LA TENDENCIA DEL PAISAJE INTEGRADO
EN GEOGRAFIA
Dra. MARÍA DE BOLOS I CAPDEVILA
Dentro de la Geografía hay que considerar distintas tendencias o ramas
derivadas del diferente enfoque planteado. La tendencia del Paisaje integrado
tiene
como finalidad fundamental llegar al conocimiento de la estructura y
funcionamiento
de la superficie terrestre considerada globalmente, como un todo. Esta
idea está fundada y profundamente enraizada en el pasado de la historia
de la
Ciencia geográfica. La idea de que la superficie terrestre constituye
un conjunto
único aparece expresada en trabajos de autores diversos, entre los que
podemos citar
a A. de Humboldt, F. Richthofen y posteriormente a S. Passarge, H.
Bobek,
C. Troll, J. Schmithüsen, etc
Dentro de la evolución del pensamiento científico se ha planteado en
diferentes
momentos y por consiguiente con respuestas diferentes, de que manera
puede captar la mente humana la compleja realidad de la superficie
terrestre
En un principio se siguió el camino del análisis, consistente en
considerar las
diferentes partes del conjunto como elementos aislados prescindiendo de
las reales
y complejas interconexiones existentes. Este método conduce a los
estudios clásicos
y tradicionales de la denominada Geografía general en la que el objeto
y los
métodos rozan y se confunden con frecuencia con los de otras ciencias.
Un segundo camino consiste en considerar dichos elementos separadamente
pero buscando y convirtiendo en objeto inmediato las relaciones
existentes entre
ellos. Este sería un camino, desde el punto de vista geográfico más
correcto que el
anterior, puesto que con él nos acercamos más a la realidad total de la
superficie
terrestre. Generalmente, pero se trata de análisis que aislan grupos de
elementos
dos o tres, y buscan las relaciones existentes entre ellos. Aunque se
intenten análisis
en profundidad de estas relaciones, la realidad global queda falseada.
Un tercer camino, dentro del ámbito de la Geografía general sería el
tener
como objeto fundamental llegar a captar la realidad total, con todas
sus interrelaciones
y con toda su dinámica global. Este camino debe partir de una
concepción
estructuralista y sistémica de la superficie terrestre. Como punto de
partida se debe
considerar a dicha superficie como a una interfase o zona de contacto
entre sistemas
diferentes: atmósfera, litosfera e hidrosfera y por consiguiente ésta
constituirá
una realidad integrada. Así la definieron ya Bobek y Schmithüsen. En
ella, como en todos los elementos que la constituyen pueden distinguirse,
según la escala, diferentes niveles de integración, cada uno de los cuales constituye una
totalidad en
el sentido holístico de Smuts, es decir que la totalidad no es igual a
la suma de los
elementos. Las propiedades de las rocas no son de ninguna manera el
resultado de
la suma de las propiedades de los minerales componentes de las mismas,
puesto
que existe un hecho fundamental, la estructura, o sea la forma cómo
están directamente
interrelacionadas.
A cada uno de los niveles de integración corresponde una ciencia o rama
especializada.
Así la mineralogía estudia los minerales, la litología las rocas, la
Geomorfología
las formas que presentan los conjuntos rocosos de la superficie
terrestre.
El estudio de los seres vivos puede plantearse de forma parecida. El
estudio
de las moléculas lo realiza la Biología molecular, el de las células la
Citología,
el de los tejidos la Histología, el de los órganos y organismos la
Anatomía y la Fisiología,
y el de las comunidades de organismos la 200 y Fitocenología.
La integración a niveles más altos que es la que interesa en estos
momentos
es la que presenta mayor complejidad. Aparecen interrelaciones entre
unidades que
reúnen gran número de elementos de las características más diversas.
Así por
ejemplo se pueden analizar las interrelaciones existentes entre las
formas terrestres
y vegetación de gran importancia recíproca. Es a partir de estos
niveles que la
ciencia geográfica puede considerar otro superior en el que se reúnen
los conjuntos
constituidos por elementos abióticos y bióticos. Los nexos que unen los
elementos
a diferentes niveles son de carácter diverso: físico, químico, trófico,
socioeconómico,
etc.
Esta realidad integrada, organizada en diferentes niveles y concebida,
gracias,
en buena parte a las aportaciones de los ecólogos, como un sistema
constituye
un objeto de estudio que debe ser captado por la inteligencia humana no
mediante
el análisis y la síntesis convencional sino a través de una concepción
de conjunto
que permita definirlo teóricamente. En ecología el modelo básico es el
ecosistema
y en paisaje integrado el geosistema.
EL GEOSISTEMA
La palabra geosistema fue definida por el geógrafo soviético Sochava en
1953, como un modelo teórico y por tanto como a tal no tendría
existencia real
en la superficie terrestre, de la misma manera que no la tiene el
ecosistema.
Queremos subrayar que la palabra geosistema ha sido utilizada por G.
Bertrand con carácter de unidad taxocorológica, cosa que hay que ten&
en cuenta
para la buena comprensión de los trabajos realizados en Toulouse y en
Barcelona
hasta 1978 aproximadamente. Como dice el mismo autor «en un deseo de
uniformización
conceptual y de simplificación de lenguaje es mejor utilizar siempre el
sentido inicial dado por Schava que hace del geosistema, paralelamente
al ecosistema
una abstracción y un concepto» (BERTRAND,
1978).
Partiendo de esta base conceptual, en el modelo geosistema encontramos,
como en cualquier sistema abierto unos elementos en interconexión y unas
entradas de energía y de materia. En el geosistema los elementos aparecen
constituidos
a su vez por sistemas más simples o de inferior rango que podemos
denominar subsistemas
y estos a su vez por otros y así sucesivamente. Los primeros
subsistemas
que podemos considerar como elementos del geosistema son el constituido
por el
conjunto biótico (litomasa, aeromasa, hidromasa) y el formado por los
elementos
vivos (biomasa) que corresponden al ecosistema. En el ecosistema
quedaría
incluido el hombre en cuanto que realiza determinadas funciones que son
exactamente
iguales que las realizadas por los demás seres vivos tales como comer,
respirar,
etc. El hombre pero ha evolucionado de tal forma a través de la
historia que
ha sido capaz de crear un tercer subsistema, el socioeconómico, que
forma parte
también del geosistema puesto que está íntimamente interconexionado con
los dos
otros subsistemas y evoluciona conjuntamente con ellos hacia una
dirección determinada.
Entre los subsistemas se forman interfases, las más importantes de las
cuales
son el suelo, interfase el subsistema abiótico y biótico y el
agrosistema entre los
dos subsistemas anteriores y el socioeconómico.
El mecanismo de la evolución del geosistema responde a la entrada de
una
determinada energía cuyas características intrínsecas, por un lado y
sus efectos sobre
el complicado mecanismo que pone en marcha por el otro contribuye a
definir
y caracterizar el geosistema.
Las fuentes de energía pueden ser internas o externas. Entre las
externas, la
más importante es la radiación solar. Esta radiación real que se puede
medir directamente
en un punto determinado o indirectamente a través de la medición de
diferentes
fenómenos de orden climático que derivan de transformaciones complejas
en el seno de la atmósfera (llegada de masas de aire a temperaturas
determinadas,
energía cinética de las gotas de lluvia, etc.) Queremos subrayar que es
frecuente
considerar el clima como un elemento del geosistema si bien en realidad
se comporta
como una energía que actúa sobre él.
La energía de origen interno es básicamente la orogénica y la de la
gravedad.
Mientras las energías externas se encuentran sometidas a unas leyes
determinadas
y en muchos casos a una periodicidad concreta, las energías internas
no, su
mayor o menor importancia o incluso presencia tienen carácter
aleatorio.
Hay que tener en cuenta también que en un punto determinado de la
superficie
terrestre hay, por una parte, una incidencia concreta de la radiación
solar, a la
que se unen las acciones climáticas, la fuerza de la gravedad (causa
del movimiento
de materiales tanto líquidos como gaseosos hacia los puntos más bajos)
y por otro
finalmente sumarse la que denominamos suplementaria o exosomática
aportada
por el hombre básicamente para la puesta en marcha del subsistema
socioeconómico,
todo lo cual conducirá también al establecimiento de una clasificación
de
los geosistemas en relación con la energía.
El conjunto de energías indicado no actúa de forma anárquica sino que
hace
evolucionar el geosistema como un todo hacia un estadio final que se
puede considerar estacionario o con oscilaciones regulares. Este estadio
se puede definir como de madurez o de equilibrio. En él su organización
es jerárquica, muy compleja, con
baja tasa de renovación del sistema entero. Los elementos presentan
tamaños
grandes con lo que se produce un menor gasto de energía en el
mantenimiento
propio y una fuerte capacidad de organización del espacio.
CLASIFICACION DEL GEOSISTEMA
Clasificar consiste en comparar los individuos, observar las semejanzas
y diferencias
existentes entre ellos y posteriormente reunir aquellos que presentan
unas
determinadas identidades en un conjunto denominado taxón.
Los criterios para clasificar son múltiples, pero los fundamentales
para la clasificación
del geosistema son: a) los referentes a la estructura; b) los
referentes al
funcionamiento y a la dinámica en relación con la energía.
La estructura y la dinámica del geosistema es objeto de detalladísimos
y profundos
estudios estacionales, particularmente en la Unión Soviética y en
Alemania,
no obstante se puede llegar a una clasificación sencilla pero útil que
puede ser
la base para clasificaciones más afinadas en el futuro.
GEOSISTEMA SEGUN M. de BOLOS 1982
|
Un primer criterio para la clasificación del geosistema por su
estructura nos
vendrá dado por la presencia o ausencia del subsistema socioeconómico.
Todavía
el grado de antropización de la tierra permite a determinadas escalas
la presencia
de geosistemas que no cuentan con el subsistema socioeconómico. Son los
geosistemas
que podemos denominar naturales o de tipo N.
La importancia relativa de cada uno de los subsistemas en los
geosistemas completos permite el establecimiento de cuatro tipos :
1) con predominio del subsistema abiótico (L).
2) con predominio del subsistema biótico (B).
3) con predominio del subsistema socioeconómico (A).
4) sin el predominio de ninguno de los subsistemas o en equilibrio, que
denominaremos de tipo (E)
Dentro de cada uno de estos grandes tipos pueden distinguirse muchos
subtipos con los que se puede llegar a una taxonomía muy compleja y
completa por lo que a la estructura se refiere. Es un campo que todavía
necesita mucho trabajo teórico y mucha observación y experimentación.
El geosistema puede clasificarse así mismo en relación con el grado de
evolución
alcanzado o sea según la proximidad, al equilibrio final de acuerdo con
las
entradas y salidas de materia y de energía. En una primera aproximación
podrá
hablarse de geosistemas jóvenes o en fase de evolución (C), de
geosistemas en regresión
o de tipo (R) y de geosistemas en equilibrio (E).
RELACIONES ENTRE LOS SUBSISTEMAS
Las relaciones que se dan entre el subsistema abiótico y biótico se
encuentran,
a pesar de su gran complejidad, dentro de un marco que permite
precisarlas
de forma relativamente fácil, pues responden a relaciones de causalidad
dentro del campo de la física y de la bioquímica. Más complicada es la
gama de
relaciones que se establecen entre los subsistemas naturales y los
socioeconómicos.
Estos se expresan normalmente en términos de probabilidad. La sociedad
humana
identifica la naturaleza, tiene necesidad de ella, la controla, la
explota, se la apropia
y la organiza mediante un sistema de centros y de ejes de relación. Del
análisis
de estas relaciones y posiblemente de otras que junto con las de
carácter trófico
que obligan a considerar al hombre como formando parte, del ecosistema
se puede
llegar a las siguientes conclusiones :
1) El hombre está inmerso en la naturaleza, de la que forma parte, y
como
ser vivo debe ser considerado como dentro del ecosistema. 2) El hombre
es capaz
de organizar la naturaleza de tal manera que llega a constituir un
nuevo subsistema
formado por una estructura compleja, con gran cantidad de energía
exosomática, en relación con las necesidades sociales y económicas de la
sociedad humana. La
corriente de energía en este subsistema es de disposición horizontal,
mientras que
en los naturales presenta siempre disposición vertical, con lo que se
da origen a
estructuras en diferentes posiciones.
PASO DEL GEOSISTEMA AL PAISAJE
Creemos que la palabra paisaje tomada del vocabulario corriente es
suficientemente
expresiva y clara para que pueda ser llenada de contenido científico,
de la
misma manera que un árbol tiene también dos significados, el
correspondiente al
vocabulario de la calle y el científico, por lo que estamos de acuerdo
con Donisa
(1979) de Rumanía en no sustituir la palabra paisaje por otras que se
han sugerido
tales como geosistema, pero que tienen significados realmente
diferentes. Es por
consiguiente de gran interés definir el significado científico de
paisaje, ya que el
común es de todos bien conocido.
En el análisis ordenado de la realidad concreta de la superficie de la
tierra,
en el más alto nivel de integración se encuentran los diferentes
elementos que definen
el geosistema, agrupados y estructurados en subconjuntos de diferente
complejidad.
Encontramos rocas, agua, seres vivos reunidos en poblaciones,
asociaciones
y biocenosis. Estos conjuntos de elementos que son definidos y
concretos, ocupan
un espacio determinado, responden a un momento determinado de la
historia y
encajan exactamente con el modelo que hemos definido como geosistema.
Podemos
definir el paisaje, por consiguiente, como el geosistema concreto que
ocupa un
espacio geográfico determinado.
Al hacer referencia a conjuntos concretos y espacios determinados nos
encontraremos
con discontinuidades reales sobre la superficie de la tierra que nos
delimitarán
unidades de paisaje. La mayor o menor claridad de estos límites estará
relacionada principalmente con el grado de proximidad genética, el
contraste entre
las estructuras grado de evolución, etc.
CLASIFICACION DE LOS PAISAJES
El paisaje debe clasificarse también de acuerdo con unos determinados
criterios
y estos serán en este caso:
a) el tipo de geosistema; b) la disposición de las unidades en el
espacio; c) la
edad de los paisajes y su estado de evolución.
Podemos considerar, en una primera aproximación y de acuerdo con el
tipo
de geosistema: paisajes naturales, siempre que no aparezca un conjunto
socioeconómico.
Por ejemplo un paisaje desértico, o un paisaje situado en la cima de
una
montaña por encima de los 5.000 metros.
Paisajes en los que los tres subsistemas básicos alcanzan una
importancia semejante.
Por ejemplo un estepa ucraniana, bien desarrollada, sometida a un
pastoreo
no extremado con lo que no se llega a una disminución de biomasa
constante.
Paisajes abióticos, en los que predomina el funcionamiento del
subsistema
abiótico, como por ejemplo un delta en formación o los paisajes en
pendientes superiores
a los 35º.
Paisajes bióticos en los que el ecosistema es el subsistema fundamental
en el
funcionamiento del paisaje. Un hayedo, un robledal de la Europa
atlántica en condiciones
normales.
Paisajes, finalmente socieconómicos serían aquellos cuyo funcionamiento
se
basaría en la importancia de los elementos construidos por el hombre y
sería muy
acusada la importancia de la energía exosomática. Una urbanización, un
polígono
industrial.
Hay que recordar así mismo que existen paisajes de interfase tales como
todos
los de carácter agrario.
En relación con el espacio hay que tener en cuenta que si bien el
geosistema
no tiene tamaño concreto exactamente igual podemos definir como tal un
bosque
de miles de kilómetros que una pared rocosa de unos metros, el paisaje
limitado a
un espacio geográfico concreto obliga a tener en consideración el
tamaño y por
consiguiente se hace imprescindible el establecimiento de una escala.
De acuerdo con las escalas de trabajo más frecuentemente utilizadas y
teniendo
en cuenta las ya existentes y utilizadas en estudios de paisaje, se ha
elaborado
otra nueva que mientras, por un lado representa nuestro modo de
explicar la
compartimentación del espacio geográfico de forma global, por otra
constituye
una hipótesis de trabajo, pues es de sumo interés llegar a saber si
dicha escala es
tan sólo válida para un determinado tipo de paisajes o bien lo es para
otros muchos
o para todos...
En la taxonomía se ha escogido como unidad fundamental la geocora, por
encima de la cual aparecería la meso, macro y megacora así como el
dominio y la
zona y por debajo la microcora y el geotopo. Hemos dejado de lado la
palabra región
utilizada por Bertrand a fin de evitar confusiones que lamentablemente
se
han producido con frecuencia.
Si queremos clasificar las unidades de paisaje en relación con el
espacio, hay
que tener en cuenta la vecindad, la disposición y la forma de dichas
unidades, lo
que permite agrupaciones diferentes siendo los tipos o disposiciones
que aparecen
con mayor frecuencia el zonal, el simétrico a lo largo de un eje,
concéntrico respecto
a un espacio central y en mosaico. Las agrupaciones así formadas no
responden
a criterios de estructura. Especialmente pueden ser más próximos un
bosque
de abetos y un prado alpino que el abetal y el encinar a pesar de que
los dos bosques
estarían mucho más próximos estructuralmente.
Con referencia al tiempo los paisajes pueden clasificarse en relación
con su
grado de evolución o aproximación al estadio final correspondiente. En
el paisaje
este hecho queda plasmado en la presencia de geofacies, unidades
visibles que
constituyen porciones de espacio fisionómicamente uniformes y que
representan
diferentes momentos de su evolución, siendo, naturalmente un estadio
final común
para todas las geofacies pertenecientes a una misma unidad
paisajística.
Aquí es necesario el conocimiento teórico de las sucesiones de
vegetación, de
biocenosis, problemas de erosión, etc. lo que permite conocer los
estadios correspondientes
de cada una de las geofacies. El número e importancia superficial de
los diferentes tipos de geofacies en fase de reconstitución, regresión
o equilibrio
permitirán establecer determinados índices que mostrarán el grado de
evolución
del conjunto del paisaje (coeficiente de concentración territorial, de
diversidad, de
vecindad, predominancia, etc).
Hay que tener en cuenta que básicamente en virtud de la capacidad
humana
de organizar nuevos geosistemas una facies puede iniciar una evolución
diferente a
la correspondiente al conjunto del paisaje y alcanzar un equilibrio
totalmente distinto:
una urbanización en un bosque puede funcionar bien como a tal y en este
momento dejar de ser ya una geofacies de dicho bosque para convertirse
en un paisaje
de tipo A. Si ésta es abandonada puede ser recuperada por el paisaje
bosque a
través del tiempo y de una sucesión de geofacies de diferentes
características.
Todo paisaje es un proceso que se da en el tiempo y que se estudia en
un momento
dado de su historia. En el momento de su estudio los paisajes tienen
una
edad. La edad del paisaje no puede ser identificada con la de ninguno
de sus componentes
tomados por separado. La edad del paisaje vendrá determinada por el
tiempo transcurrido desde que haya adquirido la estructura que
permitirá definirle
como a tal gracias a su funcionamiento invariante.
En el tiempo también debemos considerar una determinada escala. La más
útil es la que considera una primera fase iniciada con el Terciario
hasta la aparición
del hombre. Esta es una etapa muy importante en la constitución de los
paisajes
naturales. Una segunda fase o etapa se iniciaría con la aparición del
hombre y se
prolongaría hasta finales del ultimo período frío. En la que el hombre
no ha
creado todavía subsistemas socioeconómicos. Una tercera fase que se
iniciaría con
la creación de los primeros subsistemas de interfase (agrarios) capaces
de crear algún
excedente en el lugar de producción, con lo que se inicia el transporte
y el
hombre comienza a marcar el paisaje (campos de cultivo, centros de
habitación,
red de caminos) y en relación con un aumento de la densidad de
población.
El período actual se inicia con la industria que hace incrementar en
gran manera
el consumo de energía (carbón, gasolina, petróleo, etc). Los
subsistemas socioeconómicos
adquieren un gran desarrollo. La tecnología permite que un grupo
reducido de personas pueda alimentar una densa población. Se
constituyen las
grandes aglomeraciones urbanas fuente del poder económico y político,
se crean
los paisajes de tipo A en los que los subsistemas naturales desempeñan
un papel
muy reducido aunque indispensable (alimentación, oxigenación, etc.) La
dinámica
que encontraremos en los paisajes actuales responde normalmente a esta
última
etapa si bien son frecuentes los fenómenos de histéresis, es decir de
permanencia de
elementos de épocas pasadas que nos permiten reconocer, en cierta
manera, la historia
del paisaje.
El EQUIP. (Equip Universitari d’INestigació del Paisatge de la Facultat
de
Geografia i Història de la Universitat de Barcelona).
El denominado EQUIP se originó modestamente en 1969 como resultado
de un seminario en el que se trató de la forma de poder llegar a un
método mejor
que el tradicional regional para los estudios geográficos
territoriales. En este seminario
se puso de manifiesto a través de trabajos teóricos y empíricos la
unidad real
y palpable de la ciencia geográfica.
A partir de este momento se iniciaron las investigaciones
correspondientes
para llegar a conocer lo más profundamente posible las líneas de
trabajo que en los
diferentes países del mundo respondían a esta dirección unitaria de la
Geografía a
fin de evitar pasos ya andados y estar al día en la indicada dirección.
La relación
directa con el profesor G. Bertrand de Toulouse en primer lugar y
posteriormente
con otros profesores de esta misma Universidad y con otras escuelas
(Polonia,
Unión Soviética) contribuyeron acusadamente a robustecer el EQUIP y
ampliar
sus puntos de mira. El concepto de paisaje integrado perfectamente
definido por
los autores soviéticos y bien elaborado y adaptado a nuestros paisajes.
El EQUIP ha seguido desde un principio tres líneas fundamentales de
trabajo:
a) profundizar en el papel que desempeña el hombre en el geosistema y
concretamente en los paisajes en su estructura y funcionamiento. b)
Establecimiento
de bases teóricas y metodológicas. c) Aplicación práctica de los
estudios
de paisaje integrado.
En lo que a la primera tendencia se refiere el EQUIP en conjunto o
alguno
de sus miembros en particular ha realizado una serie de trabajos y
publicaciones
que reseñamos a continuación:
BOLOS, M. DE,
1969: El hombre en el paisaje: Ejemplos concretos del
Prepirineo oriental en
Simposio sobre la conservación de la Biosfera «Revista de Geografía» vol. III, n.º
1-2, Barcelona, pp. 87-89.
BOLOS, M. DE,
1974: Modifìcaciones
recientes en el paisaje en un
sector del Prepirineo.
«Resumen
de las comunicaciones del VII Congreso Internacional de Estudios
Pirenaicos
» (Seu d’urgell, 1974) Jaca, pp. 70.
EQUIPO DE GEOGRAFIA DEL PAISAJE, 1975 : La acción humana en el
paisaje : el
caso de la Conreria (Cordillera Litoral catalana). «Revista de Geografía), vol. IX, n.º
1-2. Barcelona, pp. 5-34.
HERAIL, G. BOLOS,
M. DE, 1977: La Serra de
Marina:paysage et strategies d’exploitation.
«Revue Geographique des Pyrenées et du Sud-Ouest,,, t. 45 fas. 2.
Toulouse,
pp. 209-219.
PANAREDA, J.M.a,
1977:
Modificaciones antrópicas en las formaciones superficiales y en los
suelos de La Calma (‘Montseny). «Trabajos
sobre Neogeno-Cuaternario,, n.º 6, Madrid
(Actas de la II Reunión Navional del Grupo Español de Trabajos del
Cuaternario.
Jaca 1975), pp. 213-221.
BOLOS, M. DE, 1978: Aportación al estudio del hombre como elemento y factor del paisaje. «Medio físico, Desarrollo regional y Geografía», Granada (Actas del V
Coloquio
de Geografía de Granada, 1977), pp. 163-168.
PANAREDA, J.M.a,
1978: La acción
humana en la evolución de los sistemas naturales en
el
sector oriental de la comarca del Vallés (Barcelona) «Medio físico, Desarrollo regional
y Geografía». Granada (Actas del V Coloquio de Geografía de Granada,
1977),
pp. 177-182.
SALA, M.a, 1978: El medio
natural y su organización por el hombre: El caso de Les Gavarres.
«Medio físico, Desarrollo regional y Geografía,,. Granada (Actas del V
Coloquio
de Geografía. Granada, 1977), pp. 183-186.
PANAREDA, J.M.a,
BRETON, F., 1980: Cambios de
los modos de producción y su impacto
en el medio. Comunicación presentada al I Congreso Español de
Antropología.
Barcelona, 1977.
La segunda gran preocupación del EQUIP ha sido el establecimiento de
unas bases teóricas claras por lo que a paisaje integrado se refiere.
Es evidente que
la profundización en el marco teórico sólo puede ser fruto de una larga
reflexión y
una prolongada experiencia. La teoría va haciéndose de forma paulatina,
muchas
veces a base de desandar lo andado y de modificar aspectos que parecían
ya claros.
En este sentido el trabajo a realizar es aún muy importante.
Los trabajos y publicaciones que inciden directamente en esta línea
son:
BOLOS M. DE; SALA,
M. (1973): El
paisajey su conservación. «Cuaderno de
Arquitectura
y Urbanismo», nº 99. Barcelona, pp. 4-7.
PANAREDA, J.M.a,
1973 : Estructura
y dinámica del paisaje del Montseny. Tesis de
Licenciatura.
Departamento de Geografía. Universidad de Barcelona (Publicada en Plan
Especial del Parque Natural del Montseny, vol. I Memoria Informativa.
Barcelona,
1976).
PANAREDA, J.M.a,
1973 : Estudio
del paisaje integrado (Ejemplo del Montseny). «Revista
de Geografía», vol. VII. n.º 1-2. Barcelona, pp. 157-165.
BOLOS, M. DE, 1975 : Paisaje y
cienciageográfica. «Estudios Geográficos», n.º
138-139.Madrid, pp. 93-105.
SALA, M., 1975: La organización del
espacio natural en las Gavarres: Un estudio de Geografía
física integrada. Tesis de Licenciatura,
Departamento de Geografía, Universidad
de Barcelona (publicada parcialmente e íntegramente).
SABI, J., 1976: Las estructuras del
paisaje integrado en una montaña media mediterránea : El
caso de Sant Llorenç del Munt. Tesis de
Licenciatura. Departamento de Geografía.Universidad de Barcelona (inédita. Resumen en curso de publicación).
BERUTCHACHVILI, N., PANAREDA,
J.M.a, 1977: Tendencia actual de la
ciencia del paisaje
en la Unión Soviética: el estudio de los geosistemas en la estación de
Martkopi (Georgia).
«Revista de Geografía», vol. XI, no 1-2. Barcelona, pp. 23-36.
PANAREDA, J.M.a;
BRETON, F., 1977: Etude integrée des
espaces protegés: méthodologie et
répresentation cartographique. «Amenagement
et Nature», n.º 47. París, pp. 5-6.
BOLOS, M. DE, 1978: Elements à prendre en
compte pour la classification des paysages agraires
en rélation avec les tendentes récentes. «Geographia
polonica», n.º 38. Varsovia (Ac-
89
MARIA DE BOLOS I CAPDEVILLA
tas de la VIII Conferencia: «L’Evolution de l’habitat et des paysages
ruraux d’Eurape
». Varsovia, 1975) pp. 23-24.
PANAREDA, J.Mª, 1978: L 'estructura i
la dinàmica del paisatge actual al Montseny: Els
impactes humans sobre els sistemes naturals. Tesi de Doctorat. Departamento de Geografía,
Universidad de Barcelona. (Publicada parcialmente y en forma de
resumen).
SALA, M., 1978: Los geosistemas del
macizo de las Gavarres. «Cuadernos de
Investigación
», t. IV, fas. 1. Logroño, pp. 25-41.
GARCÍA KANCATA,
L., .1979:
Aproximació a l’estudi integrat del medi natural dels Ports
de Beseit. Tesis de Licenciatura.
Departamento de Geografía. Universidad de Barcelona
(Inédita. Resumen en curso de publicación).
PANAREDA, J.M.a, 1979: Introducció
a la Ciència del Paisatge. «Documents d’Estudi»,
n.º 1. Barcelona, pp. 5-49.
PANAREDA, J.M.a,
1979: Metodologia
per a un estudi global de paisatge. «Aportacions
en
homenatge al geògraf S. Llobet». Barcelona, pp. 149-160.
SALA, M., 1979: L’organització de
l’espai natural a les Gavarres.
Fundació S. Vives i Casajuana,
Edit. Rafael Dalmau. Barcelona. 141 pp. (Traducció íntegra al català de
la
Tesis de Licenciatura. SALA, 1975).
PANAREDA, J.M.a,
1982: El paisaje
(Depresión Prelitoral Catalana).entre Sant Celoni y Santa Maria de Palautordera
«Geographica», n.º Homenaje al Dr. Ll. Solé Sabarís.Madrid.
BOLOS, M. DE: Problemática actual de
los estudios de paisaje (en publicación).
Finalmente debemos hacer referencia a la ultima dirección de trabajo
del
EQUIP, la tendencia aplicada. En ella los trabajos realizados son
todavía pocos y
recientes. La teoría se encuentra implícita en toda la investigación
básica de la tendencia
del paisaje integrado. En esta dirección se puede presentar el trabajo
realizado
en colaboración con un equipo de arquitectos y que tenía como finalidad
llevar
a cabo la planificación de los cuatro municipios que rodean el lago de
Banyoles.
Nuestra propuesta de análisis interesó mucho para la planificación a
los demás
técnicos que debían participar. Esta consistía en tres mapas y sus
correspondientes
memorias :
a) Un mapa a escala 1:10.000 en el que se señalan las unidades de
paisaje
de carácter córico o unidades funcionales.
b) Un mapa a escala 1:5.000 en el que se señalan las geofacies
correspondientes
a cada una de las unidades anteriores.
c) Un mapa a escala 1:2.000 relativo exclusivamente a los alrededores
del
lago en el que se señala en detalle las geofaces a esta escala con lo
que se pueden
cartografiar en detalle los sectores más erosionados, más vulnerables.
Todo este material ha resultado de suma utilidad y de gran interés para
la
ordenación territorial.
BIBLIOGRAFIA
Señalamos a continuación los trabajos básicos acerca de paisaje
integrado y que no
han sido relacionados anteriormente por orden alfabético.
ARMAND, A.D., PREOBRAZENSKIJ, J.S., ARMAND, D.L., 1968: Les complexes naturels
et les méthodes actuelles de leur étude. «Anales de Géographie», t. LXXVII, nº 423,
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