MATICES MEDITERRANEOS
EN LAS CARACTERISTICAS
DE LA PRECIPITACION
EN LA COSTA VASCA
Dr. ANTÓN
URIARTE
En algunas clasificaciones climáticas, la costa gallega, y
en especial la costa
de las Rías Bajas, suele quedar incluída dentro del clima
mediterráneo, inserción
que nunca se aplica al caso de la costa vasca a pesar de
su mayor cercanía a ese
mar. Sin embargo, el régimen de precipitaciones en la
costa vasca no deja de presentar
algún matiz típico del mediterráneo y la dinámica de su
clima, y en especial
de las perturbaciones lluviosas, está muy influenciada por
las situaciones de presión
en la cuenca occidental mediterránea.
Desde una clasificación climática basada en las medias,
las precipitaciones de
la costa vasca
no
entran en el tipo de los climas
subtropicales o mediterráneos, a
diferencia de la costa gallega y asturiana que sí cumplen
el requisito de Köppen de
tener al menos un mes estival con precipitación media
inferior a 30 mm y un mes húmedo invernal en el que se triplica la
cantidad del mes más seco. Así:
VIGO .......................Julio: 21 mm y Enero: 198 mm (1946-1975)
LA CORUÑA ............Julio: 23 mm y Enero: 131 mm (1946-1975)
GIJON .................... Julio: 29 mm y Diciembre: 119
mm (1946-1975)
Sin embargo :
SAN SEBASTIÁN .....Julio: 71 mm y Diciembre: 180 mm (1946-1975)
FUENTERRABIA ......Julio: 65 mm y Diciembre: 213 mm
(1958-1975)
BIARRITZ ................ Julio: 59 mm y Diciembre: 191 mm (1956-1976)
Las costas gallega y asturiana están muy protegidas en verano por el
anticiclón de las Azores mientras que la costa vasca, por quedar situada
con mucha frecuencia en su margen oriental, es afectada por vientos del
norte que, conjugados con los relieves de los montes vascos y de las
estribaciones pirenaicas y con las altas temperaturas veraniegas de las
aguas del vértice oriental del Golfo de Vizcaya, provocan precipitaciones
abundantes y evitan la sequía estival.
Una característica del clima mediterráneo es presentar una mayor
variabilidad de lluvia anual que la de los climas templados oceánicos. A
este respecto, las diferencias entre Vigo, con un coeficiente de 0,26, y
San Sebastián, con un coeficiente de 0,14, son significativas. Un
coeficiente entre 0,10 y 0,15 es lo normal para un clima templado
oceánico, como se cumple para San Sebastián, pero si es
superior denota ya una cierta subtropicalidad del régimen,
que es lo que ocurre en
Vigo.
La explicación de esta diferencia de variabilidad entre la
costa gallega y la
vasca es sencilla. Vigo se encuentra en el límite sur de
la zona de vientos del oeste.
En los meses veraniegos queda bajo la influencia desecante
del anticiclón subtropical
de las Azores. El total de lluvias alcanzado a fin de año
depende de las lluvias
de los meses invernales y, en concreto, del mayor o menor
número de depresiones
y de frentes del suroeste y del oeste que ataquen su
costa. Pero tales perturbaciones
del oeste sólo se producen cuando las masas polares
descienden meridionalmente
por el Atlántico Este hasta líneas que se encuentran mucho
más al sur de lo
que es la posición media del Frente Polar. Los flujos del
norte y del nordeste aportan
poco al total de precipitación anual. Así, en Vigo un
número pequeño de perturbaciones
determina el total de sus lluvias y si aquéllas fallan o
se reducen el total
baja drásticamente a final de año. Y, viceversa, un
aumento aritmético de perturbaciones
supone que la cuantía total de lluvias experimenta una
adición geométrica.
La costa vasca, sin embargo, no está tan influenciada en
el total de su precipitación
anual por el número de perturbaciones invernales del
oeste, pues las lluvias
también se producen con flujos del norte cuando masas de
aire polar descienden
latitudinalmente hacia el Mediterráneo Occidental a través
de Europa. También
se ve más afectada que Galicia por las situaciones de gota
fría mediterránea y
en verano queda menos protegida por el anticiclón de las
Azores. Así las situaciones
de lluvia son mucho más variadas y la mayor o menor
frecuencia de unas y
otras queda al final del año bastante compensada,
resultando un bajo coeficiente
de variabilidad.
Ahora bien, con respecto a la época del año en la que
llueve con más violencia,
la costa vasca muestra similitudes con la mediterránea.
Véase cómo las medias
mensuales de los máximos diarios absolutos en San
Sebastián presentan un régimen
muy diferente al de Vigo, siendo mediterráneo el vasco y
oceánico el gallego.
MEDIAS DE LOS MAXIMOS DIARIOS ABSOLUTOS (1946-1975)
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre |
SAN SEBASTIÁN
28 mm
23 mm
27 mm
31 mm
30 mm
27 mm
22 mm
34 mm
46 mm
41 mm
36 mm
38 mm |
VIGO
36 mm
35 mm
37 mm
29 mm
32 mm
21 mm
09 mm
15 mm
25 mm
39 mm
44 mm
34 mm |
Los intensos chaparrones de Septiembre en el País Vasco,
mes que registra
los máximos absolutos diarios y la máxima intensidad media
horaria son explicados
por causas semejantes a las de las violentas tormentas
mediterráneas: la energía
calorífica que el mar libera a la atmósfera en forma de
calor latente de evaporación
y la inestabilidad provocada por las primeras llegadas de
masas frescas del
norte, sobre todo por vaguadas en altura.
Desde un punto de vista de climatología dinámica es
indudable que la costa
gallega tiene un neto matiz subtropical, dependiente del
anticiclón de las Azores.
Por el contrario, la costa vasca depende de forma mucho
menos determinante de
1a posición y fuerza de éste.
Ahora bien, sus abundantes precipitaciones están muy
relacionadas con la
propensión ciclogenética de la cuenca occidental
mediterránea. Al instalarse una
depresión profunda en esta zona, el País Vasco es afectado
por vientos del norte,
en ocasiones muy fuertes, que se canalizan entre la
Cordillera Cantábrica y los Pirineos.
Por otra parte, en situaciones generales del oeste, cuando
un frente frío
llega al Mediterráneo y produce un efecto ciclónico, la
succión provoca una aceleración
y torsión del flujo sobre el País Vasco, siendo muy
acusada la componente
norte de los vientos postfrontales. Por efecto orográfico
se producen así fuertes
lluvias.
En definitiva, el mal tiempo de la costa mediterránea
española suele coincidir
con el mal tiempo de la costa vasca, mientras que la costa
gallega no es afectada
por las depresiones mediterráneas. Por el contrario,
cuando el anticiclón continental
de invierno desvía el flujo oceánico del oeste hacia el
nordeste europeo,
impidiendo la penetración de las perturbaciones en Europa
del Sur, en la costa
vasca reina también un buen tiempo del suroeste, mientras
que Galicia sufre el ataque
no amortiguado de las perturbaciones atlánticas.
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