Lurralde :inv. espac.

N. 32 (2009)

p. ***-***

ISSN 1697-3070

LURRALDE

 

APROXIMACIÓN AL CONOCIMIENTO DE LA

POBLACIÓN EN GUIPÚZCOA

Recibido: 2009-01-13
Aceptado: 2009-03-30

© Rosario GALDÓS URRUTIA

 

 Universidad deL País Vasco.

Facultad de Letras

Tomás y Valiente , S/N.

 Vitoria-Gasteiz

 

 

RESUMEN

Se realiza un estudio de algunos aspectos de la población de Gipuzkoa tales como la recuperación del crecimiento demográfico en los años del actual siglo, el mayor crecimiento de los municipios costeros frente a los del interior, el incremento de la población extranjera pero su todavía escaso peso en el conjunto de la población guipuzcoana, la brusca caída de la fecundidad y su reciente y moderada recuperación y el proceso de envejecimiento

PALABRAS CLAVE: Gipuzkoa, Población

 

ABSTRACT

KEYWORDS:

 

Estas líneas tienen como objetivo abordar algunas de las cuestiones demográficas más significativas de los últimos años en Gipuzkoa. No se pretende analizar todos los fenómenos demográficos ni se acomete un estudio de todas las características de la población guipuzcoana de interés demográfico, sino sólo aquellos considerados más relevantes bien por su evolución e intensidad como por sus consecuencias presentes y futuras

.

1. El retorno al crecimiento demográfico

Si nos remontamos a principios del siglo XX, podemos distinguir desde entonces y hasta la actualidad tres fases en la evolución de la población guipuzcoana. La primera, la más larga al prolongarse hasta 1981, se caracteriza por unas tasas anuales de crecimiento siempre positivas y casi siempre más elevadas que las correspondientes a la población española. Dentro de esta fase, sin embargo, los ritmos de crecimiento de la población guipuzcoana no se han mantenido constantes, han conocido sus altibajos por lo que es posible diferenciar nuevas subfases. Una abarcaría desde 1900 hasta 1930, con tasas de crecimiento superiores a la unidad y siempre más elevadas que las registradas por la población española pero también por el conjunto de la población vasca. Durante estos tres decenios son las provincias vascas litorales las que tuvieron un mayor crecimiento demográfico favorecido por la presencia de saldos migratorios positivos. Otra subfase se identifica con los años 1930, cuando la tasa guipuzcoana se sitúa algo por debajo de la tasa española; se corresponde con una década durante la cual las provincias litorales experimentaron una desaceleración de su crecimiento demográfico, fruto del incremento de la mortalidad en los años de la Guerra Civil y de la reducción de la natalidad y por lo tanto también del saldo natural. El crecimiento se recupera en el intercensal 1940-1950 mostrándose de nuevo la población guipuzcoana más dinámica que la vasca y la española. Las dos décadas siguientes, los años cincuenta y sesenta, son de expansión demográfica, cuando más crece la población guipzcoana, aunque no tanto como el conjunto de la población vasca pues en estos años las tasas más elevadas las detentaron las provincias de Álava y Bizkaia. Durante los años setenta el crecimiento se ralentiza en las tres poblaciones, aventajando ligeramente el de Gipuzkoa al español pero no al de la población vasca que se mantiene más alto gracias al comportamiento más dinámico que sigue mostrando la provincia alavesa.

Cuadro nº 1. Evolución de las tasas de crecimiento 1900-2008.

  Gipuzkoa PaísVasco España
1900-1910 1,20 1,12 0,71
1910-1920 1,64 1,53 0,73
1920-1930 1,29 1,23 1,04
1930-1940 0,93 0,70 0,94
1940-1950 1,33 0,92 0,80
1950-1960 2,48 2,71 0,86
1960-1970 2,82 3,23 0,97
1970-1981 1,05 1,38 1,02
1981-1991 -0,27 -0,18 0,31
1991-2001 -0,04 -0,10 0,50
2001-2008 0,65 0,57 1,99

Fuente: INE, Censos de Población y Padrón de Habitantes

A partir de 1981 y hasta 2001 se abre una nueva fase que viene marcada por la presencia de tasas negativas de crecimiento. La desaceleración del crecimiento anunciada en los años setenta da paso, en el caso de Gipuzkoa y también del País Vasco, a dos décadas de pérdidas de población, mostrando por tanto sus poblaciones un comportamiento regresivo que contrasta con el de la población española que sigue creciendo aunque de forma moderada. A esta situación de decrecimiento en Gipuzkoa se llega por un cambio drástico en el comportamiento de los factores demográficos: en los años ochenta el balance migratorio se torna negativo, signo que adquiere también el balance vegetativo en la década siguiente (Ruiz & Galdos, 2008).

Frente a lo proyectado por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT, 2000) que preveía un retroceso demográfico en Gipuzkoa hasta el año 2010, en la tercera y última etapa, 2001-2008, se ha recuperado el signo positivo en la tasa de crecimiento de su población debido a la aparición de saldos migratorios positivos debidos a la inmigración extranjera, gracias a lo cual la población ha superado la barrera de los 700.000 habitantes (701.056 en el 2008). Ahora bien, el crecimiento no ha alcanzado la intensidad experimentada por la población española.

Las variaciones en el ritmo del crecimiento de la población guipuzcoana respecto de la vasca han provocado igualmente cambios del peso demográfico relativo de este territorio en el conjunto del País Vasco. Durante la primera mitad del siglo pasado, la población guipuzcoana ha aumentado de forma continuada su peso relativo gracias a su mayor crecimiento, alcanzando su máximo en el año 1950; a partir de entonces, y debido fundamentalmente al mayor crecimiento de la población alavesa, la tendencia es la contraria, produciéndose un retroceso de su peso demográfico que parece haberse detenido en los últimos años. El resultado es que, después de más de un siglo, el peso relativo de la población guipuzcoana de los años 1900 y 2008 apenas ha variado.

Cuadro 2. Evolución del peso relativo de la población de Gipuzkoa respecto de la población del País Vasco, 1900-2008.

% - %
1900 32,64 1960 34,88
1910 32,91 1970 33,53
1920 33,26 1981 32,43
1930 33,49 1991 32,15
1940 34,28 2001 32,34
1950 35,69 2008 32,50

Fuente: INE, Censos de Población y Padrón de Habitantes

2. Un ligero desplazamiento de la población desde el interior hacia la costa

La evolución demográfica descrita, al hacer referencia al conjunto de la población guipuzcoana, no permite conocer los contrastes territoriales que se han dado y se siguen dando entre las distintas comarcas y municipios, entre la costa y el interior, en función de los diversos procesos espaciales y socioeconómicos que se han sucedido a lo largo del tiempo: industrialización, éxodo rural, urbanización, periurbanización, contraurbanización, etc.

Si nos centramos en las dos últimas fases descritas, la fase de decrecimiento demográfico 1981-2001, y la del retorno al crecimiento, 2001-2008, se detectan trayectorias demográficas distintas entre las comarcas, como se expresa en el cuadro siguiente. Durante el periodo en el que se produjo una disminución de habitantes, ésta no afectó a dos comarcas costeras, Bajo Bidasoa y Urola Costa, que siguieron incrementando su población. Las pérdidas sí fueron intensas en la comarca del Bajo Deba, pero no por el comportamiento de sus municipios costeros, que siguieron creciendo, sino por el retroceso demográfico de los municipios del interior, sobre todo de Eibar. Por su parte, Donostialdea es la comarca con la tasa negativa más reducida, próxima al cero. En los años más recientes, las tasas con valores positivas se generalizan en todas las comarcas excepto en el Alto Deba; pero de nuevo comprobamos que son comarcas costeras, Bajo Bidasoa y Urola Costa, las que más crecen.

Cuadro nº 3. Evolución de las tasas de crecimiento en las comarcas guipuzcoanas, 1981-2008.

  1981-2001 2001-2008
AltoDeba -0,40 -0,08
BajoDeba -1,02 0,17
BajoBidasoa 0,51 1,22
Donostialdea -0,10 0,56
Goierri -0,51 0,92
Tolosaldea -0,26 0,82
UrolaCosta 0,39 1,11

Fuente: INE, Censos de Población y Padrón de Habitantes

Si examinamos la evolución a escala municipal, los costeros registran entre 1981-2008 una tasa de crecimiento anual del 0,38% frente al -0,16 de los municipios del interior. Los mayores contrastes se manifiestan en los años ochenta y noventa pues si al conjunto de los municipios costeros les corresponde tasas positivas (tasa del 0,19% entre 1981-1991 y del 0,41% entre 1991-2001), en los municipios interiores se suceden tasas negativas, del -0,52% y -0,31% respectivamente. Es en los años del actual siglo, entre 2001-2008, cuando se equipara el ritmo de crecimiento en ambos conjuntos de municipios, con tasa anual del 0,64% en la costa y 0,65% en el interior. El resultado de estas distintas trayectorias es una mayor concentración de la población en los municipios costeros; en el año 2008 el porcentaje de guipuzcoanos que residía en estos municipios era del 38% cuando en el año 1981 era del 34,7%.

Si seguimos en la escala municipal, el mapa del crecimiento demográfico entre 2001-2008 nos informa que son minoría los municipios que pierden población, 14 de un total de 88. Pero entre ellos se encuentran algunos de los municipios de más larga tradición industrial como Eibar, Mondragón, Pasaia, Errentería, Tolosa, Bergara, Zumarraga, Legazpi y Soraluze , los cuales suman unas pérdidas cercanas a los 5.000 habitantes. Las tasas de crecimiento más altas, por encima del 4% anual, se asocian en estos años con municipios de pequeño tamaño y carácter rural como Alkiza, Altzaga, Irura, Larraul, Mutiloa y Orexa, lo que puede asociarse con procesos de rururbanización; dado su escaso tamaño demográfico, las ganancias acumuladas apenas suman los 1.000 habitantes, de las cuales casi las dos terceras partes corresponden al municipio de Irura.

Mapa 1. Tasa de crecimiento anual 2001-2008.

Guipuzcoa: Tasa de crecimiento anual, 2001-2008.

Las Directrices de Ordenación Territorial del País Vasco (DOTS) aprobadas en 1997, a la hora de establecer el modelo territorial deseado incidían con firmeza en el equilibrio territorial del sistema urbano. Un equilibrio para lo cual se abogaba por el cese del poder absorbente de las capitales provinciales, el reforzamiento de las cabeceras de las Áreas Funcionales y por una relación demográfica costa-interior menos favorecedora de la primera (Ruiz & Galdos, 2009). Aunque Gipuzkoa es la provincia vasca que ofrece, sin duda, el modelo territorial más equilibrado -un modelo constituido por un conjunto numeroso y bien distribuido de núcleos urbanos de tamaño medio y un área urbana de Donostia-San Sebastián con un grado de macrocefalia reducido- no parece que esté evolucionando en el sentido que se aboga en las DOTS. La población de San Sebastián ha seguido aumentando su representación en la provincia, algunas de sus cabeceras comarcales son de los municipios que más habitantes han perdido y el efecto succión de la costa sigue vigente.

3. La moderada incidencia de la inmigración extranjera

Es sobradamente conocido que desde mediados de los años setenta del pasado siglo, España ha pasado a desempeñar un nuevo papel dentro del sistema migratorio internacional, que dejó de ser un país emigrante para convertirse en un país de inmigración. Hasta bien entrados los años noventa, esta inmigración se define por su baja intensidad y por el predominio de los procedentes de países europeos. Desde entonces se caracteriza por su elevada intensidad, por la diversidad de los orígenes de procedencia de los inmigrantes y por el predominio de los denominados inmigrantes económicos. El País Vasco y la provincia de Gipuzkoa no han sido ajenos a este fenómeno, aunque el ritmo de crecimiento de la inmigración ha sido mucho más moderado respecto del alcanzado en el conjunto del Estado y bastante más bajo que el registrado en Madrid, en las regiones mediterráneas y en las insulares (Galdos, 2006).

Cuadro nº 4. Evolución de la población extranjera y del porcentaje que representa.

  Gipuzkoa País Vasco España
  % % %
1998 5.301 0,78 15.198 0,72 637.085 1,60
2001 9.464 1,39 31.168 1,48 1.370.657 3,33
2004 18.232 2,66 59.166 2,80 3.034.326 7,02
2008 35.935 5,13 117.337 5,44 5.268.762 11,41

Fuente: INE, Padrones de Habitantes

Hasta hace pocos años, la población extranjera tenía una mínima presencia tanto en Gipuzkoa como en el conjunto del País Vasco. En 1998, apenas llegaban a representar el 1% de sus poblaciones. Es en este siglo cuando la llegada de extranjeros se ha acelerado, a pesar de lo cual su presencia es bastante más reducida que en otras regiones españolas. Algunos datos lo confirman. Entre 1998 y 2008 la población extranjera se ha multiplicado por 6,8 en Gipuzkoa, por 7,7 en el País Vasco y por 8,3 en España. En el año 2008, la proporción de extranjeros suponía el 11,4% de la población española, más del doble de lo que representaban en Gipuzkoa y en el País Vasco.

La mayoría de los extranjeros están instalados en los municipios de mayor tamaño. Entre San Sebastián (con más de 10.700) e Irún (con más de 4.300) vive el 42% de los extranjeros. Sin embargo son municipios de mediano o pequeño tamaño, los que poseen los registros relativos más elevados; así en Ordizia, Aizarnazabal, Belauntza, Beasain, Zaldibia y Zegama, los porcentajes superan el 8%.

Mapa 2. Proporción de población extranjera, 2008.

Guipuzcoa: Proporción de poblacion extranjera, 2008

El progresivo incremento de la inmigración ha venido acompañado de una diversificación de orígenes que ha acabado con el predominio de los procedentes de Europa que se daba en los años noventa. En 1996, el 62,7% de los extranjeros residentes en Gipuzkoa tenían nacionalidad europea, en su mayoría de países pertenecientes a la UE-15; los americanos y africanos apenas representaban 19,7% y el 13,4% respectivamente. En el año 2008, el 42,9% de los extranjeros eran americanos, relegando a los europeos (38,8%) a una segunda posición; el peso de los africanos (13,3%) se mantenía en niveles similares mientras que los asiáticos sólo suponían el 4,9%. Por países, los colectivos más numerosos eran de nacionalidad portuguesa (4.145), rumana (3.568), marroquí (3.189), ecuatoriana (2.989) y colombiana (2.543).

Cuadro nº 5. Evolución de la población extranjera según su nacionalidad, 1996 y 2008.

  1996 2008
UE-15 2.845 7.843
RestoEuropa 172 6.110
África 644 4.781
América 949 15.408
Asia 180 1.746
Oceanía 20 45

Fuente: INE, Padrones de Habitantes

4. La escasa recuperación de la fecundidad

Sin duda, el proceso más trascendente relacionado con la dinámica natural tanto del País Vasco como de Gipuzkoa del último cuarto del siglo pasado fue la fuerte reducción de la natalidad y la fecundidad, mayor incluso que la registrada por la población española. En tan sólo diez años en esta provincia se pasó de una tasa de natalidad relativamente alta (19,4‰ en 1975) a otra claramente baja (9,2‰ en 1985). Después descendió aún más ya que el mínimo registrado hasta la fecha, del 7,8‰, se produjo en el año 1994. Desde este año, la tasa de natalidad ha ido poco a poco ascendiendo, en una lenta y moderada recuperación ya que el valor registrado en el año 2007 apenas rebasa el 10 por mil (10,5‰). Similar evolución ha seguido el Índice Sintético de Fecundidad (ISF) o número medio de hijos por mujer. Este índice del 2,70 en 1975 todavía aseguraba el reemplazo generacional de la población guipuzcoana. Pocos años después, en 1979, se situaba por debajo del 2 e inferior a la unidad años más tarde; en el año 1994 era del 0,99, mínimo registrado en esta provincia. La tendencia al alza de la fecundidad que se ha producido posteriormente no ha logrado, hasta el momento, ampliar el tamaño familiar a más de un hijo de media ya que en 2007 el número de hijos por mujer era de 1,39. (Arregi, Larrañaga & Martín, 2006)

Cuadro nº 6. Evolución del número medio de hijos por mujer.

- Gipuzkoa PaísVasco España
1975 2,70 2,77 2,80
1979 1,88 2,08 2,37
1985 1,23 1,29 1,64
1990 1,02 0,99 1,36
1994 0,99 0,91 1,20
2000 1,14 1,04 1,23
2005 1,29 1,19 1,35
2007 1,39 1,27 1,39

Fuente: INE, Movimiento Natural de la Población

Esta subida de la fecundidad experimentada desde mediados de los años noventa del pasado siglo se ha venido relacionando con la mayor fecundidad de los jóvenes inmigrantes extranjeros que se han ido instalando en esta provincia. En efecto, el número de nacimientos de madres extranjeras ha ido en aumento desde 1996, contribuyendo al incremento de los nacimientos en el conjunto de la población guipuzcoana; en 1996 los nacimientos de madres extranjeras, 107, apenas representaban el 1,9%, en el año 2006 los respectivos valores habían subido a 516 y al 7,3%. Pero dada la moderada presencia de la población extranjera en Gipuzkoa, la aportación de los nacimientos de madres extranjeras en el total de los nacidos resulta reducida, muy por debajo de la correspondiente a la población española que era del 16,5% en el año 2006.

El brusco descenso de la tasa de natalidad que tiene lugar a partir de la segunda mitad de los años setenta, unido al incremento de la mortalidad que, fruto del envejecimiento de la población guipuzcoana, se produce a partir de los años ochenta, fue menguando el crecimiento natural que pasó a tener valores negativos entre 1991-1999. El ya señalado incremento de la natalidad, aunque moderado, sí ha permitido recuperar saldos vegetativos positivos desde el año 2000.

5. El envejecimiento de la población guipuzcoana

El control espectacular de la mortalidad, general e infantil, junto con el descenso de la natalidad que se ha producido a lo largo del siglo XX y especialmente en el último cuarto de siglo, ha dado lugar a un envejecimiento de la población guipuzcoana y vasca. Un envejecimiento que se expresa en el progresivo peso relativo de la población de más edad, convencionalmente los mayores de 65 años.

Si tomamos como fecha de partida el año 1960, desde entonces hasta el 2008 la población guipuzcoana de 65 y más edad se ha multiplicado por 3,87. En los años sesenta y aún en los setenta el envejecimiento es poco apreciable gracias al registro de valores de natalidad relativamente altos favorecidos en parte por una inmigración numerosa. El incremento de los mayores de 65 años, tanto en cifras absolutas como relativas, se acelera en las dos últimas décadas de siglo pasado, de modo que en el año 2001 este grupo era más numeroso que el integrado por los menores de 20 años. En el 2008, el índice de vejez (relación de los mayores de 65 con los menores de 20) era de 104,15. Además, la disminución de la probabilidad de defunción a todas las edades ha provocado un notable aumento de la longevidad de modo que en el año 2008 algo más de la mitad de los mayores (el 50,5%) eran personas de más de 75 años. Igualmente ha permitido un notable aumento de la esperanza de vida la cual en el 2005 era de 77,59 años para los hombres y de 84,96 para las mujeres, superando ligeramente los valores calculados para la población española (76,96 y 83,48 para hombres y mujeres respectivamente).

Cuadro nº 7. Evolución de la población de 65 y más años de edad.

  Población de 65 y más edad % sobre total de la población
1960 33.317 7,00
1970 48.452 7,74
1981 65.472 9,42
1991 87.640 12,96
2001 119.425 17,73
2008 128.911 18,39

Fuente: INE, Censos de Población y Padrón de Habitantes

El envejecimiento de la población, aún siendo un fenómeno bastante generalizado, muestra una desigual incidencia espacial. Si consideramos las tres categorías de municipios según criterios cuantitativos, el índice de vejez más elevado, 110% en el 2008, se registra en el grupo de los municipios urbanos, los de más de 10.000 habitantes. El valor más bajo, 85 personas mayores por 100 jóvenes, corresponde a los municipios semiurbanos (2.000-10.000 habitantes); en los rurales, los de menos de 2.000 habitantes, el índice se sitúa en un 91%.

A escala municipal, 35 municipios tenían en el 2008 más personas mayores que jóvenes. Dentro de este grupo destacan por poseer los valores más elevados, por encima de 130, los municipios de Olaberria, Eibar, Soraluze, Gaintza y Ataun. Algunos de estos municipios, caso de los de la cuenca de Deba, están sufriendo desde hace años un claro retroceso demográfico. En todos los demás, la población joven todavía superaba a la de edad avanzada, siendo los menos envejecidos, valores inferiores a 60, los municipios de Altzo, Altzaga, Urnieta, Astigarraga y Larraul, que son los que han conocido una mayor crecimiento demográfico en los últimos años.

Mapa 3. Índice de vejez

Guipuzcoa: Indice de vejez, 2008

6. Perspectivas demográficas de Gipuzkoa en las próximas décadas

En este último apartado nos remitimos al informe que con el título Escenarios demográficos, 2050, elaboró el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT) en el año 2002 y que puede consultarse en su página web. Tomando como punto de partida la población de 1995, se establecen distintas hipótesis acerca de la evolución futura de la fecundidad, la mortalidad y las migraciones, a partir de las cuales se obtienen siete escenarios demográficos para el conjunto del País Vasco y para cada una de sus provincias. De forma resumida se presentan algunos resultados para Gipuzkoa en la tabla siguiente.

Cuadro nº 8. Proyecciones demográficas de Gipuzkoa, 2050.

Escenario Población 2050 Saldo natural Saldo migratorio  Saldo total

 Diferencia 1995 y 2050

1 487.060 -177.129 -12.302 -189.431
2 593.678 -212.996 130.183 -82.813
3 655.913 -147.996 127.418 -20.578
4 742.917 -49.374 115.800 66.426
5 757.414 -36.559 117.482 80.923
6 363.523 -303.526 -9.442 -312.968
7 436.154 -231.001 -9.336 -240.337

Fuente: EUSTAT, Escenarios demográficos, 2050

De los siete escenarios propuestos sólo dos, el 4 y el 5, contemplan un moderado crecimiento de la población. En otros dos, el 2 y el 3, las pérdidas de población igualmente serían moderadas; en los restantes escenarios, el retroceso demográfico alcanza una magnitud considerable. El resultado ofrece por tanto una horquilla poblacional para el año 2050 de 393.891 habitantes, la diferencia entre el escenario 5, en el que la población guipuzcoana alcanzaría algo más de 757.000 habitantes, y el escenario 6 en el que la población quedaría reducida a 363.523 habitantes, casi la mitad de la población actual.

Estas diferencias vienen dadas por las distintas hipótesis establecidas respecto de la evolución de los factores demográficos. Por lo que se refiere a los factores naturales, en los siete escenarios se contempla un saldo negativo, aunque de intensidad muy diferente. Las menores pérdidas corresponderían a los escenarios 4 y 5, elaborados con la hipótesis de una recuperación de la fecundidad, alcanzándose al final del periodo proyectado un índice sintético de fecundidad de 2,0 hijos por mujer. Las mayores pérdidas se dan en los escenarios 6 y 7, trabajados con la perspectiva de una reducción de la fecundidad que llegaría a 0,53 hijos por mujer en el año 2050. Respecto de las migraciones, se contempla por un lado saldos migratorios negativos en los escenarios 1, 6 y 7, y por otro saldos migratorios positivos en los escenarios 2, 3, 4 y 5 como consecuencia de una hipótesis que considera un aumento del volumen de las inmigraciones gracias a mayores aportaciones de la inmigración extranjera.

Para finalizar, este informe señala que en cualquiera de los siete escenarios Gipuzkoa mantendría estable su participación en el conjunto de la población del País Vasco.

Bibliografía

ARREGI GOROSPE, B; LARRAÑAGA PORTILLA, I.; MARTÍN RONCERO, U. (2006) “Población”, en Informe Socio-Económico de la C.A. de Euskadi, 2005-2006, EUSTAT, Vitoria-Gasteiz.

GALDOS, R. (2006) “Incidencia territorial y demográfica de la inmigración extranjera en el País Vasco”, en Migraciones, movilidad y territorio. X Congreso de la Población Española, Pamplona.

RUIZ URRESTARAZU, E.; GALDOS URRUTIA, R. (2009) “Revisión crítica de las Directrices de Ordenación Territorial del País Vasco, en Territorios, Sociedades y Políticas, Universidad Pablo de Olavide y Asociación de Geógrafos Españoles.

RUIZ URRESTARAZU, E.; GALDOS URRUTIA, R. (2008) Geografía del País Vasco, Ed. Nerea, Donostia-San Sebastián.

EUSTAT (2000) Proyecciones de población. Análisis de resultados, http://www.eustat.es

EUSTAT (2002) Escenarios demográficos 2050. Análisis de resultados, http://www.eustat.es