Lurralde :inv. espac. N. 26 (2003) p. 123-142 ISSN 1697-3070

Recibido 2003-06-31

Aceptado: 2003-09-01

 

GEOGRAFIAS GUIPUZCOANAS DE LA MODERNIDAD (VII): 

PEDRO TEIXEIRA (1595-1662).

 

      José Luis Orella Unzué

 

Universidad de Deusto

Universidad del País Vasco

 

Laburpena:

Artikulu honetan lehenik eta behin Aita larramendiren bizitza aurkezten da. Ondoren bere erlazio politiko eta sozialak aztertzen dira. Azkenik,  "El Atlas del rey planeta. La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos” izeneko obraren barnean maila geografiko ezberdinak aztertzen dira, hau da, geografia fisikoa, ekonomikoa, linguistikoa, juridikoa etab.

Hitz gakoak: Pedro Texeira, Guipúzcoa.

 

Resumen:

Se realiza un rápido repaso a la vida de Pedro Texeira y las informaciones de tipo geográfico incluidas en su obra más importante:  "El Atlas del rey planeta. La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos”.

Palabras Clave: Pedro Texeira, Geografía de Guipúzcoa.

 

Abstract:

In this paper first of all, the life of Pedro Texeira, and his most important work entitled "El Atlas del rey planeta. La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos”  are studied. In this work the main geograficallevels are studied, that is, the economic, physic, linguistic and juridicallevels of the Guipuzcoa region.

Keywords: Pedro Texeira, Geography of Guipuzcoa.

 

1 Introducción, la situación política de España y Felipe IV: 

            El libro que nos ha servido de base para el estudio de una geografía más de la modernidad guipuzcoana es el Atlas de Pedro Texeira redactado en 1634.  

En España reinaba Felipe IV, tras la muerte de su padre Felipe III en marzo de 1621. Como el nuevo rey era un joven de 16 años el gobierno del Estado fue asignado a don Baltasar de Zúñiga, diplomático que en 1617 había sido nombrado ayo del príncipe. La mano derecha del ayo era su sobrino don Gaspar de Guzmán más conocido como futuro Conde de Olivares.

Felipe III era un estudioso versado en la geografía. Hizo esfuerzos por completar los proyectos geográficos de su padre. En 1608 autorizó a Pedro de Valencia cronista mayor de Indias el que empezara a trabajar en una nueva serie de “relaciones topográficas” para las Indias. Otro proyecto impulsado por Felipe III se centró en el estrecho de Magallanes. En septiembre de 1618 una expedición luso-española partió para la zona con el objeto de realizar mapas sobre este importante paso. La flota dirigida por los malagueños hermanos Nodal permaneció en el Atlántico sur casi un año y descubrió un nuevo paso de mar a mar al que se le puso el nombre de San Vicente. En el equipo de los hermanos Nodal estaba Pedro de Texeira “mestre de fazer cartas de marear”. Este fue su primer trabajo de importancia  y fue realizado entre 1618 y 1619. Los delineó por iniciativa real pero por orden del Consejo de Indias y de la Junta de Guerra.  La ilustración sobre la Tierra de Fuego la incluiría luego en varias de sus obras posteriores. Más tarde tuvo diferentes encargos entre otros el reconocimiento de fortificaciones de Francia, Italia y Berbería.

La situación española durante la guerra de los Treinta Años no fue suficientemente descrita por Texeira ya que el 9 de agosto de 1633 el rey Felipe IV mandaba al Consejo de Castilla realizar “descripciones de las fuerzas y castillos fuertes que hay en los Reinos de la Corona de Castilla y me las embiará muy ajustadas y pondrá cuidado en que con toda brevedad se traigan” (AGS. G.A. leg. 1093, cfr. José APARICI y GARCIA: Colección de documentos, pag.49). El marqués de Leganés capitán general de artillería encomendaba este negocio a Jerónimo de Soto.  En agosto de 1633 los miembros del Consejo de Guerra daban un informe pesimista al rey sobre el estado de la defensa por boca del marqués de Castrofuerte. Este marqués de Castrofuerte hace un recorrido de las actuaciones de la Junta del Consejo de Guerra desde su fundación en 1626 y detalla la preocupación en que se encuentra ese año de 1633 la defensa de España.  Sin que se pueda contextualizar la razón de causa a efecto pero de hecho el historiador y cronista real Rodrigo Méndez Silva iniciaba en 1634 la confección de una inmensa obra terminada once años más tarde y titulada: “La Población general de España”.

 

2 La vida y personalidad de Texeira:

Pedro Texeira era un cosmógrafo portugués que trabajó al servicio de la monarquía austriaca cuando el reino de Portugal estaba unido dinásticamente con la Corona de España desde finales del reinado de Felipe II y que siguió en la obediencia hispana aun después de la sublevación de 1640.

Pedro Texeira Albernas o Albornoz nació en Lisboa en 1595 y murió en Madrid en 1662.  Pertenecía a un familia de cartógrafos que se dedicaron a estos menesteres durante tres generaciones.  Se casó antes de 1633 con doña Eugenia de Salazar de la que tuvo dos hijos Francisca Texeira y Albornoz y don Antonio Texeira y Albornoz, éste último capitán de la infantería española del reino de Sicilia. 

Entre los años 1615 y 1621 colaboró con la Armada de la Mar Océana junto al príncipe Filiberto de Saboya. Luego le siguió en la jornada de Italia cuando el príncipe de Saboya marchó como virrey de Sicilia.  Luego recibió patente de corso y actuó en diferentes hazañas. Más tarde se le encomendó el reconocimiento de fortificaciones de Francia, Italia y Berbería. La Junta de Fortificación y Muelle de Gibraltar le encomendó la visita de esta plaza y la de Ceuta. También midió y sondeó el puerto de  Cartagena. En 1620 como cosmógrafo militar y bajo la dirección de Lavanha participó en la confección de un mapa sobre Portugal que sólo se terminó en 1630.

Una de las primeras actividades cartográficas de Pedro junto con su hermano Joao fue la realizada entre 1618 y 1619 en la que dibujaron y cartografiaron los descubrimientos realizados en los estrechos de Magallanes y de San Vicente por orden del Consejo de Indias y la Junta de Guerra. 

En 1620 se encontraba de vuelta en España integrado como cosmógrafo militar en la comisión presidida por el mismo Lavanha con el objetivo de realizar un mapa del reino de Portugal. Este mapa se titulaba “Descripción del Reyno de Portugal y de los Reynos de Castilla que parten por su frontera” Este mapa se terminó en 1630, se utilizó en 1640 pero se imprimió en Madrid sólo en 1662.

En 1623 se encontraba en Lisboa juntamente con su hermano y el cosmógrafo mayor Valentim de Sá examinando a una nueva generación de cosmógrafos portugueses.  Este viaje a Portugal interrumpía el trabajo de recogida de materiales para el Atlas y Descripción de España. 

En efecto, cuando recibió el encargo cartográfico de nuestro libro era un joven de unos 27 años que estaba unido por lazos discipulares con el gran cartógrafo del momento Juan Bautista Lavanha. Para este momento Texeira tenía a sus espaldas experiencias bélicas por un lado, que le permitían evaluar con precisión sobre fortificaciones, castillos y torres y por otro lado tenía además unos trabajos cartográficos y de navegación ya realizados. 

Como hemos visto desde 1620 hasta 1630 realizó un gran mapa titulado “Descripción del Reyno de Portugal y de los Reynos de Castilla que parten por su frontera”.  Este Atlas supuso un prólogo y a la vez una pausa del gran encargo que tenía que realizar y que ahora comentamos  en  la “Descripción de España y de las costas y puertos de sus reynos. Al muy católico y muy poderoso rey don Filipe IIII, Nuestro Señor. Por don Pedro Texeira Albernas. Caballero del ábito de Christo. Año 1634.”

El estudio de las costas y puertos prosiguió. Antes de terminar el año 1622 la comisión estaba en Galicia. En 1626 se encontraba Texeira en Portugal. En 1626 falleció Gabriel de Santa Ana y el cosmógrafo Miguel de Ovando se ofreció para sustituirle. Fue aceptado. Pero de hecho sólo Texeira quedó unido al proyecto.

Terminado el estudio de campo nuestro autor volvió a Madrid a finales de 1630, recibiendo a partir de esa fecha una asignación de 120 cruzados al año. Aquí se dedicó a elaborar los datos que había ido tomando sobre el futuro Atlas. Desde 1632 a 1634 puso en limpio sus papeles tal como los dejó en su códice miniado de la Biblioteca Nacional de Viena.

Los señores Marqués de Castrofuerte, Bartolomé de Anaya, Marqués de Valparaíso, Marqués de Oropesa y don Juan de Castilla fueron los encargados regios de valorar científicamente la obra realizada en la reunión del 27 de marzo de 1634.  Con toda probabilidad, aunque no certeza, se puede afirmar que la obra quedó aprobada.

Antes de 1633 Pedro Texeira se había casado con doña Eugenia de Salazar con la que tuvo dos hijos: Francisca Texeira y Albornoz y Antonio Texeira y Albornoz capitán de la infantería española en el reino de Sicilia.

Texeira solicitó en 1635 el puesto de ayuda de cámara real, petición que dos años más tarde se transforma en la de ayuda de guardarropa del Cardenal-Infante don Fernando de Austria, destino que no aceptó. 

 En 1636-1637 Pedro de Texeira se dirigió de nuevo al País Vasco y al reino de Navarra ante las previsiones de un ataque armado desde Francia. Su objetivo fue estudiar la defensa de Burguete, Valcarlos, Maya, Errazu y el Valle de Baztán a petición de don Fernando de Andrade y Sotomayor, virrey y capitán general de Navarra.

En una carta real de 1636  a don Antonio Idiáquez de Butrón, capitán general de la frontera de Guipúzcoa se le nombra a nuestro autor, entre otros, como ingeniero militar. En 1636 se encontraba en Pasajes de San Juan para recibir el 28 de enero de 1637 la orden de ir de nuevo a San Sebastián, Fuenterrabía y Pasajes. En 1638, año del levantamiento del asedio de Fuenterrabía, estaba en el sur de Francia en Laburdi, en Socoa, en San Juan de Luz y en Cibour en compañía del virrey de Navarra don Pedro Fajardo de Zúñiga y Requeséns actuando como ingeniero militar o cartógrafo y aun como espía. 

Varios cometidos cartográficos va a ejecutar en los años sucesivos: en 1639 estaba en Cartagena y en 1640 en la Corona de Aragón hasta la costa de Tarragona, trabajo que tuvo que suspender  por la rebelión del reino. De nuevo en 1641 está inspeccionando las fronteras con Portugal, en Zamora y en Badajoz dato que luego consignará al reclamar al rey compensaciones económicas sufridas en su patrimonio por ser fiel a la obediencia española ante el levantamiento independentista de Portugal. En 1642 es enviado a Zaragoza y a continuación al principado de Cataluña.

En 1648 se reconoce que se le había encargado que hiciera “las plantas de los tres reinos de la Corona de Aragón y otra del reino de Valencia”. En efecto en 1648 realiza mapas de la frontera francesa de Aragón y Cataluña y posteriormente en 1650 del reino de Valencia.

Del 3 de abril de 1650 es el memorial del Capitán don Pedro Tegeira Albornoz a su Majestad sobre que le haga merced de la plaza de veedor del almirantazgo de San Sebastián. En este memorial se aportan datos sustanciales sobre la vida y obras del solicitante.  De este memorial podemos entresacar los párrafos que aluden a sus trabajos cosmográficos en Guipúzcoa:

“en el año 29 disponiendo Vuestra majestad por lo mucho que se le representaba convenir se ampliase la plataforma de Satan Isabel en el puerto del Pasaje fue llamado a una Junta que para dicho efecto se hizo, dio su parecer de que no convenía por el empeño grande del puerto y el poco efecto que se podría conseguir con ello, como se vio en la entrada de las armas de Francia en la provincia de Guipúzcoa que señoreando el puerto por la parte de tierra y lugar del Pasage se señoreó de la plaza luego en que no solo fue causa del ahorro de la Real Hacienda de Vuestra majestad, sino de que el enemigo no la hallare con capacidad para poder intentar mayor progreso, y el año siguiente le nombró Vuestra Magestad  para la visita y reconocimiento de la frontera de España con Francia y que dispusiese en las plazas de Guipúzcoa y en todas las demás de la dicha frontera lo conveniente a su defensa y que pasase a Navarra como lo hizo...para hallarse en  la entrada que se hizo en tierra de Labort, donde se halló en la toma de Ciburu, y San Juan de Luz y Socoa y asistió en esta campaña...y en una junta particular que se hizo para encaminar el socorro de Navarra a Fuenterrabía que estaba sitiada se le encargó dispusiese el camino que convenía llevar ...y asistiendo en aquella campaña hasta que se socorrió la dicha plaza de Fuenterrabía”.

Entre las últimas obras de Texeira hay que señalar la “Topographia de la villa de Madrid. Año 1656”. Parece que la obra de medición estaba terminada en 1654 y que se realizó por iniciativa o subvención real.

De nuevo en 1658 sabemos que se encontraba en la frontera de Portugal asistiendo a la derrota de los ejércitos españoles en la batalla de Yelves. A partir de este viaje quedó impedido y enfermo por lo que tuvo que retirarse de la vida activa.

En 1661 reclamó una ayuda para publicar el mapa de Portugal, cosa que se realizó antes de noviembre de 1662.

El 6 de julio de 1660 don Pedro Texeira otorgó testamento.  Pero su muerte acaeció el 13 de abril de 1662.

3 Colaboradores de Texeira y autores de su trabajo:

 Le ayudaron en la realización de los estudios necesarios para la preparación y confección de esta obra Joao-Baptista Lavanha (1555-1624), el capitán Pedro Fernández Manjón y Gabriel de Santa Ana.

Joao-Baptista Lavanha (1555-1624)  fue cosmógrafo mayor del reino de Portugal al servicio de Felipe IV y además fue profesor y “maestro de matemáticas del príncipe Felipe IV”.  Durante los años de formación el rey Felipe IV mandó reunir una librería, distinta de la que se estaba realizando en El Escorial desde tiempos de Felipe II, para lo que Felipe IV recopiló obras cartográficas de valor, si bien varias piezas de esta nueva librería procedían de la biblioteca personal de Lavanha como por ejemplo la “Descripción del universo” obra del mismo Lavanhna.

Lavanha cerraba una etapa grandiosa de la cartografía peninsular del siglo XVI. Más allá del año 1620 las obras impresas o manuscritas hechas por los súbditos de Felipe III y Felipe IV que se nos han conservado no llegan a la altura de la etapa que cierra Lavanha.

El último proyecto de Lavanha no lo vio culminado. Se trataba de la empresa cosmográfica más importante que ideó, la descripción general de España y que debió confiarla a sus discípulos.  Entre estos discípulos y colaboradores estaba Pedro Texeira ya que Lavanha había sido también  profesor de matemáticas del mismo Texeira. 

Con su maestro y profesor el cosmógrafo Lavanha, Pedro Texeira había colaborado en varias obras como lo hará ahora en la “Descripción”. Texeira recogería los datos empíricos mientras que el maestro cosmógrafo, de edad avanzada, debía permanecer en su despacho madrileño. Los discípulos y ayudantes de Lavanha  tanto el capitán Pedro Fernández Manjón, como Gabriel de Santa Ana y nuestro cosmógrafo Pedro Texeira se encargaron de recoger los datos precisos. Luego la suerte quiso que el único que llevó a cabo la obra y tuvo el honor de firmarla fue Pedro Texeira. Este hecho de que Texeira se quedara solo trajo algunas ventajas. Las ventajas de este proyecto se basaron en la uniformidad de criterio a la hora de redactar los dibujos, los planos y las leyendas.  Al final no fue el fruto de muchas personas sino de una sola, si bien tuvo directrices maestras y ayudas puntuales significativas.

Hay que afirmar casi con certeza que Lavanha fue la persona que presentó la propuesta al rey o a sus consejos, a la que acompañaría unas instrucciones sobre la metodología en la recolección de datos, juntamente con las etapas y pasos necesarios de redacción. Con esta grandiosa obra Lavanha y Texeira demostraron la impronta y alto nivel de la cartografía portuguesa puesta al servicio de Felipe II y luego de su hijo Felipe III y ahora de Felipe IV. 

Pedro Fernández Manjón  era un capitán al que se le asignó una paga de 45 sueldos mensuales mientras estaba de viaje y luego vio reducida la paga durante su estancia de redacción del trabajo en Madrid a 35 sueldos.  Las cédulas remitidas a Pedro Fernández Manjón afirmaban que la colaboración de las autoridades locales estaba asegurada. (AGS. Cámara de Castilla, Cédulas 191, fols. 53-54).

Del 15 de octubre de 1622 el capitán Pedro Fernández Manjón escribía desde Tolosa un memorial en el que se aclaraba el objetivo de trabajo de todos los miembros de la expedición. A Gabriel de Santana y a Pedro Fernández Manjón les tocó en suerte la descripción de las ciudades, villas y lugares, mientras que a Pedro Texeira le asignaron la descripción de los puertos y costas de mar. Para finales de octubre Manjón ya había hecho la descripción de Alava y de las villas de Azpeitia y Azcoitia.  Como se pudo pronto comprobar el primer objetivo descriptivo de las villas y ciudades del interior se abandonó pronto, quedando en pie el trabajo de Texeira sobre los puertos y las costas del mar.

A los pocos meses nuestro capitán habiendo acusado los muchos gastos del desplazamiento consiguió un importante adelanto de seis mensualidades previo compromiso de rendir cuentas puntuales de los gastos al jefe de la expedición Lavanha.  El 15 de octubre de 1622 nuestro capitán sintiéndose responsable de la expedición informaba desde Tolosa de que él se dirigía camino de San Sebastián.  Según esta relación parece claro que el capitán y Gabriel de Santa Ana tenían el cometido de describir las villas del interior. Pedro Fernández Manjón era ingeniero y sabía medir distancias.

Pero como sabemos el proyecto primitivo que era más grandioso quedó reducido a la descripción de las costas. En este primitivo plan estaban otros cartógrafos e historiadores de los que luego hablaremos. El capitán interrumpió su trabajo porque fue enviado a Brasil si bien seguía en 1626 como uno de los ingenieros que acompañaban a Texeira.

Gabriel de Santa Ana recibía en un primer momento lo mismo que Texeira una paga de 40  sueldos, por lo tanto inferior a la que se le daba a Pedro Fernández Manjón. Estos vieron luego reducida su paga a 30 sueldos. Tanto el capitán como Gabriel se concentraron en el estudio de las villas del interior. De Gabriel de Santa Ana se afirma que es “geómetra y que save tomar cualquier planta y ponerla en divujo”. Pero murió pronto porque se le tiene como difunto en 1626 si bien la Biblioteca de Nicolás Antonio hace referencia al trabajo manuscrito que nos dejó de esta expedición. Su puesto vacante fue solicitado por el cosmógrafo Miguel de Ovando al que se le concedió la paga de los cuarenta sueldos de los que gozaba Santa Ana.

Lope Martínez de Isasti: En estas circunstancias conviene señalar que el 28 de noviembre de 1622 se habla de los “cosmógrafos venidos por orden del rey ...que recorren esta provincia” de Guipúzcoa. Aludiendo a un historiador enviado por Gil González Dávila y que era el doctor Lope Martínez de Isasti, nacido en Lezo pero residente en Madrid desde 1618 y cuya historia de Guipúzcoa fue rechazada por las Juntas generales de la provincia el 22 de noviembre de 1622. (BRAH, Fondo Vargas Ponce, 29) y que quedó inédita hasta que fue impresa por Fausto Arocena en San Sebastián en 1850.

El doctor Lope Martínez de Isasti debe ser considerado como un colaborador del proyecto de Texeira al menos en un primer momento. El guipuzcoano Lope de Isasti estaba escribiendo (como ya lo dijimos en el artículo correspondiente) una historia de Guipúzcoa que tuvo serias dificultades para su impresión por parte de la Provincia.

4 El manuscrito de la Descripción.

Se han conservado tres manuscritos de la obra “Descripción de las costas y puertos de España” que se guardan en los archivos de Madrid, Londres y Viena.  El que ha servido como soporte para la actual edición es el de la Biblioteca Nacional de Viena Cod. Vind. 5707 titulado “De la forma, grandeza, fertilidad y riqueza de España”.

La obra que pretendía realizar Texeira no era una puesta al día de la cartografía preexistente. La monarquía hispana estaba enzarzada en una guerra de largo alcance, la guerra de los Treinta años 1618-1648, la cual se preveía iba a ser cruenta y decisiva para el liderazgo de los Austria entre las potencias europeas porque a excepción del Imperio todas las demás potencias eran enemigas y posibles actores de una invasión terrestre. La monarquía hispánica necesitaba de un instrumento cartográfico preciso que permitiera una defensa eficaz de sus tierras fronterizas y de sus puertos marítimos.

5 Descripción de España y sus costas:

Texeira por mandato de su maestro o por iniciativa propia sabía que debía comenzar su obra con un reconocimiento empírico del objeto a describir.  Para esta descripción se valió de la documentación impresa preexistente, de las informaciones orales que le comunicarían los habitantes del territorio y por fin de sus propias observaciones.

Se trata por lo tanto de una doble tarea: por una parte el Atlas y por otra la descripción escrita recopilada en el Codex Miniatus de la Biblioteca Nacional de Viena.  Tanto el Atlas como la Descripción tendrían un objetivo complementario y debían abarcar el medio natural y el medio humano, los puertos marítimos, las playas, ríos, cabos y territorios. La confección de los mapas y la redacción del texto de la descripción debieron de realizarse en Madrid entre 1631 y 1632.

Se trata de una obra compleja, en la que concurren varias ciencias que vienen tratadas con una metodología heterogénea. La obra de la que ahora tratamos contiene en primer lugar elaboraciones culturales con datos cartográficos, corográficos y geográficos. En segundo lugar acoge discursos políticos que demuestran  el objetivo legitimador del esfuerzo realizado.  Y en tercer lugar el manuscrito de Texeira llegó a ser una pieza bibliográfica digna de la librería real.

Estudiemos en primer lugar los elementos culturales y en concreto los cartográficos. Texeira era portugués y además un discípulo aventajado de una antigua escuela cartográfica brillante que a finales del siglo XVI y con la elección de Felipe II como rey de Portugal entró a servir a España y  tuvo sus mejores momentos en tiempo de Felipe II. 

En esta “Descripción” persiste el brillo de esta cartografía portuguesa y continúa en el siglo XVII las altas cotas conseguidas con Felipe II .  Sabe unir los dos rasgos más distintivos de la cartografía filipina: por una parte un dibujo detallado del urbanismo y de la topografía al estilo de los ingenieros militares, a los que se les añade una representación planimétrica a la que se suma la rosa de los vientos y una escala en leguas;   y por otra parte una representación cosmográfica bajo la perspectiva  zenital. 

Los dibujos están en perspectiva, desde cierta altura, muchas veces como si el objeto a describir fuera visto desde un globo colgado en el mar a cierta distancia de la costa.  Es la representación a la que nos habían acostumbrado los pintores e ingenieros militares.  Las plasmaciones pictóricas realizadas no son sin embargo el resultado de unas mediciones geométricas, es decir no son nunca planos sino dibujos en perspectiva. 

Como toda la escuela portuguesa nuestro autor se sirve de las dos corrientes cartográficas existentes en la época: a)  la náutica  de herencia medieval y mediterránea que se concretiza en la descripción de redes y rosas de los vientos, con lis indicando el norte y  b) la científica que se sirve de las medidas astronómicas y los datos cuantitativos geométricos expresados en meridianos y paralelos.  Sin embargo, la mayoría de las representaciones que nos ha dejado no incluyen escala alguna. Pero por lo datos aportados debemos concluir que el autor tenía conocimientos geométricos y que además manejaba ciertos instrumentos matemáticos.

 Las medidas que utiliza nuestro autor son las brazas de mar, las leguas en tierra firma, las varas y los pasos. ¿Qué clase de medidas son los pasos?. Cuando describe la distancia entre Hendaya y Fuenterrabía señala que distan entre sí “mil ochocientos y veinte pasos”. Podría ser que estuviera hablando de pasos geométricos en los que cada uno de ellos equivale a 1,393 metros. Pero en el texto aparecen otras formas de medición como cuando afirma distar dos cosas  un tiro de arcabuz,  un tiro de mosquete, un tiro de piedra, una carrera de caballo. Igualmente afirma que la Torre de Hércules es alta “mas de bente estados”. También aprecia loa ensenadas y los puertos dando de ellos cantidades de brazas y palmos.  Del mismo modo conoce la sonda y el escandallo para medir el fondo marino y fluvial.

También conoce y utiliza el procedimiento de la triangulación en la que los ángulos eran medidos a su vez por medio del planisferio o del astrolabio. Además pudo utilizar un nuevo procedimiento de medición utilizado por el coetáneo Juan Cedillo y que era conocido como “trinormo”.  Sin duda alguna que también utilizó la brújula que llevaba incorporada una rosa de treinta y dos vientos que facilitaba la determinación de las direcciones.  Sin embargo Texeira no da datos de longitud ni de latitud ya que aún no existía un procedimiento accesible para medir la longitud.

La primera tarea y fundamento de todas las demás era el conocimiento empírico de la realidad que se pretendía cartografiar. Por eso nuestro Texeira observa la costa y los paisajes, describe las defensas, las torres de alerta y las plazas fuertes, las ciudades y las regiones.

La segunda tarea que acomete nuestro autor es la de dibujar gráficamente los objetivos desde distintas perspectivas y mientras los dibuja acompaña a sus representaciones de testimonios documentales y literarios que preparan la mejor estrategia para los militares que esperan su obra con fines ofensivos y defensivos, pero al fin y al cabo bélicos.  Los dibujos están arropados por detalles ornamentales y por rótulos caligráficos ampulosos, muchas veces sin terminar de ser perfilados.

 El nivel geográfico es el que se capta más fácilmente. Se nos describe la fisonomía de los distintos lugares, nos muestra los mapas de las ciudades costeras, lo mismo que la distribución  de los asentamientos y caserías y coloca en su conjunto los atributos geográficos del paisaje tales como las ensenadas, desembocadura de ríos, cabos e imagen de los montes.

Leyendo las descripciones que nos ofrece sobre la representación del mapa se debería concluir que el autor estuvo personalmente en los términos que describe ya que a veces señala los vientos, las corrientes y los escollos.  

El nivel corográfico acoge los mapas de las diversas regiones  junto con laaccesibilidad y la distancia de las ciudades entre sí y además añade las descripciones sociales y los rasgos físicos de los habitantes. Estas descripciones corográficas son para muchas regiones las más antiguas de las que disponemos. Llama la atención el esfuerzo y la sensibilidad de que gozaba su autor.  Se ve que se ha dado previamente una paciente labor de reconocimiento, de recogida de datos y de organización de los mismos en la representación geográfica.  Para completar esta visión corográfica el autor acompaña a los dibujos del paisaje los blasones que enorgullecen a los habitantes. Se ve en estos rasgos la personalidad de Texeira que aunque español se sabe originario de una reino distinto que era Portugal y que por lo tanto quiere señalar los rasgos distintivos de los territorios que describe. 

Para la corografía de Gipuzkoa el mismo autor nos refiere sus fuentes de información: Por una parte están los libros impresos y por otro los informes de los propios guipuzcoanos. Así nos cita a Garibay al hablar de los Pirineos. Por otra parte un dato corográfico importante es el que aduce hablando de Motrico “a la entrada de la ensenada de la parte de poniente en una punta que ase la tierra, desean los naturales desta villa aser un fuerte para asegurar el reselo con que viven de continuo con las armas en la mano”.

Por último el nivel toponímico y onomástico nos señala el nombre de los asentamientos, de las ciudades, de los puentes y de los accidentes del paisaje ya sean ríos, puertos, ciudades y montes.  A primera vista toda la toponimia está en castellano ya que los trabajos están destinados a la corte y a los militares.  Esto supuso un esfuerzo considerable ya que el autor era de lengua portuguesa y tuvo que aprender a formular sus objetivos geográficos en castellano.  Sin embargo, hay ciertos errores de señalización toponímica debidos a la trascripción fonética de los sonidos percibidos o al interés de reflejar los topónimos singulares. 

Junto a los soportes culturales están los discursos políticos que acompañan la confección de la obra. Se marca una finalidad clara en la confección del mapa y es la de poder responder dentro del clima bélico en el que se vive a las futuras asechanzas del enemigo. Se quieren prever los posibles saqueos o desembarcos acompañando la información necesaria sobre la defensa de los fuertes y de las fronteras.  Pero los resultados del Atlas y de la descripción tuvieron escaso valor estratégico.  En este aspecto cultural es necesario destacar el que Texeira está dándonos una realidad de España.  No podemos olvidar que los reyes y los Estados echaban mano en la consolidación de sus dinastías y sus reinos de todos los medios a su alcance. Todo el mundo entiende el papel propagandístico de la literatura y de los monumentos del patrimonio arquitectónico, escultórico y pictórico. No en menor medida hay que afirmar que la cartografía era un instrumento de la política de prestigio y de la eficacia militar. Pero con una diferencia palpable, mientras los monumentos del patrimonio eran de ostentación y se hacían para ser vistos y admirados, los frutos del patrimonio cartográfico tenían la finalidad de ser instrumentos de actuación militar, pero que quedaban bajo el mandato del sigilo. El trabajo de Texeira quedó sepultado en las bibliotecas sin esperanza alguna de ver la luz pública en sus tiempos.

En tercer lugar el libro que ahora tratamos tiene en sí un valor bibliográfico. El libro en sí mismo demuestra ser una gloria y una honra del poder regio que lo había patrocinado.  El manuscrito resultó ser una joya bibliográfica de gran belleza y de fina decoración. Era una obra cartográfica digna de la realeza del mayor imperio del momento. En sí mismo es una obra estética y de lujo que se ha convertido en un tesoro bibliográfico más que en un libro de comunicación de datos cartográficos o estratégicos. Si los Austrias pusieron empeño en dejarnos un rico patrimonio arquitectónico, escultórico y pictórico, con esta obra demostraron que su interés bibliográfico no era menor.  

6 Valoración de la obra de Texeira:

La obra de Texeira representa el proyecto político más ambicioso emprendido y culminado en todo el siglo XVII. De las obras realizadas por Texeira el Atlas debería considerarse como una obra estratégica realizada con fines defensivos.  Por esto no se imprimió en su momento y fue conocida por muy pocos eruditos de su tiempo. Mientras que la “Descripción general de España” es un manuscrito de lujo destinado al servicio personal del rey y concebido como instrumento de la propia formación geográfica de la persona real.  Estas dos obras de Texeira constituyen el punto culminante de la cartografía hispana del siglo XVII que no fue superada hasta finales del siglo XVIII por obra del brigadier de la Real Armada Vicente Tofiño San Miguel (1732-1795), director de la Academia de Guardas Marinas de Cádiz.

El Atlas y la Descripción reúnen imágenes inéditas, documentadas y originales, diseñadas tras un detallado reconocimiento del territorio. Las representaciones gráficas acumulan numerosos datos de propia observación y a la vez muestran las cualidades cartográficas del autor del mismo modo que demuestran el nivel de la ciencia cartográfica española del momento.

Una vez terminado este trabajo fue evaluado en gran consideración y se le puso en rango semejante al confeccionado en 1620 por Antonio Magnini titulado “L´Italia” que es una impresionante colección de 61 mapas de la península italiana. De igual parangón es la obra del coetáneo “Theatrum imperii magnae britania” de John Speed publicada entre 1611 y 1612.  Pero por razones de seguridad nacional no fue publicado siguiendo una tradición antigua de secretismo náutico en la cartografía española. El último antecedente fue la real cédula de 1602 prohibiendo publicar “trazas o plantas de castillos y fortificaciones” que pertenecieran a las Indias.  Durante el reinado de Felipe IV uno de los proyectos que quedó sumido en el secreto fue la “Descripao de todas as costas e portos do Brazil” obra de Joao Texeira hermano de nuestro Pedro y realizado en 1627.

7 Ejecución de la obra.  Texeira en las provincias vascongadas:

Con anterioridad al comienzo empírico de la obra, Texeira ya sabía que iba a comenzar su trabajo por la costa vasca y en concreto por Guipúzcoa. Antes de viajar hacia el norte ya se había concretado el sueldo, el personal que le acompañaría, los medios de transporte, las armas, los salvoconductos, y se había previsto el alojamiento, la manutención y los permisos de acceso a los lugares y a los documentos complementarios al trabajo de campo.

El equipo de investigadores y redactores se distribuyeron los objetivos de la consulta empírica. Fernández Manjón se centraría en las provincias de Alava, Guipúzcoa y Navarra. Santa Ana se dirigiría a los territorios del sur, es decir a Andalucía. Mientras que Texeira se centraría en los territorios  de la cornisa cantábrica.  

Las provincias Vascongadas, principalmente las costeras, ya tenían su representación cartográfica desde hacía un siglo por lo menos.  En concreto Texeira pudo encontrar en el mercado las representaciones del “Theatrum” de Ortelius impresas en 1612, pero junto a ésta tenía la de Hondius y Baleu. Sin embargo las representaciones geográficas de Guipúzcoa presentes en este Atlas no son deudoras de las anteriormente citadas. En efecto Texeira no se nutre de la rica representación cartográfica guipuzcoana.   

Desde la corte se informó de este proyecto al marqués de Hinojosa, don Juan Hurtado de Mendoza capitán general de artillería, capitán general de Navarra y de la Provincia de Guipúzcoa.

La comisión del mapa partió de Madrid en el verano de 1622.  La muerte de Lavanha y del sucesor Juan Cedillo Diaz, cosmógrafo mayor de Indias y catedrático de la Academia de Matemáticas de Madrid en 1625 hizo que Texeira tomara las riendas del proyecto.

         El autor se encontraba en Fuenterrabía el 12 de septiembre de 1622 gozando desde marzo de ese mismo año de un sueldo real de 30 ducados al mes.  En esta misma fecha el concejo de Fuenterrabía daba cuenta de la llegada del portugués al que recibieron con interés y aun con entusiasmo. Dice así el acta:

“Este día sus mercedes dixeron que había venido a esta villa don Pedro Texeyra portugués, cosmógrafo e historiador con cartas y despachos de S.M. para que en toda esta costa se le haga todo el agasajo y asistencia posible y le den noticia y relación de los puntos fuertes y flacos, puertos, entradas y salidas, calidades y cantidades de haciendas particulares de fundaciones de la villa, conventos, casas, solares, linajes y familias y del temperamento de la tierra, su altura, inundaciones de mar, navegaciones de rio y otras muchas cosas y calidades que importan gravísimamente a la reputación, honor de esta villa y de su jurisdicción para que historialmente parezcan y tengan noticia dello S.M. que es el fin principal que conforme a los dichos despachos muestra tener la venida de dicho don Pedro Texeyra Alvernaz” (Felipe Pereda, pag. 41).

 

Pedro Texeira se hospedó en casa de Miguel de Hecho durante tres o cuatro días.  Pedro Texeira llevaba consigo muchos criados y cabalgaduras.  La ciudad de Fuenterrabía creó una comisión para atender al cosmógrafo. La comisión estaba formada por el alcalde Bernardino de Meneses, el regidor y los capitanes Martín de Duraso y Pedro de Cardel como encargados de suministrarle la información necesaria.  La comisión además de informarle puntualmente le regaló una costosa joya de oro.

La ciudad de San Sebastián corrió con los gastos de la expedición del cosmógrafo y le ofreció una comida de bienvenida. Pero la relación con el cosmógrafo y la comida que se le ofreció se hizo con cierto disimulo ya que la misión del cosmógrafo era secreta.  De este modo las ciudades de Fuenterrabía y de San Sebastián quedaron perfectamente informadas de los planes para los que venía tal expedición.

Por otro motivo añadido el objetivo del estudio era conflictivo.  En efecto decimos que el objetivo de estudio era tema conflictivo ya que se discutía en el momento sobre la soberanía exclusiva española del río Bidasoa. Contra la tradición medieval de los castellanos de atribuirse el dominio exclusivo del río Bidasoa en sus dos orillas en los últimos lustros los franceses navegaban con sus barcos por el río y habían instalado molinos en sus orillas. Concretamente los de Hendaya reclamaban su soberanía apoyados en una interpretación que el Padre Juan de Mariana (1536-1623) había dado a la extensión de esta frontera en su obra “Historia General de España”.  El Padre Mariana en el capítulo V del libro XXIII afirmaba que la propiedad del río Bidasoa era común a los dos estados.

Ya desde finales de 1621 el capitán Saez de Venesa y Esquivel quiso demostrar el error del Padre Mariana en una obra titulada “Relación de lo que al Reverendissímo Padre Maestro Juan de Mariana de la Compañía de Jesús pone en consideración el Capitán Miguel Sanz de Venesa y Esquibel en nombre de la muy noble y leal villa de Fuenterrabía sobre la enmienda que piden ...” (BNE. V.E. 59-4). El mismo capitán escribió en Madrid el 6 de diciembre de 1621 al P. Mariana que se encontraba en Toledo preparando una nueva edición de su obra. En efecto, el Padre Mariana solicitaba el 29 de agosto de 1622 en un memorial al rey ayuda para una reimpresión de su Historia de España.  El encargado de la nueva edición de la obra del padre Mariana fue el cronista de Castilla don Gil González Dávila como apareció en la edición de la Historia del Padre Mariana de 1623.    

Durante los meses de septiembre y octubre de 1622 Texeira  estuvo en Alava y en el resto de Guipúzcoa.  De su paso por la provincia nos dejó un dibujo con la representación de Guetaria (AGS. Mapas, Planos y Dibujos G.R. 30), en donde se describe el fondeadero de la villa y recoge diversas cédulas reales sobre su fortificación. El 15 de octubre de 1622 estaba entre Tolosa y San Sebastián.

8 Comentario de los doce mapas guipuzcoanos:

El primer territorio que describe es el de la provincia de Guipúzcoa. Su tratamiento cartográfico lo comienza presentando a toda página el escudo de la “Provincia de Guipúzcoa”. El escudo recoge la figura del rey coronado sentado en el trono con el cetro . En el cuartel izquierdo los doce cañones que conquistaron los guipuzcoanos a los navarros y que luego los dio como trofeo al escudo de Guipúzcoa la reina Juana en 1512. Debajo ocupando los dos cuarteles tres árboles que querrán ser tejos pero que por lo forma no lo aparentan.  Encima del escudo una corona real en recuerdo de las veces que Guipúzcoa fue declarada reino en tiempos de Enrique IV y de los Reyes Católicos y que posteriormente volverá a ser declarada reino en tiempos de Carlos II. Debajo del escudo un concha santiaguista en recuerdo de que la provincia es camino de Santiago.

A continuación y a doble página una “Tabla de la costa de la provincia de Guipúzcoa”. Se describe en una panorámica desde el mar toda la costa guipuzcoana desde la “Parte de Francia con algunos lugares franceses como Endaya, Las Tunbas o S. Thiago.

Entre los topónimos guipuzcoanos en un barrido de este a oeste se señalan: Río Vidaçua, Peña del Aya, Castillo de Beobia, Yrun, Fuenterrabia, San Telmo, Puerto de Astuliaga, Puerto de Arçu, Santa Bárbara, Oliaga, Río doiarcon, Rentaria, Lecço, Convento de San Francisco, Pasaje, S. María, Castillo de Santa Isabel, San Francisco, Santa Catalina, Río Gurumea, Ernadi, Astigarrenga, Convento de San Bartolomé, San Sebastián, Santa Clara, Lamota, La concha, San Sebastián el Antiguo, Punta de Ruegui, Aindoin, Saravilla, Veronta,  San Francisco, Ceraus, Elcano, Aya, Laucrin, Guetaria, San Antón, Punta de Alicante,  Orio, Arenal de Arcilla no se cubre de agua, Muelle, Punta de Oribacar, Punta de Arranoaya, Punta de Ocho Berri Arçe,  Aicarna, Anarnocobal, Oquina, Cumaya, Arrona, Elaviago, Yciar, Deva, Sasiola, Mendave, Alcola, Mendaro, Antigarbion, y Motrico.

Además de estos topónimos el autor tiene especial interés en señalar los cabos del mar como “cavo del Yguer”, “Esturiaga”, “puerto de Arçu”, “P. De Yurruya”, “P. de Acaboraca”, “Reduna”, “Punta de Jasquivel”, “La Mota”,  “S. Clara”,  “P. De Ruanun”,  “S. Antón”  y  “P. de Alicante”.

Igualmente señala los molinos que se encuentran en la misma costa por ejemplo junto a Santiago de Beobia,  dos molinos a uno y otro lado de Lecço, frente a la punta de Rentaria, otros dos molinos en una entrada marina frente a Pasaje, otro molino más allá de S. Maria. El propio texto afirma que junto a la villa de Leço “donde ay munchos molinos”.

Del mismo modo nuestros mapas señalan las fuentes como por ejemplo en la desembocadura del Orio,  la fuente en los arenales delante de San Sebastián cuando dice: “tiene esta villa dentro de sus murallas, tres poços de agua salobre para el serviçio de sus moradores. Y para bebur se sirven de una fuente que en la arena fuera de la puerta referida de tierra naçe”.

Respecto a los muelles se cita uno en la desembocadura del Orio cuando dice “fabrican en este puerto navíos, aunque no tan grandes como en El Pasaje por el poco fondo, como queda dicho, de su barra. Tratose los años pasados de abrirla para lo qual se enpesó un muelle de la parte del levante” y como narra el mismo autor al hablar de Pasajes “y en todos estos braços de mar fabrican munchos navíos del rey que puestos los cubos en su perfiçion los enchan en la mar con aguas bibas y los lleban deremolco al sorgidero a guarneser y poner los mástiles y xarçeas”. También afirma que delante de San Sebastián en “esta plaia fabrican de ordinario grandes navíos”.  En cambio al hablar de Zarauz afirma que lavilla se asienta “en una plaia de arena, sin abrigo para en ella poder dar fondo baxel ninguno. Es lugar de buena población aunque de ningún trato por falta de puerto”.  En la villa de Guetaria se dice que tiene un “puerto se forma con una isla que le queda a la parte del setentrión, a la mar de la villa y distante tante de la villa un tior de mosquete. Desta ysla a la tierra tiene hun muelle donde se abrigan los navios que demandan poco fondo y los de grande porte ancoran fuera en ocho y diez braças, quedando abrigados con la altura de la dicha ysla de San Antón. Acuden a este puerto algunos navíos de mercaderes y otros al reparo obligados del tiempo”.  Más tarde al hablar de Zumaya afirma que tiene muy mala barra “donde no entran navíos sino barcos y con gran peligro aviendo traveçías en la mar”. “Legua y media deste río dicho de Sumaia está el de Deva con no menos peligrosa barra”. Por fín al hablar de Motrico dice nuestro autor: “En una ensenada y dentro para el abrigo de los navíos, tiene un muelle donde dan fondo, aunque no es capas de los que le demandan grande”. 

9 Apéndice:

De la forma, çitio de España y sus grandezas.

En lo mas oççidental y meridional de la Europa se estiende la famosa España en forma casi quadrada, dividiéndose de Françia con los altos montes Perineos por espaçio de setenta leguas que ya de la laguna y fuerça de Salçes en el Mar Mediterráneo a la villa y puerto de Fuenterrabía en el Cantábrico.

De los reynos de España y sus çiudades prinçipales.

Por la redondes de España, que tiene seis sientas y treinta y quatro leguas, están los reynos seguientes y provinçias. Començando por la parte septentrional la primera  la provincia de Guepúscoa. Asiste su corregidor en la villa de Tortosa con su diputación. Y caminando al poniente está luego el señorío de Biscaia...”.

En la çiudad de Pamplona tiene a su virrey y audiençia, capitán general de la gente de guerra que lo es tanbién de la provinçia de Guepuscoa...

De los ríos que riegan a España

Sin estos famosos ríos tiene España sesenta y seis, todos navegables y capazes de entraren navíos en ellos. El primero por la parte septentrional de España y primero de la provincia de Guipúscoa es el río Vidaçua, que le divide de Françia. El río Orio, río de Sumaya, río Deba y río de Ondarrua...

De la provincia de Guipúscoa:

Divide a España de Françia por el Mar Cantábrico y costa septentrional, el rio Vidaçua que naçe en el reyno de Navarra y faldas de los montes Pirineos y, saliendo a la mar, aze un puerto, junto al que está situada la noble villa de Fuenterrabía, primer lugar de la parte oriental de la provinçia de Guipúscoa. Y, de la otra parte del río y puerto, tiene Françia un lugar abierto que llaman Endaya, que dista del de Fuenterrabía mil y ochocientos y vente passos.

Reproducción parcial (blanco y negro)

de la "Tabla de la Costa de la Provincia de Guipuscoa"

No es este río navegable, no siendo dificultoso aserlo fuera por la utilidad que dello rezultara a la provinçia de Guepúscoa, porque carese de todo género de mantenimientos de que abunda el reyno de Navarra e aunque tan vezino della,, por la asperidad de las montañas no se puede conduzir ni aprovechar dellos. Y todo el trigo, carnes y demás provisión que en la provinçia se gasta biene de Françia por no criar la sequedad de la tierra más que hierro, maderas y mançanas, de que los naturales azen bino que llaman sidra.

Tiene la provinçia de Guepúscoa onze leguas de costa que corre del levante al poniente. Las travesías y bientos que la ofenden son nortes, noruestes y ponientes como en toda la demas costa que queda septentrional a España. El tienpo que curçan es dificultoso navegar por ella y conosido peligro querer tomar alguno de sus puertos, en los quales tiene esta provinçia los mejores lugares, así por su poblaçión como por el mucho trato de hierro que en ellos cargan para diversas partes en mucha cantidad, así en mineral como lavrado que de la tierra adentro traen a ellos de las artificiosas errarías.

Tiene esta provincia ocho puertos de mar. Los quatro son ríos con deficultosas y malas barras. Y tres ensenadas o plaias con muelles que son: San Sebastián, Guetaria y Motrico. Y el famoso puerto del Passaje. Y en ellos tres plaças fuertes que son Fuenterrabia, El Pasaje, San Sebastián, siendo la de mas ynportançia la de Fuenterrabia por ser frontera de Françia y tan vecina della. En todos estos dichos puertos fabrican  muchos y gruesos navios, con la comodidad de la madera que la conducen a los astilleros donde azen las fábricas por la corriente de los ríos.

Es la provinçia de Guepúscoa muy poblada de buenas villas y lugares y, afuera dellos, de muchas casas antiguas a que llaman solariegas, cuia nobleza se conose y estima en todo España. La gente es bilicosa y dada a las armas, donde an salido balientes soldados y sabios marineros. Conservan oy la abla y trage antiguo de España.

De la costa, puertos y sus lugares de la provincia de Guepúscoa.

Reproducción en blanco y negro de la

página "Rio Vidasoa"

Esta çituada la noble villa de Fuenterrabía en la orilla y margen del río Vidaçua, como queda dicho, distante de su barra poco más de hun cuarto de legua. Y por la parte y lado que mira al oriente y septentrión le baña de aguas bibas su muralla y, entrando por su fosso, queda toda sercada dellas. Es fortificada, por la parte que mira al dicho río y tierra, a lo moderno con hermosos y fuertes baluartes y, por la de mar, de gruesa muralla, guarnesida toda de buena artillería de bronze. Tiene de prezidio ordinariamente duzientos y más soldados, gobernados por el tiniente de capitán general desta provinçia, que lo es de ordinario el virrey de Navarra que les vezita y provee de los petrechos, muniçiones y todo lo demás necesario para su conservaçión y defensa.

Desta villa de Fuenterrabia corre la costa al norte. Media legua está el cabo de Yguer, donde dan fondo muchos navíos en 15 y 20 braças. Solían de ordinario dar fondo munchos de piratas y, para estrovársele aquel abrigo, mandó azer el católico rey don Felipe Segundo un castillo en el dicho cabo, con que oy no pueden parar los enimigos como de antes lo azían. En aquel surgidero tiene quatro gruesas piesas de artillería de bronze. Llámase este castillo San Telmo. Buelto el cabo del Yguer aze la costa una cala y surgidero que llaman puerto de Astuliaga, ynclinándose de él la costa al mediodía. Legua y media llebanta una alta montaña que llaman de Jasquivel, dando prinçipio por esta parte del occidente a los altos montes Perineos, en el fin de la qual está la entrada del puerto del Pasaje.

El más principal puerto de toda esta costa es el del Pasaje. Entrase en él por hun canal poco más ancho que hun tiro de mosquete y de una y otra parte es la tierra tan alta y áspera que en todo él se puede desembarcar. Tiene en su entrada hun islote y corre de septentrión al mediodía una buena media legua. Es dificultoso de tomar y así ordinariamente salen barcos a meter de remolco los navíos que a él van dar fondo. Tiene a medio canal, de la parte delo oriente, un castillo, fabricado al pie de la montaña y orilla del agua que se dio prinçipio su fábrica el año de 620 para guarda y defença  de las armadas y galeones que en este puerto se fabrican y aprestan. Pasado el sorgidero, que es en el remate y fin del dicho canal, está un lugar abierto que llaman el Pasaje de la parte del oriente y de la del oççidente otro del mismo nonbre, gozando estos dos lugares de huna plaça de mar tan apacible y quieta que, por muncho tenporar  o alteración que aia en el mar, dentro parese un estanque según su quietud y mansedunbre. De aquí tres quartos de legua por un braço de mar se ba, al mediodia, a la villa de Renterría , siendo solo navegable de barcos y, por otro que entra azia la parte del levante, van a desenbarcar a la villa de Leço  y otros donde ay muchos molinos. Y en todos estos braços de mar fabrican muchos navíos del rey que puestos los cubos en su perfiçion los enchan en la mar con aguas bibas y los lleban de remolco al sorgidero a guarnecer y poner los mástiles y xarçeas. Dan fondo los navíos en este puerto en ocho y diez braças quedando seguros en este puerto de todos bientos.

Deste puerto al poniente, como corre casi siempre la costa, está la villa y puerto de San Sebastián, quedando distante del Pasaje trez quartos de legua, que ocupa una sola montaña que baña la mar. El más noble y poblado lugar desta costa de Guepúscoa, fortificada de buena muralla y baluartes bien guarneçidos de gruesa artillería. Su forma es quadrada. Báñale la mar por la parte del levante y por la de poniente, donde tiene su puerto. Y para el reparo de los navíos y su descarga tiene dos muelles. Esta çituada en una plaia o punta de arena al pie de una montaña o mota que le queda al septentrión, en cuia cunbre tiene un castillo con buena artillería. Y de él baxan dos lienços de muralla que prenden con la de la villa que parese, mirando de afuera, estar colgada del castillo. Tiene dos puertas: una al poniente y puerto, otra al mediodía y tierra por baxo de hun baluarte que llaman del Emperador, donde entra de guardia todos los días una compañía de infantería de dos que asisten en esta fuerça. Desta dicha puerta de tierra se estiende huna lengua de plaia de arena asta la tierra, que luego se sigue montuosa y llena de arboledas de muchos castaños y robles y gran número de mançanares. En esta plaia fabrican de ordinario grandes navíos. El puerto es huna ensenada que tiene de trabeçia media legua, que ase figura de huna media luna. A la entrada, en media distancia, tiene huna isla alta en cuia cunbre esta una ermita de Santa Clara. Entre esta isla y el monte que queda dicho está sobre la villa dan fondo munchos navíos, asi los que ban a otros puertos como los que bienen a éste y aguardan por agua o marea para entraren  en los muelles, donde descargan sus mercancías. Tiene esta villa, dentro de sus murallas, tres poços de agua salobre para el serviçio de sus moradores. Y para beber se sirven de una fuente que en la arena fuera de la puerta referida de tierra naçe.

De San Sebastián dos leguas al poniente está la villa de rioOrio  Orio, en la orilla de hun río de la parte del oriente. Es lugar de razonable población, abierto. El río tiene en su barra poco fondo, aunque dentro le tiene para poder ancorar navíos de grande porte. Fabrican en este puerto navíos, aunque no tan grandes como en el Pasaje por el poco fondo, como queda dicho, de su barra. Tratose los años pasados de abrirla para lo qual se enpesó un muelle de la parte de levante. Passa este río por la villa de Tortosa dexando con sus aguas regadas a toda esta provinçia. Tanbién se a yntentado aser navegable, por poder traer en barcos el hierro que con su corriente se lavra en muchas errarías.

Media Legua deste puerto de Orio está la villa de Serauz (Zarautz) en una plaia de arena, sin abrigo para en ella poder dar fondo baxel ninguno. Es lugar de buena población aunque de ningun trato por falta de puerto.

Al poniente, media legua desta villa, está la de Guetaria, buen lugar de población aunque poco fuerte. Deste lugar fue natural aquel grande marinero que en la nave Vitoria dio la buelta al mundo. Su puerto se forma con una ysla que le queda a la parte de setentrión, a la mar de la villa y distante tante della un tiro de mosquete. La isla es alta y en su yminençia tiene una ermita de San Antón. Desta ysla a la tierra tiene hun muelle donde se abrigan los navíos que demandan poco fondo y los de grande porte ancoran fuera en ocho y diez braças, quedando abrigados con la altura de la dicha ysla de San Antón. Tiene Guetaria para la defença desde sorgidero una plataforma  con trez pieças de artillería. Acuden a este puerto algunos navíos de mercaderes y otros al reparo obligado del tienpo.

Por la dicha costa al poniente, legua y media de Guetaria, está Çumaya, luguar abierto, situado en la orilla del oriente de hun río con muy mala barra, donde no entran navíos sino barcos y con gran peligro auiendo traveçías en la mar.

Legua y media desde río dicho de Sumaia está el de Deba, con no menos peligrosa barra. Tiene en la orilla de la parte de oriente una villa que tanbien llaman Deba, lugar abierto y de buena población, sin nesisitar de mayor defença que de la dificultad de su barra y costa por ser conosido el peligro a los que a ella se arrimaren y yntentaren tomar.

Adelante del luguar dicho media legua está la villa de Motrico. En una ensenada y dentro para el abrigo de los navíos, tiene un muelle donde dan fondo, aunque no es capas de los que le demandan grande. La villa ny el puerto tiene defença ninguna, siendo de muy buena población y noble. A la entrada de la ensenada, de la parte de poniente en una punta que ase la tierra, desean los naturales desta villa aser un fuerte para asegurar el reselo con que viven de contino con las armas en la mano.

Deste puerto, legua y media por la costa, que es toda alta y sin abrigo ninguno, se divide esta provinçia de Guepúscoa con el señorío de Biscaya, siendo Motrico el ultimo lugar por esta parte del oççidente de la provinçia de Guipúscoa. 

Del señorío de Bisasya.

Divídese el señorío de Biscaya de la provinçia de Guepúscoa por la parte oriental del río Ondarrua.

Es poco mas fértil que la de Guipúscoa. Produze mucho hierro que cargan en sus puertos en mineral para laurar en Guepúscoa, Asturias y otras partes...

De la costa, puertos y lugares del señorío de Biscaya.

Cárgase en este puerto de Puertogalete muncha cantidad de hierro en mineral que lleban a laurar a Guepúscoa y otras partes...

De la tabla de la división de España con Françia

Y el reyno de Navarra tanbien por su parte septemtrional tiene de frontera quinze legoas. Y la parte de Guepúscoa por su parte oriental sinco.

Y por la linia derecha desde la costa del Mar Mediterráneo y laguna de Salçes por donde se divide España de Françia, asta el puerto y villa de Fuenterrabia en el Mar Oseáno Camtábrico tiene setemta leguas, que todas continúan los altos montes Perineos mostrando la naturaleza querer dividir este dichosísimo reyno de España com la muralla de su aspereza.

10 Bibliografía:

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PEREDA, Felipe y MARIAS, Fernando (ed): El Atlas del Rey Planeta. La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos de Pedro Texeira (1634).Incluye artículos de Felipe Pereda y Fernando Marías, de Felipe Pereda, de Richard L. Kagan, de Agustín Hernando,  de Fernando Marías, de Daniel Marías, y de Luis Zolle.Nerea,  Hondarribia, 2002.

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