MODELOS DIDACTICOS DE GEOGRAFIA
FISICA
DEL PAIS VASCO-NAVARRO
GUILLERMO MEAZA
MODELO «A»: GEOSISTEMAS:
PAISAJES Y UNIDADES DE PAISAJE
1. Tres bases sobre las que se
sustenta este tipo de modelo
1.1.
Trabajos del campo:
Se efectúan salidas al
campo con el fin de
valorar y analizar las situaciones y los fenómenos;
trabajos activos con
participación efectiva del alumno, con el asesoramiento y
coordinación del
profesor. Debe evitarse, pues, por parte del profesor el
único propósito de
lanzar «el sermón de la montaña».
1.2. Compaginación de los
métodos deductivos e
inductivo: El enfoque
de la nueva geografía exige no sólo la observación
analítica y la comprensión
sintética de los hechos geográficos. En niveles de
enseñanza medios y
superiores se puede y debe emplear otras estrategias
complementarias de las
anteriores.
Se propone como
método a seguir
el siguiente:
1.2.1. Partimos de un hecho o de un fenómeno físico cuya
explicación
desconocemos.
1.2.2. A continuación lanzamos una hipótesis cuyo grado de
certeza
habrá que comprobar.
1.2.3. Comprobación que llevaremos a cabo analíticamente,
sobre el
terreno, mediante el trabajo de campo. Investigaremos
todos los factores que
inciden sobre el fenómeno observado. Este es el momento en
que utilizaremos
el método analítico inductivo.
1.2.4. Por último, una vez comprobados los fundamentos
sobre los que
basamos nuestra hipótesis inicial, llegamos a la
confirmación o rechazo de la
misma. Si no resulta válida, es decir, si vemos que la
hipótesis no se ajusta a
lo que nuestra investigación aporta, tendremos que
sustituirla por una nueva
alternativa.
Cuando hayamos topado con la hipótesis válida
podremos, como
geógrafos,
aportar nuestras
experiencias a posibles soluciones
a problemas
planteados. Aunque el alumno no es todavía un geógrafo
formado y, por
tanto, no actúe como geógrafo activo profesional, habrá
llegado a un nivel de
conocimientos y comprensión de los hechos geográficos que
le permitan
opinar en los debates que sobre problemas concretos de
territorios concretos
se susciten.
2. El método propuesto, parte integrante
del desarrollo del curso
2.1. Porque investiga una realidad geográfica concreta y
cercana al
alumno.
2.2. Porque el alumno adquiere conocimientos y técnicas de
prácticas de
trabajo activas.
2.3. Porque el alumno adquiere una capacidad crítica ante
los problemas
medioambientales, aportando incluso posibles soluciones a
los mismos.
2.4. Porque hace al alumno partícipe activo del proceso
educativo.
2.5. Porque permite al profesor evaluar con mayores
garantías al alumno,
no basándose exclusivamente en las del trabajo teórico de
clase.
2.6. Porque este método es ya práctica habitual dentro del
horario lectivo
en los países de mayor desarrollo, donde el trabajo de
campo prima y es parte
integrante y vital del curso.
3. Un caso concreto de aplicación del
método propuesto: la Ría de Gernika
3.1.
Presentación
del geosistema de la Ría de
Gernika como un paisaje
natural con peculiaridades muy especiales y llamativas,
ajenas al modelo
normal de la costa vasca.
3.2. Concreción de esta peculiaridad en un
fenómeno
cuya explicación,
en principio, desconocemos: vegetación de ambiente
mediterráneo en un
medio oceánico.
3.3. Lanzamiento de una
hipótesis
de trabajo que nos permita partir
de
una idea central que nos guíe. En cualquier caso es
importante que sean los
propios alumnos quienes lancen hipótesis, siempre bajo la
coordinación del
profesor, que al final habrá de seleccionar la que le
parezca más razonable y
susceptible de ser comprobada in situ. En el caso que nos
ocupa lanzamos la
hipótesis de unos
condicionantes
geomorfológicos y bioclimáticos
locales que
dan como resultado una vegetación mediterránea muy
especial.
3.4. Siguiendo el método propuesto, ahora tendrá lugar la
salida al
campo,
la investigación analítica sobre el terreno. Vamos a intentar compro
bar nuestra hipótesis trabajando activamente todos y cada
uno de los
componentes que se trasladen a la Ría. Se propone la
secuencia de trabajo:
3.4.1. Elección de un
punto panorámico
desde el que se divise
íntegramente
la Ría como unidad geográfica. Se propone por ejemplo la
cima de San
Pedro de Atxerre. A unos 300 metros sobre el nivel de la
Ría podemos
contemplarla en su totalidad. Inmediatamente el alumno se
dará cuenta de la
existencia de algo especial que le llama la atención y que
no puede ver en
otras áreas de la costa vasca: la muy peculiar vegetación.
3.4.2.
Presentación general de
los condicionantes que
informan la
hipótesis de trabajo: geomorfología y clima local;
presentación del anticlinal
diapírico desfondado y caracteres climáticos locales
determinados por la
dirección N-S del valle de la Ría: más efecto Foehn
reforzado y precipitaciones
más débiles que en el interior.
Estos dos aspectos esenciales —geomorfología y clima
local— serán
objeto más adelante de estudio profundamente analítico. No
descuidaremos
hacer observar al alumno que también confluyen otros
factores a la aparición
del fenómeno que estudiamos. No olvidaremos la importancia
del factor
hidrográfico y antrópico en la vegetación de la Ría. La
vegetación marismeña
en aguas salobres y la acción antrópica sobre la
vegetación potencial, que ha
dado lugar a una vegetación actual más o menos acorde con
aquélla según las
áreas de asentamiento y las zonas de actividad
agrícola-ganadera.
3.4.3.
Estudio exhaustivo de
los dos condicionamientos
esenciales,
investigados en la práctica de trabajo de campo en puntos
concretos de la Ría.
3.4.3.1.
Geomorfología
3.4.3.1.1. Secuencia de la evolución geológica por erosión
y períodos. El
alumno realiza en su cuaderno las anotaciones y cortes
correspondientes.
3.4.3.1.2. Confección de un bloque-diagrama de la
estructura actual de la
Ría.
3.4.3.1.3. Muestreo y detección, escalón a escalón, de los
diversos
materiales y restos paleontológicos —si los hubiere— desde
el triásico final
—Keuper— hasta el cuaternario presentando al mismo tiempo
los tipos de
suelos —estudio edafológico— que sobre aquéllos se forman:
Keuper
yeso-arcillosos con afloramientos de masas ofíticas en la
zona de la Colonia
de Pedernales. Jurásico-calcáreo-margoso, en el que
abundan los fósiles, en
la playa de Kanala. Urgo-Aptense de calizas arrecifales
masivas en las laderas
de San Pedro de Atxerre. Albiense y Cenomanense flysch-areniscoso
en
Sollube, en la zona más alta de la Ría (600 m.).
Cuaternario fango-arenoso en
contacto discordante con el Keuper al fondo de la Ría
(marismas de Kanala y
Busturia).
3.4.3.1.4. Relación e interconexión materiales geológicos-suelosvegetación:
El alumno detectará la vegetación mediterránea en los
terrenos
del urgoniano calizo. Primera confirmación de la hipótesis
inicial: vegetación
mediterránea sobre roca madre extremadamente fisurada y
permeable; mayor
índice de aridez del suelo.
3.4.3.2.
Clima local
3.4.3.2.1. Consecución de datos, fundamentalmente
ombrotérmicos, en
observatorios cercanos a la Ría: Aeropuerto de Sondika.
3.4.3.2.2. Consecución de datos, fundamentalmente
ombrotérmicos, del
antiguo observatorio de Gernika, estudiándolos con las
precauciones que su
dudosa fiabilidad exigen.
3.4.3.2.3. Comparación entre ambas series de datos,
destacando dos
aspectos peculiares del clima de la Ría; menores
precipitaciones que en el
interior y mayor incidencia del viento sur en
otoño-invierno., con efecto
Foehn reforzado por la disposición del relieve.
3.4.3.2.4. Relación-interconexión clima
local-suelos-vegetación: segunda
confirmación de la hipótesis incial, pues la menor
precipitación y las
mayores temperaturas media invernal dan lugar a una
vegetación de matiz
más mediterráneo.
3.4.4. Tras analizar los factores condicionantes que
informaban nuestra
hipótesis de trabajo, vamos ahora a analizar detenidamente
el resultado, el
fenómeno de
vegetación mediterránea.
Por supuesto se trata
del momento
clímax del trabajo, pues es ahora cuando vamos a comprobar
a nivel de
detalle la especifidad de la Ría de Gernika. Establecemos
la siguiente
secuencia cara al trabajo del alumno.
3.4.4.1. Visita a la Isla de Txatxarramendi, testigo
urgoniano de la
antigua bóveda anticlinal en medio de la Ría.
3.4.4.2. Confección de pirámides de vegetación, detectando
la situación
no regresiva de especies mediterráneas como la encina, el
madroño, el
lentisco, acebuche, etc.
3.4.4.3. Muestreo de especies, asociaciones y dominios
botánicos mediante
una gráfica en catena de W a E de la Ría, precisamente a
la altura de la
Isla en la que nos encontramos.
3.4.4.4. Tercera y definitiva confirmación de la hipótesis
inicial: el
fenómeno botánico que observamos es el correspondiente a
la acción
simultánea de geomorfología y clima local, tal como el
alumno lo comprueba
sobre el terreno. Pero llegados a este punto el profesor
debe hacer hincapié en
la coimportancia de otro factor del que hasta el momento
no se había hablado.
En efecto la actual vegetación mediterránea de la Ría
sería en parte una
vegetación relicta de una paleoclima terciario más seco y
cálido. Debe, pues
presentarse esta tercera confirmación de la hipótesis
inicial como la conjunción
de tres factores decisivos: las calizas compactas
permeables, el clima
localmente más templado y menos lluvioso y la herencia del
paleoclima
terciario.
3.5. Elegimos nuevamente un punto panorámico para destacar
las conclusiones
generales. Podría ser este el de Portuondo-Mundaka, desde
donde
podemos ya dar por finalizada la parte analítica de
comprobación detallada de
los fenómenos, para pasar a la conclusión de la
efectiva validez de
nuestra
hipótesis.
Tal hipótesis ha explicado
cumplidamente el fenómeno de la
mediterraneidad de la vegetación. El alumno, delante de
esta inmensa
panorámica de la Ría ha llegado a la comprensión general
que se le pedía, tras
haber contrastado sus experiencias particulares con las de
sus compañeros y
bajo la coordinación del profesor.
El alumno está ahora en disposición de poder opinar sobre
el futuro de la
zona estudiada e incluso comprometerse con la conservación
ecológica de la
Ría, cuya existencia como paisaje natural altamente
original peligra.
El alumno ha adquirido así mismo una serie de
conocimientos, habilidades
y técnicas que le permitirán aplicarse al estudio de otros
geosistemas.
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