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[EPILOGO]
Hemos llegado al final de la obra, después de una labor de mucho tiempo, que
ha constituido para nosotros una pesadilla continua en los años que ha durado
su publicación, por haber tenido que atender á ella á la par que á las
obligaciones que nos impone el cargo de inspector de Archivos Municipales
/1088/ de Guipúzcoa, que venimos ejerciendo. Hemos procurado, en la composición de
este libro, aportar á él todos los datos necesarios para que el lector pudiera
formar una idea cabal, á la vez que de la pobreza pasada de Guipúzcoa, de la
marcha progresiva, que los habitantes de ella han venido siguiendo, hasta reunir
los valiosos elementos que constituyen en la actualidad el mecanismo de la
Provincia en todos los órdenes de su vida. Por eso nos hemos referido á aquel
suelo ingrato, cubierto de matorrales y esquilmado por las guerras, que apenas
si tenía sustancia para alimentar á unos cuantos ferrones que, encerrados en
parajes abruptos en donde no faltasen los dos elementos necesarios á sus rudas
faenas, sufrían los rigores de la vida, espaciando el estrecho campo en que se
habían instalado, á fuerza de arrancar el mineral á la montaña y desbrozar con
el hacha la abundante vegetación que les cercaba por todas partes como barrera
infranqueable; á algunos pastores que tenían que vigilar con ojo avizor á
su ganado, en terrenos poco aptos para el caso, á fin de que las alimañas no
les diezmaran los rebaños; á varios agricultores que labraban la tierra en los
lugares más fáciles, con ganado deficiente y mal alimentado; todos los cuales
juntos, en unión de los pescadores que habitaban en la costa y se sustentaban del
mar, y tal cual obrero ocupado en los astilleros, apenas si llegaban á formar
una población de 65.000 habitantes al finalizar el siglo XVI, y todavía de este
número tenían que emigrar muchos á buscar el conducho para amatar fa gana de
comer, como nos dicen con frase gráfica los escritores de tiempos pasados.
Hemos patentizado los medios puestos en juego para sacar á la agricultura de tan
decadente postración, hasta llegar al estado floreciente en que hoy se
encuentra, roturadas muchas tierras que antes permanecían incultas, renovados
aquellos antiguos caserones, mitad lagares y mitad cuadras insanas, con nuevos
edificios dotados de viviendas más higiénicas y de establos acomodados,
alumbrados por luz eléctrica, en donde se alojan magníficos ejemplares de
ganado vacuno, que llaman la atención por su mucha corpulencia y producción
abundante de leche.
En el ramo de Beneficencia y Sanidad, hemos recordado aquellos tiempos en que
los locos eran trasladados al manicomio de Zaragoza con mil penalidades propias
de tan largo trayecto y á los desgraciados expósitos que en edad tan tierna eran
conducidos á Calahorra, cuando no se les abandonaba en en campo, y se han
puesto de manifiesto las medidas adoptadas para llegar al estado próspero eh que
se hallan colocados hoy tan importantes ramos en la Provincia, con un manicomio
modelo en Santa Águeda y con la casa-cuna de Fraisoro, montada con todos los
adelantos apetecibles, en donde tienen lujoso albergue los niños y quienes los
amamantan, aparte del cuidado especial que se tiene con los primeros al
repartirlos por los pueblos y entregarlos á las nodrizas que se encargan de su
crianza. Hay que añadir á estos servicios de carácter provincial, los muchos
establecimientos de beneficencia locales, instalados en varios pueblos con
grandes comodidades, entre los cuales va á /1089/ descollar el grandioso edificio que en la actualidad se levanta en Tolosa en
terreno que antes ocupó la granja agrícola, y que parece ideado de intento para
una casa de esta índole.
Otro ramo importante es el de Instrucción pública, que ha ido desarrollándose
á medida que se han abierto nuevos caminos y desbrozado el campo, lo cual
permite que acuda á los establecimientos de enseñanza casi todo el elemento
escolar de la parte rural de Guipúzcoa.
Esta juventud recibe el pan intelectual en edificios acomodados, y de ello es
prueba el pueblo de Ormaiztegui, que siendo uno de los más diminutos del país,
cuenta con: establecimientos dignos de una capital de provincia.
De aquellos malos pasos en los que el viajero se veía obligado á detenerse
por la crecida de cualesquiera de los riachuelos que atravesaban los caminos, hemos llegado á la situación presente en que vemos el país cruzado de
ferrocarriles terrestres y aéreos, tranvías, carreteras, puentes y caminos
vecinales, y cubierto el suelo de postes telegráficos y telefónicos, que llevan
el servicio hasta las aldeas más modestas, y de otros que transmiten la energía
y la luz eléctrica hasta las fábricas más distantes y las casas más
humildes y apartadas.
Y al hacer mención del estado próspero á que han llegado en Guipúzcoa estos y
otros ramos, que tan alto han puesto el nombre de esta Provincia, la más
diminuta de España por su territorio, no podemos menos de elevar nuestra voz y
dedicar un elogio á las Juntas y Diputaciones que han regido los intereses
provinciales, porque á ellas toca principalmente el desarrollo adquirido aquí
por todo lo que representa riqueza y adelanto.
Si se trata de los intereses agrícolas, desde los tiempos más lejanos vemos á
esas Corporaciones importando trigo de otras comarcas españolas y extranjeras
para alimentar á sus habitantes, que con sus escasas cosechas no tenían que
comer ni que sembrar, y trayendo maíz, como en 1854, para repartirlo entre los
pueblos, previo anticipo de 90.000 pesetas á este fin. Permite traer en 1774,
sin pagar derechos de Aduana, dos mil ovejas churras y corderas de Castilla, y
en tiempos más recientes, trae, por su cuenta, guano del Perú, y más tarde
abonos químicos puros para evitar falsificaciones. Fomenta el arbolado con
medidas eficaces, abre la granja de Tolosa en 1856 y la de Fraisoro en 1895,
trae ganado de Suiza, establece exposiciones en la Provincia, acude á otras que
se celebran en la Corte de España, pone paradas de toros en los pueblos,
subvenciona los concursos locales de ganadería y costea concursos agrícolas
acompañados de Fiestas Euskaras, concede premios para la higienización de los
caseríos, fomenta la formación de sindicatos y sociedades de seguros, crea la
Caja de reaseguros y sufraga los gastos de impresión de obras y revistas que
tienden á difundir las nociones más convenientes á los labradores; en prueba de
cuanto venimos afirmando, baste recordar que para las atenciones de este ramo de
agricultura figura la partida de 141.256 pesetas en el presupuesto de 1917.
/1090/ Para el fomento de la industria, vemos á esas corporaciones regalar á
los
Reyes y á otros personajes armas y otros objetos fabricados, en Eibar, á fin de
que conozcan el estado de adelanto que aquí alcanzan ciertos oficios.
A fines del siglo XVIII, vemos á nuestra Diputación hacer un esfuerzo colosal
para abrir la carretera que había de unir á Salinas con Irún; al mediar el siglo
XIX fomenta una suscripción, que produjo varios millones, para la apertura del
ferrocarril del Norte, y después subvenciona con un tanto por ciento los que se
construyen dentro de la Provincia. Abre y cuida con sin igual esmero las
carreteras y caminos vecinales, y subvenciona, desde 1850, con una módica
cantidad á los pocos pueblos que no tienen carretera. La prima que destina á
este ramo en el presupuesto vigente es de 994.000 pesetas.
En el ramo de Beneficencia y Sanidad, además de atender, como hemos visto,
solícitamente á los expósitos y á las refugiadas en la sala de maternidad, así
como á los desgraciados que acuden al manicomio de Santa Águeda, ayuda con mano
generosa á las familias de los náufragos, socorre á los transeúntes pobres y á
los necesitados de los pueblos, y cubre los gastos de vacunación, y adquiere
máquinas desinfectantes y potabilizadoras, con un presupuesto de 677.555
pesetas.
Atiende á la Instrucción pública con los gastos obligatorios y cubre los
gastos de la Escuela Normal Superior, ayuda á las especiales y gasta en la
propaganda de la cultura intelectual y física 17.350 pesetas, invirtiendo en
todo lo que se refiere á gastos de enseñanza, la cantidad de 371.83 5 pesetas,
de las que 16.100 corresponden á la propaganda de la cultura intelectual y
física, que entre otras partidas contiene las subvenciones que concede á la
Sociedad de Oceanografía, Museo naval guipuzcoano, Museo municipal de San
Sebastián, Escuela de armería de Eibar, etc, Hemos visto anteriormente como en
1850 envió dos pensionados á la escuela de, Grignon para el estudio de la
agricultura. y en la actualidad pensiona á jóvenes artistas y concede becas á
estudiantes y en este concepto consigna 4.500 pesetas. En las Fiestas Euskaras
hay certámenes de música y literatura, y concede premios á este fin desde este
año, fija en sus presupuestos una cantidad para trabajos de prehistoria vasca, y
merced á ese auxilio, personas doctas exploran dólmenes y cromlecs y revisan
cuevas y cavernas. Coadyuva á la investigación de los trabajos históricos y
atiende á la revisión y ordenación de los archivos municipales.
Cuida de la conservación y mejora de las iglesias pobres, para las cuales
señala anualmente la cantidad de 10.000 pesetas.
Desde tiempos muy lejanos, cuida de la construcción y conservación de los
puertos de mar de la Provincia; á la Diputación se debe la instalación del
teléfono que une á unos pueblos con otros, poniendo en comunicación rápida y
directa á sus habitantes; obra suya es el observatorio meteorológico de Igueldo,
en cuyas predicciones tanta fe depositan los hombres de mar; á ella /1091/ se debe la
instalación de la Caja de ahorros provincial, que tantos
beneficios ha derramado sobre la Provincia; los hijos ilustres de Guipúzcoa han
encontrado en la Diputación la más fervorosa panegirista, y ella ha levantado
estatuas y ha puesto lápidas en honor de los mismos.
Esta inmensa labor de la Diputación de Guipúzcoa, que tanto dice en alabanza
suya, bien merece, como tributo debido á la justicia, que quede sintetizada y
recopilada á manera de apéndice al final de este volumen, aparte de las
referencias que por extenso quedan expresadas en sus capítulos correspondientes
en el cuerpo de la obra. Así se verá con cuanta razón empleaban nuestros mayores
el cariñoso dictado de Madre Provincia para expresar lo que las Juntas y
Diputaciones eran y significaban para ellos. Así se verá también que la
Diputación rige en verdad los intereses de Guipúzcoa y los administra con
envidiable celo, en el más amplio y comprensivo sentido de la palabra. Teniéndolo
en cuenta se comprende el hondo prestigio, la autoridad moral y la veneración
respetuosa de que en este país disfruta la Diputación, porque ella viene á ser,
á modo de representación fidelísima de Guipúzcoa, la encarnación de sus
aspiraciones, la vocera de sus anhelos.
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