terreno labrantío produce bien en general, y aunque en la villa no se
conocen los grandes capitales, la gente goza de envidiable bienestar .
Ormáiztegui Vista general.
(Clisé de Bresanini)
Ya hemos dicho que Ormáiztegui está entre dos ríos. Uno de ellos, el formado
por la corriente conocida con el nombre Oria, es el que nace en el alto de
Eizaga y pasa por Ormáiztegui, dejando á su derecha el casco de la villa. El otro es el río Eztanda, que baja de Gaviria y pasa por Ormáiztegui,
dejándolo á la izquierda; ambos, Eztanda y corriente Oria, se unen en el punto
Urbieta, y siguen unidos en toda la jurisdicción de la villa en dirección á Beasain. Los dos ríos son abundantes en barbos, anguilas, bermejuelas, y sobre
todo en cangrejos y loinas, que todos los veranos se pescan en gran cantidad.
Pasa por Ormáiztegui la carretera que va de Beasain á Zumárraga; esta
carretera es la calle de la villa, y al llegar á la casa Biona, nativa del autor
de estas líneas, se bifurca para dar origen á una nueva carretera que antes iba
á Oñate y ahora muere en Gaviria. Ormáiztegui está, pues, en el punto de encuentro de tres brazos de carretera: uno á Beasain, cuya villa está á 5,82 kilómetros; otro á Zumárraga, á 7,47, y el tercero á Gaviria, que dista 5,55 kilómetros. Azpeitia está á 27,33 kilómetros, Tolosa á 24, y San Sebastián á 50.
Tiene estación de tercera en la línea del ferrocarril del Norte, á 9 kilómetros
/870/ de la de Zumárraga y 5 de la de Beasain. La primitiva estación no era
otra cosa que una reducida caseta de ladrillo, y se abrió al público en 1º de
Mayo de 1891.
Hoy tiene buena estación, de mucho movimiento de viajeros y de mercancías,
entre las que ocupa el primer lugar el mineral procedente de Mutiloa y Cerain,
que se exporta por Ormáiztegui. El primer tren real paró el 4 de Julio de
1902, y las autoridades y niños de las escuelas salieron á saludar á Alfonso XIII, su madre y su hermana la infanta María Teresa. No puede hablarse de este
ferrocarril sin citar el famoso viaducto de hierro, del que publicamos fotografías en
las páginas 142 y 516, y dimos noticias en la 520.
Ormáiztegui. Casa Biona, prototipo de las casas vascongadas de la segunda
mitad del siglo XIX;
en ella nació el autor de estas páginas señor
Múgica.
En edificio propiedad de la villa, destinado á posada, están decorosamente instaladas las oficinas municipales. Hay en Ormáiztegui 150
electores y siete concejales.
Los niños de ambos sexos acuden á dos escuelas completas, magníficamente
instaladas en un hermoso edificio que costó 50.000 pesetas y se inauguró con
solemnidad el día 5 de Septiembre de 1915. Dirigió las obras el arquitecto don Angel F. de Casadevante.
Pertenece al arciprestazgo de Segura. La iglesia parroquial, situada en la
única plaza del pueblo, es de la advocación de San Andrés, de categoría, de
entrada, con armonium, y servida por un párroco y un coadjutor. La fábrica está
hecha en dos ó tres tiempos y conserva algunos vestigios que denotan antigüedad.
La pila bautismal está considerada como objeto antiquísimo. La iglesia es de una
nave, y aunque tiene espacio suficiente para las necesidades /871/ del
vecindario, resulta muchas veces insuficiente por la gente que concurre
de los barrios de Salvatore y de Alegría y de varios caseríos de la parte baja
de Gaviria. El retablo del altar mayor se comenzó en 1766 y costó 10.375
pesetas. Las efigies se hicieron en 1789. Es de piedra jaspe el zócalo. El altar
del Rosario se hizo en 1782 por 1.710 pesetas. En tiempos pasados hubo una
ermita, dedicada á San Miguel, de la cual se conservan vestigios en el caserío
Sagasti-berri, pero en la actualidad no hay ninguna: en el cementerio se levantó
una capilla que se inauguró el 16 de Julio de 1898, la cual se debe á la
munificencia particular .
Desde el 21 de Agosto de 1903 hay alumbrado eléctrico, público y á
domicilio. No hay distribución de agua á las casas, pero en la plaza pública hay
fuente de buena agua, y aún es mejor la de la fuente de lraegui, que está
bastante lejana. De las aguas minerales y del balneario hablamos con extensión
en la página 142 y siguientes.
La villa tiene médico titular. Aunque hubo farmacia, que se abrió el 2 de
Agosto 1909 y se cerró cuatro ó cinco años después, en la actualidad no la hay.
Uno de los elementos de distracción en la villa es, sobre todo durante el
verano, acudir á la estación á presenciar el paso de los trenes. Hay banda de
tamborileros, de reciente creación, y durante las fiestas patronales de San
Andrés, que se celebran el día 30 de Noviembre y siguientes, los ormaiztegiarras
danzan al són del tamboril que el ayuntamiento trae de Segura; en el resto del
año los jóvenes bailan en la plaza pública, con tamboril ó música de acordeón,
que también paga el municipio. En el pórtico de la iglesia se juega á la pelota,
y á los bolos todos los domingos en dos lugares adecuados que hay en el casco de
la villa.
La ocupación general es la agricultura; pero hay bastantes trabajadores
empleados en fa fábrica de Beasain, en las minas de Cerain y Mutiloa, y en la
tejería y talleres de carpintería del pueblo.
Notas históricas.
Siendo una mera colación, se agregó á la vecindad de Segura mediante escritura de concordia otorgada á 22 de Marzo de 1384,
conservando sus montes y bienes y su administración económica, aunque sujetos al
alcalde de aquella villa en lo civil y criminal. Fué aprobada esta concordia por
Don Juan I el 2 de Febrero de 1:;87, y por Don Enrique III el 15 de Diciembre dé
1393. Perduró esta unión hasta el año 1615, en que obtuvo el título de villa de
por sí, con la jurisdicción civil y criminal, mero y mixto imperio, y constituyó
municipio independiente. Por esta gracia, tuvo que contribuir á la real hacienda
con 68,75 pesetas por cada uno de los 123 vecinos que tenía á la sazón.
Durante las obras del ferrocarril del Norte (1860-1864), Ormáiztegui fué el
centro del alto personal que entendió en la construcción de las importantes
obras que en túneles, viaductos, trincheras, terraplenes, etc., se hicieron en
aquellos contornos, así como de gran número de obreros y contratistas; y con
este motivo se abrieron en la villa varios establecimientos propios para el
sustento y entretenimiento de estas gentes: posadas, cafés, billares, etc., que
proporcionaron á muchos pingües ganancias, que sumadas á los buenos jornales
que se pagaban á los obreros en aquellos tiempos de abundancia, aliviaron en
mucho la necesidad en que vivían la generalidad de los vecinos por la pobreza
de las tierras, poniéndoles en condiciones de atender con más holgura en lo
sucesivo á las faenas agrícolas. El escudo de armas tiene en campo de plata una
torre de piedra de su color natural desmochada, y saliendo sobre ella un brazo
armado con una espada desnuda en la mano, y delante de la puerta un lobo negro
andante.
/872/ Biografía
Arandia (Lope). Racionero mayor de Toledo, á quien se
refiere la antigua inscripción j latina que aún existe á la puerta del caserío Berjaldegi,
y que dice así:
STET PORTA HEC DONEC
IO LUPUS DE ARANDIA ROME PENS
TOLET PORTIO
RECTOR S ANDRE
VIDEAM FINEM CAL. MAY. 1594
RAT T. OR A V F.
Que debe traducirse así:
Quede esta puerta hasta
yo Lope de Arandia pensionario de Roma
porcionero de Toledo Rector de SN Andres
vea (mi) fin. Calendas de Mayo 1594.
El último renglón es, sin duda, un recuerdo de sus amigos, puesto después de
su muerte, que debe leerse: requiescat totius operis auctor, vidis finem,
ó sea «el autor de toda la obra descanse: ha visto su fin».
(301).
Celaeta (Francisco Antonio). Asentista general de reales fortificaciones
y edificios militares de Coruña en 1763.
Zubiaur y Aguirre (Juan). Capitán de mar y guerra en 1663.
Zubiaurre ( Doctor don Francisco). Canónigo de la santa iglesia
de Cuenca y obispo electo de la ciudad de Córdoba en el Perú en 1715; hijo de
José de Zubiaurre, de la orden de Santiago.
Zumalacarregui (Tomás). Nació en la casa denominada Iriarte el 29 de
Diciembre de 1788, y fué hijo de don Francisco Antonio, escribano real y del
número de esta villa, y de doña María Ana de Imaz y Altolaguirre. Estudiaba la
carrera eclesiástica en Pamplona, cuando sobrevino la guerra de la
Independencia, y se dirigió en 1808 á Zaragoza á combatir contra el francés. En
una salida que hicieron el 31 de Diciembre fué cogido prisionero, pero habiendo
logrado evadirse, vino á Guipúzcoa, alistándose á las órdenes del coronel don
Gaspar de Jáuregui. Al concluir la: guerra en 1813 era: capitán, y pasó al
regimiento de Borbón y luego al de Vitoria y órdenes militares. Afiliado en el segundo periodo constitucional en
el partido realista, se le confió un batallón en la campaña con los generales Quesada y Santos Ladrón. En todas
estas empresas se distinguió por su carácter organizador é inflexible. El
gobierno de la restauración le nombró teniente coronel del regimiento del Rey, y
más tarde ascendió á coronel y pasó al Ferrol en 1832, con el mando político y
militar de la plaza, dejando en aquella población gratos recuerdos de su
probidad y entereza. Relevado pronto de aquel cargo por las sospechas que
infundía de ser partidario de las pretensiones del infante Don Carlos, y
resentido de esta separación, pasó á Pamplona, de donde era su mujer. Allí
permanecía, cuando las partidas carlistas que militaban á las órdenes de don
Santos Ladrón quedaron desmoralizadas y fugitivas con la muerte de éste. Dice
don Antonio Pirala, al referirse en su Historia de la Guerra civil á esta
desbandada de las fuerzas carlistas, que, para darles vida, hacía falta un
milagro ó la presentación de un genio. El milagro no apareció, pero el genio sí:
éste era don Tomás Zumalacarregui. Reorganizó las fuerzas disueltas y otras
nuevas, y llegó á tener á sus órdenes un ejército poderoso en las tres
provincias vascongadas y Navarra, con el cual llevó á efecto verdaderas proezas,
que no nos es posible enumerar aquí, y que elevaron la figura de nuestro
biografiado á la altura de los hombres más eminentes del universo, el pasado
siglo. Por consejo de Don Carlos puso sitio á Bilbao, y hallándose en una de las
casas inmediatas á la iglesia de Begoña, mirando con los anteojos para dirigir
las operaciones, fué herido en la parte superior de la pierna derecha el 15 de
Junio de 1835, y trasladado á Cegama, á hombros de sus gastadores, murió en casa
de su hermano el 24 del indicado mes, y fué enterrado en la iglesia parroquial.
Después de muerto, Don Carlos le nombró capitán general de sus ejércitos, y
concedió á su viuda doña Pancracia OlIo el sueldo de teniente general, y pensión
de 2.000 reales á cada una de las tres hijas. Por otro decreto posterior, le
concedió la grandeza de España de primera clase con los títulos de Duque de la
Victoria y Conde de Zumalacarregui para sí y sus hijos y descendientes. Por R.
D. de 24 de Mayo de 1836, Don Carlos dispuso que al advenimiento de la paz se
exhumaran las gloriosas cenizas del general del sepulcro en que yacían y se
trasladaran á Ormáiztegui, depositándose en digno mausoleo con toda solemnidad,
aparato y pompa, y que se erigiera en esta villa un monumento público que
recordara á las generaciones futuras las glorias de tan ilustre vasallo. En
Julio de 1885, acordó la Junta de Próceres legitimistas erigir un monumento á
Zumalacarregui en la iglesia de Cegama, y adjudicó la obra á don Francisco Font
y /873/ Pons, quien lo labró en Zumárraga en blanco mármol de Carrara.
Los parientes del general y la villa de Ormáiztegui acudieron con razonados
escritos á la indicada Junta, en Julio de 1886, para que, en cumplimiento del R.
D. citado, se colocara el monumento en Ormáiztegui, trasladando las cenizas al
pueblo donde vió la luz. Ya en la prensa de Madrid EI Día del 1º y 18 de
Abril de 1886- se habían publicado artículos en los que se aducían las razones
en que se fundaba la legítima pretensión de los habitantes de Ormáiztegui; pero
á pesar de todo y de la costumbre general de elevar los monumentos á los
personajes en los lugares en que han nacido, nada consiguieron: los restos del
eminente hijo de Ormáiztegui se trasladaron el 21 de Septiembre de 1886 al
sarcófago levantado en la iglesia de Cegama, y el 23 de Diciembre de aquel mismo
año se hizo con gran pompa la inauguración del monumento.
Bibliografía.
Zumalacarregui et I' Espagne, ou précis des evenenzmts militaires qui se sont
passés dans les provinces basques depuis 1831, par Volcatha (Nancy, 1835). -
Vida y hechos de Don Tomás Zumalacarregui..., por el general J. Antonio
Zaratiegui (imprenta de J. Revolledo y Compª, Madrid, 1845).vida y hechos de
Don Tomás Zumalacarregui por Zaratiegui (imprenta de Lacour, París, 1845).
-Memorias de Zumalacarregui... (imprenta de Boix, Madrid, 1839). -
Historia militar y política de Don Tomás Zumalacarregui... (despacho de
Manuel Minuesa, Juanelo, núm. 19, Madrid). - Historia militar y política de
Don Tomás Zumalacarregui; por Francisco de P. Madrazo (imprenta de la
Sociedad de operarios, Madrid, 1844). -Galería de hombres célebres
contemporáneos, ó biografías y retratos de todos los personajes distinguidos de
nuestros días m las ciencias, en la política, en las ciencias, en las letras y
en las artes, publicadas por Nicomedes Pastor Díaz, etc. (imprenta de Lalama,
Madrid, 1841-1846). -Ecos de Navarra ó Don Carlos y Zumalacarregui,
por el Barón H. Ducasoe (imprenta de Boix, Madrid, .1840).
NOTAS
(301) Esta interpretación es de Mr. Edward S.
Dodgson.
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