GUÍA DE ESPACIOS

DE INTERÉS

LÚDICO-NATURALÍSTICO

 DE GIPUZKOA

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AURKIBIDEA - INDICE

0 AURKEZPENA

1 ADARRA

2 AIAKO HARRIA

3 AIETE PARKEA

4 AIXOLA, PRESA DE

5 ALKIZA

6 ALTZANIA, BEUNDA...

7 ALZO

8 AÑARBE-URDABURU

9 ARALAR

10 ARANTZAZU

11 ARDITURRI

12 ARTIKUTZA

13 ATAUN

14 BEIZAMA-NUARBE

15 BERASTEGI

16 BIDANIA

17 CRISTINA ENEA

18 ERNIO

19 FARO DE LA PLATA

20 GORLA

21 GUADALUPE

22 IZARRAITZ

23 JAIZKIBEL

24 LANDARBASO

25 LARRAITZ

26 LARRAUL

27 LASTUR

28 LAU-HAIZETA

29 LEINTZ GATZAGA

30 LEIZARAN

31 LISTORRETA

32 MALBAZAR

33 MENDIZORROTZ

34 MIRAMAR PARKEA

35 MIRANDAOLA

36 MONTERRON PARKEA

37 OIANGU

38 OIANLEKU

39 OLATZ

40 ORENDAIN

41 PAGOETA

42 SAN ANTON

43 SAN MARCIAL (IRUN)

44 SANTA CLARA (ISLA)

45 SANTA ENGRACIA

46 SANTIAGOMENDI

47 SEGURA

48 TXINGUDI

49 ULÍA

50 URGULL

51 URKULU

52 ZUMAIA-DEBA

 

Babeslea:

Gipuzkoako Foru Aldundia

 

 

9 ARALAR:

ARRITZAGA-IGARATZA-GUARDAETXE

 

Casa forestal de Aralar (Guardetxe)

Denominación. Igaratza

Emplazamiento. Mancomunidad de Enirio-Aralar.

Accesos:

 A través de la autovía del Leizarán (A-15) o de la N-130 se llega a una rotonda que está al norte de Lekunberri y tras coger la carretera que atraviesa el núcleo de esta localidad se toma, a la derecha, la NA-7.510 que lleva a Baraibar, a la Casa Forestal de Aralar (Guardetxe), y al santuario de San Miguel de Aralar.

Transporte público:

La línea de autobús de la Roncalesa une Donostia con Pamplona y a su paso tiene paradas en los municipios de Atallu, Betelu, Lekunberri e Irurtzun. Está también la Muguirotarra que hace el trayecto Pamplona-Lekunberri.

Servicios:

En Lekunberri:el hostal Ayestarán I y Ayestarán II (tel. 948- 504127); el camping Aralar, junto al río Larraun, de segunda categoría y abierto todo el año, accesible a caravanas, con bungalows y capacidad para 310 personas (tel. 948- 504011-948-504326), además de numerosos bares y restaurantes. Hay también una oficina de turismo (tel. 948-604619 y fax: 948-604505) y otra del Consorcio Turístico del Plazaola (tel. 948-604619 y 948-504211 y fax: 948-604505), emplazada en el mismo lugar que la oficina de turismo. Los servicios en este municipio se completan con los equipamientos de frontón, piscina, polideportivo, la zona de El Lago, la Casa de Cultura con biblioteca, Farmacia y Cruz Roja. En esta localidad se halla el área recreativa de La Peña con mesas y bancos, fuente y parrillas para barbacoas.

En el núcleo de Baraibar: dos casas de agroturismo, Casa Apezteguía con capacidad para seis personas (tel. 948-504188) y Casa Aratxonea con igual capacidad (tel. 948-504145), y el restaurante Baraibar (tel. 948-504120). En Iribas está la Posada (tel. 948-504226) y en Mugiro la Venta de Mugiro (tel. 948-504011). También hay posibilidad de comer en Guardaetxe y en San Miguel y de dormir en el refugio público de Errenaga (Igaratza), construido por los Amigos de Aralar.

Elementos característicos:

 Aralar es una zona muy visitada por montañeros y excursionistas. Desde tiempo inmemorial ha sido un área muy frecuentada por los habitantes de los municipios próximos en busca de leña, helechos, pastos para su ganado, rutas de comercio, carboneo, etc., actividades que en gran medida han perdido hoy protagonismo y de las que el pastoreo sigue siendo la única que continúa, lo que ofrece la posibilidad de comprar queso en alguna de las bordas de los pastores.

Es una zona que tiene también interés por sus características estratigráficas y tectónicas (anticlinal fracturado) al igual que por la presencia de formas de origen kárstico y otras presuntamente glaciares, así como por los numerosos monumentos megalíticos que denotan la presencia del hombre desde tiempos remotos.

No hay que olvidar tampoco la fauna y flora que han experimentado un retroceso respecto a los ejemplares y extensión que ocupaban en un pasado aunque todavía se pueden apreciar importantes formaciones de hayedo.

Esta Sierra se encuentra en la actualidad con problemas de desertización. Es un espacio natural protegido, declarado Parque Natural en la zona guipuzcoana y a la espera de ser objeto de la misma declaración la zona navarra, tras haberse redactado a finales de 1996 el correspondiente Plan de Ordenación de Aralar.

Cartografía:

Hoja 89-III y 114-I a escala 1:25.000, del Instituto Geográfico Nacional Hojas 89-52, 89-60, 114-3, 114-4, 114-11 y 114-12 a escala 1:5.000, de la Diputación Foral de Guipúzcoa.

La Sierra de Aralar, situada entre las provincias de Guipúzcoa y Navarra, posee una extensión cercana a los 350 Km2, de los que aproximadamente un tercio de la superficie pertenece a Guipúzcoa. Es un importante relieve, con cotas superiores a los 1.300 metros de altitud, que se extiende en una dirección aproximada este-oeste.

Desde un punto de vista geológico se caracteriza por la presencia de rocas sedimentarias del Jurásico y Cretácico, principalmente calizas, margas, areniscas y arcillas. Estos materiales se hallan plegados en forma de anticlinal pero a su vez fracturados. En concreto, hacia la zona más Occidental, presenta una morfología de domo o cúpula y una zona de cumbres con morfologías en cresterío como consecuencia de las calizas urgonianas, más resistentes a la erosión, y cuyo ejemplo más característico lo tenemos en el cresterío de Ataun, al oeste del anticlinal de Txindoki y formado por la alineación de las cumbres de Arastortz, Itaundieta y Leizadi. Este tipo de estructura en domo se genera por interferencia de dos direcciones de plegamiento perpendiculares entre sí que producen el abombamiento y elevación de los estratos afectados en forma de cúpula. Además del Domo de Ataun las calizas urgonianas se extienden en dos grandes líneas: una va por Ausa (Gaztelu), Txindoki o Larrunarri, Larraone, Zabalegi y Balerdi y, la otra empalma con el Domo en Agaotz y luego se dirige hacia el este por Akaitz, Puterri, Artxueta, Eguardi Muño y Madalen Haitza.

Además de estas calizas urgonianas hay zonas de calizas jurásicas que presentan relieves más alomados, siendo los más importantes los que se encuentran en la ladera interior de los montes de la Malloa y las elevaciones que rodean Alotza (Uzkuiti, Ganbo, Gañeta, Pardarri).

Ligadas a estas formaciones calizas, que ocupan importantes superficies, aparecen diversas morfologías kársticas asociadas a los procesos de disolución de este material en presencia del agua lo que origina la creación de dolinas, lapiaces, etc., entre las formas denominadas de tipo externo, o las cuevas, sumideros, etc., de tipo interno. A modo de ejemplo cabe mencionar el sumidero de Ubei, cerca de la presa de Lareo y en el fondo de una depresión cerrada entre los montes Sastarri y Maomendi, en donde se precipitan las aguas de escorrentía procedentes de las laderas circundantes y que aparecen de nuevo en el manantial de Aiaiturrieta, tras circular de forma subterránea durante varios kilómetros. Otro ejemplo, también de morfología kárstica y punto de interés geológico, es el manantial de Osinberde, situado en el barranco de Arkaka y en zona de la Mancomunidad de Enirio-Aralar, que con un caudal medio anual de 350-400 l/sg es la principal salida del acuífero instalado en las calizas jurásicas de la parte central de la Sierra. En gran medida estas cavidades kársticas han sido cartografiadas y exploradas por lo que puede decirse que en este territorio se encuentra uno de los mayores patrimonios geológicos-espeleológicos de Guipúzcoa.

En la zona más meridional de la Sierra se pueden apreciar importantes procesos de deslizamientos de ladera, en zonas sin vegetación arbórea que fije el suelo y con materiales limoso-arcillosos no consolidados, como los localizados en las cercanías del valle del río Agauntza (Ataun y Aia).

Igualmente, la Sierra de Aralar destaca por la presencia de morfologías de posible origen glaciar, consecuencia de la presencia en tiempo pasado de masas de hielo. En este sentido cabe mencionar, como punto singular, el circo glaciar de Pardelutz.

Desde el punto de vista edafológico Aralar se caracteriza por suelos típicos de las montañas de clima templado, con moderado espesor y tendencia al lavado de nutrientes y a la acidificación debido a las abundantes lluvias. Esto junto a las fuertes pendientes, la construcción de pistas, la excesiva carga ganadera, los caminos en pendiente muy transitados, la circulación de vehículos, etc., está provocando la pérdida importante de suelo y, con ello, la desaparición de zonas de pasto y el inicio de los procesos de desertización.

La Sierra de Aralar es uno de los lugares tradicionales del pastoreo en Euskal Herria desde el Neolítico, como así lo atestiguan los numerosos monumentos megalíticos diseminados por toda esta sierra. La subida de los pastores con sus correspondientes rebaños, generalmente ganado ovino, se efectúa desde finales de abril a mediados de octubre, momento en el que bajan a los pastos de los valles de las localidades cercanas (Amezketa, Abaltzizketa, Ataun, etc.). Esta actividad ha decaído con el paso del tiempo y muestra de ello son las frecuentes bordas, chabolas, rediles y cercados abandonados. Es habitual encontrar también yeguas pastando libremente, la antigua raza conocida como poney vasco o jaca navarra.

La intervención humana en este territorio ha supuesto que la vegetación climácica, caracterizada por hayas, Fagus sylvática, haya desaparecido en muchas zonas tanto por su utilización para obtener carbón como para incrementar la superficie dedicada a pastos. De todas maneras, este tipo de bosque sigue encontrándose en estos parajes, con un sotobosque muy pobre, un estrato arbustivo caracterizado por el majuelo, Vaccinium myrtillus, y un estrato herbáceo con algunos helechos. También existe un hayedo sobre calizas, zonas de vegetación arbórea que busca, entre las grietas, los lugares aptos para desarrollar sus raíces, que viene acompañada por el avellano,Corylus avellana, Arce, Acer campestre, Tilo, Tilia platyphyllos, Fresno, Fraxinus excelsior, Roble, Quercus pubescens, Olmos, Ulmus glabra,Tejo, Taxus baccata, etc.

El paisaje vegetal que predomina en este territorio es el de los pastizales y landas, que van desde las formas más puras hasta las áreas de transición de bosque o a las que afloran la roca y en donde la vida vegetal solamente está presente con aquellas especies más resistentes y menos exigentes a las condiciones tan duras.

Además de lo descrito, también existen ciertas zonas de interés botánico o florístico como las crestas, roquedos y lapiaces, algunas de ellas incluso con especies endémicas de las montañas cantábricas; los bordes encharcados de arroyos y manantiales (juncos, por ejemplo); o la comunidad herbácea antropófila ligada a las zonas donde hay asentamientos humanos y/o ganado con especies de gran rareza (beleño negro, por ejemplo).

En cuanto a la fauna puede decirse que no quedan prácticamente osos, lobos, jabalíes, corzos, ciervos y linces, especies que poblaron en un pasado esta zona. Aralar tiene un papel de frontera entre las especies faunísticas mediterráneas y atlánticas. Destacan el tritón alpino, Triturus alpestris, sapo partero, Alytes obstreticans, lagartija roquera, Padarcis muralis, víbora cantábrica, Vipera seoanei, alondra, Alauda arvensis, Colirrojo tizón, Phoenicururs ochruros, etc. Hay también algunos mamíferos como el topo, zorro, tejón, liebre, etc.

En relación al régimen comunal cabe decir que éste se desarrolla en la zona alta de la mencionada Sierra, coincidiendo con los parajes donde pastan libremente ovejas, cabras y vacas. Estos terrenos pertenecen principalmente a los municipios cercanos, con diferencias en los derechos de vuelo, agua, pastos, etc. Así en la zona navarra está el Realengo o Erregenea mientras en la guipuzcoana está la Mancomunidad de Enirio Aralar. Esta Mancomunidad se creó a finales del siglo XIV, en el año 1399, con la asistencia de los lugares de Arama, Ataun, Beasain, Gaintza, Itsasondo, Legorreta y las Casas de Lazkao que se agregaron voluntariamente a la Unión de Villafranca (Ordizia) y con derechos sobre los montes de Aralar. En el año 1400 el rey Enrique III cede una zona de Aralar a Juan de Amézqueta, cesión que es contestada por el poder municipal de la entonces Unión de Bozue (Amezketa, Abaltzisketa, Baliarrain, Ikaztegieta y Orendain). Este litigio termina en el año 1409 cuando Juan de Amézqueta traslada su derecho sobre los montes a la citada Unión por la suma de 1400 florines de oro fino y justo peso de la moneda de Aragón. La escritura de esta transacción se confirmó en 1412 y la cantidad recibida por Juan de Amézketa se hizo efectiva, a partes iguales, por la Unión de Bozue y la Unión de Villafranca. Según los estudiosos del tema este acto refleja el origen de la actual Mancomunidad de Enirio Aralar al producirse el reparto de los derechos de aprovechamiento en proindiviso entre todos los municipios que pertenecían a la mencionada Mancomunidad. En 1821 fueron lotificados y repartidos entre ellos los bosques y el derecho de vuelo, aunque el derecho de pasturación en los montes comunales se mantuvo. En este último hecho radica la razón de los derechos que existen sobre algunos de los bosques actuales en la zona guipuzcoana y uno de los factores que más ha influido en la desaparición del arbolado en los últimos años.

El recorrido de Igaratza-Aralar, que a continuación se describe y que atraviesa territorio de Enirio-Aralar, es aconsejable realizar en días despejados, sin niebla, ya que con este condicionante climatológico es fácil la desorientación del paseante. El acceso más cómodo es la carretera (NA-7.510) que lleva al Santuario de San Miguel (17 Km) desde Lekunberri y Baraibar (Navarra), donde se coge la carretera asfaltada hasta llegar a la zona de aparcamiento de la Casa Forestal del Realengo o Guardaetxe (1.035 m), unos 13 Kms aproximadamente, lugar en el que se puede aparcar el coche. En esta subida se pasa por el núcleo de Baraibar (3 Km desde el cruce), donde se puede visitar la iglesia, al tiempo que se pueden observar importantes ejemplares de robles, Quercus pubencens, en las cotas más bajas, y de hayas, Fagus sylvática, en zonas de más altitud y donde afloran frecuentemente las rocas. Estos afloramientos calizos denotan la presencia de lapiaces, simas, etc. y otras formaciones kársticas. También se contemplan pastos con ovejas pastando al igual que algunos caballos. El paisaje es verdaderamente bello, especialmente en días soleados. Estamos pasando por una zona que es coto de caza.

A unos 12 kilómetros del cruce de Lekunberri se encuentran unas campas, con zona de aparcamiento, próximas al dolmende Albia (a mano derecha conforme se sube). Desde aquí se puede coger, si se desea, una senda que lleva a Andre Pagoena, Arrate, Borda Bustintza y las chabolas Cupulares Arkuek. Pero el objetivo del itinerario propuesto es continuar un kilómetro más por esta carretera hasta Guardaetxe y dejar aquí el coche.

En Guardaetxe se toma la misma pista, en la que la circulación de vehículos está prohibida, y se comienza a ascender. En ocasiones se puede llegar a retomar el viejo camino, a uno y otro lado de esta pista, y contemplar la vegetación autóctona de hayas. A la derecha de la pista se encuentra la sima de Beingo Leizea (1.085 m), de ancha boca y casi 80 metros de vertical de entrada, que desde hace unos años se encuentra vallada. Continuando en esta subida, y tras dejar una zona de hayedo, se llega a un paso entre rocas conocido por Kolosanbarnea (1.140 m) desde donde se continua por la pista que bordea la cara Oeste del Eulatz (1.281 m) hasta llegar a la zona conocida por Pago Mari o Intzezelai (1.155 m). Se sigue por la pista hasta el collado (1.220 m), en dirección Oeste, donde se encuentra una bifurcación. Aquí se toma la pista de la izquierda que lleva a la depresión de Olatz donde se aprecian bonitos ejemplares de Fagus sylvática, hayas, hasta llegar al collado y paso de Mandarrate (1.238 m), abierto en roca viva, desde donde se divisa el Kart de Desao, a la derecha, y la depresión de Ormazarreta y Larretxiki, lugar donde se hallan simas muy profundas.

A partir de este momento se abandona la zona de hayedos y se sigue hasta llegar a una encrucijada con tres opciones, siendo el camino de la izquierda el que se elige para acceder a la cima de Errenaga donde se hallan los refugios del mismo nombre, también llamados refugios de Igaratza. De los varios refugios que existe en este paraje, el más antiguo es el de “Amigos de Aralar” (1928). Cerca de éste existe otro público que funcionó como cantina los domingos de verano y la ermita de Errenaga, bendecida en 1946. El primer domingo de agosto se celebra una romería en la que se lleva en procesión a esta ermita la imagen de San Miguel. Desde aquí se disfruta de un bello paisaje del Aralar Occidental al igual que se divisa la línea de cumbres que hace de muga entre Navarra y Guipúzcoa.

Continuando por el mismo camino se llega a un cruce en el que existen dos opciones. En el caso que se tengan pocas fuerzas para continuar, se tomará el camino de la derecha que lleva al poste indicador de rutas y caminos de Igaratza. En esta zona destaca la pradera de Igaratza, o también conocida por Perileku, que se halla justo en el comienzo del valle de Arritzaga, por hallarse importantes monumentos megalíticos pertenecientes a la Estación de Aralar y que se concretan en el túmulo de Igaratza Norte, el dolmen de Igaratza Norte, el Dolmende Igaratza Sur, el crónlech de Igaratza II y el monolito de Igaratza III.

Este paraje ha destacado también por la feria de ganado que hasta hace algunos años celebraban los pastores de la zona en la antevíspera de San Juan (22 de junio) con el fin de intercambiar carneros para la reproducción de los rebaños, compra y venta de ovejas, etc. Al mismo tiempo, estos pastores ofrecían quesos o corderos, como limosna seguían entregándola en algún municipio de la zona. El topónimo Perileku, lugar de feria, es reflejo de este pasado aunque, también se dice, que es indicativo de la casa de mikeletes que se erigió en la muga de Guipúzcoa y Navarra con el fin de controlar el paso hacia Ataun, Zaldibia, Abaltzisketa y Amezketa. Sobre los cimientos de esta edificación se construyó en 1928 el actual refugio de los Amigos de Aralar.

En el caso de que se opte por el camino de la izquierda se sigue el trazado de un antiguo camino de peregrinos. Esta ruta, que partía de Larraitz, la solían utilizar los romeros de los municipios de Abaltzisketa, Alegi, Orendain ... para ir al Santuario de San Miguel. Por este camino se pasa cerca de la zona de Beaskin en donde se hallan un túmulo y un crónlech, ambos pertenecientes a la estación megalítica de Aralar, y cercanos a la majada de Beaskin (5 m al Oeste y 250 m al NE. respectivamente). Se continua por esta senda y, a unos 2 kilómetro de Igaratza, se pasa cerca de Ontzanburu en donde hay un túmulo perteneciente también a la estación megalítica de Aralar. Se regresa a la pista para continuar hasta llegar al lugar en donde hay dos caminos, siendo el de la derecha el que se toma, dirección NE., abandonando el de la izquierda que lleva a Doniturrieta goikoa. Por esta senda se continúa hasta llegar a un punto en el que convergen varios trazados debiéndose optar por el más oriental, que llega al collado de Lizaso (1.302 m), entre las cumbres del Ganbo y Pardarri, desde donde se aprecia las Malloas y el barranco de Arritzaga.

Seguidamente se toma la senda que transcurre por el fondo de un pequeño barranco, en dirección NE. para, descendiendo. llegar a las chabolas de Pardeluts (1.125 m) y aquí se tomará el “camino de minas”, senda a la derecha para llegar a la zona de Amabirjin arri pues si se opta por la de la izquierda se bajaría al núcleo de Amezketa. Según la tradición, en la parte superior de esta piedra caliza existe una oquedad que responde a la huella de la Virgen, Andra Mari, que descansa aquí, en su camino de Aralar a Aizkorri. En la cara sur de esta roca hay un nicho con la imagen de la Virgen. Ha sido costumbre dejar algunas monedas en una pequeña repisa, que posteriormente solían ser recogidas por cualquier persona que pasaba por el lugar en dirección al Santuario de San Miguel para depositarlas allí como limosna.

Desde el punto de vista geológico destaca en esta zona el circo glaciar de Pardelutz, detrás de las chabolas, en un corto valle que confluye con el de Amabirjina, momento en el que cambia de pendiente y marca el umbral a partir del cual los hielos se deslizaban hacia el valle principal. El fondo del mismo es semicircular, de unos cientos de metros, y con paredes muy verticales como consecuencia de la acumulación de nieve y hielo de épocas pasadas y cuya acción erosiva labró un pequeño circo glaciar. Cabe referenciar que esta zona de Pardeluz no es la única donde se pueden apreciar posibles morfologías de origen glaciar ya que en las partes más altas de esta Sierra se pueden apreciar similares formas.

Existe la posibilidad de tomar la pista de la izquierda, la que lleva a Amezketa, con el fin de apreciar el paraje de Burunzusin (Buruntz), lugar donde se encuentran los restos del antiguo poblado donde se alojaban los mineros de las minas abandonadas de Arritzaga. Su explotación comenzó en 1732, a cargo de una veintena de personas, y llegó a ocupar a más de cuatrocientas, entre las que se encontraba Fernando Bengoetxea (Fernando Amezketarra). A principios del siglo XIX se clausuraron y aunque hubo un intento de reabrir el coto minero en 1860 nunca más se pusieron en activo.

Asimismo, y en sentido perpendicular al valle principal, se observan, a ambos lados, sendas zonas deprimidas situadas entre los cresteríos calizos en las que se pueden reconocer posibles depósitos morrénicos, formados por arcillas y limos que engloban cantos de areniscas y calizas de tamaño pequeño, que pudieron ser arrastrados por los hielos y posteriormente depositadas al fundirse las mismas como consecuencia de la subida de las temperaturas que se produjo en época postglaciar.

Cerca de esta zona, tomando la senda más occidental que baja a Amezketa, se puede apreciar otra morfología de posible origen glaciar, como es el valle de Aritzaga. Este tipo de morfología asociada a la presencia de hielos se encuentra en la parte más alta del mismo, en las cercanías de las chabolas de Etise, con un perfil transversal de valle en forma de U, típico de zonas con glaciares, mientras que la zona más baja del valle presenta una forma en V, característico más de formas erosivas ligadas al agua, es decir, de ríos. Esta clara diferenciación morfológica dentro de un mismo valle se explica porque el glaciar no llegaba a ocupar todo el valle, sólo la zona de más altitud, ya que en cuanto descendía el glaciar por debajo de una determinada altitud se fundían los hielos por lo que el efecto erosivo era del agua y no del glaciar.

Se regresa por el mismo camino hasta Elurtzulo (1.134 m) y desde aquí se llega a Igaratza, zona descrita anteriormente y lugar de encuentro con la pista que lleva a Errenaga, Pagomari y Guardaetxe. Descendiendo por la NA-7.510 se llega de nuevo a Lekunberri donde se puede hacer una parada para visitar el casco urbano. Merece la pena visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista del siglo XIII, con retablos renacentista y barroco y pila bautismal románica; el convento de las Hermanas Clarisas del siglo XIX; la ermita del Pilar, abierta al público para la novena del Pilar (octubre) pues el resto del año está cerrada; el lavadero de 1858; y las numerosas casas tradicionales con amplios aleros, tejados a dos aguas, fachada en hastial y con una carpintería bien trabajada, algunas de ellas incluso del siglo XVI. Como lugares de interés cultural y recreativo se propone hacer una visita a la exposición permanente del tren del Plazaola, que se halla en la Oficina de Turismo; el Túnel Fantástico; el Parque de la Peña, lugar idóneo para hacer paseos, deporte y contemplar desde el mirador la localidad de Lekunberri; y el Lago, a las afueras de esta localidad, lugar para pasear y apreciar especies animales.


GUÍA de espacios de interés lúdico-naturalístico de Guipúzcoa  / autores: Juan Antonio Sáez García, Javier Gómez Piñeiro,

 Carmen Segurola Lázaro, Ana Sola Bueno, Lorena Eguizábal, Pedro Lozano, Arantza Martínez, Iñaki Altuna

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