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Temperatura del agua del mar

BIOGEOGRAFIA DE LA COSTA GUIPUZCOANA

El Golfo de Vizcaya y más concretamente su sector sudoriental, correspondiente con la costa de Gipuzkoa, presenta un particular atractivo desde el punto de vista biogeográfico. Ya a finales del siglo pasado, algunos naturalistas franceses pusieron de relieve una curiosa anomalía biogeográfica que afecta precisamente a nuestra costa. En efecto, las densas poblaciones de algas pardas que viven en la zona intermareal en el resto del Atlántico Norte están ausentes en la costa de Gipuzkoa mientras que existen en la costa francesa al norte de las Landas y en la costa cantábrica al oeste de Bizkaia.

Algunas especies como Bifurcaría rotunda, cuya distribución geográfica se extiende desde Inglaterra a Marruecos, está ausente en la costa vasco-francesa y tampoco aparece en la costa oriental de Gipuzkoa. Aparece justamente entre Zarauz y Zumaya y va siendo progresivamente más abundante hacia el oeste.

Otras muchas especies de tendencia septentrional como las algas pardas Ascophyllum nodosum, Fucus vesiculosus, Fucus serratus, Himanthalia elongata y Pelvetia canaliculata; los caracolillos Littorina obtusata, L. saxatilis y Patina pellucida; la estrella de mar Asterias rubens; los cirrípedos Balanus balanoides y B. ímprovisus y los peces Raniceps raninus, Cyclopterus lumpus y Enophrys bubalis, prácticamente están ausentes en nuestra costa y aparecen con relativa abundancia en Galicia y en la Bretaña francesa.

Por el contrario, especies de tendencia meridional como las algas calcáreas Líthophyllum tortuosum, Jania longifurca; moluscos como Patella rustica, Simnia spelta, Ocinebrina edwardsí, los moluscos litófagos Líthophaga caudigera y Pholas callosa, el equinodermo Holothuria hellerí y algunos peces como Blennius pilicornis y B. íncognitus, son particularmente frecuentes en nuestra costa. Varias especies consideradas hasta hace poco como endémicas del mar Mediterráneo han sido encontradas recientemente en diversos puntos de la costa guipuzcoana (Pseudolirius kroyeri, H. helleri, B. íncognitus, etc.) lo cual viene a confirmar su tendencia meridional.

En realidad las biocenosis que podemos encontrar en la zona costera de Gipuzkoa, recuerdan más las del Mediterráneo que las del Atlántico y progresivamente hacia el Norte y hacia el Oeste vamos encontrando fronteras biogeográficas para varias especies de tendencia septentrional que sustituyen en parte a las especies meridionales que viven en nuestras aguas.

Estas variaciones biogeográficas han sido explicadas de diversas formas, para unos autores son resultado de las características geológicas y petrográficas de la costa, según otros el factor que condiciona esta particular distribución biogeográfica es la luminosidad, pero lo más probable es que sea la temperatura superficial de las aguas en el fondo del Golfo de Vizcaya la responsable de este fenómeno.

En los meses de invierno, la distribución de temperaturas superficiales en el Golfo de Vizcaya es la que cabe esperar en función de la latitud, pero en verano se produce por un lado' un enfriamiento en las aguas frente a la costa gallega como resultado de un afloramiento de aguas profundas, y por otra parte las aguas frente a Gipuzkoa describen un movimiento oscilatorio y estas aguas estratificadas se mantienen en cierta medida "estacionadas" frente a nuestra costa y se van calentando progresivamente formando una bolsa de agua caliente frente a la costa de Gipuzkoa en los meses de verano, cuya temperatura es similar a la del Mediterráneo en esta época estival. Así en agosto la temperatura de las aguas superficiales es de 21-22° C, mientras que tan sólo a 50 metros de profundidad esta temperatura desciende bruscamente a 11° C manteniéndose constante hasta los 500 m.

Este fenómeno puede ser el responsable de la "meridionalización" de la flora y fauna bentónica litoral en la costa de Guipúzcoa y parte de Vizcaya.

En ocasiones excepcionales o a veces durante cierto período de tiempo (por ejemplo a finales del siglo XIX o en el año 1956) y cuando las temperaturas son más frías de lo normal, la costa de Gipuzkoa puede ser "colonizada" por especies septentrionales de aguas frías, sufriendo entonces una "septentrionalización". En los últímos años no se han observado fenómenos de este tipo y la flora y fauna sigue ron su habitual tendencia meridional, incluso con importacióh de especies tropicales como Elminius modeslus (cirrípedo australiano), Asparagopsis armala y Bonnemaisonia hammifera (algas rojas procedentes de Australia y Japón respectivamente), esta últíma se está desarrollando masívamente en la zona infralitoral de la Bahía de la Concha en Donostia - San Sebastián.