La serie de sellos puesta en circulación con motivo
de la celebración del 2ª aniversario del Movimiento Nacional fue diseñada
en el seno del Departamento Nacional de plástica del Servicio Nacional
de Propaganda, en aquellos momentos en manos de la Falange Española.
Así se explica que sea una de las series de sellos con la estética más
claramente falangista.
El diseño presenta una alegoría del saludo falangista. Ésta consiste en
una mano en posición abierta en cuyo centro están impresos el yugo y las
flechas, símbolo adoptado por la Falange, rodeado todo ello por dos ramas
de laurel. El conjunto alegórico descrito está impreso sobre un fondo
formado por la palabra Franco repetida nada menos que 54 veces (dieciocho
filas de a tres palabras cada una).
La relación con Gipuzkoa de esta serie se fundamenta en la circunstancia
de que Juan Cabanas Erausquin, autor del diseño, nació en
San
Sebastián en el año 1907. Hijo del también pintor Juan Cabanas Oteiza y
hermano del pianista Angel, vivió durante algún tiempo en la localidad
guipuzcoana de Asteasu. Además del primer aprendizaje artístico con su
padre, estudió diversas disciplinas artísticas en la Real Academia de San
Fernando (Madrid), así como en París y Roma. Vuelto a San Sebastián, fundó
una academia de pintura, fue cofundador del grupo artístico "Gu",
colaborador literario del diario bilbaíno "El Pueblo Vasco" y trabajó
también con el arquitecto Aizpurua y con Eduardo Lagarde en la decoración
de algunas de sus obras.
Tras la guerra civil estuvo vinculado a las actividades de la Falange.
Accedió a la dirección de entidades oficiales o semioficiales, siendo el
creador del Departamento Nacional de Plástica, desde el cual proyectó y
ejecutó al frente de un numeroso equipo de profesionales la ornamentación
de actos y celebraciones del Réginen, así como de algunos de los símbolos
que lo identificaron.
En el año 1945 viajó a hispanoamérica, donde realizó algunos trabajos,
asentándose definitivamente en el año 1954 en Perú.
Dichos sellos estuvieron autorizados a circular únicamente tres días,
entre el 17 y el 19 de julio de 1938, quedando como sobrante
aproximadamente la mitad de la tirada de cada uno de ellos.
La técnica de impresión utilizada (litografía) provocó la aparición de
diversas variantes en los sellos que componen la serie.
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