LA POBLACION DEL PAIS VASCO :

PASADO, PRESENTE y FUTURO

© Pedro Picavea Salbide

 

La historia demográfica de Euskal Herria es el resultado de un largo proceso, en el que destacan los acontecimientos que tienen lugar en la segunda mitad del siglo XX.

Las referencias poblacionales de los territorios vascos en épocas remotas son escasas, y en muchas ocasiones nos han llegado a través de fuentes indirectas.

En el censo de Aranda se dan cifras superiores a los 100.000 habitantes para Bizkaia y Gipuzkoa; el de Floridablanca (1787) da una población de más de 530.000 habitantes para los cuatro territorios peninsulares -Bizkaia 114.726, Navarra 224.594, Alava supera los 71.000 y Gipuzkoa los 120.000 habs.-

La población se encuentra desigualmente repartida según los territorios a los que se haga referencia. Así, a finales del siglo XIX la población de Euskal Herria rondaba los 800.000 habs. (Alava 97.777, Navarra 318.518, Gipuzkoa 178.497 y Bizkaia 200.276); superaba los 900.000 a principios de siglo y según el Padrón Municipal de los Habitantes de 1991 se acogía en el territorio vasco peninsular una población muy elevada que se desglosaba segun territorios de la siguiente manera:

Alava 275.046 hab.

Bizkaia 1.153.519

Gipuzkoa 671.774

Navarra 516.333

En conjunto se trataba de una población superior a los dos millones y medio de personas, exactamente 2.616.672 ; lo que significa que desde principios de siglo la población aumentó en más de millón y medio de habitantes, que representa una tasa de crecimiento anual de 1,25%; valor que lógicamente se alcanza y supera en unos territorios, pero que dista mucho de registrarse en otras áreas y comarcas.

Como se aprecia a través de estas cifras, la dinámica navarro-alavesa es completamente distinta a la guipuzcoana-vizcaína. Los modelos socioeconómicos imperantes son contrapuestos; frente a una sociedad rural aparece otra eminentemente fabril y urbana.

 

Si nos situamos a principios de siglo, podemos apreciar como la dinámica demográfica de cada territorio con el paso de los años va marcando diferencias a la vez que nos permitirá hablar de modelos demográficos propios o típicos del interior y del litoral.

a) 1900-1930

Según el Censo de Población de 1900, la población de Euskal Herria Peninsular ascendía a 911.265 habitantes distribuidos de la siguiente manera:

Bizkaia 311.361

Navarra 307.669

Gipuzkoa 195.850

Alava 96.835

Este potencial supone el 4,89% del total estatal y viene a significar una densidad media, con todas las limitaciones que el valor supone, de 51 ,53 hab/kms2. La misma se supera de manera amplia en Bizkaia y Gipuzkoa y muy especialmente en determinadas zonas o comarcas industriales.

Como se aprecia en los casos más extremos, Bizkaia y Alava las diferencias apenas superan los 200.000 habs, exactamente 214.976.

Treinta años después, en 1930 la situación cambia de manera significativa. La población vasca supera el 1.200.000 hab. (1.237.593 hab), lo que supone un aumento de 326.328 personas con respecto al potencial censado a principios de siglo; o lo que es 10 mismo un incremento anual de 1 ,02, equivalentes a 10.877 personas/año.

La densidad media del territorio se había elevado a 69,99 hab/kms2.

Este aumento poblacional no se da con igual intensidad en todo el territorio de Euskal Herria. La dinámica socio-demográfica del litoral es distinta a la del interior y mientras en Gipuzkoa y Bizkaia se asiste a un espectacular incremento poblacional, en el interior el crecimiento natural se ve fuertemente limitado por una significativa corriente emigratoria, que en gran porcentaje parece dirigirse hacia el litoral del País.

Bizkaia con 485.205 personas y Gipuzkoa con 302.329 suponen el 63,6% del total demográfico (39,2 y 24,4% respectivamente). Navarra significa el 27,9 y Alava el 8,4%.

En estos treinta años se producen variaciones significativas. Bizkaia pasa de significar el 34, 75% al 39,2%; Gipuzkoa del 21 ,5 al 24,4%. Contrariamente, Alava desciende del 10,6% al 8,4% y Navarra del 33,76% al 27,9%.

Dentro de este período podrían diferenciarse tres sub ciclos coincidentes con los intercensales respectivos. Entre 1910 y 1900 la población crece a un ritmo anual de 0, 79; la siguiente década este ritmo supera el 1% (1,1 ) y la comprendida entre 1930 y 1921 es algo mayor, 1,2%.

Como hecho significativo señalar que en 1919 se conoció la última gran epidemia en el País y en el Estado (la gripe de 1919).

El transcurrir de los años supone la confirmación de las diferencias del litoral y el interior .

Junto a las capitales, encontramos en Bizkaia cinco municipios que superan los 10.000 hab. (Baracaldo, Sestao y Portugalete, Getxo y Bermeo) y tres en Gipuzkoa (Irún, Tolosa y Eibar). El desarrollo de Bilbao le lleva a anexionar a Deusto y Begoña.

Contrariamente, en Alava se producen fusiones de municipios rurales como consecuencia de su progresivo despoblamiento. Su capital ha crecido de manera muy reducida en estos treinta años y su dinámica socioeconómica es totalmente opuesta a la de Bilbao y Donostia-San Sebastián. Frente al crecimiento de 1,87 de Bilbao y 2,46 de Donostia se sitúa el 0,88 de Vitoria-Gasteiz.

El conflicto bélico supone la finalización de un ciclo que de manera continuada se venía desarrollando entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo actual.

b) 1940-1975

Superado el conflicto bélico, y con la potenciación de la industria nacional se asiste en el País Vasco a un rápido desarrollo que en esta ocasión también afecta a las zonas interiores (Alava y Navarra).

Por vez primera desde el inicio de siglo, ambas provincias muestran saldos migratorios positivos que se contra restan con las habituales sangrías demográficas que se produjeron en los treinta primeros años de siglo.

El mejor resumen, o la mejor manera de significar lo que ha supuesto el período 1950-1975, en la historia demográfica del País Vasco es reflejar su aumento cuantitativo.

De 1.443.472 habs. de 1950 se pasan a los 2.783.352 de 1975, lo que prácticamente supone duplicar el número de efectivos. Con respecto a la Comunidad Autónoma se pasa de 1.039.465 habs. a 2.072.100 y especificando más diremos que Bizkaia pasó de 569.188 a 1.151.680, Gipuzkoa de 374.040 a 682.517 y Alava de 118.012 a 237.473. En esta última se da un caso curioso. La capital acoge en 1975 un potencial demográfico superior al asentado en el territorio hace veinticinco años. El crecimiento anual de 2,79% supone un aumento medio de 41.305 personas/año.

Superado el período postbélico, en 1950, la población del País Vasco se distribuye según territorios de la siguiente manera:

Alava 118.012

Bizkaia 569.188

Gipuzkoa 374.040

Navarra 382.932

En conjunto supone 1.444.172 habitantes frente a 1.380.983 de 1940, lo que significa un incremento de 6.319 personas por año. A partir de este momento las cifras se disparan.

El crecimiento vegetativo aumenta a la par que el "baby-boom" se alarga en el tiempo y la mortalidad retrocede lentamente. Si a ello unimos que se asiste a una importante corriente inmigratoria entendemos que la población en 1960 alcanzará la cifra de 1.778.696 habitantes desglosado por territorios de la siguiente manera:

Alava 138.934

Bizkaia 59.383

Gipuzkoa 478.337

Navarra 402.042

lo que representa un incremento medio anual superior a las 30.000 personas.

En 1970, Bizkaia, por vez primera en su historia demográfica, supera el millón de habitantes, y Gipuzkoa los 600.000, tal y como se refleja:

Alava 204.323

Bizkaia 1.043.310

Gipuzkoa 631.003

Navarra 464.867

Este ritmo de crecimiento se ralentiza entre 1970 y 1975, fecha a partir del cual la población se estanca en su número de efectivos y muestra una tendencia regresiva.

A partir de 1975 se muestran los primeros síntomas de un nuevo modelo demográfico que se reafirma plenamente con posterioridad, a partir de los años ochenta.

c) 1981-1991

Los primeros años de la década de los ochenta confirman las espectativas de los últimos años del decenio precedente. La natalidad y la fecundidad disminuyen sensiblemente y los movimientos migratorios limitan, a diferencia de años precedentes, un crecimiento cada vez menor .

En esta situación se dan en un primer momento crecimientos demográficos reducidos, posteriormente el crecimiento es "cero" y por último se pasa a una situación de decrecimiento, en la que estamos inmersos a principios de los noventa.

Entre 1981 y 1991, la población paso de 2.642.334 a 2.616.672 habitantes tal y como reflejamos a continuación.

 

1981

1986

1991

 Alava

 260.580

275.692

275.046

Bizkaia

1181.401

1169.654

1153.519

Gipuzkoa

692.986

689.714

671.774

Navarra

507.367

517.098

516.333

La situación, tal y como se aprecia, es diferente según territorios. El litoral, más industrial y con un crecimiento mayor durante años precedentes se ve afectado de manera negativa con mayor intensidad. En el interior el decrecimiento se sitúa en valores muy reducidos.

El futuro demográfico

Predecir el futuro de por sí es muy complejo. Sin embargo, en las actuales condiciones socioeconómicas no parece arriesgado aventurar un crecimiento muy reducido, prácticamente "cero" cuando los saldos migratorios se equilibren, ya que la tendencia de natalidad-fecundidad y mortalidad les van a hacer confluir en valores muy próximos.

Resumen y Conclusiones

Con todo ello podemos resumir este capítulo diciendo que la evolución demo- gráfica del País Vasco en este siglo presenta unas características muy definidas y que a grandes rasgos se pueden resumir en:

1) Durante el presente siglo se puede hablar en el País Vasco de tres grandes ciclos demográficos. Uno que abarcaría desde el inicio de siglo hasta el período bélico, otro posterior que arrancarían en los años cincuenta, superado el conflicto bélico y un tercero cuyo arranque se sitúa a finales de los años setenta y principios de los ochenta y cuyo final temporal es difícil prever.

2) En el País Vasco conviven dos modelos diferentes. Uno litoral y otro interior, con características sustancial mente opuestas. El primero dinámico conoce fuertes tasas de crecimiento desde principios de siglo, el segundo se incorpora con retraso al proceso moderno. En ambos casos se produce una reconversión de la mano de obra activa encuadrada en el sector primario al industrial. La dispar repercusión negativa de la crisis actual tiene mucho que ver con la intensidad del proceso demográfico en los años sesenta.

3) Las migraciones juegan un papel importantísimo en el desarrollo poblacional. El País Vasco crece tanto en función de ellas como del crecimiento vegetativo. En el litoral todavía es más importante la corriente migratoria. En la actualidad, los movimientos limitan el crecimiento de la población.

4) Como consecuencia de lo expuesto se producen importantes desequilibrios comarcales. Frente a concentraciones de grandes dimensiones como el Gran Bilbao, existen áreas despobladas como el interior alavés o navarro y territorios como el guipuzcoano donde la población se distribuye de manera homogénea. En consecuencia las capitales juegan un papel diferente en cada territorio. Pamplona, Vitoria-Gasteiz, Donostia-San Sebastián y Bilbao.

5) Precisamente, estas diferencias existentes en los territorios hace que el futuro sea muy diferente según las zonas que tratemos.