Situación:
Términos municipales de Irún ,
Hondarribia (Fuenterrabía) y Hendaya.
Accesos:
·
Línea de Autobuses Fuenterrabia-irún-San Sebastián.
·
Eusko Tenbideak / Ferrocarriles Vascos,. apeadero de la
Paseo Colón de Irún.
·
Ferrocarril R.E.N.F.E. Estación de Irún.
Servicios:
Zona de Playaundi (Parque ecológico de Plaiaundi). Dispone de área
recreativa con mesas, bancos, atalayas y observatorios ornitológicos. Visitas
guiadas sábados y domingos a las 10 h. (se recomienda llevar para las visitas
guiadas prismáticos y una guía de aves).
Elementos
notables:
Últimos reductos palustres de Guipúzcoa
con importantes vistas hacia la desembocadura del río Bidasoa y más
concretamente hacia la zona de Fuenterrabía y Hendaya
Prohibiciones
específicas:
El entorno de las islas está
declarado como espacio de interés naturalístico, prohibiéndose el acceso a
las propias islas y la introducción de especies exóticas, la caza o
pesca-marisqueo, el vertido, la circulación de vehículos a motor, la acampada
y los usos constructivos de cualquier tipo.
Cartografía: Hoja
número 41-III del mapa topográfico nacional a escala 1:25.000.
La bahía de Txingudi queda inserta dentro de la
comarca del Bajo Bidasoa, (Hondarribia e Irún) y la
comuna francesa de Hendaya. Estos tres municipios engloban lo que,
genéricamente se denomina como bahía
de Txingudi. Dicha bahía recoge la desembocadura del río Bidasoa y las
aguas del mar, generando un espacio marismeño que, en tiempos anteriores se
extendía a zonas que hoy en día se encuentran urbanizadas o cultivadas. Por
ello las marismas, con distintos grados de modificación se conservan
únicamente en la zona de Playaundi y en las islas.
En el entorno de Txingudi existieron asentamientos
romanos de alguna importancia. Entre los restos encontrados citaremos los del
subsuelo de la ermita de Santa Elena o en diversas excavaciones realizadas en
Irún, que permiten identificacar aquí el núcleo de Oiasson. Uno de los
enclaves portuarios se pudo hallar en las cercanías de la ermita o en la cala
de los frailes, a la salida de la Bahía de Txingudi.
Pero la
importancia histórica de este espacio no radica solamente en los
asentamientos romanos. Dentro de la época medieval y, sobre todo moderna, la
zona ha estado dotada de función fronteriza e inmersa por ello en no pocos
conflictos. En este sentido, la ciudad de Fuenterrabía cuenta con unas
importantes construcciones defensivas, entre las que destaca su imponente muralla. De ella se conservan dos
lienzos y los baluartes de la Reina y de Leiva, las puertas de Santa María y
de San Nicolás, así como algunos restos de los baluartes de San Felipe y de
Santiago.
Una de las islas, la más modificada (Isla de los faisanes), es un
verdadero hito histórico en sí misma. En ella se firmó la Paz de los Pirineos en el 1659
momento que fue también aprovechado para realizar la simbólica entrega de
princesas para el enlace de dinástico entre España y Francia. Hechos que
recuerdan el monolito enclavado en su centro.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las
marismas de Txingudi se consideraron como insalubres. A través de sistemas
potentes de muros y esclusas, muchos espacios fueron desecados y desalados
por medio de ingeniosos sistemas de conducción de aguas que dejan salir el
agua de lluvia pero no dejan entrar el agua salobre de la marisma. Los
recursos hídricos, en este caso de los arroyos de la zona, también han
servido para situar molinos hidráulicos en los que moler el grano. Un buen
ejemplo lo tenemos en el Molino de Ugalde, al lado de la Isla de los
Faisanes. Este molino, aunque fuera de uso, conserva parte de su estructura
original, así como al maquinaria configurándose como uno de los ejemplos
mejor conservados de este tipo de arquitectura.
A principios de la década de 1970, la caída del
interés agrícola de esta zona y, por ello, el abandono de las obras de
contención y los muros, hace que éstos deterioren, irrumpiendo el agua salada
dentro de las islas Santiago-aurrea
y Galera, produciéndose la progresiva
regeneración de la fauna y flora palustres.
El valor de estos espacios radica en la existencia
de una vegetación de gran valor naturalístico. Estas comunidades florísticas,
denominadas genéricamente como comunidades
halófilas. Por su resistencia a la salinidad, en origen ocupaban un gran
espacio pero, hoy en día, sólo se reducen a los dos espacios mencionados
anteriormente (Playaundi y las islas), dento del municipo de Irún. En lo que
respecta al municipio de Fuenterrabía sólo se conserva alguna mancha de
vegetación marismeña muy reducida en las desembocaduras de los arroyos
locales. Por su parte, Hendaya ha transformado duramente el borde de la
marisma creando importantes impactos como puede ser el puerto deportivo. Por
ello, los reductos marismeños son todavía más reducidos.
Dentro de las especies de flora palustre cabe
destacar la presencia del arbusto Baccaris
halinmifolia, especie exótica introducida desde América y que tenía una
funcionalidad clara, era la encargada de proteger los lezones con sus
potentes raíces. Otras especies importantes son las espartinas Spartina spp., (Phragmites australis), diversos juncos (
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