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AURKIBIDEA - INDICE

0 AURKEZPENA

1 ADARRA

2 AIAKO HARRIA

3 AIETE PARKEA

4 AIXOLA, PRESA DE

5 ALKIZA

6 ALTZANIA, BEUNDA...

7 ALZO

8 AÑARBE-URDABURU

9 ARALAR

10 ARANTZAZU

11 ARDITURRI

12 ARTIKUTZA

13 ATAUN

14 BEIZAMA-NUARBE

15 BERASTEGI

16 BIDANIA

17 CRISTINA ENEA

18 ERNIO

19 FARO DE LA PLATA

20 GORLA

21 GUADALUPE

22 IZARRAITZ

23 JAIZKIBEL

24 LANDARBASO

25 LARRAITZ

26 LARRAUL

27 LASTUR

28 LAU-HAIZETA

29 LEINTZ GATZAGA

30 LEIZARAN

31 LISTORRETA

32 MALBAZAR

33 MENDIZORROTZ

34 MIRAMAR PARKEA

35 MIRANDAOLA

36 MONTERRON PARKEA

37 OIANGU

38 OIANLEKU

39 OLATZ

40 ORENDAIN

41 PAGOETA

42 SAN ANTON

43 SAN MARCIAL (IRUN)

44 SANTA CLARA (ISLA)

45 SANTA ENGRACIA

46 SANTIAGOMENDI

47 SEGURA

48 TXINGUDI

49 ULÍA

50 URGULL

51 URKULU

52 ZUMAIA-DEBA

 

Babeslea:

Gipuzkoako Foru Aldundia

 

 

50 URGULL

 

Monte Urgull y sus fortificaciones

Situación: Donostia-San Sebastián.

Dependencia: Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián.

Accesos: 1) Subida al castillo; 2) muralla del puerto ; 3) Paseo Nuevo (Aquarium); 4) Paseo nuevo ; 5) Plaza de Zuloaga ; 6) Plaza de la Trinidad.

Transporte público:

  • Servicio de microbús hasta la parte superior del monte (línea 39) sólo en Julio y Agosto (salida: Ps. de Salamanca, 5, cada media hora, pero horario no continuado, recomendable consultar horarios) .

  • Autobuses: Líneas urbanas con parada en la Alameda del Boulevard.
  • Ferrocarril: estación principal RENFE de San Sebastián.
  • Estación de Ferrocarriles Vascos: Easo.

Servicios:

Bar en la batería alta de Santa Clara (verano), sala de exposiciones temporales (cerrada en invierno), servicios, capillas, fuentes, bancos, carteles informativos, servicios de animación estival (batería de las Damas y polvorín de la batería del Gobernador).

Elementos notables:

Fortificaciones, Paseos arbolados, miradores sobre el mar y la ciudad.

Horario de apertura: 7 h. hasta la puesta de sol. El Macho del castillo de 8 a 20 h. en verano y de 8 a 18 en invierno.

Prohibiciones específicas: todo tipo de vehículos.

Bibliografía:

El castillo de Santa Cruz de la Mota y la murallas de la Plaza de San Sebastián / Fernando Mexia Carrillo. - San Sebastián : grupo Dr. Camino de Historia Donostiarra, 1979. - 176 p

 

 

Los edificios del San Sebastián decimonónico hunden sus cimientos sobre un pequeño istmo arenoso (o tómbolo) que une el monte Urgull -en lejanos tiempos isla- con el continente. El tómbolo fue originado por el entorpecimiento que el mencionado islote causaba en la propagación de las olas, provocando en las zonas de calma creadas a su abrigo la deposición de los materiales que éstas transportaban, a los que se unieron los depositados por el río Urumea al llegar al mar. En la zona del istmo más cercana al monte, y al abrigo del mismo, se construyó inicialmente la villa fundada por Sancho el Sabio hacia 1181, participando el Monte Urgull desde muy pronto en el sistema defensivo de San Sebastián.

Con el paso del tiempo fueron sucediéndose multitud de obras de fortificación cuyo propósito era el de asegurar la defensa de la población junto con la denominada fortificación baja, o murallas que la circundaban. Por lo tanto no puede decirse que las diversas fortificaciones del monte pertenezcan a una época concreta, sino que fueron construyéndose a lo largo de los siglos aprovechando elementos ya existentes. El resultado del proceso es el que podemos ver hoy en día.

Perdido su interés estratégico, el progresivo abandono de las fortificaciones en el siglo XIX facilitó que a principios del siglo XX el Ayuntamiento comprara el monte. Parte de las fortificaciones fueron destruidas en ese momento con la intención de convertir el monte en un parque. En 1963, coincidiendo con el 150 aniversario de la destrucción de la ciudad, se procedió a la rehabilitación parcial del algunas de las fortificaciones, actuación que permite la contemplación de las mismas en su estado actual.

El paseante iniciará el recorrido ascendiendo a Urgull por la "subida al castillo" (Paseo "Andereño Elbira Zipitria") que se inicia en un lateral de la Sociedad "Gaztelubide" ; a la derecha discurren los muros de la Basílica de Sta. María (s. XVIII). Era éste el camino más importante para el acceso a la fortaleza y el obligado cuando se trataba de transportar piezas de artillería, que llegaban a través de la calle del Campanario.

Subiendo por el camino empedrado, el paseante podrá observar a su izquierda la escalinata que lleva hacia la iglesia del convento de Sta. Teresa; más adelante unas escaleras descendentes le conducirían hacia la plaza de la Trinidad, donde antaño se levantó el colegio de los Jesuitas... pero es mejor seguir ascendiendo hasta llegar a la verja de entrada al monte, justo donde se ubica a la izquierda un antiguo cuerpo de guardia. Traspasada la puerta, se unirá al camino otro procedente de la plaza de Zuloaga. Avanzando por el camino ascendente, el paseante tendrá a su derecha, en la base del monte, el antiguo convento Dominico de San Telmo, luego convertido en hospital, cuartel y actualmente en museo. Su fachada principal es de principios del s. XX, pero alberga un claustro, iglesia y otras dependencias más antiguas.

Continuando el camino, el paseante llegará hasta la primera fortificación propiamente dicha, formada por la Batería del mirador (h. 1726 sobre una plataforma artillada de mediados del s. XVI) y un baluarte bajo (h. 1760) en el que se abren dos troneras, accesible desde el camino por una puerta .

Traspasada la primera puerta, se accede a otra en forma de pequeño túnel. En su interior, la puerta del cuerpo de guardia se abre en su pared izquierda y, frente a ella, la que da acceso al cuartel abovedado a prueba (de bomba) dotado de una escalera que permite su comunicación con la parte superior del baluarte, donde se situaba la artillería (ambas puertas cerradas al público). Subamos a la misma avanzando por el camino y tomando el primer camino a la izquierda. Se conserva el suelo enlosado, destacando sobre él la caseta de salida de la escalera del cuartel a prueba y las diez troneras por las que asomaban los cañones. Fue una de las baterías más activas en los diversos sitios a que estuvo sometida la ciudad, ya que sus cañones podían disparar sobre los sitiadores que generalmente disponían su artillería en los arenales del Chofre -a la derecha de la desembocadura del río-, con objeto de disparar hacia el lienzo de la muralla oriental, la más débil. Hacia el mar se podría utilizar como batería a barbeta (sin protección para los artilleros).

Saliendo del baluarte por donde entró, el paseante deberá proseguir el camino, que le llevará hasta un paraje denominado Cementerio de los ingleses. Allí fueron enterrados varios oficiales de la legión auxiliar británica que intervinieron en la Primera guerra Carlista (primera mitad del siglo XIX). Una vez traspasados los pequeños monumentos funerarios puede observarse la representación de un castillo y una roca rojiza con una inscripción coronada por un águila; se trata de un fragmento del monumento que en 1913 se levantó enfrente del Casino (hoy Casa Consistorial) en conmemoración del centenario incendio de la ciudad por las tropas anglo-portuguesas, que libraron a la ciudad de la ocupación francesa durante la Guerra de la Independencia. El monumento no fue del agrado de los donostiarras y fue retirado de su emplazamiento.

Continuando con el recorrido, se unirá al camino el que procede del Paseo Nuevo. Algunos metros más adelante el paseante puede asomarse hacia el mar; en la falda del monte divisará una antigua batería de la que solo se conserva un cuerpo de guardia y restos diversos del complejo. Se trata de la Batería de Bardocas, cuya última reforma data de 1898.

El camino llevará al paseante hasta a un bosquete de pinos y, continuando con la ascensión, a la denominada Batería de Santiago, también denominada de "la Reina". Dispone ésta de dos sectores claramente diferenciados. Por una parte el "frente de mar", de formas irregulares terminando en un cubo semicircular. Unas escaleras de bajada permiten llegar, siguiendo un muro aspillerado construido a raíz de las Guerras Carlistas (s. XIX), hasta la Batería alta de Santa Clara, donde está instalado un bar.

El paseo propuesto requiere volver a ascender por las escaleras hasta llegar a la segunda parte del Baluarte de Santiago que bate el frente de tierra. Sus muros forman un ángulo ligeramente obtuso y, aunque actualmente únicamente dispone de un pretil y de una barandilla, en otros tiempos dispuso de varias cañoneras. En su interior crecen un grupo de tamarices (tamarix gallica). Vale la pena asomarse a la barandilla situada en el ángulo para contemplar la bahía de la Concha.

Continúe el paseante por el camino. A su izquierda contemplará las ruinas de un cuartel a prueba construido en el s. XIX al que se le ha adosado en una de sus paredes un cobertizo. Cercano al mismo encontramos una fuente y, a su derecha, la Batería de Napoleón, construida por los ocupantes franceses en la Guerra de la Independencia. Más adelante se encuentra la Plataforma del Suroeste y, a continuación de la misma, el Castillo de Santa Cruz de la Mota, al que el paseante accederá a través de  unas escaleras que le conducirán a una puerta. Traspasado el umbral de la misma ascenderá por las estrechas escaleras de su derecha, comenzando a circundar el recinto, llegando a otras escaleras ascendentes que dan acceso a la capilla habilitada en las antiguas dependencias del castillo y desde la que a su vez se accede por medio de una puerta situada en un costado al monumento al Sagrado Corazón de Jesús, en cuya base se dispone otra pequeña capilla y el mirador más alto del monte.

Saliendo de la capilla principal y descendiendo las escaleras, el paseante podría dejar el Castillo continuando por las escaleras que constituían el acceso Norte, pero recomendamos continuar circundando el Macho del Castillo entre antiguos cañones. A la derecha podrá asomarse a la reja de una puerta, que le permitirá ver el interior de la pequeña capilla del Santo Cristo de la Mota, siguiendo después hasta una plaza de armas desde donde se accede a un antiguo cuartel del siglo XVIII, habilitado hace algunos años como museo histórico-militar (cerrado). También se conserva todavía un pozo desde el que se podía extraer agua del aljibe.

Continuando con el rodeo, se llega nuevamente a las escaleras de acceso, por las que descenderá el paseante que, tomando el camino principal hacia la izquierda, llegará hasta la Batería alta del Gobernador. En una esquina de la misma se accede a un mirador que proporciona unas vistas inigualables sobre la Parte Vieja de la ciudad y el Ensanche decimonónico.

Entre los tejados de la Parte vieja destaca la porticada Plaza de la Constitución, presidida por el edificio neoclásico de la antigua Casa consistorial (1832), hoy Biblioteca municipal (desde 1951), y a la izquierda la Iglesia de San Vicente (s. XVI) y el mercado de la Brecha (1871). Es una parte vieja relativamente "nueva", ya que el 31 de agosto de 1813 la ciudad fue asaltada por tropas angloportuguesas que intentaban expulsar a las tropas ocupantes francesas. A resultas de la operación militar la ciudad fue totalmente destruida, con excepción de las construcciones pegadas a la falda de Ugull. Hasta 1840 duró la reconstrucción de la ciudad, reedificada siguiendo los planos del arquitecto Ugartemendía, conservando -con mínimas modificaciones- la planta de la ciudad antigua. Las murallas -que se extendían prácticamente hasta la actual avenida de la Libertad- se conservaron hasta 1864, en que se procedió a su demolición, dando lugar al Ensanche proyectado inicialmente por el arquitecto Antonio de Cortázar, basado en una trama ortogonal trazada  a partir de la prolongación de la calle Mayor. Una alameda (Boulevard) separó la ciudad vieja de la nueva. Posteriormente fue demolida la muralla oriental de la ciudad, que limitaba con el río, procediéndose a su canalización y relleno, sobre el que se edofocçp el Ensanche Oriental. Al otro lado del río surgió el barrio de Gros.

Edificios públicos representativos del Ensanche meridional y que en su mayor parte pueden observarse desde el mirador son, lindando con el río, el Teatro Victoria Eugenia y el Hotel Maria-Cristina (1912). A su derecha, la porticada Plaza de Guipúzcoa, con el edificio de la Diputación Foral (1885) cerrando su lado derecho. Al fondo sobresale la torre de la Catedral del Buen Pastor (eclecticismo goticista, 1897), que ocupa el centro una plaza limitada posteriormente por los edificios de la antigua Escuela de Artes y Oficios (1909, hoy Correos) e Instituto Provincial de 2ª Enseñanza (1900, hoy Centro Cultural Koldo Mitxelena). A la derecha cierra el Boulevard el Edificio de estilo ecléctico del antiguo casino (1887, convertido en Casa Consistorial en 1941). Los cuatro puentes sobre el Urumea, citando en orden desde la desembocadura son los de la Zurriola o del Kursaal (1921), Santa Catalina (1872), María Cristina (1905) y Mundaiz (1999).

Abandonando el mirador y siguiendo el camino el paseante llegará a la Batería baja del Gobernador, donde se encontrará con varios edificios; en uno de ellos están instalados los servicios. Traspasando una abertura practicada en un muro accederá a un camino descendente, más estrecho, llegando tras un corto recorrido a un paraje desde el que, entre árboles, puede observarse una vista superior del Baluarte del Mirador. El paseante deberá en ese punto, donde dispone de varios bancos, tomar el camino, ligeramente ascendente, de su derecha. Llegará a un pequeño cobertizo y, tras rebasarlo, se encontrará con un cruce de caminos y escaleras. Tomará el paseante el camino, que le llevará a la base del Baluarte de Santiago que se elevará a su derecha. Al final, el camino desembocara en la Batería alta de Santa Clara, desde donde, a la derecha, unas escaleras ascendentes le conducirán hacia el bar. Pero es preferible continuar bajando las escaleras que se continúan por un camino empedrado que le dejarán en el camino principal del Monte. A la derecha tendrá la Batería Baja de Santa Clara, un lugar privilegiado para observar sin peligro las olas del Paseo Nuevo en los días de temporal, justo delante de una explanada en la que se proyectó a finales del siglo XIX una batería acasamatada que no llegó a construirse.

Volviendo el paseante sobre sus pasos y continuando por el camino principal, llegará hasta la Batería de las Damas. Es una batería a barbeta, esto es, la única protección de los artilleros y cañones es un muro de un metro de altura, sin merlones ni troneras. Varios edificios complementan la batería. En la continuación del camino, el paseante encontrará una fuente. Deberá, una vez rebasada ésta, tomar a la derecha, unas pequeñas escaleras que le llevarán al denominado Paseo de los Curas que discurre encima de la Muralla de Espanochi. Justo enfrente de la escalera se encuentra un pequeño mirador con varios bancos. Era la base de una torre de defensa del puerto. Asómese el paseante a la misma y podrá observar una bella vista del puerto de San Sebastián, bastante diferente de la que podría contemplarse a principios del siglo pasado, ya que a mediados del siglo XIX se construyó la dársena de la derecha (actualmente deportiva) mientras que la dársena de la izquierda (actualmente "pesquera") poseía en su interior dos espigones más.

Continuando por el paseo de los curas en dirección a la ciudad, el visitante del Monte Urgull llegará a una pequeña puerta. Traspasada la misma tomará las escaleras de su derecha que le dejarán en el adarve (parte alta) de la muralla occidental de la ciudad (la única que, fragmentariamente, se conserva) llevándole hasta la parte superior de la antigua puerta de mar y, continuando, hasta el edificio racionalista del Real Club Náutico (1929).


GUÍA de espacios de interés lúdico-naturalístico de Guipúzcoa  / autores: Juan Antonio Sáez García, Javier Gómez Piñeiro,

 Carmen Segurola Lázaro, Ana Sola Bueno, Lorena Eguizábal, Pedro Lozano, Arantza Martínez, Iñaki Altuna

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