Denominación:.
Arantzazu
Emplazamiento:. Término
Municipal de Oñati
Accesos:
Después de abandonar la A-8 ó la
N-634 en las cercanías de Azitain o Málzaga respectivamente, se toma la comarcal
GI-6.213 hasta el cruce de San Prudentzio. En este lugar se escogerá la
carretera comarcal GI-2.630 en dirección a Oñati y, una vez de pasar por la
villa histórica, se toma la bifurcación a mano derecha hacia el Barrio de
Uribarri. A la altura de Urteagain se sigue derecho en dirección a
Arantzazu, dejando a mano derecha la carretera que lleva al barrio de
Arotz.
Transporte
público:
Al municipio de Oñati se puede
llegar, además de en vehículo particular, en autobús de la línea de Pesa
desde Bergara, Mondragón, Legazpi o Zumárraga.
Servicios:.
La amplia oferta de
establecimientos hoteleros y/o restaurantes se concreta en: Hotel
Restaurante Soraluze (tel. 943 716070-943 716179); Jatetxea Txopekua (tel.
943 782698), cerca del Campo de Tiro Olímpico; Erretegia-Jatetxea Urtiagain
(tel. 943780814-943 783135); Zelai Zabal (tel. 943-781306); Milikua (tel.
943 781304); Hospedería Arántzazu (tel. 943 781313-14); Goiko Benta Ostatua
(tel. 943 781305) y Hotel Síndika (tel. 943 781303, 943 783404-08), estos cuatro
últimos en el Alto de Arántzazu y los anteriores en la subida al mismo. El
caserío de agroturismo más cercano corresponde a Enparantza (tel. 943
782152), edificio de unos 500 años que albergó en un pasado un Colegio
Mayor, y ubicado en el barrio de Olabarrieta. Entre los servicios
religiosos destaca el Centro de Meditación (tel. 943 781315) y el Santuario
(tel. 943 780951 y 943 780797). Existe también la posibilidad de alquilar
bicicletas de mountain-bike (tel. 943 716250) o de visitar la Escuela de la
Naturaleza (tel. 943 610116 en horario de 10 a 12:30 h.).
Elementos
característicos:
El núcleo de Arantzazu, enclavado
en la ladera meridional del Monte Aloña y a unos 731 m sobre el nivel del
mar, es un paraje emblemático tanto por emplazarse el Santuario en el cual
se halla la Andra Mari patrona de Guipúzcoa, como por el bello paisaje
natural del entorno. Desde esta cota se divisan las montañas de Elguea,
Peñas de Aitzabal y Gaztelu-Aitz, los senderos de acceso a Urbía o los que
se dirigen a los altos de Buru y Maia, entre otros elementos
significativos.
Cartografía
Hojas 88-III y 113-I a escala 1:
25.000, del Instituto Geográfico Nacional, Hojas 88-51, 88-59, 88-60,
113-2, 113-3, 113-4, 113-11 y 113-12 a escala 1:5.000, de la Diputación
Foral de Guipúzcoa.
Arantzazu se sitúa en el extremo sudoriental del
T.M. de Oñati y en el límite meridional del T.H. de Guipúzcoa con Álava.
Está rodeado de macizos montañosos como la Sierra de Elguea-Aránzazu, está
última también denominada Urkilla, al Sur, y los macizos montañosos del
Aloña y Aizkorri, al Norte y Nordeste. En su conjunto es un paraje
flanqueado por profundos barrancos y desfiladeros, siendo en uno de estas
hondonadas de las sierras más septentrionales donde se encuentra el núcleo
y santuario de Arantzazu que, a su vez, por la zona meridional presenta una
crestería caliza erosionada que da lugar a cumbres de poca altitud pero que
dominan el Santuario (Aitzabal o también llamada del Diablo; Beillotsa o
Uztao, Erbisaskon y Gazteluaitz o Peña del Castillo). Por el fondo del
barranco que separa a estas peñas de la falda del Aloña discurre el río
Arantzazu que nace en el monte Uburu (Sierra de Arántzazu o Urkilla) y que
desemboca en el río Deba en las proximidades de San Prudentzio (Oñati). El
Santuario se halla en el borde de este barranco, en un lugar más bien
angosto y bajo, dominado por los roquedos descritos anteriormente. Al Sur de
este templo se encuentra el barrio del mismo nombre, constituido por varios
caseríos diseminados. Asimismo es un espacio que conoce, hacia finales del
mes de abril, el paso de los pastores trashumantes con sus rebaños de oveja
hacia la Sierra de Urbía para pasar el verano.
Sobre los orígenes del carácter religioso de
esta zona cabe señalar que, según lo descrito por Esteban de Garibay en su Compendio Historial, hay que
remontarse al año 1469 cuando a Rodrigo de Balcategui de la vecindad de Uribarri
(Oñati), que guardaba el ganado caprino, se le apareció “... sobre una
espina verde una devota ymagen de la Virgen María, de pequeña proporción,
con la figura de su hijo precioso en los bracos, una campana, a manera de
grande cencerro al lado...”. En relación a este suceso se asocia el nombre
Arantzazu, Arantzan Zu?, ¿tú
entre espinos?.
Este hecho llevó al hijo de Juana de Arriarán,
Pedro de Arriarán o de Oñate, a gestionar la fundación de la primera
comunidad de religiosos varones de Guipúzcoa, la de los Mercedarios, en el
año 1493. Al poco tiempo de instalarse deciden abandonar este lugar a
excepción de Pedro de Arriarán que fundó una casa de “tercerones”
franciscanos. Con posterioridad esta comunidad se hace dominica, momento
que aprovecha la Orden Franciscana para reclamar su derecho a la casa. El
pleito es resuelto por la Rota Romana a favor de los franciscanos que
definitivamente se establecen en el año 1.514, lo que supuso un gran
impulso para este centro ya que llegó a albergar una espléndida biblioteca
y otros fondos culturales de entidad. A los cuarenta años de su llegada, en
1552, desaparece el convento presa de las llamas, y tras erigirse de nuevo
sería destruido una vez más, y por la misma causa, en los años 1622 y 1834
respectivamente. En el incendio acaecido durante las Guerras Carlistas
desapareció parte de la importante biblioteca, salvo libros recuperados por
los caseros tras la reconstrucción, una vez más, en 1845. La actual
comunidad religiosa regresó definitivamente a este reducto en 1878. La
coronación canónica de la Virgen de Arantzazu tuvo lugar en 1886 y el 23 de
Enero de 1918 fue proclamada patrona de Guipúzcoa. De la reconstrucción
comenzada a mediados del siglo XIX sólo se conserva en la actualidad la
cripta del Santuario ya que en 1950 se comenzó a construir la actual
basílica, tras un concurso nacional de arquitectura ganado por los
arquitectos F. J. Sainz de Oiza y L. Laorga, que se terminó en el año 1955.
De este edificio, que tiene planta de cruz
latina y se alza sobre los cimientos de la primitiva iglesia, destacan las
dos torres cuadradas del frontis formadas con bloques de piedra labrados en
punta de diamante al igual que la torre campanil exenta que se halla en la
plaza circundante y el friso de los 14 Apóstoles, incluidos Judas y Matías,
que constituyen la principal seña de identidad del conjunto, al igual que
la Piedad, ubicada en el muro desnudo que se abre entre dos de las torres,
realizadas por Jorge Oteiza. Sobresale también el retablo que ocupa unos
600 m2, diseñado por Lucio Muñoz y contó en su ejecución con la ayuda de
los escultores Julio López y Joaquín Ramo, en donde se encuentra la talla
gótica de la Virgen, sin el manto y atributos a los que ha sido asociada
tradicionalmente, y las vidrieras de Javier de Eulate. Las puertas de la
basílica y de la cripta, realizadas por Eduardo Chillida, y la pintura
mural de la cripta, de Nestor Basterrechea, son igualmente elementos
singulares de este edificio. Esta nueva basílica, que desató en su tiempo
una gran polémica, pues sus características artísticas chocaban con las
ideas dominantes en la jerarquía eclesiástica.
El conjunto religioso se completa con el
monasterio, adosado a la basílica, y con claustro. Esta es la parte más
antigua del mismo, ya que fue rehecho prácticamente en el siglo XIX,
adaptándose a las características del terreno mediante sólidas terrazas y
gruesos muros. Otros edificios que acompañan son varios centros de
hostelería y hospedaje como el humilladero del Santo Cristo, testimonio
arquitectónico de los más antiguos y que por su ubicación refleja el
antiguo camino de acceso de los peregrinos al Santuario, junto al
equipamiento de frontón. Hay también una amplia zona de aparcamiento y unos
bancos de piedra al lado del Santuario.
El Santuario ha sido además de foco cultural y
religioso, el centro de gravedad de una pequeña entidad de caseríos, de los
que muchos de ellos siguen existiendo. La fiesta de Nuestra Señora de
Arantzazu, patrona de Guipúzcoa, es el 9 de septiembre, fecha obligada de
visita para muchos guipuzcoanos. Igualmente es interesante acudir el
domingo anterior a San Miguel si se quiere disfrutar del Concurso
Internacional de Perros de pastor que viene realizándose desde la década de
los cincuenta.
Después de haber visitado el núcleo principal de
Aránzazu, que gira en torno a la basílica y a las bonitas panorámicas que
se divisan desde que se inicia el ascenso desde el propio casco urbano de
Oñati, se puede realizar uno de los recorridos que parte de este lugar para
llegar a la cima de Gorgomendi (Aloña); unos 9 Km escasos. Para ello se
toma la carretera que rodea los caseríos de Goiko Benta y Milikua hasta la
ermita, lugar en el que se comienza a ascender tomando el camino de la
derecha. Tanto en la primera como en la segunda bifurcación que se
encuentran se sigue derecho por el camino principal, más ancho, abandonando
caminos que aparecen a la izquierda entre alerces, Picea abies, e incluso de pino laricio, Queso de Urbía, más popularmente conocido como Queso de Idiazabal.
Además de los itinerarios descritos también se
presentan como interesantes las visitas a los barrios de Araotz y Uribarri
y al propio casco histórico de Oñati. Estos núcleos se hallan a la bajada
de Aránzazu, por lo que hay que coger el coche, siendo la primera parada en
la zona del Alto de Urtiagain, unos 5,5 Km desde Aránzazu. Se continúa por
la carretera que aparece a la izquierda y, tras cruzar el puente sobre la
regata de Aránzazu, a pocos metros a mano derecha y tras adentrarse en el
desfiladero de Jaturabe, se aprecia la ermita y cueva de San Elías (a mano
izquierda está el embalse de Jaturabe). La cavidad de San Elías, también
conocida por Sandaili, está en la ladera de Orkatzategi y se llega a ella
por una senda que va junto a la roca. Debajo de esta gran oquedad se ven
las ruinas de la que fue la casa de la serora y, más adentro aún, la ermita
dedicada al santo cuyo nombre lleva la cueva. La cueva de Sandaili guarda
entre sus paredes restos de la antigua religión naturalista, con la idea
del poder fertilizante de las aguas, remedio para las mujeres estériles,
etc. Estas viejas creencias van quedando en el olvido ya que en la
actualidad no vive nadie en esta cavidad, tiempo atrás vivía un sacristán
que iba por los pueblos guipuzcoanos y alaveses a pedir limosna, ni en
muchos de los caseríos de los alrededores. A San Elías se acudía en época
de sequía. El primer día del novenario se rezaban rogativas hasta la ermita
de Sandaili y se recogía la imagen del santo para llevarla hasta la
parroquia de San Miguel de Araotz. El último día del novenario se devolvía
a la ermita, cantando las correspondientes letanías.
Después de visitar esta zona se puede continuar
hasta el barrio de Araotz, aproximadamente 1,5 Km de la cueva y ermita de
San Elías. Es un barrio de Oñati, escondido en un pequeño valle abierto al
pie de Andarto y Orkatzategi, con un predominio de cresteríos calizos y
desde el que se puede divisar un bello paisaje natural. Durante siglos ha
sido uno de los pasos tradicionales de la Llanada Alavesa hacia Oñati y
Guipúzcoa y después de la Guerra Civil fue una de las rutas más utilizadas
para el contrabando. Según los historiadores el conquistador Lope de
Aguirre era natural de Araotz.
Es un barrio con un importante número de
edificios de interés para visitar como la iglesia de San Miguel Arcángel,
de finales del siglo XV, muy parecida al templo de San Migel de Oñati; los
conjuntos de caseríos de Zubia, Jausoro, Araotz Urruti, Aizkorbe, Uriarte,
Agirre, Ugarán y Madina; la cueva de Artzen Koba y la ermita de Andra Mari.
Este último edificio es un templo de planta rectangular, cubierta de madera
imitando una bóveda de crucería, torre en los pies, portada gótica y un
retablo mayor. Ha experimentado sucesivas ampliaciones a partir del siglo
XVI.
A partir de aquí se regresa al Alto de
Urtiagain, y a aproximadamente un kilómetro más allá, se encuentra el
barrio de Uribarri. Es un núcleo eminentemente rural, ubicado en las
estribaciones occidentales de la sierra de Aloña, que gira en torno al
asentamiento existente alrededor de la ermita de San Andrés. Este edificio
religioso, que destaca por tener una talla gótica en su interior, es del
siglo XIV aunque la portada principal (siglo XVI), la techumbre y la
espadaña son posteriores, como consecuencia de las sucesivas reformas
realizadas a partir de esta época. Frente a la misma se encuentra el
santutxu o humilladero de Uribarri con varias imágenes modernas. También
son de reseñar los caseríos Azkarraga Haundia y Goitikua por tener unas
portaladas adornadas con arquerías.
Tras visitar este barrio merece la pena hacer la
última parada en el casco histórico de Oñati, dado el valor monumental y
paisajístico que posee. Las primeras citas de este núcleo son del año 1200
en el que se dan ciertos privilegios a la iglesia de San Miguel.
Históricamente ha sido un territorio ligado especialmente al Condado de
Oñati, sede del linaje de los Guevara, por lo que ha tenido autonomía
administrativa hasta el 24 de enero de 1845 en el que se integró, por
propia voluntad, al T.H. de Guipúzcoa. Sobre el origen de este Condado las
fuentes históricas indican que aparece ligado al patronato de la iglesia de
San Miguel y al ejercicio de derechos feudales concedidos por la ayuda a la
monarquía castellana y navarra. Otro acontecimiento importante y ligado al
crecimiento de este núcleo es la instauración del paso del Camino Real
entre Castilla y Francia ya que supuso la creación de un nuevo núcleo,
Kaleberri, que no se unió físicamente al primitivo núcleo de Kalezahar
(reconstruido prácticamente en su totalidad tras el incendio de 1489) hasta
que no se construyó la Plaza de los Fueros en el siglo XIX.
Un hecho importante en la historia de esta
ciudad fue la creación de la Universidad de Sancti Spíritus en el siglo
XVI, como consecuencia del importante desarrollo comercial y artesanal que tenía
Oñati. Fue creada por Rodrigo Mercado y Zuazola, situando el momento de
máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XVIII. A principios del
siglo XX perdió tal categoría, impartiéndose las últimas clases en el año
1901. El edificio que acogió este tipo de enseñanzas tiene planta cuadrada
y dos pisos con claustro central. Destaca la fachada con tres cuerpos, el
claustro y la capilla. Tiene una amplia decoración a base de bajorrelieves
(profusa decoración en la puerta principal, gran número de medallones,
capiteles y escudos), siendo especialmente bonito el artesanado de su
escalera y claustro. En los fondos de la biblioteca y archivo se guardan
varios incunables de indudable valor histórico. Además del valor de este
edificio, catalogado como uno de los mejores del estilo renacentista de
todo el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca, destacan otros edificios
como palacios, casas señoriales, caserones, templos, etc.
Entre los edificios religiosos cabe mencionar la
Iglesia Parroquial de San Miguel, con cuatro naves, siendo la actual nave
del Rosario o Sancti Spiritus la más antigua ya que las referencias
históricas señalan que existía en 1305. Parece ser que el primitivo templo
era de características románicas y que las dos naves posteriores (central y
lateral del Evangelio) se levantaron en el siglo XV. El claustro es del
siglo XVI, con ventanales de estilo gótico-flamígero y arcos y bóvedas de
crucerías. La torre es de estilo neoclásico y la portada principal, al
igual que la sacristía, son barrocas. El púlpito es plateresco, el retablo
de San Agustín renacentista, el retablo central barroco y el de San Antonio
rococó. Destaca en este conjunto la tumba de los Condes de Oñate situada en
la cripta construída en el siglo XVII, por ser uno de los restos más
antiguos. Otras construcciones religiosas importantes son el monasterio de
Santa Ana, la iglesia de los Canónigos, la ermita de San Martín y San
Roque, la ermita de San Juan, etc., pero principalmente hay que mencionar
el monasterio de Bidaurreta. Este último es un edificio de principios del
siglo XVI, de planta de cruz latina, cubierta con bóveda estrellada,
retablo plateresco y una iglesia dedicada a la Santísima Trinidad, siendo
muy llamativos los motivos decorativos heráldicos ya que responden al estilo
Reyes Católicos.
Como edificios civiles están el palacio-torre de
Lazarraga, las ruinas de la casa-torre Olakua, la casa torre de Zumeltzegi,
la casa Egañene, la casa Txaketua, la casa de Hernani, la casa torre de
Urain, entre otros.
Para apreciar la mayor parte de las
edificaciones mencionadas hay que visitar especialmente el casco histórico
(Kalezahar; Calles de la Soledad, Aita Medina y San Antón; y Plazas del 1
de Mayo, Santa Marina y de los Fueros, principalmente) al tiempo que se
podrán observar otras tantas edificaciones también de interés (Palacio de
los Sarria, Palacio de Madinabeitia, Casa Consistorial, etc.).
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