Denominación:
Altzo-muño/Altzo-azpi/Otsabio
Término
municipal: Altzo
Accesos:
a) transporte público:
se puede llegar mediante transporte público (Renfe) únicamente hasta Alegia,
que dista 2 Km de Altzo-muño. Autobus (Tolosaldea BUS, tel. 943 650621) línea
Tolosa, Alegia, Baliarrain, Ikaztegieta, Baliarrain.
En caso de realizar la visita en
automóvil:
b) Desvío a la
altura del pK 431 de la carretera N-I para tomar la GI-2131 que se dirige
hacia el núcleo de Alegia. Desde aquí y tras recorrer unos 100 m por la
carretera GI-2133 que se dirige hacia Amezketa tomar el primer desvío a la
izquierda. Éste nos conduce a Altzo por la carretera GI-3620.
c) Tomar en
Tolosa y desde la N-I la carretera N-130 que se dirige a Pamplona, y
desviarse aproximadamente a los 900 m una vez superado el barrio de Txarama
por la carretera comarcal que se dirige hacia Alegia, pasando por Altzo a
través de la carretera GI-3071.
Servicios
y equipamientos
* Restaurante “Arandia”/”Arandia” jatetxea: en Altzo-muño, frente
al Ayuntamiento. Especialidad en gallina trufada. Teléfono 943 65 22 62.
*
Sidrería “Zuaznabar”: en el conjunto de caseríos del mismo nombre en
Altzo-azpi.
*
Casa Erretoretxea/Erretoretxea Altzoko: en Altzo-muño. Casa de
alquiler para grupos (hasta 40 personas). Departamento de Juventud y Acción
Comunitaria del Gobierno Vasco. Contacto: Suspertu Zentroa (Aitor).
C/Guetaria 15, principal. Teléfono: 943 42 76 50.
* Ocio y Deportes: primitivo frontón descubierto en la fachada
trasera de la iglesia parroquial y frontón cubierto junto a la ermita de
Santa Bárbara, ambos en Altzo-muño. Juegos para niños junto a la plaza del
Ayuntamiento y en las inmediaciones de la iglesia de Altzo-muño.
Elementos
notables: además del patrimonio eclesiástico-religioso, la conservación
de un espacio típicamente rural con marcados contrastes paisajísticos,
dominados por la alternancia de importantes extensiones de cultivos con
extensas zonas arboladas tanto de vegetación autóctona como introducida por
el hombre, destacar la importancia de los caseríos de Altzo-muño como
patrimonio histórico-artístico, dado que están catalogados en su mayoría como
entre los mejor conservados del Territorio Histórico de Guipúzcoa. De hecho,
en su práctica totalidad han sido acondicionados y remodelados,
constituyéndose como claros ejemplos de arquitectura rural ligada al medio,
disponiéndose en casi todos los casos al borde de la carretera principal.
Cartografía: Hoja 89-I
del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:25.000. Hojas 89-19, 89-27 y 89-28
de la cartografía a escala 1: 5.000 de la Excma. Diputación Foral de
Guipúzcoa.
Con una superficie de 9,8 Km2, este
municipio de la comarca de Tolosaldea está enclavado en la zona
centro-oriental del Territorio Histórico de Guipúzcoa, limitando al N. con
Tolosa y Leaburu-Gaztelu, al E. con Lizartza, al S. con el barrio de Bedaio,
perteneciente al municipio de Tolosa, y al O. con Alegia.
La Villa, cuyo nombramiento como tal se remonta al
año 1615 durante el reinado de Felipe III, está repartida en dos núcleos de
población, cuyas denominaciones, Altzo-muño
y Altzo-azpi, hacen clara
referencia a sus respectivas situaciones topográficas. Situados a una
distancia aproximada de 2 Km y asentados ambos sobre terrenos secundarios
(masas de arcillas abigarradas y yesos y ofitas triásicas), Altzo-muño se
ubica a una altitud de 206 m en lo alto de un pequeño cordal que desciende
desde el monte Otsabio, mientras
Altzo-azpi está localizado prácticamente en el valle del río Oria,
aprovechando la desembocadura de un pequeño arroyo tributario de la margen
derecha del anterior. Se adapta al curso de agua con una tendencia
longitudinal, rota únicamente por la agrupación de edificaciones en torno a
la iglesia parroquial.
Si bien parece que ambos núcleos de población
fueron en tiempos independientes, como lo refleja el hecho de que cada uno de
ellos tuviera su propia parroquia: Santa
Mª de La Asunción en Altzo-muño
y San Salvador en Altzo-azpi, lo cierto es que no
existe constancia alguna de dicha unión. Se conoce tan sólo la existencia de
un acuerdo mutuo por el cual la elección del alcalde y de los regidores era
alternativa, de tal forma que recaía un año en los vecinos de uno de los
núcleos y al siguiente en los del otro.
Si su datación como villa se remonta a 1615,
la documentación escrita más antigua data del año 1025, fecha en la que,
según consta en los escritos, D. García Aznárez, navarro, y su esposa Dª
Gaila, altzotarra, hicieron donación del llamado monasterio de Olazabal junto
con sus pertenecidos al monasterio benedictino de San Juan de la Peña en
Huesca. Fue un cuarto de siglo después (1056) cuando Dª Belasquita Garcés,
hija de los anteriores, confirmó dicha donación, expresando con claridad que
la parroquia donada correspondía a la conocida como San Salvador de Ipuzcoa,
cuyo territorio, bastante extenso en aquel tiempo, se extendía hasta terrenos
hoy en día pertenecientes al municipio de Alegia. Con posterioridad a esta
fecha y en concreto en 1374, Altzo
se unió a la villa de Tolosa mediante escritura de concordia efectuada entre
ambas y si bien por ello quedaba sometida a su jurisdicción criminal y civil
, conservó su Ayuntamiento así como sus montes y la independencia de su
administración económica, situación que se mantuvo hasta su reconocimiento
como villa.
El recorrido por este municipio se inicia a la altura de la iglesia
parroquial de Santa Mª de La Asunción
de Altzo-muño, cuya visita debe ser etapa obligada en el itinerario de
cualquier visitante del lugar, dada la belleza del conjunto formado por su
atrio de madera y su portada del gótico tardío, el cual se engrandece con la
presencia de un magnífico ejemplar de encina. Se trata de una iglesia de
planta salón, cuya nave se cubre con bóvedas de crucería. Posee una torre
campanario adosada a una de sus fachadas laterales y en su interior parece
ser que existió años atrás una pila bautismal románica. Casi enfrente de esta
iglesia se localiza el Ayuntamiento,
que presenta unos entramados de madera y ladrillo, además de poseer una
arquería (arkupe) de tres arcos que constituye el elemento arquitectónico que
diferencia a esta edificación de las restantes del entorno. En esta zona,
existe además una bonita plaza, cuya
delimitación mediante un barandado realiza las funciones de mirador, desde el
cual puede divisarse una bonita panorámica de los caseríos dispersos del
núcleo de Altzo-azpi.
Seguidamente y aunque un poco más alejada de este
núcleo central del núcleo urbano, merece la pena acercarse a la ermita de Santa Bárbara, situada en
las proximidades del frontón nuevo del núcleo urbano y cuya cita más antigua
parece remontarse al año 1662. Se dice que este templo fue la primitiva
parroquia de los contornos y que a ella acudían, al menos hasta hace unos
años, las madres cuyos hijos tenían dificultades para hablar o para caminar.
Junto a ella, se localiza el cementerio de la localidad así como una bonita fuente de agua no potable. En las
inmediaciones de esta ermita, destaca la belleza arquitectónica del conjunto
de caseríos situados junto a la misma (2 edificaciones unidas en su planta
alta mediante la terraza común), en las inmediaciones del caserío Illarrazu.
Retomando el itinerario a la altura de la iglesia
de Altzo-muño y prácticamente junto al mismo se sitúa el caserío Lizarribar, en el que la ruta se
bifurca. Nuestro paseo continuará por la carretera asfaltada de la derecha,
encontrándonos a algo más de 100 m con el caserío Aizpe, hermoso edificio de planta cuadrada y dos alturas, y con
una fuente de agua no potable,
que, localizada junto al mismo en la margen izquierda de la carretera y
aunque seca, resulta todavía llamativa. Posteriormente, cruzaremos un pequeño barranco por el que discurre
una regata, cuyas márgenes están pobladas de árboles y arbustos,
encontrándonos junto a especies autóctonas como robles, alisos y avellanos,
otras especies introducidas por el hombre como pinos y plátanos. Más adelante
y concretamente al llegar a la altura de un almacén, existe una nueva
bifurcación. Nuestro recorrido continuará por la ruta de la izquierda hasta
llegar al caserío Goikoetxe, cuya
puerta de acceso está compuesta de dos arcos de medio punto. Hasta esta zona,
el acceso en coche no implica dificultad ninguna.
Si bien desde esta zona el recorrido principal
discurrirá hacia el collado Elurdi, también podremos, además de pararnos a
contemplar la bella panorámica que desde el mismo se divisa del valle de
Amezketa, tomar un recorrido secundario que, tras descender por una pista que
parte desde este caserío, alcanza el conocido molino de Altzo que hoy en día y aunque de forma discontinua
sigue funcionando.
Siguiendo, sin embargo, el recorrido principal por
la pista que, entre robles, abedules, hayas y pinos, deja a nuestra izquierda
el caserío Aldaia, alcanzaremos la
falda del collado Elurdi (Elurdiko Lepoa, 372,90 m). Este
recorrido puede realizarse en coche, aunque por no tratarse de una carretera
asfaltada sino de una pista de tierra se recomienda realizar el paseo a partir
de esta zona andando. No obstante, se puede continuar en coche hasta superar
la altura del collado Elurdi, punto a partir del cual el tránsito en
vehículos es cada vez más dificultoso. Durante este pequeño tramo del
itinerario, podremos comprobar el impacto medioambiental que las actividades
extractivas suponen para el paisaje, observando la perfectamente visible
cantera de Altzo, situada en la divisoria del municipio con el barrio de
Bedaio (Tolosa).
La importancia del collado Elurdi radica en que, debido a su situación topográfica, se
configuró como una encrucijada de caminos, en la que confluían las vías que
procedían de Altzo-muño y Altzo-azpi para dirigirse hacia la cima del monte Otsabio (800,60 m). Era precisamente
esta ruta por la que se alcanzaba el importante portillo de Zárate, divisoria
entre Navarra y Guipúzcoa, y hasta hace relativamente pocos años utilizada
por algunos pastores como ruta de
transhumancia desde los pastos de Guipúzcoa hacia las sierras de Aralar y
Andia. Durante el recorrido hacia Zárate, en el centro del collado de
Pagoaundi, en la estribación meridional del monte Otsabio, nos encontraremos
con el único monumento megalítico del municipio: el túmulo de Pagoaundi (730 m). Perteneciente al
Neolítico-Bronce y descubierto en 1981, se trata de un túmulo desfigurado de
14 m de diámetro N.-S.- y 12 de E.-W., con una altura entre 0,30 m y 1 m Su
arco oriental está atravesado por un sendero y está construido con los
materiales característicos del sustrato geológico del entorno (calizas
margosas y calizas). Durante el ascenso así como una vez culminado éste, y
además de las importantes extensiones repobladas con pinos y alerces que
separan las escasas masas de robledales autóctonos existentes en el
municipio, podremos observar no sólo uno de los cada vez más escasos hayedos que se han conservado en el
Territorio Histórico de Guipúzcoa, sino también algunas de las pocas
extensiones de encinar cantábrico
y pastos petranos calcícolas del
mismo, localizados con exclusividad en esta zona SE. del municipio.
Nuestro paseo continuará por la pista que se
dirige hasta el caserío Urkidi,
desde el cual y tomando la pista que lo deja a nuestra izquierda, llegaremos
al caserío Arposeta. Desde aquí y
en un bonito paseo a través de praderas y extraordinarios manzanales,
cuidados y conservados mediante modernas técnicas de cultivo, llegaremos al
caserío Etxeberri, en cuyas
inmediaciones fluye un pequeño
riachuelo. Éste es junto con muchos de los caseríos existentes en
Altzo-muño, uno de los mejor conservados del Territorio Histórico de
Guipúzcoa. Sus paramentos son de ladrillo en lugar de corresponder a la
mampostería habitual en este tipo de edificaciones.
Seguidamente y por la única pista existente nos
dirigiremos hacia el caserío Legarre
que destaca por lo cuidado de los huecos de las fachadas, con ventanas
apuntadas y geminadas, y por las tallas de las vigas de la fachada principal.
Asimismo, reseñar que en él nació “Altzoco
Imaz” (1811-1893), Manuel Antonio
Imaz Garaialde, conocido bertsolari en su época, aunque en raras
ocasiones cantaba en público. Su afición era principalmente escribir versos,
algo que hacía incluso por encargo. La mayoría eran temas religiosos. En este
recorrido podremos comprobar cómo Altzo, como municipio con un claro dominio agrícola,
posee importantes extensiones de
cultivos diversos que incluyen desde productos
hortofrutícolas (maíz, remolacha, patata, nabo, alubia, cebollas, etc.)
hasta frutales de muy diversas
variedades (manzanos, perales, nogales, cerezos, etc.). En este sentido,
remarcar que la producción de cebolla de Altzo ha sido una de las más
apreciadas de la comarca. De hecho, el apodo con que es conocido hace
referencia a este producto (“Tupilerri”;
pueblo de cebollas). Divisamos pues, un paisaje de claros contrastes entre
superficies arboladas, praderas y cultivos, no faltando tampoco los pájaros,
desde jilgueros, verderones y verdecillos hasta gorriones y lavanderas
blancas que crían en los tejados y agujeros de las casas o incluso como las
últimas en los taludes existentes junto a los caminos.
Superada la altura del caserío Legarre y
continuando el itinerario hacia el NW, llegaremos al caserío Izagirre, situado en lo alto de un
pequeño cerro de 246,10 m de altitud. Desde aquí y tras haber recorrido algo
más de 4 Km volveremos a nuestro punto
de partida en la iglesia de Altzo-muño, desviándonos por un recorrido
secundario que, por la carretera GI-3071, pasa junto a los caseríos Eluseta y Jauregi. Este último dispone de una portada en arco de medio
punto, con el anagrama J.H.S en la clave, el cual, según la tradición
popular, hace referencia a que la misma procede de la iglesia de San Salvador
del núcleo de Altzo-azpi. Este paseo discurre a través de una hermosa
arboleda, donde plátanos, robinias y pinos alternan con robles y fresnos,
dejándonos oír además en la primavera los cantos de innumerables pájaros como
zorzales, verderones, chochines, etc. Al final de la misma se sitúa el
caserío Otsegi, otro de los ejemplos típicos de arquitectura ligada al mundo
rural, poco antes de alcanzar el cruce ya del caserío Lizarribar, punto de
partida de nuestro recorrido.
Sin embargo y si queremos seguir disfrutando de un
hermoso paisaje y conociendo a la vez parte de la historia de este municipio,
podemos realizar un pequeño recorrido
secundario en coche hacia el casco urbano de Altzo-azpi, recorrido que
discurre a través de la GI-3071. Así y una vez alcanzado de nuevo el caserío
Izagirre, tomaremos la carretera GI-3071 cuyo trazado discurre hacia el oeste
en dirección al curso del río Oria, y tras dejar a nuestra izquierda el
caserío Jauregi-berri,
alcanzaremos la altura de la pareja de caseríos Zuanabar (Zuaznabar
barrena y Zuaznabar goena),
ambos fiel reflejo de la tradición popular del tipo de arquitectura rural.
Desde aquí y tras recorrer algo más de 300 m
llegaremos al caserío Ipintza (Ipintza-haundi), lugar en el que
nació el “Gigante de Alzo”, Miguel
Joaquín de Elicegui (1818-1864) que, a causa de una enfermedad sufrida en la
pubertad, creció de forma desmesurada, llegando a alcanzar una altura de 2,40
m y una envergadura de 2,42 m con los brazos abiertos. Una escultura de tamaño real recuerda la
extraordinaria estatura que alcanzó este personaje. Las marcas de su altura y
la envergadura que alcanzaba con los brazos abiertos podían verse hasta la
remodelación efectuada en la misma, incisas en los muros de la pared de la
iglesia de San Salvador de Altzo-azpi. Sus singulares características físicas
le llevaron a participar en numerosas exhibiciones por diversas ciudades europeas,
siendo presentado ante las reinas de la época, Isabel II de España y Victoria
I de Inglaterra. Sus ropas y una tabla publicitaria en la que se recoge la
imagen que utilizaba en dichas exhibiciones están expuestas en el museo de
San Telmo de San Sebastián. Desde este caserío y en un recorrido secundario a
pie, es posible retornar al casco urbano de Altzo-muño, a través de una pista
que discurre junto a la ermita de Santa Bárbara.
Seguidamente y tras dejar a mano derecha los
caseríos Ipintza-berri e Ipintza-txiki nos adentramos en el
corazón de Altzo-azpi, donde además de la referida parroquia de San Salvador nos encontramos con el
grupo de caseríos Olazabal (Zar y Berri). La parroquia de
San Salvador, localizada junto a un pequeño cerro de 150 m de altitud,
data como ya se ha indicado del s. XI. Se trata de una iglesia de planta
rectangular, con torre campanario y consta de una única nave cubierta con
bóvedas de crucería. Conserva un arco de líneas góticas a la entrada de la
sacristía. Fue acondicionada hace unos 12 años y durante las obras se
descubrieron los muros del ábside de la iglesia románica que le precedió en
tiempos (monasterio de Olazabal). Dichos restos se conservan a la vista
mediante la apertura de una cripta.
Además de la iglesia parroquial y como testimonio
de la antigua propiedad Olazabal, están los caseríos Olazabal-zar (ó haundi), en cuya bodega se conservan testimonios
de la familia anteriormente mencionada (García Aznárez y su mujer Dª Gaila),
y Olazabal-berri y el molino Konde Errota, abandonado pero en buen
estado de conservación. Conviene señalar también en este enclave, el molino
de Errota Txiki, también
abandonado. En el caserío Olazabal-berri,
existe también otra hermosa fuente
que, datada de 1955, corresponde a agua no potable.
Finalizada nuestra visita a Altzo-azpi, podemos
dar por concluida la excursión. Para ello tomaremos la carretera comarcal que
enlaza desde esta zona con la N-I en las inmediaciones de Tolosa (a través de
la GI-2133 se alcanza la GI-2131 y desde ésta la N-I).
|