Lurralde :inv. espac. N. 4 (1981) p. 107-113 ISSN 1697-3070

 

LOCALIZACION DE LOS CEBADEROS DE TERNEROS

 EN EL PAIS VASCO

 

© Javier SANCHEZ GUARDAMINO

 

 

 

Reflexiones que centran la cuestión.-

Dada la alta densidad de población de Euskalerria, es fundamental que vayamos en busca del óptimo aprovechamiento cualitativo y cuantitativo del bien tierra que, al menos desde el ángulo de la producción agraria, se nos presenta enormemente escaso.

Resultado inmediato de la densidad y escasez aludidas, es la atomización de las empresas agrarias, no sólo física sino también de volumen de producción y, sea para bien o para mal, lo cierto es que en una sociedad desarrollada y de alto nivel de consumo se hace necesaria una elevada producción por persona empleada para poder obtener una honrosa compensación al trabajo y al no despreciable riesgo económico que caracterizan la explotación que nos ocupa.

Decíamos más arriba que nos es imprescindible obtener el óptimo aprovechamiento de nuestras tierras, lo cual condiciona fuertemente las acciones que hayamos de emprender para conseguir ese objetivo: Debemos tener presente que la hierba y los forrajes, frescos o conservados, no proporcionan carne al ritmo requerido por el consumo; no es necesario que compliquemos más la cuestión refiriéndonos a los gustos de la demanda.

Ciertamente que la producción de vegetales herbáceos es fundamental alimento para los rumiantes y son estos animales los que específicamente están preparados para su mejor aprovechamiento, pero no es menos cierto que la hierba y otros productos forrajeros están más indicados para la producción de leche, y ésta la producen las madres.

En los últimos tiempos, hemos podido oír con machaconería la expresión. de que la ganadería debe estar ligada a la tierra: Sin otro aditamento, es una verdad de perogrullo y se ha dado desde que existió en la tierra la primera cabeza de ganado. Resulta sin embargo engañoso cuando con ello se pretende argumentar en contra de las explotaciones que mantienen concentraciones de ganado elevadas sin base territorial suficiente para atender a sus necesidades.

 

Con la campaña de la «ganadería ligada a la tierra» quizá se ha conseguido el resultado positivo de que cada vez veamos aparecer mayor número de campos cercados y más cabezas de ganado pastando en los mismos, con la particularidad de que estos ganados son en su mayor parte vacas reproductoras o terneras en fase de recría: Esto es bueno y además es lógico; siempre que sea posible el ganado debe procurarse por si mismo la comida y no esperar a que se la sirvan; no entramos a considerar las ventajas referentes a la sanidad y un largo etcétera.

 

Pero insistiendo una vez más, no pensemos que con la sola alimentación forrajera alcanzaremos las altas producciones que son precisas en la actualidad y, de hecho, si una vaca a de darnos su máximo de leche, además de suministrarle forrajes de alta calidad, pondremos a su disposición un pienso bien equilibrado en cantidad tanto mayor cuanto mejor productora sea. Siempre que queramos «producción», sea de leche sea de carne, debemos añadir concentrados a la ración; únicamente la leche necesaria a la cría se obtendría sin necesidad de piensos complementarios.

En línea con el óptimo aprovechamiento del suelo y sus producciones, denunciamos una vez más la quema del rastrojo de los cereales junto con la paja dejada por las cosechado ras en la labor de la recolección: En verdad, si esa paja no se retira, es necesario quemarla para poder labrar eficazmente; pero con la quema, perdemos muchas Unidades Forrajeras (U F) que aprovecharían los rumiantes o bien la restitución al suelo de importantes cantidades de materia orgánica, y no podemos olvidarnos de que incrementamos el riesgo de que se produzcan siniestros por incendio.

La importancia de esas pérdidas las ha cuantificado Raymond Fevrier, Director del INRA (Institute Nationale Recherches Agronomiques), en el siguiente comentario: "Anualmente se queman inútilmente en Francia de 4a 5 millones de Tm. de paja, las cuales representan entre 1, 5 y 1,8 millones de Tm. equivalentes de petróleo (TEP)".

Si hallamos el equivalente forrajero en cebada de esa cantidad de paja quemada, obtenemos la no despreciable cifra de 1.250 millones de Kgs. de dicho cereal-pienso o bien, 1.250 millones de U.F., con las que teóricamente se podría mantener durante un año una cabaña no inferior a 350.000 reses adultas.

Sentado ya que para la «producción» necesitamos piensos, que los forrajes, sobre todo los frescos y suculentos, son más indicados para las madres reproductoras, ya que la paja, aún siendo producto forrajero, no se considera cosecha y se quema, porque al no utilizarse estorba; nos falta localizar las zonas de producción cerealista en el País Vasco y habremos dado respuesta a la cuestión planteada.

Para esa determinación exponemos a continuación una serie de datos que paulatinamente iremos comentando.

 

Datos estadístícos

Las diversas fuentes consultadas, se basan en última instancia en los censos oficiales; la valoración que de ellos hacemos es la siguiente:

En materia de Estadística Agraria tenemos pocos años de práctica. Lo que está hecho no es perfecto y desde la perspectiva de la exactitud científica, la cualidad y la rapidez, nos queda camino para recorrer, pero, sin duda, se ha mejorado sustancialmente desde  Primer Censo Agrario de España de 1962.

Para apoyo de nuestra tesis, los datos que necesitamos utilizar son válidos con amplitud.

Veremos en primer lugar algunos datos sobre la distribución del suelo: Las superficies se expresan en Has.

  Guipúzcoa Vizcaya Alava   Navarra  Pais Vasco 
Superficie total 198.600 221.700  304.700   1.042.100 1.767.100
 % 100 100 100 100 100
Tierras cultivadas 13200 13400 90.200(1) 388500 (1) 505.300
% 6.6   6 29.6  37.3 28.6 
Praderas y pastizales  31800 35.600  40.100 283.800   391.300
% 16 16,1 13,2 27,2 22,1
Superficie media explotada  13  7,6 31  22,2  17,5

(1) Están incluidas las 2.000 Has. de regadío de Alava y las 66.400 de Navarra.

Un somero análisis del cuadro nos indica el dominio absoluto de las praderas y pastizales en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya, correspondiendo el dominio a las tierras cultivadas en las de Alava y Navarra. Pero nos es necesario conocer las producciones porque en las tierras labradas se pueden cultivar muchos productos y la superficie de praderas y pastos tampoco es despreciable en valor absoluto en los dos últimos territorios.

Producción en Tm. de cereales y leguminosas pienso. Media de los años 1975 a 1978 inclusives.

Guipúzcoa Vizcaya Alava Navarra Pais Vasco 

  Guipuzcoa Vizcaya Alava Navarra P. Vasco

Cebada

-

-

78.075

315.625

393.700

Maíz(1)

-

-

-

70.150

78.425

Avena

-

-

8.000

15.050

23.050

Veza

-

-

-

700

700

(1) No hay datos para distribuir las 8.275 Tm. de maíz-grano que restan: estimamos que en su mayor parte corresponderán a Alava. toda vez que en Guipúzcoa y Vizcaya se cultivan pequeñísimas parcelas de este cereal para grano.

 

Producciones forrajeras en Tm. en el año 1977.

  Guipúzcoa Vizcaya Alava Navarra P. Vasco
Maíz forrajero 22.500 89.000 16.000 11.200 138.700
Alfalfa 80.900 191.300 69.600 408.100 749.900
Remolacha forrajera 35.500 43.300 5.000 27.700 111.500
Nabo 74.400 15.900 14.800 9.200 114.300
Praderas polifitas 169.200 288.500 118.000 88.400 1.225.700
Totales 382.500 628.000 223.400 544.600 2.340.100

La lectura de los dos últimos cuadros aclara perfectamente que la producción de cereales-pienso se limita a Alava y Navarra, correspondiendo a ésta algo más del 80% y, así mismo, que la producción forrajera se inclina hacia las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya a pesar de la poca extensión de sus territorios en comparación con la de Navarra, cuya producción forrajera supera a la de Guipúzcoa pero es inferior a la de Vizcaya; sin embargo, es interesante señalar que la alfalfa obtenida en Navarra procede en el 96,56% del regadío, zona en que caben establecerse cultivos muy diversos, si bien, también creemos que en las cifras que comentamos no está evaluada, o al menos bien evaluada la producción de los pastizales, de la que Navarra tiene un gran potencial.

Concluimos esta exposición de datos con un último cuadro que nos refleja la distribución de nuestra cabaña bovina y donde y cómo se obtienen sus producciones. Nos valemos del Mapa Ganadero Nacional de Junio de 1974 que, aunque maneja cifras algo antiguas, pues algo han variado cuantitativa mente los censos de hace 6 años a esta parte, dispone de la clase de estadísticas que mejor ilustran nuestro aserto.

 

 
  Guipúzcoa Vizcaya Alava Navarra P. Vasco
Total  cabezas 67.949 83.241 20.773 77.388 249.351
Cabezas por Km2 34,02 37,54 6,81 7,42 14
Total Reproductoras 33.674 47.722 15.839 48.438 145.669
Animales en cebo 32.391 26.465 1.776 20.760 81.392
Explotación con cebo 8.055 10.087 796 4.449 23.387
Expl. entre 0-10 cabezas 7.759 10.013 777 4.158 22.698
11-30 284 65 17 243 609
31-100 20 8 2 36 66
101 y más 1 1 - 12 14

La observación del cuadro nos dice que la mayor actividad de cebo se da con bastante diferencia en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya; esta realidad, si no opuesta, resulta muy distinta a la que se propone como más idónea.

Verdaderamente asusta el tremendo minifundio en que se ve inmersa la producción de carne. En base a ello, tiene que resultar triste y dramáticamente cierta, la afirmación que se hace en una publicación de la Cooperativa Lurgintza, de que al ganadero vasco le resulta más rentable la producción de leche que la de carne. Pero este hecho. no sólo se debe a las pésimas estructuras de producción. sino a otras y varias razones; por ejemplo, el precio indicativo medio de la leche entre los años 1973 y 1979. ha crecido un 114,77%, en tanto que para canales de 2.0 categoría. ese mismo precio indicativo medio. ha crecido el 89.70%.

En la publicación referida, también se dice, que los sistemas de alimentación intensivos a base de piensos compuestos y paja o incluyendo algún otro forraje de baja calidad, han dado resultados negativos. No nos cuesta mucho 'creer esta afirmación, puesto que no sólo inciden las razones antes apuntadas. sino lo mucho que se encarece la alimentación al adquirir los piensos compuestos elaborados por otras empresas u organizaciones y al tener que transportar la paja desde las zonas donde se produce; la paja. que como hemos dicho. se quema en grandes

cantidades y no se considera cosecha, ha llegado a alcanzar en 1980 el impresionante precio de 7 ptas. el Kg. puesta en un caserío del País Vasco húmedo.

A pesar de este precio tan elevado, cuyo mayor componente se debe al transporte. año tras año hemos visto cómo ha ido aumentando el número de camiones que con esa mercancía circulaban en dirección norte procedentes de Navarra o provincias limítrofes productoras de cereales.

Antes de concluir, debemos definir lo que es para nosotros un «cebadero de terneros», de aplicación en el País Vasco, que tenga como base alimenticia piensos compuestos y paja de cereales, sin excluir otros productos o subproductos de baja calidad forrajera de los que pueden disponerse en las inmediaciones.

Se trata de una explotación agrícola-ganadera especializada en el engorde, con capacidad suficiente para dar ocupación al menos a una familia y que dispone de terrenos bastantes para absorber todo el estiércol o purines que produzcan los animales, cuyo número no debe ser inferior a 100.

Con esa dimensión resulta rentable la molienda y preparación de los piensos en la explotación.

CONCLUSIÓN 

En el conjunto del País Vasco, sería altamente beneficiosa la especialización y separación de la producción de leche, la de recría y la de cebo, debiéndose situar las dos primeras en las zonas verdes y húmedas, espontáneamente forrajeras, y la producción de carne, en cebaderos ubicados en las zonas más secas de producción cerealista de las provincias de Alava y Navarra.

© Javier Sánchez Guardamino, 1981

 

BIBLIOGRAFIA

-Navarra.Elementos para su estudio regional. Josu Ardaiz. Loyola 1980.

-Presente y futuro de los regadíos en Navarra. Diputación Foral de Navarra 1979.

-Dictámen sobre la Agricultura del País Vasco cara a la integración de España en la C.E.E. Gurutz Ansola, Victor M. Serna y José Mª Ceberio. Febrero 1980.

-Informe sobre el sector vacuno. F.O.R.P.A. Agosto 1980.

-El Campo. Boletín Información Agraria del Banco de Bilbao. MayoJunio 1980.

-Estudio de la producción de leche y carne en caseríos de Guipúzcoa Lugintza 1972 -1975.

-Explotación de pastos en caseríos guipuzcoanos. Instituto de Economía y Producciones Ganaderas del Ebro. N.o 461980.

-Producción de vacuno de carne. Academia Alemana de Ciencias Agrícolas de Berlín.

-La alimentación del ganado. Jean Besse.

-Necesidades nutritivas del ganado vacuno de carne. National Academy y Sciences. Washington, D.C. 1968.

-Censo Agrario de España 1972.

-Mapa Ganadero Nacional. Junio 1974.