A. INTRODUCCION
a) Trabajo en equipo. Aunque en el programa del Curso esta
charla
aparece a nombre de una sola persona, es evidente que los
trabajos e
investigaciones que se han efectuado y están en trance de
consumarlo, son
debidos a un equipo de personas, concretamente a la
Sección de Espeleología
de la S.C. Aranzadi. Y difícilmente puede ser de otra
forma en este tipo de
trabajos referentes al karst, por su complejidad y el
esfuerzo que requieren a
la hora de obtener datos del endokarst (de los fenómenos
subterráneos en
general).
Por tanto este trabajo y los que estamos realizando sobre
el mismo tema
(algunos de ellos publicados), son el resultado de una
labor de equipo, con
varios años de desarrollo en el tiempo, aunque con mayor
intensidad de
trabajo en la actualidad, por la necesidad de ofrecer
resultados.
b) El contenido de esta charla va a ser necesariamente
restringido;
restringido en la densidad de su temática y sobre todo en
sus conclusiones.
Ello es debido a que las principales investigaciones
referentes a la evolución
morfogenética de Aralar en el Cuaternario, análisis de su
principales
formaciones detríticas superficiales, etc.; están en
trance de realización y, por
tanto, no existen resultados.
c) Dificultad de los estudios geomorfológicos en el ámbito
del País-Vasco
cantábrico.
Evidentemente todos aquellos que se interesan por la
investigación
geomorfológica entre nosotros, estarán de acuerdo en
afirmar que a diferencia
de otras zonas europeas, este tipo de trabajos
(integrantes de las disciplinas de
las llamadas Ciencias de la Tierra y estudiadas desde
distintos ámbitos) posee
una dificultad complementaria aquí, proveniente de la
escasez de trabajos
realizados a los cuales hacer referencia. Tengo anotados
unos cuantos
trabajos que son prácticamente los únicos, que suministran
información sobre
la evolución morfogenética Cuaternaria, con su
correspondiente correlación
cronológica.
VIERS G., publicó su tesis sobre «El relief des Pyrenées
occidentales et
de leur piémont» en el año 1960. Fue uno de los primeros
trabajos
importantes que abarcaba toda la zona pirenaica desde
Zuberoa hasta
Laburdi, incluyendo las cuencas de los ríos pirenaicos y
la zona litoral
correspondiente.
SANTANA AGUILAR R., investigó sobre la cuenca del Urumea y
Bidasoa, publicando su trabajo en la Universidad de
Burdeos en 1966:
«Géomorphologie des bassins de la Bidasoa et de l’Urumea».
HAZERA J., en 1968 publicó en MUNIBE un resumen de su
tesis: «La
région de Bilbao et son arriére pays», ocupándose del N.
de Burgos, límite
con Vizcaya y gran parte de esta provincia.
Desde el punto de vista exclusivamente sedimentario,
HERNANDEZPACHECO
y ASENSIO-AMOR, realizaron varios trabajos en zonas
litorales:
Baquio, ría de Guernica... Trabajos que aportan
interesantes datos sobre
los últimos episodios del Cuaternario.
El laboratorio de Prehistoria (Pfr. Altuna y
colaboradores) de la S.C.
Aranzadi, es el que más aportaciones ha realizado
últimamente sobre
dataciones absolutas, a través de análisis sobre restos
prehistóricos. Con la
salvedad de que todo ello queda restringido a unas áreas
muy estrictas:
refugios y cuevas en zonas calizas.
No hago mención a otros trabajos puesto que me estoy
refiriendo al
ámbito cantábrico exclusivamente, aunque naturalmente hay
lagunas en la
información dada.
Además de esta escasez de investigaciones, existe otro
problema importante:
la escasa representación de depósitos detríticos
cuaternarios (susceptibles
de evaluación morfoclimática y cronológica), consecuencia
del perfil
extremadamente agudo de nuestros valles y de la topografía
en general,
incluyendo la fuerte pendiente de nuestro sistema fluvial,
que ha eliminado en
buena parte los testigos de épocas pretéritas. Las
terrazas y depósitos de
vertiente de cierta importancia, son la excepción en
nuestro ámbito, al
contrario de lo que sucede en otras zonas (es el caso de
la Meseta o las zonas
Mediterráneas). En cuanto a los depósitos que restan,
pertenecen en gran
parte, a los últimos episodios del Cuaternario.
d) Hemos de aclarar desde el primer momento que esta
charla y el
proyecto de trabajo del que está extractado, no tiene un
enfoque espeleológico
ni hidrogeológico. En todo caso, aprovecha del primero las
informaciones
necesarias para conocer lo mejor posible el endokarst y
del segundo, los datos
referentes a la hidrodinámica en los sistemas kársticos,
con el objeto de
integrarlos en una investigación geomorfológica que tiene
sus propios
objetivos: describir procesos y mecanismos de la
morfogénesis y tratar de
explicar la evolución Cuaternaria de la morfología en la
región. Si esto último
es posible, dada la escasez de información existente.
e) El ámbito de la información se circunscribe a la Sierra
de Aralar
correspondiente a la Cuenca Cantábrica. Por varios
motivos: 1) La informa-
37
FELIX UGARTE
ción espeleológica que poseemos es muy rica e intensa en
lo que respecta al
Aralar guipuzcoano, mientras que en la parte navarra esta
información es más
escasa, debido a la distinta programación de los trabajos
de ambos lados y no
por otras causas. Esta disimetría en la información
referente al endokarst
podría provocar fallos metodológicos, etc., que se haría
sentir en el desarrollo
y en el desenlace de los trabajos. 2) En segundo lugar,
buena parte de Aralar
E. pertenece a la cuenca del Ebro-Mediterráneo (a través
de la cuenca del río
Larraun y del río Arakil), ésto naturalmente impone un
cambio de estrategia
en el conjunto del trabajo y en el enfoque, puesto que nos
referimos a un nivel
de base muy dispar al anterior y a una región (a un
espacio) con una historia
geológica y geomorfológica ciertamente muy diferente.
Al respecto de la divisoria de la cuenca vertiente
Cantábrico-Ebro,
debemos de decir que aún está por establecerse. Tratándose
de una zona
caliza, con fuerte infiltración de aguas en el interior
del karst (prácticamente
el 100 %), la división superficial de la cuenca no nos
dice nada y tenemos que
referirnos obligadamente a una divisoria de cuencas
hidrogeológica, que en
estos momentos está sujeta a revisión a través de los
trabajos de nuestros
compañeros (Goikotxea I.) Sansinenea K. y otros) que han
publicado algún
trabajo al respecto.
Podemos adelantar un esquema de diferenciación de cuencas,
que sería
más o menos del siguiente tenor:
Lizarrusti, Alleko-pikoa, primera barra urgoniana hasta
Larretxiki y
posiblemente hasta Pago-Mari, Unako putsoa-Malloas-Azpiroz.
La actividad morfogenética es mucho más fuerte del lado
cantábrico y las
capturas hipogeas se están dejando sentir, sobre todo a
través de la 1.ª barra
urgoniana.
f) Las principales características de Aralar desde una
óptica geomorfológica :
— Divisoria de cuencas Cantábrico-Ebro, en una zona
endorreica predominante,
con amplia actividad de capturas hipogeas.
— Un macizo de montaña-media atlántico muy compacta, con
una
estructura geológica muy definida y con grandes valores
didácticos,
dada su claridad, para la enseñanza a distintos niveles.
— Un karst atlántico muy específico, por cuanto se
desarrolla en el
interior de varias unidades estructurales con formaciones
litológicas
muy karstificadas, que se encuentran aisladas entre sí,
con la excepción
que luego veremos. Estas unidades son la urgoniana
arrecifal, la
pararrecifal y el conjunto del núcleo jurásico.
Desde el punto de vista de la geomorfología kárstica posee
además una
gran riqueza de formas específicas, tanto en superficie
como el de endokarst.
— Por último Aralar es el único conjunto montañoso de la
zona
vasco-cantábrica (excepto el Pirineo propiamente dicho)
que posee
restos (?) de depósitos fríos, léase posible morrenas.
B. EL TIPO DE INVESTIGACION A REALIZAR
Dado el tipo de investigación que vamos a realizar, los
ejemplos más
representativos a este respecto se hallan en las
publicaciones que se mueven
en torno a la Assotiation Francaise de Karstologia, con
amplia representación
asimismo en Europa.
Participan en estos trabajos gentes procedentes de
distintas disciplinas,
fundamentalmente geomorfológicas y geológicas.
Para llevar a cabo nuestro objetivo, en principio tenemos
que referimos
obligatoriamente a dos factores fundamentales: el clima
actual y los paleoclimas
cuaternarios y la estructura geológica.
B.1. El clima y los paleo-climas Cuaternarios
En lo que respecta al clima actual poco podemos decir de
forma precisa y
concreta, al menos a la escala precisa de la Sierra. Como
se sabe o como se
debería saber apenas existen existen estaciones climáticas
de montaña y sin
datos pocas cosas (realmente fundamentadas) se pueden
decir.
Los datos referentes a la precipitación están en trance de
ser investigados.
En colaboración con el I.N.M. hemos colocado 5
pluviómetros totalizadores
de montaña en diversas zonas de Aralar. Hasta el momento los resultados
son exiguos (en lo que se refiere al período de toma de datos) y peor aún
en cuestiones relativas a la calidad de los mismos ya que hemos detectado
problemas técnicos que se refieren a:
— Posible falta de recogida de precipitaciones sólidas.
— Cierta evaporación, a pesar del líquido aislante.
— Problemas con las corrientes de aire que desvían, sobre
todo en zonas
culminantes con turbulencias, las precipitaciones.
El mapa pluviométrico de Aralar podría ser establecido,
con ciertas
interrogantes de la siguiente forma:
a) Obtenido por cálculos de correlaciones con estaciones
situadas en la
cuenca Cantábrica:
400 m. 1.590 mm./anuales.
700 m. 1.665 idem.
1.000 m. 1.740 idem.
b) Datos obtenidos a través de los pluviómetros
totalizadores:
Artxal (Zaldibia) 505 m. 1.300 mm.
Lizarrusti 635 m. 1.700 mm.
Errenaga 1.267 m. 1.366 mm.
Guardetxe 1.045 m. 1.900 mm.
Es evidente que además del gradiente de altitud, las
anomalías son
manifiestas y están en relación fundamentalmente con
problemas de orientación
y relieve. Existen variados micro-climas que dependen de
variables
diversas (zonas de abrigo, vegetación, relación con los
vientos húmedos,
etc.).
En lo que se refiere a las temperaturas no existen hasta
el momento datos
directos.
Los datos térmicos referentes a Aralar se han obtenido por
correlación,
utilizando los parámetros de estaciones climáticas
adyacentes. Según el
gradiente de altura de esta zona se podría calcular de la
siguiente forma:
t 300 + h = t 0-300 — ( 0,72 h /100
)
h = altura s.n.m. — 300 m.
Lo que da como resultado las siguientes líneas de isotermas:
400 m. 12,8º C. de temperatura media anual.
700 m. 10,2º idem.
1.000 m. 6,7º idem.
Temperaturas de los meses más cálidos y más fríos:
|
Julio-Agosto |
Enero
|
400 m. |
19,1º |
6,5º
|
700 m. |
16,5º |
4,0º |
1.200 m. |
13,0º |
0,4º |
1.400 m. |
12,0º |
0, 5 º
|
Con un coeficiente de nivación aún indeterminado, aunque
en todo caso
no existe un manto de nieve continuo en invierno. Según Viers, para los
Pirineos occidentales la isoterma —3º C’ sería el límite a
partir del cual existe
un manto de nieve continuo. Esta isoterma se corresponde a
una altura
superior a los 1.500 m. Lo que sí poseemos a este
respecto, es una
constatación cualitativa en el sentido de que el manto de
nieve dura más en
Aralar que en otros macizos circundantes, por ejemplo: la
Sierra de Aizkorri.
La tasa de insolación es muy baja, en torno a 1.500-1.600
horas anuales,
si tenemos en cuenta los datos de la estación de Aránzazu.
Con una máxima
anual en Junio-Julio-Agosto, que supone el 35% de la
insolación total y la
mínima en Diciembre-Enero-Febrero (con el 15% del total).
Aplicando una definición global, clasificaríamos el clima
de Aralar como
de MARITIMO FRESCO (según Papadakis) y como clima TEMPLADO
OCEANICO de fachada occidental (Cfd) según Köppen, con
ciertas matizaciones
por su situación en altura.
Paleo-climas Cuaternarios
Hablar de esta cuestión es harto problemático dado que los
trabajos están
aún por realizarse y las referencias a zonas adyacentes
son escasas, además de
que estas referencias hacen mención a espacios de
magnitudes diferentes y de
difícil correlación.
Santana (autor ya citado), define de la siguiente manera
los paleo-climas
Cuaternarios en la región estudiada (Cuenca del Bidasoa-Urumea):
— Fin del Terciario. clima cálido y húmedo.
— Villafranquiense: semi-árido de dominancia cálida con
grandes contrastes.
— Fase fría y húmeda. Crisis glaciar
— Fin de la crisis glaciar: clima seco y frío.
— Segunda y tercera crisis glaciar.
— Tardiglaciar.
Viers G., no está totalmente de acuerdo con Santana en
esta evaluación
paleo-climática y da su versión:
— Pre-Plioceno: climas áridos con reservas.
— Villafranquiense: semi-árido.
— Cuaternario antiguo: similar al anterior.
— Cuaternario reciente:
a) Maximum glaciar (frío y
húmedo).
b) Tardiglaciar (frío y seco).
— Optimum climático atlántico.
Hazera se halla más o menos de acuerdo con Viers.
Kopp, un geólogo alemán, en un trabajo transcrito en
MUNIBE (1965)
por Gómez de Llarena, realiza un trabajo de evaluación
climática comparando
las temperaturas actuales de la Costa Vasca comparándolas
con las de
Islandia y sacando consecuencias sobre el clima
correspondiente a la fasse
Wurm. Afirma en su trabajo que el clima correspondiente a
esta zona sería de
inviernos fríos, largos y bastante abundantes en nevadas
con una temperatura
media en Enero de —9 y 4º en Julio, con 860 mm. de
precipitaciones.
Nuestras propias observaciones no añaden más precisiones a
las ya
presentadas, por el momento, salvo decir que en unas
recientes investigaciones
que hemos efectuado en la cuenca del alto Deva, apenas
hemos hallado
depósitos correspondientes a climas fríos. Algunos restos
de «grézes litées»
que podría asimilarse a climas peri-glaciares y una
datación importante
realizada a través del hallazgo de industria paleo-lítica.
Se ha podido datar
como Tardiglaciar el depósito que cubre el fondo del valle
actual, lo cual está
de acuerdo con lo que afirmaban Viers y Santana sobre sus
zonas respectivas.
En definitiva muchas incógnitas aún para desvelar:
— Condiciones morfo-climáticas del Cuaternario antiguo.
— La crisis
glaciar: monoglaciarismo, poliglaciarismo, intensidad de las
crisis, etc.
— ¿Es posible asimilar nuestra cronología a la cronología
alpina?
Una investigaión interdisciplinar es inexcusable para
resolver estos
problemas, debe de realizarse un trabajo en común entre
climatólogos,
prehistoriadores, geomorfólogos y cuatemaristas de
distintas disciplinas, si
de verdad se desea avanzar por un camino seguro.
B.2. La estructura geológica
De la estructura geológica nos interesa fundamentalmente
la litología
(tipos de calizas, su contenido en carbonatos, disposición
estratigráfica.. .) y
la tectónica (fisuración, tipos de fallas y diaclasas,
conformación estructural).
Estos dos aspectos han sido exhaustivamente tratados por
Soler y José R.
(año 1971, Boletín Geológico y Minero) y por Floquet,
Duvernois y Humbel,
de la Universidad de Dijon (1972). De ellos hemos obtenido
las informaciones
necesarias.
Desde el punto de vista macro-estructural, Aralar
pertenece al conjunto
que Aubouin y Rat (1968) llaman «cadena intra-cratónica
Cántabro-Pirineos-
Provenza», y en la cual el País Vasco y justamente la zona
de Aralar, forman
el límite W de los Pirineos.
Rat y Floquet (1975) hablan del «arco plegado vasco»
cuando se refieren
a todo el conjunto de estructuras sedimentarias de la zona
vasco-cantábrica
cuya dirección predominante es NW-SE-E. Más exactamente en
el caso de
Aralar estos autores dan la siguiente definición:
«La estructura actual de Aralar expresa entre otras cosas
un pliegueserrage
(a presión) de la serie mesozoica, sin participación
aparente del
zócalo, un glissement (deslizamiento) de esta serie hacia
el N con una especie
de bloqueo hacia las dos extremidades y una subida casi
extrusiva del núcleo
calizo en el seno de un conjunto arcillo-areniscoso.
Globalmente, el estilo extrusivo está en relación con la
existencia de
calizas bastante rígidas o formando masa compactas (aprés
serrage) situadas
en un verdadero embalaje de material plástico: arcillas de
Jeuper (debajo),
series para-urgonianas lateralmente». Para Floquet y otros
(1977) Aralar «es
una estructura pesada en conjunto que corresponde a un
pliegue anticlinal
disimétrico, volcado y, a veces, cabalgante hacia el N».
En detalle podemos definir hasta 3 unidades estructurales:
1. Domo de Ataun. La unidad mejor individualizada la barra
urgoniana
rodeo del domo de forma casi perfecta.
2. El anticlinal del Txindoki. Estructura disimétrica,
acentuándose de W
a E, con tendencia a inclinarse cada vez más. La aparición
de esta nueva
estructura, coincide con la ampliación brutal del edificio
sedimentario urgonia-
42
GEOMORFOLOGIA DEL KARST DE LA SIERRA DE ARALAR (CUENCA
CANTABRICA)
no. Correlativamente la bóveda anticlinal se eleva,
tomando cierta importancia
y mostrando niveles cada vez más antiguos de la serie
Jurásica. Termina
en un cabalgamiento donde aparecen pequeñas manchas de
Trías.
3. La escama N de Aralar. dispositivo casi monoclinal con
relación al
anticlinal del Txindoki. La disimetría es casi completa,
aquí el flanco inverso,
a diferencia del anticlinal del Txindoki, es casi
inexistente. La separación
entre el anticlinal del Txindoki y esta estructura es bien
visible: corresponde a
un rebajamiento del eje, determinado por dos accidentes
mayores, un
cizallamiento y una falla inversa.
Aspectos de la litología
Reduciendo a la mínima expresión la columna
estratigráfica, las características
más sobresalientes de la litología son las siguientes:
LITOLOGIA |
CRONOLOGIA |
POTENCIA
Zona W |
POSIBILIDADES DE KARSTIFICACION |
Arcillas barioladas rojas, carniolas y dolomías |
Trías |
? |
|
|
X |
Barra caliza inf. |
JI |
25-30 |
|
X |
|
Calizas arcillosas y calizas masivas |
J2-J3 |
400-450 |
X |
|
|
Calizas claras |
J4-J5 |
150-200 |
X |
|
|
Calizas oscuras |
Purbeck |
20 |
|
X |
|
Calizas oscuras fétidas |
idem. |
60 |
|
X |
|
Arcillas y areniscas |
Weald |
90 |
|
|
X |
Serie arcillo-areniscosa |
Cretácico inf. |
100 |
|
|
X |
Calizas urgonianas |
idem. |
2000-3000 |
X |
|
|
En resumen, dos formaciones potentes con características
mecánicas y
químicas similares, separadas por formaciones arcillo-areniscosas
de escasa
kasrtificabilidad y condiciones físicas diversas, aunque
globalmente más
plásticas. Desde el punto de vista de la disposición
estratigráfica debemos
añadir un dato importante y es que no siempre la sucesión
de los distintos
estratos es vertical sino que en las formaciones
urgonianas los cambios
laterales de facies son muy comunes.
Aspectos de la tectónica
Como consecuencia de las presiones tangenciales de
dirección S-N,
fundamentalmente, el conjunto de la Sierra está
fuertemente afectado por
fallas de desgarre, cizallamientos, etc., cuyas
direcciones predominantes
pueden observarse en las estadísticas. A ellos debe de
añadirse el sistema de
diaclasado que no ha sido aún cuantificado ni definido.
Tanto la litología como la tectónica, desligadas de los
hechos morfológicos,
tanto en superficie como en profundidad, carecen de
sentido en el caso
que nos ocupa. Por tanto trataremos de referimos a ellos
cuando llegue el
momento oportuno.
De todas formas, podemos adelantar que el exokarst muchas
de las formas
estruturales, la ubicación de dolinas, las pérdidas
kársticas, las simas y la
disposición del lapiaz, están en relación directa con
estos dos factores y lo
mismo se puede decir del endokarst, con la disposición de
las redes kársticas
y su morfología.
C. EL EXOKARST Y LA MORFOLOGIA DE SUPERFICIE
C.1. Las formas estructurales
De los 244 km.2
de Aralar unos 80 km.2
corresponden a la Cuenca
Cantábrica. El macizo se delimita perfectamente de su
entorno, por la
hipsometría. Las altitudes máximas llegan hasta los 1.400
m. en la Alta
Sierra, mientras que el Domo de Ataun alcanza su cota
máxima a los 900 m.
Los valles adyacentes, es decir, el piedemonte, forman una
especie de aureola
de depresiones bien marcadas:
Ataun, al W 196 m.
Zaldibia, al W 164 m.
Amezketa, al N 215 m.
Betelu, al N 239 m.
Lekunberri, al NNE 530 m.
Irurzun, al E 470 m.
Huarte-Araquil, al S 471 m.
La arquitectura de las formas estructurales está muy
desarrollada en
Aralar y perfectamente visible, hasta para el profano en
la materia. Esta
morfología es el resultado de la acción tectónica sobre
unas formaciones
litológicas de condiciones muy dispares, sin que hagamos
mención por el
momento a diversos procesos morfoclimáticos.
Los ejemplos son harto elocuentes:
— El domo de Ataun, formado por la 1.ª barra urgoniana,
fuertemente
kastificada, presenta a lo largo del anillo un modelado en
cuesta, con el frente
abrupto correspondiente al talud de la 1.ª barra hacia el
interior del domo y el
dorso hacia el exterior, con un modelado de lapiaz sobre
su superficie.
A lo largo de la barra son varios los fenómenos de
epigénesis, las
pequeñas regatas que se forman en el interior salen hacia
el río Agaunza
cruzando la barra (zonas de debilidad) y formando pequeñas
«ruz», muy
llamativas.
— En
general, allí donde aparece la primera barra urgoniana se forma un
modelado de erosión diferencial cuyo aspecto difiere en
conjunto dependiendo
de la potencia de la barra. El modelado diferencial se
realiza entre la barra
urgoniana, mecánicamente más rígida y compacta y la
formación arcillosa
que se halla en su base. El caso de la barra de Ausa-Gaztelu,
Akaitz, Desao,
etc. Y de Larraone y de Balerdi al N, aunque en estos
casos en la
diferenciación morfológica intervienen así mismo
importantes fallas de
desgarre.
— Un tipo similar de modelado diferencial se realiza entre
las barras de
caliza para-arrecifal más margosa que laurgoniana y las
series más o menos
arcillosas intercaladas. Los ejemplos más visibles se
hallan en la zona de
Aia-Iturrieta-Ataun.
— Modelado en cuesta en la zona de las Malloas, resultado
del cabalgamiento
de la Escama N de Aralar, dejando al descubierto las
series jurásicas
en disposición monoclinal, con la característica en este
caso de que también el
flanco inverso cretácico participa en la formación de la
cuesta.
C.2. El Exokarst
Las alineaciones de dolinas situadas en las inmediaciones
de las grandes
fallas verticales de dirección NE-SW han aprovechado como
siempre la
debilidad de la estructura para efectuar la disolución de
la caliza y poder
formar estas depresiones en cuyo proceso no son ajenos las
acciones
mecánicas, resultado de los ciclos hielo-deshielo.
La depresión de Alotza en la Alta Sierra no es propiamente
una forma
kárstica puesto que puede considerarse en bloque hundido
entre dos fallas,
aunque naturalmente la corrosión kárstica juegue «a
posteriori» un papel
importante.
El lapiaz es la principal representación del modelado
kárstico en superficie.
Se distribuye a lo largo de la Alta Sierra de litología
jurásica y sobre la 1.ª
barra urgoniana. En las zonas donde el sustrato tiene un
recubrimiento de
suelo, el cripta-karst, la corrosión subsuperficial
funciona ciertamente con
intensidad.
El tipo de formas que ofrece el lapiaz es muy diverso,
dependiendo de: la
litología, el sistema de diaclasas, la topografía
superficial y la altura.
Hasta el momento esta investigación no se ha llevado a
efecto.
C.3. Los recubrimientos superficiales
Fundamentalmente son de tres tipos:
a) Recubrimiento de suelo, con gran contenido en arcilla de
descalcificación.
Hasta el momento los análisis edafológicos realizados, dan una textura
arcillo-limosa (90% del total), con 40-45% de arcillas,
suelos decarbonatadas
muy poco evolucionados. La potencia y su distribución
espacial es muy
irregular.
b) Depósitos de tipo morrénico en el interior del Valle de
Arritzaga y en la
vertiente NE del Balerdi, hacia Azkarate.
Estos depósitos de poca extensión superficial, no han sido
analizados aún
desde el punto de vista sedimentológico. El hecho de
situar en Aralar a 900
m. de altura, depósitos de este tipo, nos mueve a realizar
diversas consideraciones:
— A partir del Monte Ausa (cota 900-1.000 m.) situado
sobre Errazu
(Baztan), hasta Castro-Valnera (cota superior 1.700 m.),
límite S de
Santander con Burgos; no existe ninguna manifestación de
tipo glaciar
en el interior de la Montarías Vascas. Aralar sería, por
tanto, la
excepción.
— ¿Porqué no existen depósitos de este tipo en Aizkorri o
Gorbea?
— En el interior de Aralar existen igualmente disimetrías
en lo que
respecta a la localización de los depósitos. ¿Por qué
solamente en
Arritzaga y no en el valle de Maizegui, cuando el origen
de la
alimentación glaciar debiera estar en la Alta Sierra?
— La situación de la posible morrena a 900 m.
aproximadamente, fija la
altura media de las nieves persistentes a los 1.100-1.200
m. en esta
latitud y época, bajando un tanto las cotas hasta ahora
halladas en el
Pirineo oriental y Cadena Cantábrica.
La investigación de este problema presenta mucho interés,
no exento de
dificultades.
c) Un tercer tipo de formaciones superficiales es el
representado por los
depósitos de vertiente, probablemente debidos a procesos
peri-glaciares que
cubren ciertas vertientes (en puntos localizados), desde
el valle de Araxes,
hasta el domo de Aiaiturrieta, pasando por las vertientes
N de Larraitz-
Txindoki.
Se trata, en general, de «grézes litées» (derrubios
ordenados de vertiente)
y «groizes», testigos de procesos fríos de diversa
intensidad. Posiblemente de
cronología Tardiglaciar.
D. EL ENDOKARST, SU RELACION CON LA EVOLUCION
MORFOGENETICA
CUATERNARIA
Las exploraciones espeleológicas realizadas hasta el
momento en Aralar
han permitido la obtención de interesantes e
indispensables datos que hacen
posible cuantificar la karstificación de Aralar en
profundidad; realidad ésta
que sabemos es parcial y relativa, puesto que la
karstificación real queda más
allá de las fisuras y cavidades penetrables por el hombre.
De una manera aproximada podemos presentar unos índices,
que poseen
elementos de comparación con otros karst europeos.
F.K.H. (Fenómenos Kársticos Hipogeos)
|
Afloramientos urgonianos |
Afloramientos jurásicos |
Total |
Zona W de Aralar
(cuenca cantábrica)
56 km.2 |
170 |
63 |
233 |
4,1 por km.2. Datos: Archivo S. C. Aranzadi
Fenómenos de magnitud superior (simas de más de 100 m. de profundidad, o
cavidades de más de 500 m. de desarrollo): 17.
A la luz de estas cifras podemos considerar que la
karstificación es
importante, sobre todo si la comparamos con las cifras de
otras zonas:
Languedoc oriental: 1,6 por km.2
(G. Fabre)
Grandes Causses: 053 por km.2
Sobre una superficie de 1.140 km.2
en el Languedoc oriental,
existen 25
fenómenos de gran magnitud, aquí, por el contrario, 17 en
56 km.2
En el caso concreto de Aralar, existe una clara disimetría
de karstificación
entre las litologías jurásicas y de facies urgonianas. Pensamos que se
debe a varias causas:
— Diferencias de intensidad de exploraciones espeleológicas en ambas
zonas.
— Dispares
condiciones de karstificación en uno y otro caso, debidas al
tipo de fisuración y posiblemente también a su diversa
situación
topográfica con respecto al nivel de base en cada momento.
— Castiella, Solé y Niñerola (1979) en una ponencia
presentada en el II
Simposium Nal. de Hidrogeología, afirman que la
transmisividad en la
formación jurásica es de 10.000 m.2/día,
mientras que en las formaciones
urgonianas esta se reduce a 2.000 m.2/día.
Lo cual está de acuerdo
con nuestras propias observaciones, puesto que los
análisis de contenido
en Ca++ de las aguas surgentes en manantiales de origen
urgoniano presentan una mayor riqueza. Es decir, a mayor
transmisividad,
menor contacto con la masa caliza, menor disolución y, en
consecuencia, menor karstificación. Aunque naturalmente
las cosas
son más complejas y hay que tener en cuenta también otros
factores.
El karst profundo de Aralar se organiza en diversos
sistemas, independientes
entre sí, con la excepción que luego señalaremos, en
función de una
estructura geológica dada como factor más importante.
Casi todos los sistemas kársticos de Aralar, desde el
punto de vista
hidro-dinámico, funcionan como sistemas recubiertos, con
zonas de descarga
en el contacto con materiales más impermeables que
recubren la zona
karstificada. Es el caso del Urgoniano Sur y del Jurásico
Central.
Señalaremos los sistemas más importantes:
1. El conjunto de Urgoniano Sur, que corresponde a la
primera barra
desde Pago-mari hasta el sector S del domo de Ataun. Nivel
de base
hidro-dinámico situado a los 495 m.
2. El Jurásico Central que agrupa a todo el afloramiento
jurásico del
anticlinal del Txindoki, hasta el valle de Arritzaga, sin
que sus límites hayan
sido fijados.
3. El Urgoniano Norte, desde Txindoki hasta Larraone y
que, posiblemente,
incluirá parte del Jurásico lindante, a través de las
fallas transversas.
Además de éstos, pueden diferenciarse otros sistemas menos
importantes
como la barra de Ausa-Gaztelu; el domo de Ataun; la escama
N de Aralar y
las barras para-urgonianas junto al domo.
El examen global del karst subterráneo en el primer
conjunto o sistema
(Urgoniano Sur) ha llevado a examinar una consecuencia,
hipotética aún,
pero con posibilidades de verificación, con respecto a la
evolución morfogenética
cuaternaria de Aralar.
Hemos clasificado tres tipos de cavidades, con
características morfológicas
muy definidas y que corresponden a episodios evolutivos de
cronología
dispar:
a) Una primera serie de cavidades que podemos llamar
cutáneas, desarrolladas
en el borde de la barra urgoniana (frente, cresta
superior) y que
corresponden a fenómenos de pequeña entidad, formadas
posiblemente al
abrigo de las fallas de decompresión que se sitúan en los
bordes de la barra.
Su interés morfogenético es muy escaso y su cronología
indefinida.
Un ejemplo muy preciso se da en el zona de Akaitz-txiki.
Sima de
Auntzarretako-leizea situada en el borde superior de la
barra, desarrollada a
favor de este tipo de fisuras, que siguen más o menos la
dirección de la barra.
La espeleometría nos da información sobre sus
características: 7 metros
de profundidad y 10 m. de longitud. Típica de una cavidad
cutánea.
b) Un segundo grupo de cavidades, cuyas bocas se abren al
sector
superior del dorso de la cuesta, presentan un cierto
desarrollo a favor del
buzamiento de la barra, teminando a media ladera, lejos
aún del valle actual.
Posiblemente estas cavidades se desarrollarían en un
sistema cuyo nivel de
base hidrodinámico sería muy distinto del actual, cuando
la incisión actual
entre el núcleo jurásico y la primera barra, así como el
vaciado del domo,
estaba aún en otros niveles. El examen de los sedimentos
que tenemos
detectados en algunas cavidades de esta zona pueden
aportar importante
información sobre la evolución del sistema. Es evidente
que estas cavidades
no son funcionales en la actualidad.
Un ejemplo: Leizebeltz. Se encuentra a 912 m. sobre el dorso de la
barra, casi en la
cresta. Desarrollo total de la cavidad. 1.250 m. y 288 m.
de desnivel.
La boca se abre en el fondo de una dolina que da acceso a
una sima por
donde se llega a la cavidad. Esta se desarrolla a favor de
las diaclasas y los
planos de estratificación, casi en el muro de la formación
urgoniana.
La cavidad es unidireccional N-S, evolucionando a favor de
la estructura
(cataclinal). Las secciones de la cavidad son de dos
tipos: a) Claramente
ubicadas sobre diaclasas y b) secciones de gran tamaño y
salas, resultado de
fenómenos de incasión (hundimientos de bóveda), por
erosión mecánica en la
base de la sección.
Desde el punto de vista hidrodinámico, esta cavidad ya no
es funcional,
puesto que se ha colapsado la zona de alimentación. Los
recubrimientos de
carbonatos (estalactitas, etc.) son, en consecuencia, muy
numerosos.
c) El tercer grupo corresponde al más numeroso. Se trata
de las cavidades
que poseen funcionalidad en el sistema kárstico e
hidrogeológico actual del
Urgoniano Sur.
Se abren en las zonas favorables a la mayor infiltración
actual de las aguas
superficiales (depresiones o valles ortoclinales en el
contacto entre el dorso de
la barra urgoniana y los materiales arcillo-areniscosos).
Un caso muy
didáctico es el de Akaitz.
Su nivel de base es el que corresponde al nivel de base
hidrodinámico del
sistema actual, localizado en Aia-Iturrieta, contaco del
dorso de las calizas
urgonianas con los materiales más impermeables que le
recubren en parte.
A través de este sistema kárstico se está realizando la
captura de parte de
la cuenca del Ebro, hacia el E.
Ejemplo concreto:
Larretxikiko-leizea. Se trata de una sima-sumidero,
abierta en el contacto
formado entre el dorso de la 1.ª barra y el frente de la
formación
arcillo-areniscosa. En este contacto se forma un pequeño
valle ortoclinal,
cuyo fondo está a 1.176 m.
Pertenece plenamente al sistema kárstico actual de Aia-Iturrieta,
nivel de
base hidrodinámico situado a 395 m.
El desarrollo de la cavidad es claro, a favor de las
diaclasas, generalmente
de dirección NE-SW-S, con un descenso rápido, ahondando en
la barra casi
verticalmente.
En la cota -294 m. cambia un tanto la dirección y la
morfología,
posiblemente debido a una variación en la facies
litológica (más margosa) que
provoca fenómenos de incasión, cuya consecuencia es el
parcial relleno de las
galerías con gran cantidad de bloques y clastos caídos del
techo.
En la zona cercana al nivel de drenaje mayor actual
aparece un sifón que
impide la progresión en adelante.
Sobre el sistema kárstico denominado por nosotros Jurásico
Central poco
podemos decir ya que los fenómenos conocidos no son muy
numerosos y el
más estudiado Ondarreko zuloa (MUNIBE, 30, 1978) se
desarrolla en la
terminación periclinal del anticlinal del Txindoki, en una
cota cercana al nivel
de base hidrodinámico actual, situado en las surgencias de
Osinberde y
Txurikianin.
Características de Ondarreko zuloa:
Su cota de entrada se localiza a 752 m. de altitud. La
cavidad se desarrolla
en el interior de las diversas formaciones del Jurásico
sup.; las distintas
características litológicas de estas formaciones provocan
claramente la
diferenciación morfológica de la cavidad. Primer tramo de
dirección E-W,
abierto en calizas areniscosas y margosas, material muy
deleznable que da
amplia facilidad a la erosión mecánica. Gran sala de
hundimiento y galerías,
en general, abiertas a favor de los planos de
estratificación.
A partir de la cota — 120 m. se entra en las calizas más
compactas, con
galerías que desarrollan a favor de las diaclasas E-W,
para finalizar el tramo
inferior aprovechan, de nuevo, los planos de
estratificación.
Llama la atención la existencia de formaciones detríticas
(cantos rodados,
arenas, limos) en varios lugares de la cavidad.
Posiblemente podríamos
relacionarlo con un sistema de drenaje superficial, cuya
topografía sería muy
distinta de la actual y quizás relacionada con el sistema
antiguo del Urgoniano
Sur.
E. LA MORFOGENESIS ACTUAL EN ARALAR
Hablar de la erosión actual en la zona (con los diversos
procesos que
comporta) es un quehacer muy interesante por lo que tiene
de positivo en
cuestiones tales como la problemática de Ordenación de
Territorio, tan de
moda hoy. Sin embargo, el lograr una información aceptable
conlleva no sólo
un conocimiento exhaustivo del terreno sino también la
realización de
mediciones y análisis (sobre todo de tipo sedimentológico)
que estamos aún
lejos de completar.
Considerando que en el País Vasco cantábrico actual,
estamos en una
situación de biostaxia generalizada, existen, sin embargo,
zonas localizadas
en espacios reducidos en las que se da una cierta
morfogénesis, cuyos efectos
causales y tipo de procesos son de diverso tipo.
Podemos aportar unos ejemplos concretos de crisis
morfogenéticas muy
localizadas, de escasa importancia en cuanto a
potencialidad erosiva, pero
que son a todas luces muy didácticas.
Concretamente en la Sierra de Aralar y en su entorno hemos detectado
ciertos procesos, algunos de los cuales pasamos a describir:
1. Solifluxión y movimientos de vertiente en Aia de Ataun
La depresión efectuada en esta zona por el río ortoclinal
de Aia-Iturrieta,
sobre los materiales arcillo-areniscosos del Cretácico
inf., hace que las
vertientes N y E correspondientes a las barras para-urgonianas
(calizasmargosas)
tengan unos valores de pendiente muy acusadas. Sobre estas
vertientes se extiende una formación coluvial formada por
clastos de caliza,
arcillas y limos de una potencia variable (< 1,50 m.) Esta
formación sufre un
desplazamiento en masa en la actualidad que afecta tanto a
la vegetación
como a las construcciones humanas que se hallan en la
zona. La causa no ha
sido aún determinada, puede deberse a problemas de drenaje
o a condiciones
favorables para el movimiento debidas al tipo de textura
limo-arcillosa,
sumadas a la ya citada de la gravedad (pendiente) y
condiciones microclimáticas.
2. La karstificación en la Alta Sierra
En
las vertientes entre Igaratza, Beaskin y Dona-Iturrieta
existen alineaciones
de dolinas, recubiertas de un suelo de poca potencia (< 1
m.) En
algunas de ellas se observan hundimientos debidos al
transporte de elementos
finos en profundidad (ya que aquí apenas existe drenaje
superficial). Es un
ejemplo claro de la funcionalidad de la disolución
kárstica, cuya cuantificación
estamos en camino de realizar.
3. Los problemas de sobre-pastoreo en Arritzaga
En la vertiente derecha de este valle, a la altura de
Pardelutz, una buena
parte de la vertiente ha sido desprovista de vegetación
por el paso de ganado.
Los materiales coluviales allí depositados se han puesto
en movimiento ladera
abajo, con el consiguiente peligro para la extensión del
problema.
4. Erosión regresiva en cabecera de la cuenca cantábrica:
Errenaga
La única regata superficial de esta zona: Maizegui o
Zamiola erreka,
aprovechándose de la diferencia de gradiente con respecto
a la cuenca
opuesta, realiza un efectivo transporte de materiales
finos (previamente
erosionados), desmantelando así la cabecera y provocando
el desequilibrio de
la zona. Los resultados son muy visibles en la vegetación
(reptación en el
pequeño bosquete de hayas), hundimiento parcial del
pequeño camino que
pasa por allí.
EPILOGO
Evidentemente, para conseguir una explicación global de la
evolución morfogenética de Aralar durante el Cuaternario faltan aún
ciertas claves
importantes.
La realización de los trabajos que tenemos pendientes
permitiría avanzar
ciertamente en este campo, pero no podrá lograrse una
visión satisfactoria de
estos hechos en tanto no avance la investigación regional
y se consiga, poco a
poco, crear una cronología propia del Cuaternario.
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