Lurralde :inv. espac. N. 19 (1996) p. 89-104 ISSN 1697-3070

SISTEMA DE EXPLOTACIÓN GANADERA:

NOTAS EN TORNO A SU CONCEPTO

Recibido: 1996-03-05

Cayetano ESPEJO MARIN

Universidad de Murcia. Dpto. de Geografía

Plza. Stº Cristo, 1

30001 Murcia

RESUMEN:

La definición y caracterización de los sistemas de explotación ganadera es compleja debido a la variedad de factores que se desarrollan dentro de ellos. Con este artículo pretendemos contribuir a conocer las características de cada sistema, para lo que contamos con la opinión de los autores que abordan esta problemática.

Palabras Clave: sistema de explotación, ganadería, extensivo. intensivo, industrial.

SUMMARY:

The definitíon and characterisatíon of the systems for cattle farming is complex owing to the variety of factors which are developed among them. With this article we hope to contribute to the knowledge about the characteristícs of each system and with this aim we include the opinion of the autors who have dealt with this problem.

Key Words: farming system, cattle farming, extensive, intensive, índustrial.

 

La múltiple serie de factores y elementos que concurren en cada sistema de explotación del ganado hace que en ocasiones aparezcan dificultades para su diferenciación. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las explotaciones se definen dentro de un determinado sistema, pero también existen otras, sobre todo las familiares pequeñas que son muy difíciles de encajar en un sistema concreto.

Antes de continuar hablando de los sistemas de explotación pecuaria consideramos oportuno precisar sobre la definición de los mismos. Para ello contamos con dos interesantes aportaciones:

A. FREMOND (1967) conceptúa el sistema ganadero como una unidad de investigación que expresa una combinación en la que se interfieren elementos de orden natural, económico y sociológico. El dominio de un sistema en el interior de un área más o menos netamente delimitada permite definir una región ganadera.

A. VERA y VEGA (1979) define el sistema de producción como la forma equilibrada y armónica en que se combinan los factores de producción para lograr unos productos o servicios de forma eficiente, pudiendo llamarse modelos a cada una de las principales formas de variación existentes dentro de cada sistema.

Un sistema de producción animal está caracterizado por dos tipos de equilibrios o balances: uno de ellos es el flujo de energía formado por los animales con la obtención final de productos o servicios para el hombre. y un segundo aspecto que es el balance económico que cada sistema origina, esto es el flujo de valores económicos que hace posible que exista una rentabilidad al sistema que previamente hemos descrito. Sería, en suma, sistema todo cuanto afecta a la naturaleza fundamental del equilibrio entre el recurso agrícola que sirve de sustrato, el tipo de animal y el grado de intensificación reproductiva, mientras que serían modelos dentro de cada sistema las variantes derivadas de las formas de recriar, cebar o complementar la alimentación natural.

Uno de los problemas que tiene el estudio comparativo de los sistemas es que no está suficientemente resuelta la descripción de los factores en juego y sus interrelaciones, así como de los procesos por los que los recursos fluyen y se transforman.

La explotación de los animales útiles al hombre puede adoptar dos grandes modalidades: el llamado sistema extensivo y el intensivo. Ambos tienen características radicalmente diferentes, tanto en lo que se refiere a las especies explotadas, como a razas y hasta individualidades, y también en cuanto a sistemas de alimentación, manejo, etc.. A la vez, cada una de ellas requiere un equilibrio distinto de los factores productivos (tierra, capital, trabajo) así como también son desiguales los rendimientos que se obtienen de los animales por uno u otro sistema, tanto en lo que respecta a la calidad como a cantidad de productos. Podemos decir en definitiva, que la rentabilidad de la explotación es diferente comparando ambas modalidades, como son diferentes los animales, el sistema de alimentación, la cantidad y calidad de la mano de obra, el capital invertido y la extensión y características de la tierra puesta al servicio de la producción animal (SOTILLO RAMOS, J.L. y VIJIL MAESO, E., 1978).

De todas formas las notas que diferencian ambos sistemas no siempre están muy definidas, debido a la variedad de combinaciones que de hecho se dan en la práctica, lo que hace que sea muy difícil encuadrar las diversas posibilidades dentro de uno u otro sistema. En realidad se trata de una gama de formas muy próximas cuyos límites se confunden, al menos en los detalles. Según los autores citados SOTILLO y VIJIL se puede establecer una cierta secuencia entre los diversos sistemas:

  • Pastoreo

  • EXPLOTACION EXTENSIVA

  • explotación semi-extensiva

  • explotación semiintensiva

  • EXPLOTACION INTENSIVA

  • explotación ultra-intensiva

Da la impresión como si se produjera una auténtica evolución en el tiempo: el pastoreo sería la forma más antigua de explotar el ganado, mientras que las instalaciones ultra-intensivas son el exponente más moderno de la industria animal. Con el transcurso de los años lo que realmente se ha dado ha sido una evolución de la tecnología, desde las antiguas prácticas ganaderas, hasta los avances en la selección de los animales, manejo, alimentación animal, etc.,. Evolución que surge para dar respuesta ante las nuevas necesidades de alimentos de origen animal motivadas por el fuerte crecimiento de la población, y sobre todo de la población urbana.

De todas formas, ciertos factores del medio, como puede ser la climatología, el soporte suelo-vegetal, etc. imponen, con independencia del nivel tecnológico, unas limitaciones o por el contrario, estimulan a uno u otro tipo de sistema productivo, en estrecha correlación con la idiosincrasia de los habitantes de un área (costumbres, grado de cultura, características del comercio, etc.) y con sus disponibilidades de tierra y capital.

El desenvolvimiento de la ganadería, su progreso en índices de transformación, el aumento de sus rendimientos efectivos, su reajuste a las necesidades de consumo humano hasta cubrirlas ampliamente e incluso proporcionar superávit propio a la exportación en el ineludible intercambio comercial de los pueblos, se encuentra íntimamente unido al proceso agrario, a su perfeccionamiento, al equilibrio de sus producciones cerealista y forrajera, a la repoblación y cuidado de las zonas montuosas ya sus procesos comerciales, que permitan en tiempo oportuno la fácil compensación de recursos alimenticios de abasto público, en zonas deficitarias (APARICIO SÁNCHEZ, G., 1961).

En general y como consecuencia de lo expuesto hasta ahora la mayoría de los estudios realizados sobre esta temática coinciden en distinguir dos grandes grupos de sistemas ganaderos que presentan unas características específicas acusadas aunque tienen otras comunes y se dan estrechas interconexiones entre ellos. F. SOBRINO IGUALADOR y otros (1981) en su estudio sobre la evolución de los sistemas ganaderos en España nos hablan de:

a) Los sistemas ligados al suelo, que a su vez se subdividen de acuerdo con la función básica del ganado en ellos en

-Sistemas de aprovechamiento directo o pastoreo,

-Sistemas complementarios en la explotación agrícola.

-Sistemas de transformación intensiva.

b) Los sistemas ganaderos sin tierras o industriales.

Teniendo en cuenta esta última aportación y sin olvidar los sistemas tradicionales, se pueden distinguir cuatro sistemas principales en el momento actual. Estos son: Sistema Extensivo, Sistema Intensivo, Sistema Mixto y Sistema Industrial.

1. SISTEMA EXTENSIVO

El sistema extensivo es el más antiguo y clásico de todos los existentes. No supone una simple evolución de las formas primitivas de ganadería (nomadismo, pastoreo), sino que por el contrario, constituye un fenómeno independiente y característico que se ve influenciado por una climatología no compatible con una agricultura rentable.

Durante mucho tiempo se han venido equiparando los términos pastoreo y extensivo, en el sentido de grandes extensiones de terreno; pero la realidad es mucho más compleja, ya que el factor determinante, con independencia del soporte territorial de la explotación, es la productividad animal alcanzada.

G. APARICIO SÁNCHEZ (1961) destaca como características de la explotación extensiva las siguientes:

a) Relativas al proceso agrario: Apropiadas superficies de pastizales o dehesas, zonas elevadas y áridas o francamente montuosas y escasa capacidad para el cultivo agrícola.

b) Referentes al ganado: Biotipos ambientales, poder acomodaticio aumentado, limitado poder de transformación e índice de fecundidad reducido.

c) Elementos cooperantes: Clima desfavorable, régimen pluviométrico deficiente, sistemas hidrográficos alejados, abrevaderos escasos, ciclos alimenticios intermitentes, ausencia de albergues y estados sanitarios adversos.

Todo esto resume a la explotación extensiva como aquella que mantiene animales de escasa productividad, rústicos y no seleccionados para una única aptitud, en un medio desfavorable para el cultivo agrícola rentable y del que dependen en gran medida para su alimentación, con unas exigencias mínimas de capital y mano de obra especializada.

Para J.L. SOTILLO RAMOS y E. VIJIL MAESO (1978) la tónica general de la explotación extensiva es la utilización de animales de tipo "ambiental" y la gran superficie de tierra necesaria. En cambio, los otros factores de producción (capital y trabajo) presentan combinaciones sumamente variables entre sí, en cuanto a importancia relativa:

1) Escasa mano de obra y mínimo capital de explotación: fórmula que recuerda los sistemas más antiguos de explotación, tales como el nomadismo, y que de ordinario es seguido en los grandes latifundios o en terrenos comunales de regiones económicamente deprimidas.

2) Abundante mano de obra y reducido capital de explotación: coincide normalmente con áreas mermadas de recursos forrajeros, economía primaria y acusada parcelación de los terrenos pastables, de tal manera que el ganado está dividido en pequeños rebaños a cargo de muchos pastores.

3) Escasa mano de obra y cuantioso capital de explotación: es típica de regiones evolutivas, de transición, donde la mejora de la tierra, traducida en una mayor disponibilidad de alimentos para el ganado, permite a éste la expresión máxima de sus posibilidades gen éticas. Exige fuertes inversiones en animales, mano de obra especializada y algunas construcciones (albergues para determinadas épocas del año, vallas, etc).

En general la importancia relativa del factor tierra en la explotación extensiva es siempre grande y, por el contrario, su productividad es baja.

Otros autores como F. SOBRINO y otros (1981) destacan también como condiciones básicas que este sistema se implanta allí donde por razones ecológicas, económicas o sociales el suelo no se dedica al cultivo u otras utilizaciones más rentables y constituye una forma de aprovechar el suelo y producir alimentos y recursos para el hombre. Pensemos en suelos con características físicas inadecuadas, con localizaciones desfavorables a los mercados, en zonas con escasa densidad de población y escasa demanda de alimentos o en zonas en las que la estructura social y política frena otras utilizaciones más intensivas del suelo cuando se dan condiciones básicas para ello, como en los clásicos latifundios.

Pueden organizarse en empresas exclusivamente ganaderas, o en empresas mixtas, coexistiendo con otras explotaciones agrícolas o forestales, en cuyo caso junto a la función dominante tienen las funciones complementarias propias del ganado en la empresa mixta.

Pueden adaptarse a bases territoriales diferentes ya diferentes regímenes de explotación: grande o pequeña propiedad, sociedad anónima, cooperativa, etc..

Como conclusión se pueden desglosar las ventajas e inconvenientes del sistema extensivo, aspectos detalladamente tratados por los citados autores J.L. SOTILLO y E. VIJIL (1978).

Ventajas:

  • Aprovechamiento de los recursos naturales, de otra forma improductivos. Se aprovechan ciertas producciones vegetales, que de otra forma resultarían improductivas o, al menos, SU recolección supondría costes tan elevados que la harían ruinosa. Además, el mantenimiento del ganado contribuye a la mejora paulatina -o a la conservaciónde las áreas donde pasta.
  • Posibilidad de explotar razas autóctonas. Estas razas perfectamente adaptadas al medio durante generaciones, soportan perfectamente las condiciones ambientales, lográndose con ellas una rentabilidad ciertamente interesante. Además siempre cabe la posibilidad de mejorarlas, mediante cruces con animales más productivos, o al menos, aprovechar el vigor híbrido del primer cruce, cuando se trata de sementales de raza distinta.
  • Mínima inversión de capital. En la mayoría de los casos la inversión de capital se limita a la compra de ganado, siendo la inversión más o menos cuantiosa, pero siempre menor que la que supondría la adquisición de ejemplares selectos para ser explotados en otro tipo de régimen.
  • Alta rentabilidad en relación al capital invertido. Debido a que los productos de los animales explotados en régimen extensivo alcanzan la misma cotización que los procedentes de otros tipos de explotación, y como los costes de producción son siempre menores, la rentabilidad es más elevada, aún en el caso de que la productividad unitaria sea siempre pequeña, por la menor especialización, enfermedades, descenso de natalidad, etc.

En lo que se refiere a los inconvenientes destacan:

  • Estacionalidad de las producciones. La estrecha dependencia entre el animal y el medio en este sistema de explotación, determina que la producción se acumule en períodos anuales muy concretos. Ello supone la concentración de la oferta y la consiguiente caída de los precios en determinados meses.
  • Falta de tipificación de los productos. Uno de los mayores problemas que plantea la comercialización de los productos animales obtenidos con el régimen de explotación extensiva es la falta de tipificación y los problemas que acarrea la normalización de los mismos.
  • Problemas higiénico-sanitarios. Debido a que las medidas higiénico-sanitarias en las explotaciones extensivas suelen ser escasas. Sólo en aquellas explotaciones mejoradas en zonas muy concretas en las que se conjuga una mentalidad ganadera más avanzada y un medio natural benigno se toman ciertas medidas a este respecto, como pueden ser la rotación de pastos, desinfecciones y desparasitaciones, vacunaciones, etc..
  • Excesiva duración de los ciclos productivos. Como consecuencia obligada de la dependencia del animal de las producciones del terreno, de todas las situaciones adversas que se pueden dar en este sistema de explotación (mayor o menor pluviosidad, cantidad y calidad de los pastos, desplazamientos en busca de alimentos, etc.) y que repercuten con intensidad en la duración de los ciclos de producción y por tanto en los rendimientos/unidad de tiempo.
  • Dificultad para encontrar mano de obra. A pesar de que la mano de obra no necesita ser especializada, existe una considerable dificultad para conseguirla, hasta el punto de que ésta es una de las razones que explican la reducción en España de los censos de ovino y caprino en los últimos años. El éxodo rural, las condiciones de vida muy ingrata, la gradual cualificación de la mano de obra en el campo (mecanización-agropecuaria), la oferta de otros puestos mejor remunerados, son entre otras las causas que explican la cada vez mayor escasez de pastores y personas que se quieran dedicar al cuidado del ganado en las condiciones que lleva consigo el sistema extensivo.
  • Heterogeneidad en la estructura de los rebaños. Se produce como consecuencia de las agrupaciones indiscriminadas de sexos, edades y situaciones productivas de los animales, variable además, a lo largo del año. Ello trae como problema obligado el que la alimentación sea inadecuada para muchos individuos del conjunto, cuando para otros es perfectamente racional.

2. SISTEMA INTENSIVO

El sistema intensivo es el otro gran sistema en que tradicionalmente se ha dividido la explotación del ganado. Supone una forma de explotación animal altamente tecnificada, dirigida no ya al aprovechamiento de los recursos naturales de otra forma improductivos, como en el caso del régimen extensivo, sino por el contrario, a situar al ganado en condiciones tales que permitan obtener de él altos rendimientos productivos en el menor tiempo posible.

Obviamente, el fenómeno de la explotación intensiva no ha surgido espontáneamente, sino al compás del desarrollo de una serie de conocimientos científicos y de avances tecnológicos, de entre los que destacaríamos los referentes a la genética, nutrición y alimentación, higiene y sanidad y construcciones y utillaje ganadero, los cuales han permitido, por un lado que el animal exprese sus máximas posibilidades productivas, y por otro lado, la racionalización óptima de todas las labores de manejo (SOTILLO RAMOS, J.L. y VIJIL MAESO, E., 1978).

G. APARICIO SANCHEZ (1962) señala, al igual que hace con el sistema extensivo, una serie de factores que concurren en la explotación intensiva:

-Relativos al terreno: superficies apropiadas al número de animales que se pretenden explotar y existencia de zonas regables o, al menos con gran capacidad forrajera, etc.

-Referentes al ganado: biotipos constitucionales, gran capacidad de transformación, alto índice de fecundidad, etc.

-Factores complementarios: climatología óptima, edificaciones adecuadas, ciclos alimenticios ininterrumpidos y equilibrados, estado sanitario óptimo, canales efectivos de comercialización.

En resumen se trata de tres aspectos que permiten definir la explotación intensiva como aquella que, abordada con un criterio empresarial, se caracteriza por un control completo sobre los animales seleccionados para una determinada aptitud, aportando los medios necesarios -alimentación, mano de obra, instalaciones, etc.para posibilitar la maximalización de las producciones.

En lo que hace referencia a las bases sobre las que se asienta la explotación de tipo intensivo, desde el punto de vista económico, cabe decir que al igual que la explotación intensiva se regía, sobre todo por la ley productividad/relatividad, el principio económico que prima en la intensiva es el de "los incrementos decrecientes", según el cual, " a medida que cada uno de los factores de producción actúa con mayor intensidad, su rendimiento va decreciendo"

En la explotación intensiva se da una creciente independencia de Ja explotación ganadera, con respecto al espacio agrícola, ya que de hecho no constituyen, ni tienen por que constituir una misma unidad empresarial.

El factor trabajo tiene una influencia decisiva. La mano de obra exige una cualificación muy superior a la de las explotaciones extensivas debido a la mayor complejidad técnica de los medios que maneja. Por otro lado, la explotación intensiva necesita otro tipo de mano de obra que no siempre tiene reflejo contable directo, ya que se trata de la labor de dirección y gestión que, al margen de caracterizar al propio régimen intensivo, influye sobre la rentabilidad de tres formas distintas:

-Disminuyendo los costes de producción, combinando adecuadamente lbs factores productivos.

-Revalorizando los productos, a través de la obtención de la calidad comercial que exige el consumidor.

-Integrando la explotación bajo la forma empresarial más idónea (cooperativa, integración, etc.)

Pero quizás sea el capital el factor productivo más característico y de mayor influencia en la explotación intensiva. Así, tanto el capital fijo, como el circulante, son la base que conforma el carácter empresarial que define a este tipo de explotación (SOTILLO RAMOS, J.L. y VIJIL MAESO, E., 1978).

En el capital fijo cabe incluir edificios, instalaciones. maquinaria, equipo y animales. Su influencia sobre la productividad se ejerce:

-Aumentando el rendimiento de los animales, a través de la producción que ejercen estos alojamientos.

-Reduciendo la mano de obra necesaria al facilitar el manejo y por tanto minimizar el trabajo ejercido por unidad de producción.

-Mejorando el estado sanitario del ganado, al permitir un control más estricto de los animales.

Un.aspecto muy importante dentro del sistema intensivo hace referencia a las características de las construcciones ganaderas y que según A. VERA y VEGA 1 ha de cubrir los siguientes objetivos:

-Fisiológicamente ha de ser adecuada al tipo de animales considerados ya las producciones que de ellos se esperen.

-Laboralmente, ha de ser conveniente para aminorar el trabajo humano y facilitar su sustitución por el grado de mecanización más apropiado.

-Constructivamente ha de reunir ciertas condiciones en cuanto a técnica, seguridad, solidez y conservación, durante el tiempo de amortización previamente calculado. Mientras que hace unos años existía la tendencia a construir para toda la vida, en la actualidad se busca sólo una solidez constructiva que permita cubrir el tiempo de amortización, ya que la obsolescencia desaconseja el empleo de una construcción ganadera más allá del momento en que sus características laborales y tecnológicas dejan de ser las óptimas. Por ello los períodos de amortización deben establecerse en función de esa utilidad y, a su vez, la duración del edificio en relación con la amortización prefijada.

F. SOBRINO y otros (1981) indican igualmente una serie de características para el sistema de explotación intensiva y que se resumen:

a) El ciclo energético, dentro del despilfarro cuantitativo que suponen la transformación para el ganado de la energía vegetal en animal, permite intensificar al máximo el rendimiento energético del suelo y tomar de él una parte más o menos importante de la que necesita el proceso de transformación, según el peso de los alimentos comerciales que utiliza.

b) La dependencia del suelo limita las posibilidades de aprovechar las economías de localización.

c) La relativa rigidez de la base territorial plantea también a las empresas que operan con estos sistemas problemas de adaptación a las economías de escala.

d) Los regímenes de propiedad y tenencia del suelo condicionan aún más fuertemente que los sistemas complementarios el desarrollo de éstos, en cuanto constituyen en general formas más intensivas de utilización del suelo. Las pequeñas empresas familiares tienden en condiciones normales a este tipo de intensificación como mecanismo de supervivencia, mientras que las grandes explotaciones tienden a rehuirlo o aceptarlo siempre que sea en base a sistemas de explotación intensivos en capital, pero con reducidas exigencias de mano de obra.

e) Las exigencias de estos sistemas respecto a las tecnologías autóctonas adaptadas a las diferentes condiciones ecológicas y estructurales de la producción son similares a las del sistema extensivo.

f) La incidencia del mercado respecto a este sistema es mayor ya que el peso de la orientación productiva ganadera en los ingresos de la empresa y dependencia de los mercados de productos ganaderos también lo son.

Como conclusión, y tal y como se hace en el caso del sistema extensivo, resulta de gran interés la serie de ventajas e inconvenientes desglosados por los ya citados J.L. SOTILLO RAMOS y E. VIJIL MAESO (1978):

El hecho de que una explotación intensiva el animal esté alojado en una construcción que lo aísla casi por completo de las influencias del medio natural, en lo que al aspecto climatológico se refiere, alimentado según su estadio productivo y controlado en los planos sanitarios, de producción, etc., supone una serie de ventajas entre las que se pueden destacar:

-Obtención de elevados rendimientos unitarios.

-Independencia del animal respecto a las condiciones climáticas del medio y, subsidiariamente de las producciones agrícolas que le pudieran servir de alimento.

- Uniformidad de la producciones (paso previo a una adecuada comercialización de los productos).

- Oferta de productos en los momentos más idóneos desde el punto de vista del mercado.

-Acortamiento de los ciclos productivos.

-Menor penosidad para la mano de obra y alta remuneración de la misma.

-Posibilidad de una mayor intervención del sector productivo en la comercialización de los productos pecuarios.

Como inconvenientes más importantes destacan:

- Elevado coste de los terrenos como consecuencia de la tendencia a ubicar este tipo de instalaciones en las cercanías de los núcleos urbanos.

-Coste elevado de la urbanización (traída de aguas, electrificación, aguas residuales, etc.), edificios, material y utillaje, que, además, exigen plazos de amortización relativamente cortos, ante la obsolescencia que impone la moderna tecnología.

- Alto precio unitario de los animales reproductores, como consecuencia de su especializaciÓn.

- Elevado coste de la alimentación. Factor agudizado en España por la carencia de un soporte forrajero adecuado, lo que hace que la dependencia del extranjero en determinada materias primas sea muy fuerte.

Cabe concluir que la explotación intensiva no supone en sí misma la mejor solución en producción animal, ni que su adopción es garantía de total rentabilidad en todos los casos. Más bien se trata de evaluar las ventajas e inconvenientes que comporta y decidir su implantación en función de las circunstancias del mercado, mano de obra cualificada, capital inicial y circulante abundantes, etc., ya que todos estos factores pueden inclinar definitivamente el capítulo de las ventajas o de los inconvenientes a un lado u otro según las circunstancias iniciales.

3. SISTEMA MIXTO O SEMI EXTENSIVO

Una vez expuestas las características que definen los dos sistemas de explotación del ganado más conocidos pasamos a hablar de otro sistema, ya que todo el ganado no se explota bajo los citados sistemas, sino que existen otros más. Entre estos dos principales antes citados surge otro intermedio denominado mixto, por tener características del extensivo, al darse en él el pastoreo fundamentalmente, y del intensivo, por la estabulación del ganado. Autores. como J.L. SOTILLO RAMOS y E. VIJIL MAESO lo denominan semi-intensivo, por no llegar a ser intensivo del todo. Este sistema es el que mejor encaja con el segundo tipo de la citada clasificación de F. SOBRINO y otros (1981), es decir el sistema complementario de la explotación agrícola.

En este sistema, el ganado tiene como función dominante aumentar los rendimientos de los cultivos y mejorar el rendimiento global de la empresa agraria. La explotación ganadera está básicamente al servicio de los cultivos y es complementaria de la explotación agrícola.

Esta función la cubre a través de una serie de prestaciones:

a) El aporte de trabajo. Condición necesaria para la intensificación, aunque hoy en día tras la mecanización se ha producido el desplazamiento del ganado de esta función, salvo en empresas con características muy especiales.

b) La fertilización del suelo a través de una doble vía:

-Permite la introducción en las rotaciones de cultivo de plantas forraje ras que mejoran la fertilidad del suelo, poco aptas para ser comercializadas por su volumen, transformándola in situ.

- El estiércol, que devuelve al terreno entre el 35 y 40 por 100 de los principios nutritivos y la energía ingerida en los alimentos, en forma más fácilmente asimilable por las plantas y con la posibilidad de concentrarlo allí donde se desee, mejora la estructura física de los suelos.

-Aprovechar las fuerzas de trabajo humano existentes. .Utilizar los subproductos de la explotación.

-Mejorar la economía de la explotación a través de autoabastecimiento y la venta de productos ganaderos en estado fresco o tras ser transformados en la propia empresa.

El desarrollo del sistema de explotación mixta surge como consecuencia del cambio que se ha producido en las condiciones de implantación del sistema extensivo, cuyas características ya han sido ampliamente descritas. Los cambios que se producen en el campo español, a partir de los años sesenta hacen que la explotación extensiva del ganado, a excepción de unas zonas muy determinadas, hoy en día ya no sea viable, siendo en gran medida sustituida por la explotación mixta.

El despoblamiento de las zonas rurales, la escasez de pastores y los sueldos mucho más elevados son la nota característica del campo español. Además, la revolución tecnológica que ha supuesto el desarrollo masivo de la motorización, la mecanización, la oferta de abonos comerciales y de alimentos concentrados para el ganado y el fuerte trasvase de fuerzas de trabajo del sector agrario a otros sectores productivos han creado condiciones favorables para una mayor especialización productiva en los países industriales.

El ganado ya no es imprescindible porque sus prestaciones de trabajo pueden ser sustituidas por las máquinas y su aportación a la fertilización por los abonos comerciales, al tiempo que las disponibilidades de fuerzas de trabajo a la empresa agraria se reducen.

No obstante las prestaciones del ganado a la economía de la fertilización, a la economía del trabajo y al rendimiento total por Ha. y hombre, siguen teniendo tal peso en la empresa familiar que sólo en una parte de las empresas con orientaciones productivas muy especializadas se reduce el peso vivo por Ha.. En general, en los países industrializados de Europa el ganado de trabajo se sustituye por el de renta, se hace un uso creciente de los medios de producción que aportan las industrias de los alimentos concentrados del mercado y se intensifican las explotaciones ganaderas complementarias que, en muchos casos, pasan a ser dominantes convirtiéndose en sistemas de transformación intensiva (SOBRINO, F. y otros, 1981 ).

También la demanda del mercado tiene hoy en día otras necesidades, exigiendo productos más homogeneizados, con mejor presentación y susceptibles de ser adquiridos durante todo el año o en determinadas épocas que no tienen porque coincidir con las ofertas anuales del sistema extensivo.

Con la cada vez mayor concienciación de los ganaderos en lo que se refiere a la selección de razas ya la lucha contra las enfermedades, así como el elevado coste del dinero que no permite tener invertido capital en una explotación ganadera que no sea rentable, son factores que explican el paso paulatino de las explotaciones de carácter extensivo hacia las intensivas, siempre en la búsqueda de una mayor rentabilidad, a la vez que cada vez son menos las que permanecen con el 'único y exclusivo aprovechamiento directo del suelo.

4. SISTEMA INDUSTRIAL

Tal y como sucede con el sistema extensivo, el intensivo también ha experimentado un proceso de desarrollo y de fuerte tecnificación en busca de mejores rendimientos. Este proceso ha sido tal que ha dado lugar a que aparezca un cuarto sistema de explotación, el denominado industrial.

La característica más significativa del sistema de explotación industrial y que lo define como tal, diferenciándolo del intensivo, es su desvinculación total del factor tierra del que no tiene ninguna dependencia directa. Los alimentos, el ganado y los demás medios de producción se adquieren en el mercado sin la necesidad de tener que recurrir al suelo de la explotación, ya que todo su consumo lo constituyen productos industriales, como son los piensos y las vitaminas. Los residuos que genera esta ganadería, tal y como sucede con los de cualquier empresa industrial, son utilizados para la fertilización de la tierra, aunque en el caso del estiércol no sea necesario ningún tipo de transformación, ya que se vende directamente en el mercado a empresas agrícolas o a través de los intermediarios.

El sistema de explotación industrial no afecta a todas las especies, sino sólo a aquellas que para su alimentación no precisan paja, ni verde ni otro tipo de forrajes o productos que se obtengan directamente del campo, debido a que se alimentan única y exclusivamente de piensos y otros productos industriales, es decir el ganado porcino y el aviar.

Los sistemas han pasado a ser dominantes en los países industrial izados en la producción de huevos y carne de ave y tienen un gran peso, mayor o menor según los países, en la cría y cebo de cerdos y especies menores (F. SOBRINO y otros, 1981).

En la ganadería porcina y aviar, el equilibrio agricultura-ganadería al que antes hacíamos alusión, se ha roto de un moco definitivo, siendo en la actualidad casi totalmente independiente el proceso productivo del contexto agrológico en el que se desarrolla. Se podría decir que se trata de un proceso de producción de proteínas animales prácticamente industrializado (RODRIGUEZ ZÚÑIGA, M., RUIZ.HUERTA CARBONELL, J. y SORIA GUTIÉRREZ, R., 1979).

Los sistemas industriales surgen cuando la demanda de alimentos ganaderos ha aumentado de tal forma que no podía ser cubierta con las ofertas procedentes de los sistemas extensivos o intensivos y se daban relaciones de precios favorables para transformar alimentos vegetales mercadeables.

Su rápido desarrollo se ha visto favorecido por el progreso científico en el campo de la gen ética y la alimentación del ganado que han permitido desarrollar tecnologías estandarizadas que permitían índices de conversión alimenticia cada vez más favorables y susceptibles de ser utilizadas a escala mundial. Con ello los monogástricos se han situado en favorable posición competitiva en relación a los sistemas ligados al suelo.

F. SOBRINO y otros (1981) describen las características que definen los sistemas industriales de producción pecuaria:

a) Operan en base a energía importada en forma de alimentos concentrados y con índices de conversión alimenticia elevados en los monogástricos.

b) La desvinculación del factor tierra supone la posibilidad de aprovechar las economías de localización aproximándose a los centros de consumo y/o oferta más favorable de materias primas. Supone también la posibilidad de concentrarse en núcleos de gran densidad de producción con las consiguientes ventajas.

c) La desvinculación del suelo permite una más fácil adaptación a las economías de escala y beneficiarse de ellas, en cuanto el tamaño de la empresa no está condicionado por la disponibilidad de bases territoriales.

d) Los sistemas de propiedad y tenencia de la tierra no juegan aquí un papel directo. En las aves y cerdos (monogástricos) con características biológicas adecuadas en la reproducción (períodos de incubación y gestación cortos, posibilidad de obtener numerosas crías por madre y año, y reducida incidencia sobre la cría del consumo de alimentos de las madres,) la reproducción de la cabaña ganadera puede también desvincularse del suelo.

e) Estas características de la reproducción favorecen también el progreso científicotécnico en la obtención de material gen ético de altos rendimientos en estas especies, produciéndose verdaderas revoluciones, especialmente con la obtención de los híbridos en avicultura.

La desvinculación del factor tierra permite la homogeneización y standarización de la base alimenticia y de las condiciones del proceso de transformación, aislándolo ampliamente de la variabilidad e irregularidad que impone el medio físico a los sistemas ligados al suelo. Esto facilita el progreso científico y técnico, en condiciones similares a la industria, y el continuo de la eficiencia en la transformación de alimentos, en la economía de su utilización y en la economía del trabajo y de los restantes factores de la producción. El desarrollo científico y técnico crea también condiciones favorables para la especialización de todo el sistema y al aparición de una serie de industrias auxiliares.

Entre ellas destacan por el elevado porcentaje del coste que suponen los elementos, las industrias de piensos compuestos. Estas operan con tecnologías cada vez más desarrolladas y tienden a concentrarse ya convertirse en centros de control hegemónico sobre la producción, junto con las empresas que controlan el material gen ético, desplazando de este papel a las concentraciones de distribución mayorista.

f) La independencia del factor tierra, la facilidad de aumentar o reducir el número de crías y el carácter mercadeable de los restantes factores de la producción, facilitan la adaptación de estos sistemas a los cambios del mercado en los planos cuantitativo, cualitativo, espacial y temporal.

En contrapartida, son muy sensibles a las fluctuaciones del mercado y su desarrollo está fuertemente condicionado por las estructuras de los sistemas de previsión y regulación de las fluctuaciones, especialmente las coyunturales o cíclicas que caracterizan los mercados de sus productos y por la estructura de los sistemas de distribución.

Por su parte J.A. SEGRELLES SERRANO (1991a) en su Tesis Doctoral sobre "la ganadería industrializada en España" recoge todos los elementos que contribuyen de forma más o menos directa al funcionamiento y desarrollo de la ganadería industrializada.

Entre otras, destacamos sus siguientes conclusiones:

- La ganadería industrializada durante las últimas décadas ha sido un factor decisivo en la modificación de los paisajes agrarios, ya que la intensificación de los métodos productivos da carácter al aprovechamiento pecuario actual, a la vez que le otorga una personalidad nueva y original. Con ella surgen relaciones agrarias, sociales y económicas de nuevo cuño que alteran por completo los lazos arraigados y ancestrales entre la explotación ganadera y el medio que la rodea.

-La intensificación de los sistemas productivos genera cambios muy grandes en la composición interna de la cabaña española. Las especies de ciclo biológico corto, sobre todo los broilers y el ganado porcino son los principales beneficiarios, en detrimento de los rumiantes. Los monogástricos aprovechan mejor la alimentación a base de piensos compuestos y transforman con gran eficacia los concentrados ingeridos.

-El aprovechamiento pecuario intensivo está libre del determinismo que imprime la naturaleza, y sólo requiere suelo imprescindible para erigir las naves, como cualquier otra actividad industrial.

-La ganadería industrializada es una actividad especulativa, necesitada de comunicaciones tluidas y contactos directos entre todos los elementos que componen la cadena de producción, desde el ganadero hasta el consumidor.

-La nueva orientación ganadera se basa en un proceso sustitutivo de los animales autóctonos por elementos raciales extranjeros. Se trata de animales especializados, fruto de profundas investigaciones gen éticas y de minuciosos programas de hibridación, que son prolíficos, productivos y de gran eficacia transformadora. Esto es particularmente acusado en el ganado porcino y en avicultura.

-Una buena sanidad animal es imprescindible para el desarrollo de la ganadería industrializada. Los avances higiénico-sanitarios son insoslayables en la explotación pecuaria intensiva, ya que su propia esencia radica en las elevadas concentraciones de individuos.

-El empleo de razas precoces y los rígidos controles sanitarios son complementados por una alimentación específica a base de piensos compuestos, los cuales son consumidos de forma creciente e imparable desde el comienzo de los años sesenta.

-Muchas de las granjas modernas no tienen problemas de especialización y bajos rendimientos, pero carecen de tierras suficientes para soportar las masivas concentraciones de animales. La tierra no puede absorber las enormes cantidades de desechos orgánicos que se generan y la ganadería intensiva se convierte en un preocupante foco de contaminación ambiental (SEGRELLES SERRANO, J.A., 1991b).

-En la actualidad ganadería industrializada es sinónimo de ganadería integrada, ya que la casi totalidad del cebo de animales se halla en régimen de integración. Sólo la producción de lechones escapa algo a esta fórmula por su relativa vinculación a la tierra ya la explotación familiar y por su necesidad de trabajo especializado. Con los broilers sucede lo mismo, ya que ofrecen su producción casi absoluta en régimen integrado.

-La penetración del capitalismo en el sector agropecuario y la intensificación de los métodos productivos anulan a la empresa agraria como proveedora de los elementos que requiere el aprovechamiento ganadero para su perfecto desarrollo y funcionamiento. Como consecuencia, la producción pecuaria intensiva, dominada en gran medida por firmas poderosas, adquiere los inputs en lugares diversos en función de los precios y mercados. De esta forma se amplían y diversifican los circuitos mercantiles, tanto en el interior del país como en los ámbitos internacionales. La ganadería española padece una enorme dependencia externa respecto a los medios de producción, y además recibimos abundantes productos ganaderos que otorgan un saldo negativo a la balanza comercial.

-La consecuencia directa de la intensificación ganadera es el abaratamiento de la carne. las carnes de cerdo y pollo se convierten en un alimento rico en proteínas con un precio asequible para amplios estratos sociales.

-La ganadería industrializada constituye un complejo productivo que afecta a multitud de sectores, colectivos y personas estrechamente imbricadas. Ganaderos, empresas capitalistas, cooperativas, cereales, transportes, sindicatos, mataderos, tratantes, industrias cárnicas, laboratorios, veterinarios, fábricas de piensos, consumidores, etc..

CONCLUSIONES

Como conclusión a todo lo dicho es preciso destacar como la tradicional división en sistemas extensivos e intensivos encubre toda una serie de realidades distintas en función de la variedad de combinaciones que se dan en la práctica y en las que intervienen factores muy variados: clima, suelo, vegetación, costumbres, nivel tecnológico, etc.. Siguiendo las clasificaciones que diversos autores hacen sobre el tema se distinguen 4 sistemas cada uno de ellos con sus ventajas e inconvenientes.

El extensivo mantiene animales de escasa productividad, rústicos y no seleccionados en un medio desfavorable para el cultivo agrícola rentable, del que dependen para su alimentación, con exigencia mínimas de capital y mano de obra especializada.

El intensivo se caracteriza por el control sobre animales seleccionados para una determinada aptitud, aportando los medios necesarios para obtener las máximas producciones. Este sistema presenta una independencia progresiva del espacio agrícola, necesita mano de obra cualificada y su carácter empresarial viene dado por la importancia del capital.

El sistema mixto combina pastoreo y estabulación, complementando una explotación agrícola mediante la aportación del ganado al trabajo, fertilización del suelo, aprovechamiento de subproductos. En la actualidad sustituye progresivamente al sistema extensivo.

Por último el industrial está totalmente desvinculado de la tierra y del entorno agrario en que se desarrolla. Es un sistema favorecido por el progreso científico de la gen ética, de los controles sanitarios, y de la alimentación del ganado (piensos compuestos) en la que juegan un importante papel las empresas integradoras. Se trata de un sistema muy vinculado al mercado tanto para adquirir los inputs, necesarios como para vender su producción, por lo que es muy sensible a las variaciones del mismo.

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NOTA

1. Citado por SOTILLO RAMOS, J.L. y VIJIL MAESO, E. (1978): Producción animal. Bases fisiozootécnicas, León, p. 233.