Plaza rodeada por diversos edificios (entre ellos la basílica de Santa María y el Museo de San Telmo, así como por la falda meridional del monte Urgull, que conserva estructuras inacabadas de las murallas de Spanochi.
La plaza albergó un convento de jesuitas que, al ser derruido, dejó un solar. En los año 60 fue remodelado por el arquitecto Luis Peña Ganchegui, que lo
convirtió en un espacio vinculado al deporte "vasco", incorporando un frontón, una bolera tradicional (bola-toki)
y un campo para la práctica de arrastre de piedra, así como diversos graderíos,
todos ellos elementos perfectamente adaptados al espacio y respetuosos con el
entorno histórico.
A lo largo de su existencia ha sufrido diversas intervenciones: el bolatoki fue remodelado; eliminación del empedrado destinado al arrastre de piedra, incorporando una supeficie cementada con las rayas reglamentarias que chocaba frontalmente con el entorno.
La ampliación del museo de San Telmo con el derribo de uno de los edificios que contribuida al cerramiento de la plaza y construcción de otro en el mismo lugar supuso un elemento más de cambio y no precisamente positivo. |