El dibujo original que sirvió de modelo para el grabado del
sello 1013, titulado Quijote con yelmo de Mambrino, fue realizado nada más y
nada menos que por el pintor guipuzcoano Ignacio Zuloaga. Y eso no es
todo. La persona que sirvió de modelo a Zuloaga también es guipuzcoano: su
propio padre, Plácido Zuloaga. El grabado del sello fue obra de Carlos
Velamazán. Una versión de este D. Quijote de Zuloaga ilustró también una
de las últimas impresiones de billetes de una peseta.
La emisión de esta serie estuvo prevista inicialmente para el 12 de abril
como celebración del "día del sello". Un inesperado cambio de fecha
provocó que tuviera que modificarse manualmente la misma en cada una de
las 100 reproducciones del sello incorporadas en cada plancha, suprimiendo
el "1" y transformando el "2" en "9", de ahí que se registren diversas
pequeñas variantes en esta zona del sello.
El sello 1016 representa un merecido homenaje al Maestro Manuel de Falla
(Cádiz, 1876 – Argentina, 1946), que acababa de fallecer. La imagen procede
también de una pintura de su amigo Ignacio Zuloaga, inmortalizada
igualmente en un billete de 100 pesetas que circuló a partir de 1970. El
retrato forma parte de una serie realizada en su casa de verano de Zumaia
en el año 1919.
Músico de fama universal, Falla escribió a los 24 años de edad su obra en
dos actos La vida breve con la que ganó el concurso de la Academia de
Artes de Madrid en 1905, aunque no fue estrenada hasta 1913. Residió entre
1907 y 1914 en París, donde frecuentó la compañía de otros afamados
músicos de la época, especialmente la de Debussy y Ravel. A partir de este
momento compondrá brillantes páginas musicales: El amor brujo (1915),
El
Sombrero de Tres Picos (1919), Noches en los Jardines de España (1915),
etc. En la obra de marionetas El retablo de Maese Pedro, Manuel de Falla
compuso la música, colaborando Zuloaga en la confección de los decorados.
Más tarde su música se hizo menos sonora, revestida de un cierto arcaísmo
ascético, como en su Concierto para clavecín y cinco instrumentos (1926) o
hacia metas míticas (La Atlántida), concluida por su discípulo Cristóbal Halfter y estrenada en 1961.
El presente sello fue sobrecargado en dos tiradas, ambas con ocasión del
viaje del general Franco a Canarias en octubre de 1950. El texto de ambas
fue el mismo:"Correspondencia / por avión / VISITA DEL / CAUDILO / A CANARIAS / octubre
1950 / sobretasa / DIEZ CTS".
La tirada de la primera sobrecarga (Edifil
1083), realizada el 23 de octubre de 1950, fue de tan solo 4.000
ejemplares, constando en el dorso una cifra de control. La segunda sobrecarga (Edifil 1090), realizada el 22
de febrero de 1951, es similar a la primera y como aquélla, dotada también
de cifra de control al dorso; tuvo una tirada de 38.000 ejemplares.
El sello 1.015 representa una versión del óleo de Ignacio Zuloaga titulado
Autorretrato con fondo azul, realizado en 1942. Fue grabado por Carlos
Velamazán. Este mismo retrato será nuevamente reproducido en la serie de
sellos dedicada al pintor eibarrés en 1971 (Edifil 2022). En esta ocasión
su color carmín contrasta con el colorido del autorretrato original, que
podrá apreciarse mejor en el sello más reciente y para el que reservamos
también las breves notas biográficas que merece el artista.
Posee una característica especial que puede pasar desapercibida para el
lector no acostumbrado a manejar sellos: un número de control por el lado
de la goma.
En los últimos tiempos la numeración de los sellos se aplica únicamente en
los márgenes de los pliegos (luego el sello propiamente dicho no la
posee). Pero unos pocos sellos emitidos a mediados del siglo XX y en años
anteriores la llevaban impresa en el dorso. |