No descubrimos nada nuevo al constatar la lamentable
planificación de las
diversas asignaturas que integran el actual BUP y COU.
En lo que a la Geografía se refiere parece como si los
planificadores se hubiesen
puesto de acuerdo en relegarla al olvido. En especial a la
Geografía Física,
auténtica oveja negra de la familia. De otra forma no nos
explicamos cómo se la
contempla únicamente en 3.º de BUP, y ello formando parte
de una monstruosa
«Geografía e Historia de España y de los Países
Hispánicos». La entidad propia
de la Geografía Física en el conjunto de dicha asignatura
es prácticamente nula: el
temario es demencialmente extenso. La mayor parte del
profesorado que la imparte
es especialista en Historia, y no demasiado en Geografía.
Y, por si fuera
poco, el profesor se encuentra totalmente huérfano de
material de tipo práctico
que le pueda servir de ayuda, al menos a la hora de
preparar una excursión de la
Geografía Física con sus alumnos.
Un mucho por deseo de investigar en el campo de la
Geografía Física de
Euskal Herria en su aspecto didáctico, y otro poco con la
intención de paliar en
parte la casi nula existencia de trabajos-guía para el
profesor, es por lo que he decidido
centrar mi tesis doctoral sobre estos aspectos.
De la bastante amplia selección de «itinerarios de
Geografía Física integrada
» el que más perfilado se encuentra en este momento es el
de la Ría de Gernika,
que me parece de los más interesantes, sobre todo en base
a tres razones que
me servirán de guía en este trabajo. En efecto:
2. LA RIA COMO MODELO DE INVERSION DE RELIEVE
En base a la secuencia que el alumno observa en las
gráficas del capítulo anterior,
el profesor que organiza y desarrolla la correspondiente
excursión por la
Ría, puede aprovechar la coyuntura para hacer ver al
alumno la fundamental distinción
entre estructura y morfología: la Ría es estructuralmente
un anticlinal, pero
morfológicamente, debido al desfondamiento de la charnela,
el alumno la ve como
un profundo valle fluvial. Puede el profesor aprovechar la
cercana presencia del
macizo de Oiz, ejemplo contrario al de la Ría en el
sentido de que aquel es un caso
de sinclinal colgado, que visto por el alumno desde la Ría
se le aparece como un
potente murallón montañoso.
Es, pues, un muy oportuno momento para hacer ver al alumno
la realidad de
la cambiante evolución geomorfológica; de que caiga en la cuenta de que el
paisaje
que ahora contempla en nada se parecerá al de posteriores
etapas geológicas; de
que la cronología a escala geológica posee un ritmo
infinitamente más lento que el
de nuestra existencia.
3. LA RIA COMO MODELO DE SERIE ESTRATIGRAFICA
La diferenciación entre diversos tipos de rocas, sus
texturas, la mayor o menor
potencia de los estratos, su disposición etc, han de
permitir al profesor mostrar
al alumno la diversa génesis y evolución de los terrenos
de cada era y período geológico,
así como su particular comportamiento ante la dinámica
interna y externa.
A modo de ejemplo puede el profesor hacer ver la
diferencia entre dos rocas
compactas pero de diverso origen: los mármoles
metamórficos de Ereño, en la
margen derecha de la Ría, son de época aptense originados
por compresión de las
calizas compactas al producirse el proceso diapírico. Sin
embargo las ofitas que
aparecen en el fondo de la Ría inmersas en las potentes
masas arcillosas y yesosas
son de período triásico superior, por tanto más antiguas,
y sobre todo de un origen
diferente: rocas magmáticas, incrustadas en aquellos
materiales blandos.
Se debe explicar al alumno el concepto de erosión
diferencial, bien patente
precisamente en el fondo de la Ría por los resaltes
originados por las masas ofíticas
resistentes frente a las vallonadas yeso-arcillosas.
También es buena ocasión para mostrar al alumno un ejemplo
de Flysch en
la margen izquierda de la Ría, haciéndole comprender la
alternancia de litologías
producidas por la rápida alternancia de períodos
climáticos y del nivel de las aguas
marinas.
Además, conjuntamente con el seminario de Ciencias
Naturales del Instituto,
se puede estudiar la estratigrafía en base a los restos
fósiles habituales de cada
era y período geológico.
4. LA RIA COMO EJEMPLO DE GEOGRAFIA FISICA INTEGRADA
En pocos km2,
y seleccionando unos cuantos puntos panorámicos, el profesor
está en condiciones de presentar al alumno el
trascendental concepto de interconexión,
tan fundamental en la Geografía. En efecto, la Ría de
Gernika, calificada
recientemente como «zona de reserva total», presenta una
especie de testigo
de una vegetación característica. Las diversas litologías
de la zona —que el profesor
ha hecho ya ver al alumno—, el casi sorprendente clima
local —se ha destacado
especialmente el matiz cuasimediterráneo del mismo— y la
presencia de las aguas
salobres de la marisma, dan como resultado un paisaje
vegetal especialísimo claramente
diferente de los que le circundan.
La alternancia escalonada en los flancos de la Ría de
bandas de calizas compactas,
arcillitas, areniscas, yesos y ofitas se traduce en
paisajes edáficos diversos.
Pero, además, la mayor o menor permeabilidad de la roca madre, la
diferente ex-
posición de las vertientes al sol, la diversa cuantía en
términos de tiempo y volumen
del índice de salinidad aportado por las mareas etc, dan
lugar a un variado
muestrario de paisajes vegetales, por fortuna bastante
bien conservados en la Ría.
El profesor puede destacar especialmente dos muestras muy
características:
La vegetación edáfica de las marismas y la vegetación
submediterránea sobre calizas
compactas de ambos flancos de la Ría.