Lurralde inves. esp.

22 (1999)

p. 367-384

ISSN 1697-3070

 
 

DETECCIÓN DE ÁREAS ÓPTIMAS PARA LA IMPLANTACIÓN

DE ALOJAMIENTOS RURALES EN EXTREMADURA. UNA APLICACIÓN SIG

 

Recibido: 1999-03-27

 

José Manuel SANCHEZ MARTIN*

María Narcisa PEREZ MARTIN **

José Carlos JURADO RIVAS *

María Montaña GRANADOS CLAVER *

 

* Dpto. de Geografía y O. T. Universidad de Extremadura

** Patronato Pedro de Ibarra. Excma. Diputación Provincial de Cáceres

 

 RESUMEN:

Extremadura está registrando un incremento importante en el volumen de turistas y de pernoctaciones a que éstos dan lugar, pese a tratarse de un espacio interior, con mucha competencia en las Comunidades Autónomas vecinas. Ello es buen indicativo de que el turismo de este territorio puede convertirse en un destino de interés, sobre todo en las zonas rurales, que verían incrementar su renta de forma significativa. No obstante, es necesario reconocer que este crecimiento debe ser regulado por la propia Administración Autonómica, aspecto éste que se ha conseguido, en parte, con la promulgación del Decreto 120/1998 de 6 de octubre. Sin embargo, para tratar de planificar de una forma coherente la actividad turística, se hace necesario recurrir a otros aspectos, de marcado componente territorial, en los que pensamos que la utilización de un Sistema de Información Geográfica resulta clave para determinar las áreas en las que deben implantarse los alojamientos turísticos, máxime en los núcleos rurales. Con ese fin se ha desarrollado una aplicación SIG (SIGTUREX) que, dada su versatilidad y potencia de análisis, permite efectuar un análisis complejo del fenómeno turístico

Palabras clave: Espacio rural, planificación, Sistema de Información Geográfica, Extremadura

ABSTRACT:

Extremadura is registering an important increment in the volume of tourists and of pernoctaciones that these give place, in spite of being an interior space, with a lot of competition in the Communities Autonomous neighbors. It is good indicative that the tourism of this territory can become destination of interest, mainly in the rural areas that they would see increase its rent in a significant way. Nevertheless, it is necessary to recognize that this growth should be regulated by the own Autonomous Administration, aspect this that has been gotten, partly, with the promulgation of the Ordinance 120/1998 4 of October. However, to try to plan in a coherent way the tourist activity, it is necessary to appeal to other aspects, of marked territorial component, in those that we think that use of a System of Geographical Information is key to determine the areas in those that the tourist lodgings should be implanted, máxime in the rural nuclei. With that end an application SIG has been developed (SIGTUREX) that, given its versatility and analysis power, allow to make a complex analysis of the tourist phenomenon

Key words: Rural space, planning, Geographical Information System, Extremadura

 

 

1. INTRODUCCIÓN.

El crecimiento de la actividad turística que ha experimentado Extremadura resulta importante, tal como se deduce del constante aumento del número de plazas, tanto en establecimientos hoteleros como extrahoteleros. Ello denota que la demanda prosigue una tendencia similar, según demuestran las encuestas realizadas por el INE y que dan como resultado las Tablas de Movimiento de Viajeros en Establecimientos Hoteleros

Con esta valiosa información se constata que desde 1994 hasta 1998, el crecimiento en el volumen de pernoctaciones ha aumentado de forma considerable e ininterrumpida, tanto en lo referido a turistas nacionales como extranjeros, si bien la estancia media continúa siendo reducida y el incremento es muy escaso, al igual que sucede en la mayor parte de destinos nacionales interiores, circunstancias que podemos observar en la tabla siguiente

Tabla 1: Evolución de las pernoctaciones en establecimientos hoteleros en Extremadura (1994-1998)

Fuente: Movimiento de Viajeros en Establecimientos Hoteleros. I.N.E

Esta situación, de incipiente desarrollo turístico, se traduce en un incremento en el número de plazas de alojamiento, en cualquier modalidad, si bien se plasma sobre todo en las ciudades y algunos municipios muy específicos donde se detecta una mayor demanda de este tipo de servicios, así como de otros asociados a la propia actividad turística

Sin embargo, debido a otros factores, la implantación de nuevos establecimientos hoteleros y extrahoteleros afecta a otros núcleos sin "tradición" turística, ubicados en el medio rural. Junto a todo ello, se observa que la estancia media en los establecimientos hoteleros apenas varía en los últimos años, lo que pone de manifiesto la identificación del turismo extremeño como de paso, no como un destino final de vacaciones

Esto nos induce a pensar que en Extremadura, al igual que sucede en otras áreas interiores, existen tipologías turísticas bien diferenciadas y que siguen unas pautas de comportamiento igualmente distintas, fruto de las variaciones cualitativas de la demanda, orientada en estas zonas a dos modalidades turísticas muy específicas: el turismo cultural y el turismo rural, ambos entendidos en su sentido más amplio. No obstante, en el caso extremeño podemos mencionar otras modalidades de esta actividad, entre los que destacan el turismo terapeutico y el cinegético, si bien debemos reconocer que su implantación en el territorio es poco significativa, ciñéndose a algunos municipios que disponen del recurso básico

Como se observa, existen estructuras dicotómicas que posibilitan una clara diferenciación entre las modalidades turísticas presentes en esta Comunidad Autónoma y con una ubicación espacial delimitada por la existencia de recursos que favorecen la implantación de nuevos alojamientos y actividades complementarias

Durante 1998 han llegado a nuestras oficinas de turismo más de 2.000.000 de turistas, lo que hace suponer que el número real de visitantes es bastante superior

Por otra parte, el número de plazas, que se incrementan cuantiosamente cada año, supera ya las 15.000, cifra bastante baja si la comparamos con el importantísimo número de plazas existente en otros puntos de España, de gran tradición turística y que se han consolidado como destinos turísticos de primer orden, centradas en las áreas costeras. No obstante, debemos tener presente que Extremadura es una zona interior, que carece del principal reclamo turístico, la playa. Por consiguiente, es preciso entender esta situación en un contexto muy específico, el de los espacios interiores, que nada tienen que ver con las áreas de costa

Pese a todo, no se puede olvidar que Extremadura cuenta con una serie de recursos de gran atractivo, tanto en lo relativo a la naturaleza, bastante bien conservada con respecto a otras comunidades, como en el importante conjunto de edificios históricos, de gran belleza, en una nutrida representación de nuestros municipios. Entre ellos destaca Cáceres, con su denominación de Patrimonio de la Humanidad, las juderías tan bien conservadas de Hervás, o los conjuntos históricos y artísticos de Trujillo, Guadalupe, Mérida, etc

Del mismo modo, contamos con una naturaleza menos degradada que el resto del país, aunque no es especialmente deslumbrante en sus formas, como lo podría ser el norte del país, pero representa el ecosistema mediterráneo en su esencia, destacando como ejemplo principal el Parque Natural de Monfragüe. Quizás habría que decir que la falta de figuras de protección de mayor calado a la hora de atraer al turismo de naturaleza sea una de las grandes deficiencias de una posible oferta en esta variedad turística. Además, merced a sus características topográficas, su climatología peculiar, se puede hablar de un mosaico paisajístico muy diferente en el territorio, donde cobra especial relevancia para su aprovechamiento turístico el norte de la provincia de Cáceres, así como la mayor parte de los espacios de montaña, que per se puede decirse que conforman los principales recursos naturales de la Comunidad

Junto a todo ello, debemos señalar que el turismo que llega a nuestra región en la actualidad no es tan acusadamente "de paso" como lo era hace unos años. Sin embargo, Extremadura en general y, en concreto, algunos conjuntos históricos, o algunos espacios protegidos y de gran belleza natural, comienzan ya a ser el reclamo turístico. Empieza a darse a conocer como destino turístico de calidad, con una variedad importante en el conjunto de la oferta. No obstante, tal y como ocurre en el resto de los espacios interiores seguimos siendo enormemente deficitarios en visitantes, con unas grandes dosis de estacionalidad en la visita

El turista que actualmente pasa por nuestra región, comienza a ser variado en cuanto a su poder adquisitivo, no escoge nuestra región como destino principal de sus vacaciones (al menos no las estivales), debido a que no se ha conseguido mantenerlos ocupados todo su tiempo de ocio con una serie de alternativas complementarias

Existen unos limitantes en nuestra comunidad que impiden el desarrollo adecuado de una estancia más prolongada. La mayor parte del turismo se concentra en municipios muy concretos, en algunos casos con atractivos lo suficientemente justificados y en otros sin ellos, que únicamente ofertan plazas hoteleras como un servicio terciario más que se incorpora al conjunto de otra serie de servicios propios de municipios con una determinada población

Se puede decir, por tanto, que la oferta hotelera que actualmente se desarrolla en nuestra región sólo aloja a visitantes con motivos turísticos en algunos de los municipios con un importante conjunto de recursos. En el resto de los casos existe una amplia gama de motivos, no propiamente vinculados al ocio y la recreación, que explican la falta de variedad y número de plazas. Del mismo modo, existe toda una serie de impedimentos físicos, de infraestructura, de descentralización, en algunos casos, que pese a tener un importante conjunto de recursos no han conseguido atraer y mantener la entrada del turismo

Si nos centramos básicamente en el análisis del turismo que se da en los espacios rurales, coincidentes con la mayor parte de los municipios extremeños, nos percataremos de la existencia de notables recursos turísticos, fundamentados en los paisajes de interés natural y el patrimonio histórico y cultural. Pese a ello, no se ha desarrollado la actividad turística como cabría esperar, en función de los recursos, por lo que creemos necesario establecer un análisis previo de la situación, que dé paso a una posterior planificación de la actividad

2. DISTRIBUCIÓN DE LA OFERTA

La oferta turística disponible en Extremadura es reducida, sobre todo si la comparamos con otros espacios del país, si bien, debemos considerar, nuevamente, su carácter interior

Grosso modo, podemos afirmar que son los núcleos de mayor entidad demográfica los que disponen de un mayor volumen de alojamientos, principalmente hoteles de tres y cuatro estrellas. Pese a ello, no debemos olvidar que los municipios de menor entidad, disponen de alojamientos, si bien, de menor calidad. Todo ello puede observarse en la siguiente tabla:

Tabla 2: Alojamientos y restauración en relación a rangos de población

Analizando con detenimiento la tabla precedente llegamos a la conclusión de que la mayor parte de las plazas de alojamiento se concentra en las principales ciudades; mientras el resto se distribuye en unos cuantos municipios de un rango-tamaño muy inferior, pero que disponen de algunos factores que, de hecho, fomentan su aparición (recursos históricos y artísticos, terapéuticos, paisajísticos, redes de comunicación, etc.)

Si consideramos estos aspectos, es posible concluir que en la actualidad, las zonas rurales de Extremadura disponen de pocos alojamientos, con una característica notable, ya que en estas zonas se encuentran la mayor parte de casas rurales y cámpings del territorio, indicativo de la riqueza natural de estas áreas. Esto es comprensible debido a que buena parte de los pequeños municipios se ubica en zonas de montaña o en las proximidades de espacios de interés natural, de lo cual se deduce que la demanda potencial de esos establecimientos busca un tipo de turismo alternativo al de sol y playa

3. OBJETIVOS

El principal objetivo que perseguimos consiste en determinar las áreas que reúnen las condiciones idóneas, al menos en principio, para la implantación de alojamientos rurales, considerando su adecuación al Decreto 120/98, de 6 de octubre de 1998, sobre la ordenación del alojamiento turístico en el medio rural, dictaminado por la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura

Ateniéndonos, pues, a este marco legislativo, trataremos de ver las posibilidades de potenciar esta actividad económica en Extremadura, si bien, para no dar una visión sesgada de la realidad actual, tendremos en cuenta otros aspectos básicos como son la disponibilidad de recursos turísticos, de cualquier tipo, las características demográficas de la población residente, la accesibilidad, etc

Para conseguir dicho objetivo primario, debemos marcarnos otro no menos importante, la generación de una aplicación SIG que nos permita analizar la situación de forma realista. Nos referimos a la creación de SIGTUREX, todo un reto debido a la cantidad de información que precisa

4. METODOLOGÍA

Si partimos de la base de que el turismo no sólo es una actividad socioeconómica, sino que tiene una clara referencia espacial, creemos que la herramienta más adecuada para el análisis del mismo es el Sistema de Información Geográfica. Éste puede definirse en líneas generales como una herramienta que sintetiza una base de datos con atributos alfanuméricos y espaciales. Es decir, mediante un SIG se facilita la visión integrada del territorio, aspecto éste que cobra especial relevancia en la planificación, análisis y gestión de la actividad turística que tiene en el territorio un notable interés, debido a la ubicación de los recursos, de la oferta, de las comunicaciones, etc

Se trata, por lo tanto, de una herramienta adecuada para planificar el desarrollo turístico de cualquier área, sea cual fuere el enfoque que adoptemos

Con el fin de alcanzar el objetivo fundamental del trabajo, la determinación de las áreas óptimas para la implantación de alojamientos rurales, se ha diseñado un proyecto SIG que permite el análisis integrado de aspectos muy variados. Considerando esto, es posible concluir que se incluyen los principales factores espaciales que permiten determinar la ubicación de establecimientos, así como otros que pueden facilitar su instalación, habida cuenta de las potencialidades turísticas que ofrece

Gráfico 1: Capas de información alfanumérica y digital

Límites administrativos municipales Recursos patrimoniales y Modelo digital del terreno Red de comunicaciones Recursos de interés paisajístico Red hidrográfica principal

Obviamente, si lo que se desea es determinar qué espacios reúnen los requisitos necesarios para el desarrollo de la actividad debemos considerar, además de los recursos, otros aspectos importantes y que así mismo pueden plasmarse en el territorio

Entre ellos, las características de la propia población residente desempeñan un papel fundamental, ya que de todos es conocido que uno de los rasgos inherentes a la población rural es el envejecimiento a lo que se une, en líneas generales, una vocación poco emprendedora respecto de las inversiones, etc., por supuesto, siempre tomando como base del análisis la Comunidad Autónoma de Extremadura

Todo ello debe tener como marco de actuación la legislación vigente en materia de alojamientos rurales, recientemente modificada por el Decreto 120/98 de la Junta de Extremadura y que puede resumirse en cinco requisitos básicos contenidos en el artículo 7°, apartados a, b, c, d, e.( D.O.E. 117, 13 octubre 1998): a) Estar ubicadas en el campo o en núcleos rurales. Se entienden por núcleos rurales, a los efectos de este Decreto, aquellas localidades de menos de 5.000 habitantes de derecho

b) Responder a una arquitectura tradicional histórica, ya sea preexistente, producto de rehabilitación o, excepcionalmente, de nueva construcción

c) Disponer de las instalaciones y servicios mínimos que se establecen en la presente normativa

d) Ofrecer un mínimo de dos y un máximo de seis habitaciones..

Por consiguiente, la metodología que proponemos se centra en una doble vertiente

Por una parte, se trata de implementar toda la información disponible en un Sistema de Información Geográfica. Por otra, se persigue la adecuación a la normativa autonómica vigente. En este sentido, es posible entender que la metodología diseñada se encamina hacia la consecución de una planificación general de la actividad turística en Extremadura, árdua tarea debido al estado incipiente de la misma en la mayor parte del territorio

5. RESULTADOS

5.1. Análisis de los recursos

Los recursos turísticos disponibles en Extremadura son muy ricos y variados, si bien, hoy en día, no gozan de la misma aceptación del principal atractor turístico, la playa. Esta Comunidad Autónoma, situada en un espacio interior, fronterizo y fuera de las principales rutas turísticas, etc. dispone sin embargo de otros argumentos para desarrollar la actividad turística, basados en dos aspectos clave: los recursos patrimoniales y los naturales

Los principales recursos históricos y artísticos se ubican en Cáceres (ciudad Patrimonio de la Humanidad), Mérida, Plasencia, Guadalupe, Trujillo, Hervás y un largo etcétera, donde se concentra la mayor parte del patrimonio artístico, muchas veces acompañado de un rico folklore. A estos núcleos habría que añadir otros de considerable interés etnográfico

Dispone también de importantes recursos paisajísticos entre los que destacan espacios naturales protegidos como los parques naturales de Monfragüe y Cornalvo, las reservas de caza, además de sus zonas de montaña, sus grandes superficies embalsadas y enormes espacios adehesados. De esto podemos deducir el gran potencial que adquiere el turismo rural, en cualquiera de sus variedades, existiendo además una importante gama climática que, en líneas generales, se identifica con inviernos relativamente suaves y veranos secos y calurosos, excepción hecha de los espacios de montaña

Junto a estos importantes recursos nos encontramos con un volumen de población escaso, predominando los pequeños pueblos llenos de encanto y con una población inferior a los 1000 habitantes, en cuyas proximidades aparecen los centros económicos y funcionales que articulan el territorio, las cabeceras comarcales

Si consideramos estos aspectos de forma integrada es fácil suponer que Extremadura es un territorio apto para el desarrollo de un turismo alternativo, de interior, orientado al disfrute de la naturaleza y a la contemplación del patrimonio artístico

Todo este potencial de patrimonio natural e histórico-artístico puede observarse en el siguiente mapa

Figura 2: Recursos territoriales turísticos

5.2. Análisis de la oferta

La oferta turística disponible en Extremadura es pequeña pero variada y sigue unas pautas de implantación típica de esta actividad económica. De hecho, se puede comprobar en la tabla 2 cómo son los principales núcleos de población los que cuentan con los alojamientos más selectos. Se trata de hoteles de tres y cuatro estrellas, de lo que se deduce que serán estas zonas las que acaparen a los turistas de mayor poder adquisitivo. A medida que desciende la entidad demográfica de los núcleos, también lo hace la categoría de los alojamientos. De sendos aspectos podemos inferir que existen dos vocaciones turísticas bien diferenciadas, una dirigida hacia el turismo cultural de las ciudades y otra orientada hacia el turismo rural de los pequeños pueblos, siempre teniendo en cuenta los principales recursos turísticos que poseen

Junto a todo ello, no debemos olvidar que tal como se refleja en el mapa, tanto la ubicación de las ciudades como de la oferta turística obedece no sólo al volumen de población, si no a otros aspectos a tener en cuenta. Entre ellos destaca la localización de buena parte de los alojamientos en las proximidades de las principales vías de comunicación, destacando por su propio peso específico la carretera N-630 y la autovía de Extremadura, en cuyas proximidades encontramos los mayores niveles de accesibilidad, tanto interna como externa. No obstante, debemos ser conscientes de que en núcleos que podemos denominar genéricamente periféricos existe una oferta de alojamientos importante, fruto de sus recursos turísticos y, también de la existencia de programas LEADER y PRODER que fomentan el aprovechamiento turístico del municipio

Figura 3: Distribución de la oferta de alojamientos en función de su tipología

5.3. Adecuación al Decreto 120/98

Una vez determinada la ubicación de los recursos territoriales turísticos que posee Extremadura, así como la oferta de alojamientos existente, pensamos que para establecer una planificación eficaz, se precisa la adecuación de la situación de los nuevos alojamientos al marco legislativo vigente en estos momentos. Para ello, debemos contar con el último Decreto sobre el particular publicado por la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura, ya esbozado anteriormente

Si nos atenemos a su interpretación, nos percatamos de que las casas susceptibles de obtener la autorización para prestar los servicios turísticos de << Casas Rurales>> deben situarse en el campo o en núcleos rurales. El primer requisito no plantearía demasiados problemas, ya que en cualquier término municipal podría instalarse un alojamiento de este tipo, siempre que seamos coherentes y se busquen los lugares con mayores atractivos, ya sean naturales, históricos, etc., de tal manera que permitan el desarrollo de algunas modalidades turísticas interesantes como el agroturismo, en los numerosos cortijos y casas de labranza que se dispersan por todo el territorio extremeño

En cambio, el segundo requisito sí que sería más complicado, ya que para instalar una casa rural en un núcleo de población, éste debe tener menos de 5.000 habitantes de derecho, con los problemas que son inherentes a este tipo de núcleos. Para adecuarse a este marco legal, por tanto, se deben considerar exclusivamente los núcleos que disponen de menos de 5.000 habitantes, es decir, la mayoría de nuestros municipios, si bien se deben considerar otros aspectos como en el caso anterior. Es decir, se recomendará su instalación siempre que existan recursos turísticos, de cualquier índole

Como podemos comprobar, la mayor parte del territorio extremeño puede servir de base para la instalación de un alojamiento rural, aunque no debemos pasar por alto un hecho importante, sobre todo cuando se trata de fomentar la implantación en los núcleos menos habitados. Nos referimos a la propia sociología de los residentes, pues en la mayor parte de los casos la población se encuentra muy envejecida y tiene poca vocación inversora

5.4. Determinación de áreas óptimas

Tras el análisis anterior, se impone la determinación de aquellas áreas que reúnen las condiciones idóneas para la implantación de alojamientos rurales, basándonos en tres aspectos fundamentales: a) la disponibilidad de recursos, b) la presencia de alojamientos rurales preexistentes, y c) la accesibilidad que le confieren las comunicaciones

Con estos tres elementos de análisis pretendemos adecuar al máximo la instalación de este tipo de alojamientos en las zonas que dispongan de los mayores recursos turísticos, de la menor competencia posible y de una accesibilidad relativa considerable

Si nos atenemos al análisis integrado de estos tres aspectos, observaremos cómo buena parte del territorio extremeño posee aptitudes para fomentar la implantación de alojamientos turísticos en el entorno rural, aunque si optamos por el enfoque sostenible, será preciso incluir otros condicionantes, lo que sin lugar a dudas restringiría de forma notable la superficie susceptible de acceder a este tipo de actividad económica

Este análisis se enfocará en cuatro apartados que consideramos básicos. El primero haciendo una referencia general al contexto extremeño, mientras que los restantes se centrarán en espacios concretos, destacando unidades de gran valor y potencial turístico

5.4.1. Extremadura

Si analizamos el conjunto de la Comunidad Autónoma de Extremadura, llegamos a la conclusión de que son numerosas las áreas susceptibles de implantar alojamientos rurales en el territorio, si bien como apuntábamos anteriormente, conviene tener en cuenta varios aspectos. Ateniéndonos a la existencia de recursos, tanto naturales como patrimoniales, es posible afirmar que la mayor parte de la zona de estudio reúne los requisitos mínimos para implantar la actividad turística en el entorno rural, sea cual fuere la modalidad de aprovechamiento turístico, si bien, destacan algunas áreas que dado su interés natural o patrimonial pueden beneficiarse mucho más de la entrada de turistas. Nos referimos a las zonas de montaña, donde se entremezcla un paisaje rico y variado con un folclore y una cultura popular interesante. Junto a estos espacios, debemos considerar otros en los que prima de forma espectacular la naturaleza, son los espacios comprendidos por los parques naturales y reservas de caza, entre los que destacan Monfragüe, Cornalvo y Cíjara, lugares en los que podemos encontrar una rica biocenosis compuesta ya sea por el ancestral aprovechamiento sostenible en forma de dehesa, ya sea por la presencia de una avifauna de especial relevancia. Además, se cuenta con importantes embalses que contribuyen a crear un paisaje típico, susceptible de ser aprovechado por la actividad económica que nos ocupa, el turismo. Pese a que la existencia de estos espacios puede fomentar el aprovechamiento turístico, no conviene olvidar que según se manifiesta en la actual legislación autonómica sobre alojamientos en el medio rural, todos los municipios que dispongan de un volumen de población de derecho inferior a los 5000 habitantes puede albergar algún alojamiento rural. Es decir que 338 municipios pueden permitirse alojar en sus propios núcleos de población casas rurales

Como se puede comprobar, buena parte del territorio extremeño dispone de recursos importantes para desarrollar la actividad turística. A ello debemos añadir la existencia de una oferta de este tipo de alojamientos muy reducida, pues según se desprende de la Guía de Alojamientos Rurales de la Junta de Extremadura, no se alcanzan las 700 plazas, si bien esta situación cambiará en los próximos meses con la apertura de otro tipo de alojamientos rurales (hospederías y hoteles rurales) en diversos municipios. No obstante, el volumen de plazas continúa siendo reducido por lo que no podemos pensar en la existencia de una competencia fuerte entre los municipios extremeños, máxime si tenemos en cuenta que la mayor parte de estos alojamientos tiene una ocupación muy elevada

La mayor presencia de casas rurales se da, obviamente, en los espacios que gozan de un mayor atractivo paisajístico y cultural, coincidiendo con el norte de la provincia de Cáceres. Esto supone que se puede soportar una carga de establecimientos aún mayor, dado que muy pocos municipios superan las 20 plazas, actuando las existentes como elemento demostrativo para los potenciales empresarios de que la actividad turística puede contribuir al incremento de la renta de los agricultores

Por último, conviene recordar que la accesibilidad de que goza el territorio es variable, pero en líneas generales el usuario de este tipo de alojamientos busca el disfrute de la naturaleza, por lo que no debe ser un limitante, máxime si tenemos en cuenta que muchas áreas de interés paisajístico se encuentran cerca de nuestro principal foco de turistas, Madrid. Naturalmente, otras zonas, ubicadas en el sur de la provincia de Badajoz, disponen de peor accesibilidad y al mismo tiempo, de una escasa oferta, lo que dificulta aún más el despegue de esta actividad

Como se ha podido observar, resulta fácil entender que buena parte de las modalidades de turismo rural pueden llevarse a cabo en Extremadura al reunir, en líneas generales una serie de recursos turísticos importantes, una oferta escasa, una accesibilidad aceptable y una legislación favorable que apoya mediante subvenciones que pueden alcanzar los 100000 ecus la rehabilitación y puesta en marcha de alojamientos rurales. Ahora bien teniendo en cuenta que el territorio extremeño es vasto, creemos necesario centrarnos en tres unidades de especial interés turístico para poner de relieve los resultados obtenidos mediante el SIG. Éstas son las zonas de montaña, los grandes embalses y los espacios de dehesa, cada uno de ellos con unas características y problemática distintas

5.4.2. Zonas de montaña

Indudablemente, los espacios de montaña son los que cuentan con un mayor atractivo para la práctica de buena parte de las modalidades de turismo rural y tienen su mayor desarrollo en el norte de la provincia de Cáceres, coincidiendo con el Sistema Central. Por lo tanto, podemos afirmar que son las zonas que disponen de mayores recursos para el desarrollo de esta actividad. Los motivos son varios: la presencia de la montaña, de espacios de interés paisajístico, de innumerables cursos de agua, de pueblos ricos en folclore y patrimonio histórico y artístico, además de su posición privilegiada con respecto a grandes ciudades como Madrid, Salamanca o Cáceres

Esta cantidad de recursos turísticos se ha traducido en la implantación de una oferta turística rural de primer orden, entre la que destacan dos tipos de alojamiento: los cámpings y las casas rurales. Por ello, es posible entender que en todo este territorio exista ya una conciencia de la importancia que posee el turismo para el incremento de las rentas. Sin embargo, también debemos entender que la presencia de una oferta turística preexistente puede actuar como limitante para el desarrollo de la actividad ya que podría suponer una competencia excesiva para los nuevos alojamientos. No obstante, esta situación no se produce y en los últimos años se ha conseguido incrementar de forma considerable el volumen de alojamientos y, consiguientemente, de plazas

Si analizamos el mapa de la zona noreste de Extremadura observamos que buena parte del territorio dispone de importantes recursos, de alojamientos rurales, de una red de comunicación amplia, que en conjunto posibilita el desarrollo de la actividad turística. Pese a todo, también se detecta que existen núcleos que disponen de unas condiciones muy similares y no cuentan con alojamientos rurales, pese a que por su volumen demográfico se pueden beneficiar de las ayudas que concede la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura. Por tanto, es en esas áreas donde pensamos se puede incrementar la oferta turística de la zona, sin sobrecargar en exceso los municipios que ya disponen de la misma, con lo cual se conseguiría dispersar el número de turistas y contribuir a la sostenibilidad de los recursos

Ahora bien, nos encontramos con otro problema añadido, pues en algunos núcleos el volumen de población es muy escaso, menos de 800 habitantes, y además, la población se encuentra muy envejecida, careciendo del afán inversor de los más jóvenes. Sin embargo, teniendo en cuenta que la actividad turística en el medio rural no puede sobrepasar determinados niveles de carga turística, creemos que la implantación de algunos alojamientos puede ser suficiente para ir fijando, de una vez por todas, a la población más joven, que actualmente emigra hacia los centros económicos y funcionales más próximos

Figura 4: Detalle del noreste de Extremadura  (no disponible en versión electrónica)

5.4.3. Zonas de grandes embalses

Otra de las zonas con mayor potencialidad turística que existe en Extremadura es la conformada por los grandes embalses, tanto de la cuenca del Guadiana como en la del Tajo. A pesar de esto, creemos más ilustrativa la primera debido a la existencia de mayor número de embalses así como de otros recursos turísticos de notable interés y la proximidad de espacios de montaña

En esta área se detecta fácilmente la enorme potencialidad turística que posee merced a la presencia de estas láminas de agua que permiten en muchos casos una utilización para el baño o para los deportes náuticos, algo de agradecer en nuestro territorio cuando las temperaturas estivales alcanzan los 40° de máxima y mínimas superiores a los 25°. Por lo tanto, podemos deducir que el desarrollo turístico de la zona pasa por el mejor aprovechamiento de este recurso, al cual hay que unir otros como la presencia de espacios de interés natural, de reservas de caza y, por supuesto, de un rico patrimonio en los pueblos que conforman este espacio o sus proximidades

Si la presencia de recursos turísticos es indudable, no debemos descartar otro aspecto que puede favorecer la instalación de nuevos alojamientos como es la escasez de alojamientos turísticos en líneas generales y, muy en particular, de alojamientos rurales. Ello puede facilitar la instalación de los mismos en la mayor parte del territorio considerado, máxime si tenemos en cuenta que no existe, hoy por hoy, una competencia entre los escasos alojamientos existentes

Junto a ello, otro aspecto que puede actuar como atractor para el desarrollo de la actividad turística en este entorno rural es el escaso volumen demográfico de buena parte del espacio, por lo que fácilmente puede beneficiarse de las subvenciones aportadas por la propia Comunidad Autónoma, basándose en el Decreto 120/98

Figura 5: Detalle de los grandes embalses de Extremadura (no disponible en versión electrónica)

5.4.4. Zonas de dehesas

Las dehesas, típico paisaje mediterráneo, pueden constituir un recurso turístico de primer orden si se consigue establecer una oferta lo suficientemente atractiva como para ser demandada por los potenciales turistas. El área elegida para ilustrar este ejemplo se centra en los grandes espacios adehesados del suroeste de la provincia de Badajoz. En dicho entorno, se integran distintos recursos turísticos en los que el aprovechamiento tradicional permite el desarrollo del ecoturismo, sobre todo si tenemos en cuenta que en numerosos términos municipales existen viviendas rurales tradicionales, los cortijos, en los que se puede desarrollar esta modalidad turística

Como valor añadido de esta zona debemos mencionar la presencia de un rico patrimonio histórico, muy vinculado a la Orden del Temple, en sus proximidades, así como la existencia en los alrededores de zonas de montaña. Indudablemente, también debe contribuir a su desarrollo la proximidad de ciudades importantes que articulan todo el territorio de este espacio concreto

Sin embargo, pese a la existencia de estos elementos positivos que pueden favorecer el desarrollo y la instalación de alojamientos rurales en esta área, no debemos olvidar que también existen aspectos negativos. Entre ellos cabe mencionar la presencia de estos propios centros urbanos que acaparan la mayor parte de los alojamientos y son los auténticos beneficiados por el turismo de esta zona y que pueden suponer una competencia excesiva para los nuevos alojamientos. Pese a todo, no debemos olvidar que el turismo rural, en líneas generales, está orientado hacia una demanda específica que valora sobre todo el contacto con la naturaleza, por lo que la presencia de alojamientos hoteleros en las principales ciudades no debe suponer, al menos en principio, ningún problema

Figura 6: Detalle del suroeste de Badajoz (no disponible en versión electrónica)

6. CONCLUSIONES

Tras la realización de este estudio se ha puesto de relieve que buena parte de Extremadura puede desarrollar la actividad turística en el medio rural, implantar los alojamientos necesarios, etc. Sin embargo, cuando se recurre a un análisis más profundo, se detecta que algunas áreas que potencialmente pueden desarrollar esta actividad poseen algunas limitaciones fruto de su ubicación en espacios que disponen ya de este tipo de equipamientos, de su situación en áreas con un grado de protección ambiental considerable o, simplemente de la condición poco emprendedora de los residentes, en muchos casos población muy envejecida

De igual forma, se ha demostrado que la utilización de un sistema de información geográfica permite afrontar la implantación de nuevos alojamientos turísticos teniendo en cuenta numerosos aspectos, tales como la presencia de recursos, la existencia de una oferta preexistente o cualquier otro tipo de condicionantes, como la adecuación a la legislación autonómica vigente

En definitiva, creemos haber consiguido nuestro objetivo fundamental, determinar las áreas óptimas para la implantación de los alojamientos rurales, centrándonos al menos en los espacios que reúnen unas condiciones más favorables para el desarrollo y mantenimiento de la actividad

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