PERSPECTIVAS EN LA GEOGRAFIA URBANA DE EUSKADI
© JOSEBA
JUARISTI
Universidad
del País Vasco
Introducción.
En el primer Encuentro de Geografía Euskal Herria-Cataluña los ponentes
encargados del tema de Geografía Urbana hicieron una revisión bastante
exhaustiva de los trabajos sobre esta materia en el ámbito de los
respectivos territorios, apoyándose en una documentación amplia y
clasificando los trabajos de acuerdo con diferentes líneas metodológicas,
e incluyendo también algunas consideraciones sobre el carácter
interdisciplinar de los estudios urbanos.
Los repasos de la producción bibliográfica llevados a cabo en aquella
ocasión por Carreras y Vilagrasa (1983) sobre el caso catalán, y por
Clemente (1983) sobre el caso vasco son, indudablemente, un punto de
referencia obligado en esta presentación que, más que mirar hacia las
realizaciones del pasado, intenta apuntar modestamente algunas líneas de
desarrollo de nuestra materia, aplicada al estudio de las ciudades del
País Vasco.
Con estos precedentes no tendría objeto realizar aquí una revisión de
la producción bibliográfica sobre Geografía Urbana en los últimos cuatro
años, tiempo que nos separa de la anterior edición de estos Encuentros,
tanto porque la escasez de trabajos no lo justificaría como porque las
conclusiones de Clemente (1983) continÚan siendo válidas.
Por ello, la finalidad de esta ponencia será examinar el contexto
disciplinar de la Geografía Urbana, por una parte, y por otra, el contexto
territorial del País Vasco, con los problemas de interés que presentan las
ciudades y los sistemas urbanos, problemas que pueden ser abordados con
una metodología geográfica.
Geografía Urbana.
No hay que insistir en que la Geografía Urbana es una de las materias
de mayor interés dentro de los estudios geográficos. De hecho, es uno de
los campos de mayor expansión en las tres últimas décadas, constituyendo
una proporción muy importante del total de trabajos sobre geografía. Por
poner un ejemplo, entre 1970 y 1985, según datos publicados por la AGE
(1986), de un total de 259 tesis doctorales en geografía presentadas en
las universidades españolas, un total de 62 lo eran en geografía urbana,
es decir, aproximadamente una cuarta parte.
Por otro lado se advierte que la geografía urbana ha perdido el
carácter innovador -y hasta novedoso- que tuvo en la década de los años
70, coincidiendo con la difusión de la Nueva Geografía, de carácter
teórico y apoyada en métodos cuantitativos. Algún año de esa década, las
tesis sobre geografía urbana supusieron más de la mitad de las tesis
presentadas sobre temas geográficos. De todas formas, aunque en términos
absolutos el número de trabajos en geografía urbana continúa aumentando en
la presente década, su participación en el conjunto de estudios
geográficos se ha estabilizado, indicando que el momento modal de
innovación se ha superado, y que a la vez ha habido una ampliación de la
oferta de temas geográficos, al tiempo que dentro del panorama de nuestra
materia se va manifestando una mayor diversificación temática y
metodológica, con la introducción de estudios sobre sistemas urbanos,
estudios del mercado de la vivienda, agentes de producción del espacio,
etc., quedando en menor proporción las monografías sobre ciudades, más
características de los momentos de implantación de la Geografía urbana.
Otro rasgo más a añadir, para el caso español, es la falta de
correlación entre la temática de los estudios urbanos y los problemas
planteados por el crecimiento de las ciudades en las dos últimas décadas,
como ya fue apuntado por Carreras y Verdaguer (1984), correlación que,
sobre todo, no tiene un carácter geográfico, es decir, no se estudian las
ciudades o aspectos de las ciudades que presentan una mayor problemática.
Así, se detectan numerosos estudios de ciudades de tamaño medio,
fácilmente abarcables en trabajos de tesis y tesinas. La respuesta a esta
cuestión puede ser sencilla, y estaría relacionada con la falta de
correspondencia existente entre la difusión de la geografía universitaria,
con la implantación de la especialidad de geografía en universidades
nuevas -y aun pequeñas-, frente a la situación de la jerarquía urbana
española, donde existen carencias de estudios urbanos de importantes áreas
metropolitanas.
En la producción internacional se advierte que la geografía urbana
aparece dividida en numerosas especialidades, reflejando la dicotomía que
ya había sido subrayada por Harvey, de estudios sobre la ciudad y
estudios en la ciudad (Harvey, 1973) .Un examen de la producción reciente
realizado por Whitehand (1985 y 1986) señala que dentro de la geografía
anglosajona se intenta huir de las visiones integradoras de la ciudad,
encontrándose grupos de investigadores que trabajan sobre temas muy
concretos: comercio al por menor, localización de oficinas, etc. etc., sin
conexión entre sí, quedando la responsabilidad de dar una imagen
integradora de la geografía urbana a los autores de los libros de texto.
El mismo autor apunta que el panorama de la investigación centroeuropea
(especialmente alemana y francesa) es distinto, intentando coordinar los
diferentes aspectos de la ciudad dentro de la totalidad, aunque algunos
campos de estudio, como la tradicional morfología urbana continúan
desarrollándose con una gran falta de coordinación.
En buena medida, todo ello es consecuencia de la rápida evolución de la
geografía urbana, que en un período menor de cien años ha experimentado la
aparición de cuatro paradigmas diferentes, en la terminología de Khun
(1978). Esto ha producido saltos en la metodología y en los temas
tratados, como si se tratara de auténticas revoluciones científicas,
comparables a las de otras ciencias, y esa ha sido la idea que se nos ha
dado por parte de algunos estudiosos de la epistemología histórica
aplicada a la geografía, cuando en realidad, la idea del autor de "La
estructura de las revoluciones científicas" era considerar a las ciencias
sociales y naturales como "preparadigmáticas", sin largos períodos
estables de producción científica "normal". En realidad, podemos tomar el
término paradigma como grandes conceptualizaciones, que incluso en los
momentos iniciales no pueden ser explícitas (habría que ver, por ejemplo
el carácter teorizante, pero no sistemático de algunos iniciadores como
Vidal de la Blache o Robert Ezra Park) , conceptualizaciones que sirven
para organizar la información geográfica relativa a las ciudades. Un
trabajo reciente de Mair (1986) subraya estas consideraciones por parte de
Khun.
Los cuatro paradigmas con los que los geógrafos estamos familiarizados:
geografía regional, geografía positivista, geografía radical y geografía
humanista, han contribuído a la diversificación metodológica y temática,
siguiendo un mecanismo que ya fue expuesto por Harvey, según el cual, tras
un inicial deslumbramiento producido por las perspectivas ofrecidas por el
nuevo paradigma, se pasa, en favor de la eficacia, a concentrarse en
objetos cada vez más parciales:
"Cualquier paradigma permite solucionar problemas de forma
extraordinariamente eficiente, pero, en general, consigue un esfuerzo
concentrado a cambio de una cobertura amplia". (Harvey, 1983, p. 41).
Relacionado con ello, la división de la comunidad académica y
científica en grupos que cultivan las diferentes tendencias y que
practican una "ignorancia estudiada" de las realizaciones de los demás (Johnston,
1983), no facilita una comprensión de lo que constituye hoy en día los
temas y los métodos de la geografía urbana, y sobre todo, la presentación
de lo que los geógrafos urbanos pueden ofrecer para abordar problemas de
organización urbana. Aunque este tipo de situación se produce también en
otras disciplinas sociales, lo cierto es que la imagen pública de la
geografía urbana tiene poco que ver con la producción científica y
académica.
Sin entrar a plantear los problemas metodológicos que producen estas
divisiones, o intentar aclarar qué puntos de vista pueden resultar más
atrayentes, lo que se intenta aquí es presentar un listado de temas y
métodos de interés, tal como se recogen en el cuadro 1. La secuencia de
los paradigmas en este cuadro no implica un mayor "progreso" metodológico,
aunque cada paradigma tiene un momento modal de innovación e
históricamente la secuencia se produce aproximadamente como indica el
cuadro. Sin embargo estas tendencias cuentan con representantes en las
diferentes comunidades científicas en el momento actual, incluso en
ámbitos relativamente restringidos, como puede ser el caso de la geografía
española.
También hay que aclarar que cada paradigma tiene una evolución
particular, llegando a un acomodo o coexistencia pacífica de las
diferentes tendencias. Como ejemplo puede verse la aceptación creciente
del uso de métodos cuantitativos dentro de enfoques regionales, o los
intentos de modelar la complejidad y la heterogeneidad desde enfoques
positivistas, con planteamientos que pueden considerarse "más humildes"
que los originarios.
Habría que concluir, siguiendo a Carter (1983) que la geografía urbana,
como disciplina académica, se apoya en ciertos determinismos o creencias
acerca de la organización espacial urbana, al igual que ocurre con otras
materias como puedan ser la planificación física ejercida por ingenieros y
arquitectos, o con las actitudes de los legisladores en materia de
ordenación del territorio.
Este autor señala que dentro de la geografía urbana se ha producido un
vaivén pendular, entre estas actitudes, denominadas "clásicas", y las
actitudes llamadas "románticas". Las primeras estarían representadas por
las creencias en que la organización espacial está determinada por el
medio ambiente (paradigma regional sobre el origen y crecimiento de las
ciudades) , o por la geometría del espacio (paradigma positivista) , o por
la estructura del sistema económico (geografía radical) .Las segundas
supondrían una comprensión a través de la cultura (posibilismo) o del
individuo (humanismo, percepción, etc.) .
Fuera del mundo académico, los encargos que reciben los geógrafos
urbanos están determinados en buena medida por la falta de conocimiento de
las materias que trata la geografía urbana. Habría que ver hasta qué punto
la incorporación de geógrafos a trabajos de planificación urbana está
motivada por un cierto mimetismo con la planificación anglosajona, dónde
la formación de! geógrafo tiene una característica algo diferente a la de
los geógrafos españoles o centroeuropeos, con un sesgo más técnico en
algunas cuestiones, como la creación de modelos matemáticos para la toma
de decisiones, por ejemplo, modelos de localización -asignación, modelos
de interacción, etc.-, o también con geógrafos especializados en la
gestión de planes, política urbana, etc., que constituyen áreas de trabajo
que cuentan ya con una cierta tradición.
El hecho es que, en nuestro ámbito, el geógrafo que acepta colaborar en
trabajos de planificación realiza casi siempre tareas de documentación
sobre análisis territorial, o evolución histórica, respondiendo a la
imagen de! geógrafo como erudito en materias de organización territorial,
en particular con las que dependen del legado histórico. Quizá no sea
exagerado decir que muchas colaboraciones de geógrafos en planificación
urbana tienen ciertas características de subempleo, y los encargos se
aceptan de acuerdo con el principio de! "primum vivere...", con la
esperanza de que el mundo profesional vaya abriendo paulatinamente sus
puertas en la medida en que se va conociendo algo más de su materia.
Temática urbana de Euskadi.
Si aceptamos que las tendencias actuales en geografía urbana apuntan
más a los estudios en la ciudad frente a los estudios sobre la ciudad, hay
que reconocer que las monografías sobre ciudades y barrios, realizadas con
un afán de exhaustividad, y en muchos casos, enciclopédico, aparte de!
interés descriptivo y académico que puedan tener, como entrenamiento de
los alumnos en diferentes campos de la materia, van dejando paso a una
serie de temas sistemáticos, algunos de ellos relacionados entre sí, que
constituyen en la actualidad las preferencias de estudio de los geógrafos.
Por otra parte hay una serie de características en la evolución de las
ciudades de! País Vasco, semejantes a las de otras regiones
industrializadas, que sugieren que puede aplicarse una metodología
parecida en el estudio de la realidad urbana: Como telón de fondo, para
nuestro caso, está la crisis económica y los cambios sociales, políticos e
institucionales experimentados en la última década, que añadirían cierta
actualidad a los estudios urbanos. Lo que a continuación se propone es un
listado de estos temas, o más bien áreas especializadas dentro de la
geografía urbana sobre las que pueden desarrollarse trabajos.
Sistemas urbanos.
Si dividimos la materia en Geografía interurbana y Geografía
intraurbana, hay que comenzar con el estudio de los sistemas urbanos, tema
que se introduce en España en los años 70, asociado a la nueva geografía,
y uno de cuyos primeros estudios se refiere a nuestra área: Ferrer et al.
(1972). En realidad, se trata de un campo que es aun incipiente, pero que
presenta muchos más aspectos que los que puedan mostrar los manuales al
uso. Además se ha tendido a investigar más sobre el componente funcional
de los sistemas urbanos (áreas de mercado, áreas de influencia, etc.) que
sobre el componente estructural: composición sectorial, sectores
económicos clave en las jerarquías urbanas, etc. La finalidad de muchos
estudios era mostrar una geografía funcional de los sistemas urbanos, como
distinta de las geografías institucionales o administrativas.
La actualidad de este tipo de estudios puede estar en relación con el
nuevo marco institucional de la Comunidad Autónoma del País Vasco, con la
implantación de la capital administrativa en Vitoria-Gasteiz, que sin duda
ha afectado al esquema de jerarquía urbana existente. Por otro lado, la
crisis económica, que afecta en mayor medida a las áreas industrializadas,
en especial al Bajo Nervión, y la pérdida de importancia relativa de
Bilbao, no sólo en el contexto vasco, sino en el sistema urbano estatal.
Todo ello se produce además en un momento en el que las ciudades tratan de
destacar más que las demarcaciones políticas territoriales (autonomías,
provincias, estados) , y los poderes municipales tratan de resaltar su
papel, interviniendo en aspectos de política económica que hasta hace poco
dependían -de las administraciones centrales.
Aquí también aparecen elementos que son más bien propios de lo que en
general se denomina crisis urbana, cuyo contenido es más amplio que las
crisis económicas coyunturales, y que afecta precisamente a las áreas
metropolitanas de los ¡ países más avanzados. Así, mientras en nuestra
área geográfica se identifica crisis económica con crisis urbana, y se
intenta a toda costa una renovación industrial, en los países más
desarrollados,
"La proporción de empleos en los sectores económicos básicos
continúa descendiendo en relación a las actividades no básicas. Los
gobiernos han encontrado que pueden mantener economías locales viables
como para mantener los niveles de renta". "' (Simmons, 1986, p. 9)
Por otra parte, las actividades económicas no básicas siguen teniendo
una distribución jerárquica en el sistema urbano, y muchas de las
actividades punta tienden a establecerse, bien en metrópolis nacionales o
en ciudades de tamaño medio con /~ buen acceso a servicios especializados.
En este sentido, los estudios sobre el sector terciario y cuaternario
pueden ayudar a conocer la realidad actual, en especial en :1' relación a
jerarquías urbanas más amplias, como el sistema urbano estatal.
A menos escala se está produciendo una difusión de las nuevas formas de
comercio al por menor que de alguna forma afectan a la jerarquía urbana.
Está comprobado que los nuevos establecimientos relacionados con la
"revolución minorista,,: hipers, centros de tiendas, pequeñas tiendas de
franquicia o de corporaciones multinacionales, etc., tienen una difusión
más lenta que en otros lugares del estado, aunque algunas de estas formas
se han difundido por otros factores de localización (por ejemplo, los
hipers entre Donostia y la frontera). Para el análisis de la jerarquía
urbana resultante es necesario recurrir a los nuevos desarrollos de las
teorías de lugares centrales, en particular los que resaltan los aspectos
dinámicos y el comportamiento de los consumidores de acuerdo con estos
esquemas de comercio al por menor. Así, puede resultar muy útil introducir
el concepto de diversidad en las consideraciones de las teorías de lugares
centrales (Juaristi, 1985).
Hay otros aspectos de la estructura económica urbana que pueden ser
objeto de estudio, en particular los cambios sectoriales que están
teniendo lugar desde diez años a esta parte. Estos pueden abordarse desde
metodologías tradicionales, como la descripción de la estructura funcional
del sistema de ciudades en diferentes momentos, en relación con las
tendencias económicas del decenio, y con las políticas económicas llevadas
a cabo. Tampoco existen hasta el momento análisis shift-share
aplicados al estudio de sistemas urbanos en Euskadi, aunque sí hay buenos
ejemplos relativos a la economía regional. Aparte de estos métodos, que se
pueden denominar "comparativamente estáticos", se están desarrollando
análisis eco lógicos de la estructura económica de los sistemas de
ciudades utilizando métodos relacionados con la dinámica no lineal y la
teoría de catástrofes. Aunque los aspectos formales de estas teorías están
fuera de la preparación actual de los geógrafos, sí resulta accesible una
comprensión global (Dendrinos y Mullally, 1985), de forma que se puedan
realizar estudios empíricos, con nuevos criterios de recogida y
clasificación de los datos, o incluso realizar simulaciones sencillas.
En fin, dentro del campo de los sistemas urbanos existen otros temas
como la movilidad interurbana, aplicada a problemas de localización de
servicios, problemas de infraestructura del transporte, etc. También
podrían caber aquí temas de percepción de la distancia en el sistema
urbano, hasta ahora no realizados.
Estructura interna de la ciudad.
Aunque en la producción investigadora continúan realizándose estudios
con la intención de abarcar los diferentes aspectos de la ciudad, y
algunos de los trabajos recientes sobre ciudades del País Vasco presentan
esa intención integradora (Precedo, 1977, Zarate Martín, 1981; Gómez
Piñeiro, 1984), el desarrollo autónomo de diferentes temas como la
ecología factorial, los estudios de segregación residencial, mercado de la
vivienda, políticas urbanas, etc. etc., justificaría por sí solo el
desarrollo de trabajos específicos, para los que existe un abundante
soporte bibliográfico, tanto de los aspectos teóricos como de la
producción empírica, y más aún cuando dichos estudios se desarrollan en
ciudades de cierta envergadura, como pueden ser las capitales del País
Vasco.
Las áreas sociales en la ciudad siguen siendo un punto de interés,
aunque debiera superarse su finalidad descriptiva, a veces con un excesivo
énfasis en las técnicas de clasificación propias de la ecología factorial,
ya sea para presentar mapas de áreas sociales interpretados según teorías
de segregación social, o para utilizarlos en cuestiones de geografía
electoral (Ruiz Olabuénaga, 1982), y poner una mayor atención en los
procesos de segregación en sí mismos, relacionándolos con otros aspectos
como el mercado de la vivienda, las afinidades culturales, la formación de
nuevas clases urbanas que dan lugar a nuevos esquemas residenciales (gentryfication),
y los procesos de deterioro residencial, etc.
Los estudios sobre el mercado de la vivienda son, por otra parte un
tema reciente surgido desde la geografía radical. Sobre este aspecto está
en curso de realización un trabajo sobre la producción inmobiliaria en
Vitoria-Gasteiz, entre los años 1950 y 1980, a cargo de Pedro Arriola, y
que espero que veamos pronto publicado. Aunque las características de la
producción inmobiliaria han sido muy diferentes en Vitoria que en Bilbao o
San Sebastián, sí pueden realizarse estudios más sistemáticos sobre
promotores y agentes del suelo urbano, además de entrar en cuestiones como
el actual encarecimiento de la vivienda. También se carece de estudios
sobre la movilidad residencial, en relación con el ciclo vital familiar, o
de movimientos residenciales en cadena.
Otro tema puntual que ha sido tratado por geógrafos se refiere a la
reconversión de los centros históricos de las ciudades, superando la
excesiva polarización sobre los aspectos morfológicos manifestados en los
planes de reforma interior, e intentando integrar la renovación funcional
y residencial y presentando políticas concretas.
Relacionado con la crisis económica de la ciudad interna, algunos
geógrafos británicos propusieron hace unos diez años (Hall, 1981) la
creación de áreas especiales dentro de la ciudad (enterprises zones) , con
ventajas económicas y fiscales para la atracción de determinados tipos de
industria. Una versión de estas políticas las constituyen las actuales
Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) , cuya efectividad debe
analizarse tanto desde el punto de vista de la creación de empleo como del
nivel tecnológico aportado por las industrias que se acogen a estas
políticas.
Finalmente, habría que añadir estudios concretos de áreas bien
diferenciadas dentro de la ciudad: el centro urbano, las áreas
residenciales de determinados grupos sociales, las áreas industriales, la
periferia urbana como condicionante del crecimiento urbano, etc., etc.
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