LUIS NIEVA

"Fuerte de San Marcos"

El fuerte de San Marcos toma nombre del monte en cuya cima (280 m) se encuentra establecido. Su construcción sufrió diversos contratiempos. Tanto es así que el proyecto definitivo, firmado por el capitán de Ingenieros Luis Nieva (1848-1917), fue aprobado en 1888, varios días después de su inauguración. Por esta causa tuvieron importancia los anteproyectos firmados sucesivamente por Pedro Lorente (1878), Juan Roca (1879) , Francisco Echagüe (1880) y José Brandis (1884), descartados por diversas deficiencias o cambio de plan estratégico. El anteproyecto definitivo que fijó las características actuales de la fortificación fue obra del coronel  Antonio Rojí y del Teniente coronel Francisco Roldán (1884), miembros de la Comisión para el estudio de la Defensa del Pirineo en Guipúzcoa.

De magnitud inferior al de Guadalupe (1900), pero más poderoso que el de Txoritokieta (1890), puede servir pefectamente para representar a las dos citadas fortificaciones, junto las que conformó el "Campo Atrincherado de Oyarzun", sistema defensivo que no llegó a ser terminado.

San Marcos consta de una obra baja y de otra alta. La Obra Baja está dotada de dos baterías: una a barbeta para cañones y otra, semienterrada, para obuses. La Obra Alta está constituida por un edificio de hormigón no armado dotado de planta en forma aproximada de U que delimita un patio central cerrado por el cuartel de gola (expresión que designa la parte menos expuesta de la fortificación). Tiene dos pisos. El superior está formado por quince casamatas abovedadas de 14x5 m que se comunican entre sí por medio de pasos entre los estribos de 4 m de luz. En los muros de máscara (o cierre lateral de la bóveda) se abren 19 cañoneras, si bien es cierto que ocho de ellas están cegadas por el blindaje exterior de tierra, admitiendo un total de once cañones de 15 cm .

La planta inferior dispone de ocho estancias principales. Dos se destinaban a cuerpos de guardia, una servía de acceso a la obra baja (en escalera-rampa) y a ella siguen los almacenes de pólvora, proyectiles (ambos con sus respectivos ascensores), efectos de artillería y víveres. La octava estaba ocupada por un pabellón de oficiales.

El cuartel de gola tiene una sola planta y en él tomaban acomodo el pabellón del Gobernador y distintas dependencias para alojamiento y uso de la oficialidad. Sobre el blindaje del cuartel se estableció un parapeto para fusilería.

Los fosos tienen una anchura de 8 metros, oscilando la altura de las escarpas entre 7 y 2 m de altura. Tres baterías de flanqueo los defienden: caponera de cabeza, semicaponera y caponera de gola.

El acceso al fuerte se realiza mediante un túnel que permite llegar hasta el puente sobre el foso que da acceso a la puerta del fuerte. Rodeando el fuerte por el exterior de la contraescarpa se encuentra un camino cubierto de 530 m de longitud que forma redientes, comunicándose con el interior del fuerte mediante una escalera de contraescarpa que permite el acceso a la puerta de guerra de la semicaponera.

La guarnición teórica del fuerte era de 200 soldados de Infantería y 50 de Artillería. El armamento aprobado en 1887 estaba formado por 16 cañones de 15 cm,  tres obuses de 21 cm y ocho ametralladoras. En marzo de 1896 la mayor parte de las piezas fueron trasladadas a otros lugares

Fotografía: JAS, 2005

Lugar: Patio de Armas del fuerte de San Marcos (Términos municipales de Rentería y San Sebastián)