Lurralde inves. esp.

1 (1978)

p. 37-97

ISSN 1697-3070

 

GEOGRAFIA POLITICO ELECTORAL DE GUIPUZCOA

 

©JOSÉ IGNACIO RUIZ OLABUENAGA

 

Colaboradores:

Mª Jesús Hernando Aguirre

Mª Carmen Usoz Iraola

 

Gipuzkoako geografia politiko elektorala

1977ko ekainaren 15eko hauteskunde emaitzen tratamendu kuantitatiboa egiten da, eta horrek aukera ematen du eredu estatistiko bat ezartzeko, lau elementu erabakigarriz osatua; elementuok dimentsio anitzekoak dira, eta horrek informazio eduki aberatsa eskaintzen du. Agerian gelditzen da hauteskunde lehiaren politizazioa, milieu sozioekonomikoak lehentasun politikoetan izandako eragin txikia, edo eraginik eza, botoak zerikusirik ez izana baldintzapen kultural, profesional eta demografikoekin. Era berean, ibai arroetako orografian babestutako zonifikazio klasikoa gainditu egin da, eta oinarriak finkatu dira Gipuzkoako probintziaren beste zonifikazio ekonomiko eta politiko bat egiteko, eta hala, bide eman da Gipuzkoako probintzian ‘eredu geografiko-politikoak” sortzeko, eta horiek espazio  klasikoan dimentsio unitario gisa eta faktore berrien dimentsio anitzeko espazioan erreferentziazko ardatz gisa kokatzeko.

Gako-hitzak: hauteskundeak, 1977ko ekainaren 15a, Gipuzkoa, Euskal Herria, faktore anitzeko azterketa, geografia politikoa.

Resumen

Los resultados de las elecciones del 15 de junio de 1977 son sometidos a un tratamiento cuantitativo que permite establecer un modelo estadístico compuesto por  cuatro elementos determinantes cuya naturaleza multidimensional presenta un rico contenido de información. Se ha descubierto la naturaleza politizada de la contienda electoral, la escasa o nula influencia del milieu socioeconómico en las preferencias políticas, la independencia del voto respecto a condicionamientos culturales, profesionales y demográficos. Se ha superado, asimismo, la zonificación clásica apoyada en la orografía de las cuencas fluviales y se han sentado las bases para una nueva zonificación económica política de la provincia de Guipúzcoa, permitiendo la creación de los «tipos geográfico-políticos» en la provincia de Guipúzcoa y la localización de los mismos en el espacio clásico como dimensión unitaria y en el espacio pluridimensional de los nuevos factores como ejes de referencia.

Palabras clave: Elecciones, 15 de junio de 1977, Guipúzcoa, País Vasco, análisis multifactorial, geografía política.

 

 

GEOGRAFÍA Y ELECCIONES

El resultado electoral del pasado 15 de junio ha sido documentado ampliamente en la Prensa local y nacional, su estadística ha sido publicada oficialmente y sus consecuencias han comenzado a sentirse en la vida colectiva de la Provincia.

Fuera de la crónica descriptiva de los resultados y de algunos comentarios de sorpresa ante algunos resultados inesperados, no se ha elaborado una interpretación más amplia del fenómeno. Es lo que intentaremos realizar en este estudio sobre la Geografía política de Guipúzcoa. Geografía política que entendemos no como un recuento estadístico descriptivo de los resultados electorales sino como un análisis de la creación y del reparto geográfico del espacio político de Guipúzcoa conforme a los enfoques teóricos de la Geografía social.

El trabajo que aquí presentamos parte de un planteamiento que ve la Geografía social, de acuerdo a R. Pahl, como «el estudio de los procesos y modelos usados para la comprensión de poblaciones definidas socialmente en un marco social».

Supuesta, como postulado inicial, la relación «hombre -medio ambiente», este trabajo nuestro sobre la Geografía política de Guipúzcoa se desenvuelve con unos conceptos muy concretos de «relación», «ambiente», «modelo» y «población socialmente definida» con los cuales trataremos de averiguar, de llevar a término nuestro cometido y que definiremos, a continuación brevemente, para evitar malentendidos metodológicos.

Población socialmente definida es aquella que queda tipificada y delimitada por una o varias de sus características sociológicas. En lugar de usar otros criterios como el biológico, el puramente cuantitativo, el cronológico. ..etc. usaremos criterios como el de «densidad demográfica», «razón inmigración -autoctonía», «valores culturales» y, cómo no, el de «preferencia política». En este caso son varios los criterios que contribuirán a definir socialmente la población de Guipúzcoa, destacando entre ellos los de: origen, aglomeración urbana, pirámide de edad, actividad económica y preferencia política.

La población de Guipúzcoa, más concretamente será definida por nosotros, en referencia a tres coordenadas principales: economía, demografía y opción política.

A nadie se le escapa que, si puede afirmarse que Zarauz está sentado en un ambiente «marítimo», Oñate en uno de «colinas tierra adentro» y Beasain en el Goierri,

puede también hablarse de Irún como emplazado en un ambiente fronterizo, San Sebastián en uno «turístico», Orio en uno pesquero, Zumaya en uno «ferroviario» y Eibar en uno industrial.

La diferencia entre una y otra serie de ambientes consiste en que la primera se refiere a ambientes geofísicos mientras que la segunda hace referencia explícita a coordenadas sociológicas.

El ambiente considerado por nosotros es el resultante de 23 características sociológicas de tipo demográfico, político y económico. Así, por ejemplo, el ambiente de un municipio cualquiera como Elgóibar, Segura o Rentería, es fundamentalmente el resultante sociológico del tamaño demográfico del municipio, de la capacidad de consumo de sus habitantes y de la presencia de unidades de compra-venta de los principales sectores de la economía guipuzcoana. El ambiente social de un municipio de apenas 5.000 habitantes, con preponderancia absoluta de plantas industriales del sector textil y amplia capacidad de consumo difiere cualitativamente del ambiente social existente en un municipio de 50.000 habitantes, de preponderancia minera y con escasa capacidad de consumo.

Hablaremos con frecuencia de «relación», lo cual significa que en la práctica, hablaremos de influjo y de empalme causa-efecto entre dos o más fenómenos cualesquiera. Decir que existe relación entre clase social y preferencia política equivale, casi siempre, a decir que la pertenencia a una clase social concreta causa (impulsa, produce, mueve a) la elección concreta de una alternativa política. En un ejemplo concreto esto significa que, si existe relación entre inmigración y preferencia por un partido político es porque la condición inmigrante influye en la preferencia de esta tendencia política sobre otras.

El concepto de relación es, para nosotros y aquí, menos determinante, limitándonos exclusivamente a tomarlo como la constatación de una covarianza sistemática cualesquiera que sean las causas que provoquen esa covariación entre dos fenómenos. Relación entre socialismo e inmigración equivale, para nosotros, a la comprobación estadística de una variación paralela y simultánea entre ambos fenómenos, esto es, donde aumenta uno de los fenómenos, aumenta o disminuye el segundo. En otras palabras, existe relación entre inmigración y socialismo cuando al aumentar sistemáticamente el número de inmigrantes aumenta o disminuye el de socialistas. La relación será tanto más estrecha cuanto más proporcional sea la variación correspondiente en ambos datos.

Finalmente, una breve aclaración sobre el uso del concepto modelo. Un modelo es una réplica matemática o simbólica de cualquier fenómeno social. Una ecuación matemática de varias incógnitas no es sino la expresión de la relación que existe entre las variables del fenómeno que la ecuación representa. Un modelo es, casi siempre, una representación ideal que, en la realidad, sólo ocurre aproximadamente y con un margen de error. El modelo es un instrumento pedagógico y operacional que ilustra el funcionamiento de la realidad, que nos posibilita el operar con las variables para predecir (previendo situaciones diferentes) , lo que en otros espacios u otros momentos ocurrirá: con las mismas variables.

El acertar a reducir y expresar en un modelo la geografía política de Guipúzcoa, no es otra cosa que encontrar la relación exacta que existe entre variables tan dispares

como la preferencia política, el peso demográfico, la actividad económica y el origen de nacimiento.

OBJETIVO DEL ESTUDIO

El objetivo propuesto en este estudio no es otro que tratar de encontrar el modelo que demuestre la relación existente entre el ambiente demográfico-económico de la provincia de Guipúzcoa y las preferencias políticas de la población de la misma.

La relación «hombre -medio ambiente» postulado básico de toda geografía social, se traduce aquí por relación entre «población guipuzcoana definida políticamente», por un lado, y medio ambiente demo-económico, por otro.

En otras palabras, mientras el partido político PNV ha sido preferido por más del 60% de la población en ciertos municipios de la provincia, sólo ha sido elegido por el 20% en otros; y el PSOE ha encontrado una aceptación del más del 40% en algunos y sólo una del 2 o del 5% en otros. Ahora bien, esta discrepancia que, básicamente, se repite con los 13 grupos políticos que concurrieron a las urnas plantea dos cuestiones centrales a la geografía social de la actividad política de Guipúzcoa.

a) ¿Existe relación entre preferencia política y medio ambiente demoeconómico?. Esto es, ¿existe relación entre geografía política de Guipúzcoa y la geografía demoeconómica de la misma? .

b) ¿Existe algún modelo que explique y represente las diferentes respuestas políticas de los distintos grupos de población de Guipúzcoa? .

Los abundantes (y abundosos) comentarios políticos que se han efectuado en torno a los resultados electorales del pasado 15 de junio han «afirmado», con más o menos respaldo estadístico, la existencia de relaciones entre por ejemplo, origen y edad y clase social con diferentes partidos políticos. Se han avanzado, incluso, modelos rudimentarios de la dinámica electoral, y que se concretaban en expresiones cómo la «juventud y la localización Goierri de EE», «el origen inmigrante y el carácter obrero industrial de los electores del PSOE», etc. ..etc. ..

No conocemos ningún estudio sistemático y metódico que garantice y, sobre todo, precise exactamente, la existencia y grado de tales relaciones y, menos aún, que haya construí do el modelo de su dinámica.

El objetivo de nuestro trabajo es contribuir a la Geografía Política de Guipúzcoa en un intento de dar respuesta a ambos problemas.

EL MÉTODO

Finalmente añadiremos unos breves apuntes sobre la metodología empleada por nosotros. Sin una clara comprensión del método seguido es imposible evaluar el alcance de los resultados que se obtengan, no se puede determinar su validez ni garantizar su fiabilidad.

El aparato documental está constituido por los resultados electorales publicados por Ibermática, institución encargada oficialmente de su proceso. Del mismo organismo proceden la casi totalidad de los datos demográficos obtenidos a través de la elaboración del Padrón de 1975. Los Anuarios Comerciales de Banesto son la fuente de los datos relativos a las licencias comerciales existentes en cada municipio, así como los referentes a la cuota de mercado, impuestos de espectáculos y otros de índole económica.

Un total de 33 indicadores forman el cuerpo documental estudiado. Su elenco completo es el siguiente:

lndicadores Políticos: Representan el porcentaje de votos obtenidos por partido sobre el total de votos emitidos en un municipio.

1.

PC

6.

EE

2.

PSOE

7.

DCV

3.

PSP

8.

DIV

4.

FUT

9.

ESE

5.

PNV

10.

GU

 

Han sido eliminados del análisis los partidos que no han logrado un 1% , al menos, de votos en el total provincial. Los partidos eliminados son FDI, AET y ANV .

lndicadores Económicos: Representan el poder y la especialización de los municipios medidos por el número de licencias comerciales, cuota de mercado. ..etc.

1. Rama de Alimentación

2. Rama Textil

3. Cuero, Calzado

4. Papel, Artes Gráficas

5. Química

6. Industrias Metálicas

7. Construcción

8. Madera, Muebles

9. Actividades Diversas

10. Número de Habitantes

11. Recaudación por impuestos de espectáculos

12. Presupuestos Municipales

13. Cuota de Mercado

lndicadores Laborales: Representan la especialización laboral de los municipios medida por el % de persona empleadas en el ramo respectivo.

1. Agricultura y Pesca

2. Fabricación general

3. Empresarios, independientes y cooperativistas

lndicadores Demográficos: Representan la información relativa a las características fundamentales de la población medida en % sobre la población total del municipio.

 

1. Población de 21-30 años de edad

2. Población de 60 años y más

3. Analfabetos o escolarización incompleta

4. Graduados medios y superiores

5. Abstención en las elecciones

6. Inmigrantes no vascos

7. Inmigrantes no guipuzcoanos

 

La explotación de semejante arsenal documental consistirá en:

a) Describir el reparto geográfico de los partidos políticos importantes, y analizar el influjo de las comarcas geográficas clásicas en el éxito-fracaso de los diferentes partidos.

b) Análisis factorial de! conjunto de indicadores políticos y económicos para obtener las «dimensiones básicas» del proceso electoral.

c) Neutralización de variables, mediante coeficientes de correlación de segundo orden, para precisar el influjo relativo de las diferentes fuerzas en el éxito político de los partidos.

e) Elaboración del modelo de comportamiento político de Guipúzcoa.

f) Demarcación de zonas homogéneas multidimensionales.

h) Mapas bifactoriales de concentración-dispersión, disparidad-semejanza, políticas de todos los municipios de Guipúzcoa.

La imposibilidad de encontrar datos significativos en los 33 indicadores para los pueblos menores, el estudio se concentra en los 43 municipios mayores de la provincia que representan el 87% de toda la población guipuzcoana..

La imposibilidad de obtener datos electorales a nivel individual impide cualquier análisis a este nivel. La aglomeración mínima de los datos políticos sólo es disponible a nivel de mesa electoral, unidad de análisis que hubiéramos usado gustosamente en este trabajo si el resto de los indicadores pudieran ser utilizados a este nivel. La imposibilidad de esta obtención nos obliga inexorablemente a elegir el municipio como la unidad más desagregada.

Todas las correlaciones estadísticas que se efectúan serán, por consiguiente, de naturaleza eco lógica en lugar de individual. La limitación interpretativa de este tipo de correlaciones es inevitable y todo el estudio estará condicionado en su alcance analítico por esta debilidad estadística.

 

EL MARCO ELECTORAL

Las interpretaciones electorales suelen alinearse en dos grandes bloques generales. El primero de estos bloques de interpretación parte del supuesto de que los electores son personas «condicionadas» por su situación social, personal y familiar. La familia, el origen, la clase social, la historia y el municipio condicionan de tal modo el voto que apenas queda margen a la elección personal.

Dos condicionamientos principales se requieren según esta interpretación, la primera es que lo que decide el voto no es una imagen personal (carisma, juventud, talento, habilidad. ..) o un problema coyuntural concreto, sino toda una interpretación de la vida, una filosofía social, una ideología, que, en definitiva, reclama la fidelidad a un partido (si el sistema político es bipartidista) o, al menos, una familia política de partidos vecinos (en el caso de un sistema pluripartidista) .

El segundo condicionamiento es la consistencia y la lenta variabilidad en los resultados electorales. Escasean los trasvases y las migraciones electorales y prevalece la fidelidad al partido (o familia política) de una elección a otra.

Según este primer modo de interpretar las elecciones, por consiguiente, lo ocurrido el día 15 de junio en Guipúzcoa, sólo puede entenderse de este modo:

a) Los votantes guipuzcoanos no han votado a Fraga Iribarne, Felipe González o Xabier Arzallus como «personas» más o menos electrizantes o atrayentes, sino que les han votado como personas capaces de llevar adelante los bandos «tradicionales» del Españolismo, del Socialismo y del Nacionalismo Vasco.

b) La dimensión geográfica (municipio, zona, región), la demografía (motivo, inmigrante, pueblo-ciudad), la socioeconomía (medio rural, artesano, industrial) serán las claves «decisivas» para explicar el resultado electoral más que la profesión, la educación, e incluso, la edad o las convicciones personales.

c) Los bloques históricos (socialismo inmigrante, derecha conservadora, vasquismo nacionalista) representan los perfiles político-electorales de la anterior elección aunque ésta última tuviera lugar hace ya casi cuarenta años.

El segundo bloque de interpretaciones parte del supuesto contrario, según el cual el elector, en su gran mayoría, es una persona libre que, en cada elección, se plantea por completo su decisión personal y decide, en cada caso, en función del cálculo coyuntural y momentáneo. Dos características presentan las elecciones, conforme a esta interpretación. La primera es la importancia electoral que adquieren los líderes individuales, los problemas concretos y las situaciones coyunturales. En cada elección se sopesan el alcance y la trascendencia que cada «situación» presenta a los individuos votantes. La segunda consecuencia es la fluidez de cada elección, la subida y el fracaso de un mismo partido en cada elección, y la migración de los individuos de un partido a otro, conforme a la postura que éstos toman ante cada problema concreto o conforme a los líderes de turno que cada partido presenta

Conforme a esta interpretación «personalista» y «coyuntural» el resultado de las elecciones es interpretado de esta otra forma:

a) La estrella Fraga, el carisma González, la tenacidad Arzallus, han atraído a niveles de votantes inexpertos e ignorantes de la selva de siglas políticas proliferadas antes de las elecciones. En esta misma línea «Ortzi» Letamendía, Múgica Herzog, Joseba Elósegui explicarían los relativos éxitos o fracasos de sus respectivos bloques políticos. .

b) Los focos coyunturales del postfranquismo, la crisis económica, el momento político de Europa, la nueva juventud. , .serían los factores críticos de estas elecciones.

c) Finalmente, cualquier semejanza del mapa político resultante con los mapas políticos anteriores sería fruto de la casualidad y mera coincidencia.

La permanencia de los partidos en la victoria o la derrota electoral y la fidelidad de los individuos a «sU» partido en todas las elecciones, son las características que prueban el primer tipo de conducta electoral. La sucesión y la alternativa en el poder y la migración partidista de los individuos de un partido a otro son las características que demuestran que las elecciones se han realizado siguiendo el segundo tipo de conducta.

Los intérpretes electorales no coinciden siempre en sus análisis políticos ni, aunque coincidiesen, sus claves servirían gran cosa para las elecciones recientemente habidas en Guipúzcoa.

Sin embargo, el doble planteamiento «condicionamiento social» frente a «conducta coyuntural» en el proceso electoral, es válido en sí mismo y lo usaremos para nuestro análisis de las últimas elecciones en Guipúzcoa.

De forma parecida suele presentarse en los análisis políticos una segunda dicotomía interpretativa. Para unos el elector es una persona informada, consciente y responsable que conoce y calibra el significado de su papeleta y su voto. Escucha los programas, lee los manifiestos, asiste a los mítines, discute en sus tertulias y sopesa en su interior los pros y contras de cada alternativa política. La campaña electoral llega a imprimir un ritmo tal a toda la vida social que todos, voluntariamente o a la fuerza, se ven obligados a tomar postura de acuerdo a sus convicciones o a su situación social individuales.

Para otros, en cambio, los' electores son, en su gran mayoría, ciudadanos demasiado ocupados (o distraídos) por las tareas diarias de la vida como para poder enterarse y matizar las discusiones, bizantinas unas veces y complicadas otras, que separan a las diferentes fuerzas políticas que contienden en el proceso electoral. Total, dicen, todos prometen lo mismo, usan los mismos slogans y emplean las mismas técnicas de persuasión y embaucamiento.

El electorado, para los primeros, es responsable, e irresponsable para los segundos. Difícil de engañar para unos y manipulable para los otros. Las elecciones, en el primer caso, «reflejan» en sentido estricto, los intereses diferenciados de los ciudadanos, al paso que «demuestran», en el segundo, la condición social en que se encuentran los electores.

Esta distinción, aunque un tanto valorativa y difícil de calibrar, es interesante y la retendremos en nuestro estudio. Para unos los votantes de Guipúzcoa serían personas «concienciadas» políticamente, instruidas, conocedoras de las discrepancias ideológicas o estratégicas que diferencian a los respectivos grupos políticos. Para los otros, en cambio, el electorado guipuzcoano es, como todo electorado, borreguil, presa fácil de los slogans publicitarios y elector «a bulto» de las diversas alternativas que se le ofrecen.

 

La tercera serie de coordenadas que suelen usarse guarda relación con el «marco de libertad» en que se desarrollan las elecciones y que, según los casos, van desde la coacción psicológica o física, el fraude o el pucherazo hasta la libertad y la igualdad omnímodas de oportunidad electoral. La coacción es, para unos, inevitable en toda elección y es recaer en discusiones bizantinas el traerla a colación al estudiar un resultado electoral. Para otros es una condición que se da sólo en determinadas circunstancias que el futuro, a corto plazo, suele rescatar provocando una reacción violenta en el electorado.

Creemos que estas tres dicotomías presentan otros tantos problemas, no sólo de interpretación, sino de futuro post-electoral y que por lo tanto deben ser resueltas en el caso de las últimas elecciones de Guipúzcoa.

Comenzaremos con la tercera de las dicotomías presentadas, la que alude al marco de la libertad. Todos fueron testigos en Guipúzcoa de la psicosis de «pucherazo» que se había creado entre la población y el temor difundido entre los líderes de los partidos de la oposición, de que la UCD (partido en el poder) cayera en la tentación de querer seguir ciertos métodos de manipulación de la información que eran fáciles de realizar en los largos años del monocolor régimen de Franco.

Conscientes, como nunca, de tal peligro, los partidos extremaron sus preocupaciones, y los tres principales entre ellos, esto es, los de más amplitud y disciplina entre los cuatro se obligaron a una vigilancia casi neurótica de masas, recuentos y personas. Su comportamiento ha resuelto una garantía de democracia total para el partido triunfador a nivel estatal, para el UCD a quien nadie ha acusado ni podido acusar, de haber «falsificado» los votos individuales.

Las numerosas críticas al sistema de bloques, de condiciones de participación, de reparto, de fijación de representación, etc. , han quedado soterradas por esta inesperada «legitimidad» del recuento de los votos. Guipúzcoa no ha sido excepción. Paladinamente hablando, no ha habido pucherazo ni fraude .electoral. Aunque se ha observado la ausencia de un determinado porcentaje de votos potenciales, su alcance es tan pequeño que no desvirtúa la naturaleza democrática de toda la operación.

La abstención de voto alcanzó en Guipúzcoa el nada despreciable volumen del 30% .Sin embargo la comparación de este comportamiento con el resto del electorado del Estado español atenúan notablemente esta ausencia. El promedio de un 25% alcanzado a nivel de todo el Estado español significa un agravamiento de un 5% para el caso de Guipúzcoa. Cifra que, sin duda, es capaz de cambiar la representación de uno y aún dos parlamentarios, pero que no desvirtúa la tónica general de «limpieza» en el proceso de emisión y de escrutinio de votos.

Se ha hablado del «escamoteo del voto emigrante» salido al extranjero. Las cifras son harto elocuentes, pero de nuevo ese no es el caso de Guipúzcoa. Los emigrantes

guipuzcoanos en el extranjero son una insignificante minoría que, aún en bloque compacto, no habría afectado a ninguno de los resultados.

No se puede decir lo mismo, sin embargo, del marco de oportunidades dado a cada

partido para su campaña. Dejando de lado el hecho de la diferente «capacidad económica» de cada partido, para sufragar sus gastos de campaña (organización, publicidad, desplazamientos...), los diferentes partidos nacionales (PC, AP, PSOE, UCD...) y los partidos nacionalistas. Aquéllos con amplio acceso a la televisión y éstos reducidos al programa local.

Aquéllos con el halo de prestigio y la publicidad de sus intervenciones y apoyos internacionales, su perfil social de grandes hombres de mundo y éstos con el localismo y la familiaridad de la improvisación y el parroquialismo locales.

Los periódicos y la TVE estaban, de una forma o de otra, recordando la presencia de las grandes alternativas y de los grandes líderes estatales, al paso que no cobraban talla de noticia los pasos diminutos de los líderes provincianos.

Los inmigrantes, en efecto, por su novedad en la provincia desconocen, en su mayoría, tanto el significado político, emocional o económico del voto nacionalista, como las diferencias existentes entre un partido conservador como el PNV y un ultraincendiario como el de los comandos Berezi.

Razón por la cual ni entienden el voto nacionalista ni distinguen las «barbaridades» de unas de las posibles «exageraciones» de los programas más moderados de los demás bloques.

En esta circunstancia, basta muy poco para despertar viejos atavismos y estereotipos que, hábilmente manipulados y sin caer en extremismos burdos, son suficientes para enajenar amplias bolsas de voto nacionalista.

Creemos que esto, voluntaria o involuntariamente, ha acaecido en Guipúzcoa en el enfrentamiento del voto nativo-inmigrante. .

Más grave fue el clima de violencia creado en la población por la postura del Gobierno de no conceder la amnistía a los presos políticos y por la intransigencia de los partidos (algunos) nacionalistas, en reclamarla como condición de participación en la fecha del día 15.

Sin entrar a valorar si el Gobierno debía o no debía ceder en este delicado asunto, lo cierto es que la población, en gran parte, se sinti6 «violentada» por la negativa gubernamental.

Como resultado de ello, un grupo no se presentó a las elecciones, otro decidió muy tarde hacerlo y realizó su campaña pobre y corta.

En este marco hay que encuadrar el alto porcentaje de abstención registrado en la provincia. Porcentaje que llegó a1 30% y que, en parte sustanciosa, corresponde a este grupo protestatario que, de lo contrario, habría votado la línea nacionalista.

No se debe caer en la exageración de afirmar que la abstención haya sido movida en exclusiva por este factor, aunque nos vemos incapaces de precisar exactamente su alcance. El 25% de abstención habido en otras provincias no vascas, tampoco es aplicable sin más, ni fueron sólo los grupos nacionalistas los que se abstuvieron. Otros grupos, como LC (Liga Comunista) tampoco quisieron presentarse.

Una violencia se nos antoja manifiesta, la ejercida contra el Partido Carlista, que no fue legalizado y no pudo presentarse como tal. Ignoramos si su éxito electoral habría cambiado algo el escaso impacto que ha tenido en la población la simpatía carlista, pero el acto de violencia impidiendo su participación, es innegable. El voto carlista fue históricamente sustancioso en Guipúzcoa. Por consiguiente, si la interpretación del «voto fiel. que hemos expuesto en las primeras páginas es correcta, UQ gran sector del electorado fue «enmudecido. forzosamente. Es imposible prever el impacto de este voto si hubiera podido llegar a pronunciarse legalmente.

Los resultados electorales de Guipúzcoa, por consiguiente, no han sido un fraude de «urna. ni un «escamoteo de censo., pero contienen un porcentaje de «violencia. que se ha traslucido en:

a) Abstención de un determinado sector.

b) Prohibición de participación de algunos bloques (carlista...).

c) Desventaja de propaganda y de imagen para la causa nacionalista.

d) El porcentaje abstencionista de un 30% no puede adecuarse con esa violencia.

e) La abstención ha sido fruto de otros factores que no han discriminado Jas preferencias ni las condiciones electorales de los votantes.

EL FACTOR HUMANO

Durante mucho tiempo se ha repetido que el pueblo español, como otros pueblos latinos mediterráneos, no estaba hecho para la democracia; que los demonios familiares eran tan violentos e irrequietos que ninguna otra forma de gobierno que la mano dura era capaz de gobernarlo.

Lo que se quería decir era, ni más ni menos, que el pueblo español era incapaz de democratizarse, tanto en el ejercicio diario como en el constitucional de las elecciones. Se temió mucho que los españoles iban a convertir la campaña en un pandemonium político social y que las siglas iban a proliferar hasta ahogar la serenidad electoral. Nada de esto ocurrió en Guipúzcoa, se votó con serenidad, con calma, con orden, con responsabilidad, con puntualidad, con limpieza, con cabeza y. ..con discreción.

No hubo disturbios, no hubo insensateces, no se faltó al respeto a nadie, no hubo anulaciones masivas devotos, no hubo aglomeraciones a última hora, no hubo despistes masivos. Nada de nada. Todo ocurrió como si el fallecimiento de Franco nos hubiese enseñado y entrenado a votar todos los años.

Mayor serenidad y orden difícilmente se consiguen en unas elecciones de tanta competitividad.

Más grave, por su sutileza, es la acusación de que el pueblo español, por su cultura, su analfabetismo, su irresponsabilidad, no sabía la que votaba, y ni siquiera la que tenía que votar. Hubo tratadistas que concibieron unas elecciones democráticas en las que sólo votasen los «entendidos. y así se practicó en determinadas épocas históricas.

El alto porcentaje de "indecisión". y de "ignorantes" que hasta el último momento aparecían en los sondeos-preelectorales movió a muchos a pensar y temer que estas elecciones iban a estar dominadas por este voto de la ignorancia, de la manipulación, del miedo y de la irresponsabilidad. Se ha afirmado, después ya de las elecciones, que tal

cosa ha ocurrido en diferentes provincias. Se ha podido observar que los comentaristas que han defendido esta interpretación la aplicaban sistemáticamente a las provincias en las que había triunfado la coalición del Centro Democrático frente al programa socialista. No hemos de caer en tan burda injusticia electoral, insultante para la UCD como para la población de las provincias aludidas para tales comentaristas.

Que la UCD no se haya presentado en Guipúzcoa no significa que la población de esta provincia haya votado más consciente, responsable e inteligentemente que la de otras provincias (Navarra o Alava, por ejemplo). Afirmar tal cosa sería una insensatez inadmisible.

Hay un dato que, no obstante, parece demostrar que en efecto, el electorado de Guipúzcoa ha votado «sabiendo lo que hacía». Este dato es el referente al electorado inmigrante.

Ningún grupo político eligió la población inmigrante como clientela «propia». Nadie se atrevió a individuarla y señalarla como feudo propio. Sin embargo, esta población votó prácticamente y en bloque, frente a las causas nacionalistas de los vascos. Algo que nadie dijo, ni expresó manifiestamente, movió a prácticamente la totalidad de los inmigrantes a votar la causa socialista, excepto algunos núcleos reducidos que se inclinaron al grupo del centro.

Fue, creo, un voto espontáneo, dogmático por su totalidad, que parecía indicar la necesidad de presentar a las banderas vascas los intereses colectivos de todo un bloque inmenso de población que, por lo menos, recela del dogmatismo, el extremismo, la violencia y la intransigencia de ciertos vascos. Este voto no eligió la burguesía vasca (PNV), pero tampoco el socialismo vasco (ESB), o el izquierdismo de EE...; prefirió simplemente el socialismo.

Aunque menos notable, parece que este recelo se aplica también al continuismo franquista, de AP. Si así fuera, el pueblo de Vizcaya, después de la experiencia larga de Franco y la dudosa de Arias-Fraga habría demostrado un grado de madurez, de responsabilidad y de serenidad políticas inusitado.

Dudo que haya sido así, pero tampoco me atrevo a negarlo. El pueblo inmigrante de Guipúzcoa es mayoritariamente obrero, razón por la cual se siente más cómodo en un programa socialista, por ahora, que en uno burgués postfranquista. Habría que ver qué haría en un sistema socialista postfranquista, pero hoy Por hoy, eso es política de ciencia-ficción.

Lo que sí parece cierto e indudable es que el voto de Guipúzcoa no es un voto insensato ni inmaduro. Ha sido un voto «fiel» a diversos intereses, pero no caótico ni anárquico, sino controlado y pensado. Tal vez pensado equivocadamente, pero ciertamente pensado y calculado.

CONDICIONAMIENTO VERSUS COYUNTURA

La tercera dicotomía interpretativa bascula entre una elección dominada por factores coyunturales y pasajeros y una elección dominada por intereses de grupos permanentes a largo plazo y de fidelidades constantes.

Difícilmente puede plantearse esta dicotomía en unas elecciones primeras, después de una ausencia de más de cuarenta años. Aún así, creemos que hay datos suficientes para intentar una síntesis interpretativa. ¿Cómo se ha votado en Guipúzcoa? .

Decididamente en Guipúzcoa no se ha votado a las personas. El triunfo del líder socialista no puede atribuirse a su persona. De otro modo no se explica por qué al carisma del líder obrero no atrajo a ninguno de los obreros nativos. El carisma si existió, fue más debido a su carácter andaluz que a su programa obrerista.

A Felipe González le han elegido los inmigrantes -obreros o no precisamente por su carácter de político inmigrante.

El nativo de Guipúzcoa modal, el masivo, votó sin más las banderas vascas y, concretamente, la bandera histórica. Las nuevas fórmulas (ESB, EE) no recibieron gran eco.

Prueba de esta dinámica del condicionamiento es el reparto geográfico de los resultados electorales, con un socialismo triunfante en los núcleos con mayor número de inmigrantes y un vasquismo arrollador en los núcleos urbanos de mayoría nativa.

No obstante las transformaciones profundas de la provincia desde 1930, las elecciones de 1977 han vuelto a repetir el parámetro político existente hace ya casi cincuenta años. La persistencia y la continuidad políticas son manifiestas.

Los temas del momento, el postfranquismo, el conflicto sindical, la crisis econÓmica, el paro y otros semejantes han quedado marginados en la competición electoral y han prevalecido el origen y la historia familiar .

Esto significa que el fracaso de los extremismos políticos ocurrido en Guipúzcoa es un fenómeno no coyuntural sino de larga duración, es decir, que un espasmo sociopolítico parece totalmente imprevisible a nivel de elecciones políticas.

Los sondeos de opinión han demostrado frecuentemente la adopción, por parte de la población inmigrante, del programa autonómico de los vascos, así como la simpatía de los nativos vascos por el ideal socialista. A la hora de las elecciones, el atavismo del «origen» ha sido más poderoso y más fuerte que la coincidencia ideológica. Esto es, el irracionalismo sentimental pero «quasi-biológico y elemental» del origen es más fuerte que la persuasión política y social.

 

ELEMENTOS DEL ESPACIO POLITICO

El espacio político de Guipúzcoa marcado por las elecciones del 15 de junio consta de una serie de elementos cuya naturaleza, además de su reparto, no coinciden con los del resto de Euskadi y, menos aún, con los del Estado español.

Una previa descripción de estos elementos es inevitable para poder entender el espacio político mismo creado oficialmente por las elecciones. Aunque los describamos sirviéndonos de las siglas con las que se dieron a conocer en la campaña electoral, y con las que se inscribieron en el registro oficial de listas de candidatos, intentaremos presentar el contenido real de las siglas que acudieron a las urnas. Comenzaremos por los más diminutos para concluir con los más significativos.

En primer lugar, el bloque revolucionario marxista de la izquierda que consta de tres elementos diferenciados en otras tantas alternativas electorales: «liga Comunista Revolucionaria», «Organización Revolucionaria del Trabajo», «Partido del Trabajo», presentados oficialmente como Frente por la Unidad de los Trabajadores (LCR), Agrupación Electoral de Trabajadores de Guipúzcoa (ORT) y Frente Democrático de Izquierdas (PTE) .

Guipúzcoa, a juzgar por los resultados electorales, no es un terreno abonado para ninguno de estos tres elementos que, en conjunto, lograron un escuálido 2,37 por ciento, repartido de este modo:

FUT: 1,18

AETG: 0,74

FDI: 0,45

El segundo bloque está compuesto por el socialismo marxista de corte internacional que se presentó a las elecciones agrupado en los clásicos conjuntos de otros países: «Partido Comunista de Euskadi», «Partido Socialista Popular de Euskadi», «Partido Socialista de Euskadi». La nota distintiva de estos tres elementos, aparte de su socialismo marxista, consiste en su «integración» más o menos destacada con los respectivos equivalentes del Estado español.

Su peso en el espacio político de Guipúzcoa es notable por cuanto alcanza a uno de cada tres electores. El Socialismo marxista español consigue ocupar un 33,14% de todo el espacio guipuzcoano. Su peso es muy desigual como puede verse:

PCE: 3,66

PSPE: 1,49

PSOE: 28,09

 

El tercer bloque viene constituido por el continuismo españolista, conglomerado variopinto que incluye al verticalismo extremo y al liberalismo de corte democrático. Esta alternativa se compone de elementos tales como: «Guipúzcoa Unida» que representa a Alianza Popular española, «Democracia Cristiana Vasca» que representa a su homónima la Democracia Cristiana española, Demócratas Independientes Vascos que corresponden a los demócratas liberales del resto del Estado.

El espacio político ocupado por estos tres elementos es relativamente escaso y alcanza al 17 ,86% situándose en una plataforma de posible influjo futuro. Su composición relativa es:

DCV: 4,49

DIV: 4,69

GU: 8,18

El cuarto bloque está formado por cuatro elementos de carácter socialista y desgajados organizativa y estratégicamente del socialismo estatal. Es el bloque que forma el conjunto del Socialismo vasco. Está constituido por el Socialismo vasquista histórico tradicional de Acción Nacionalista Vasca, por el recientemente organizado Eusko Socialista Biltzatreak, y por la coalición de Euskadiko Ezkerra en la que se integran EHAS, EIA, EUSKO SOZIALISTAK, MOVIMIENTO COMUNISTA y EUSKO KO- MUNISTAK.

El mosaico de elementos que componen el socialismo vasco ha conseguido ocupar un espacio político casi igual, aunque algo menor, al del continuismo españolista, logrando un 15,54% del electorado, que se reparte de este modo:

ESB: 5,53

ANV: 0,55

EE: 9,46

El último bloque, totalmente monolítico y específico es del elemento vasquista clásico representado por el Partido Nacionalista Vasco que ha conseguido ocupar el espacio político individual más extenso, con un 30,92% del electorado computado.

Cinco bloques que aglomeran hasta 13 elementos políticos distintos y que ocupan el conjunto de todo el espacio guipuzcoano. Podemos establecer, como primera aproximación, un reparto del espacio político conforme a la siguiente distribución:

-Marxismo Revolucionario. 2,37

–Socialismo Estatal 33,14

-Socialismo Vasco 15,54

-Continuismo Españolista 17 ,86

-Nacionalismo Vasco. 30,92

La escasa presencia del elemento revolucionario marxista permite reducir el espacio político de Guipúzcoa a cuatro elementos básicos que, aunque con desigual reparto, constituyen la población crítica de su espacio político. Más aún, los cuatro elementos

 

 

En Navarra, por ejemplo, destaca el peso hegemónico de UCD, peso que la convierte en el líder indiscutible y monopolista de tal espacio. Hegemonía que, sin embargo, se apoya en un escaso respaldo electoral. La UCD de Navarra, con sólo el 28% de los votos, es capaz de «imponer» su peso electoral al los 12 partidos restantes.

Esto es posible debido a la atomización de los elementos políticos restantes, ninguno de los cuales supera el 20% ..Este fraccionamiento del vasquismo y socialismo en doce coaliciones rivales es la plataforma más segura de la hegemonía de UCD en Navarra.

Alava, en cambio, aparece con un espacio político binomial en el que la hegemonía se reparte entre el socialismo del PSOE y el españolismo de UCD. Un fraccionamiento de los demás bloques, semejante pero menos agudizado que el de Navarra, los constituye en dominadores de este espacio político. El nacionalismo vasco, aunque destaca del resto de la pedrea política, no está en condiciones de competir con los dos grandes bloques

Más pluralista, y en este sentido más equilibrado, es el espacio político de Vizcaya con un esquema tripartito en el que el vasquismo es el elemento más extendido si llegar a debilitar a sus dos niveles, el socialismo y el españolismo.

Los cuatro grandes dominadores del espacio de Guipúzcoa, con sus correspondientes satélites políticos y su peso relativo de ocupación, pueden apreciarse en el mapa I, que ofrece el espacio político más fraccionado de todo Euskadi.

La reducción posible de todo el espacio político a dos grandes dimensiones c parecida dominación plantea un interrogante y sugiere una pista para conocer la naturaleza de los elementos políticos de Guipúzcoa. El socialismo ocupa un 50% del espacio electoral y el no socialismo ocupa un espacio semejante. El vasquismo, a su ve: domina un 47% mientras que el no vasquismo domina otro tanto. Esto supuesto ¿Podemos concluir que el espacio político de Guipúzcoa se ha repartido por conflicto de clase? , ¿por conflicto de origen? , ¿por ninguno de estos dos factores? ¿Qué significa que un tercio del espacio político esté ocupado por el nacionalismo vasco y otro tercio por el socialismo español? ¿Por qué domina un espacio mayor el socialismo español que el vasco y por qué ocupa, en cambio, un espacio mayor el nacionalismo vasco que el continuismo español? ¿Los dos dominadores de hoy (socialismo español y nacionalismo vasco) son los próximos débiles de mañana frente a los dos grandes nuevos dominadores, el continuismo español y el socialismo vasco?

 

 

Dos hechos sociales de primera magnitud presenta la vida social de Guipúzcoa en el nivel de desarrollo industrial en que se encuentra. Ambos hechos son una secuela casi obligada del proceso industrial, la posición de clase y la condición de origen. Pues bien, ¿es esta estructura social la que ha determinado el campo político de las elecciones? ¿Podríamos traducir esta dinámica social a la dinámica política reflejada en las elecciones?

Si esta doble hipótesis fuese correcta podríamos reconvertir el anterior esquema vasquismo-socialismo en este otro equivalente:

 

Vasquismo

socia

lis

mo

 

SI

NO

SI

 

 

NO

 

 

 

Nativo-inmigrante

 

CLASE

 

SI

NO

A

 

 

B

 

 

 

Los resultados electorales, caso de confirmarse esta hipótesis, demostrarían la existencia de estos cuatro elementos políticos en Guipúzcoa:

%

Clase A-Nativa ................................15

Clase A-Inmigrante. .......................33

Clase B-Nativa ................................30

Clase B -Inmigrante........................ 17

Tal hipótesis, por muy fascinante que parezca a primera vista, se enfrenta a dos dificultades casi irremontables.

-¿Quiénes son los miembros de la clase A: los obreros, los asalariados, los proletarios?

-Los inmigrantes en Guipúzcoa son el 37% .¿ Quién constituye ese 50% de electorado que se alinea con bloques políticos españoles?

 

GEOGRAFIA DEL VOTO

Si el espacio político puede decirse que está dominado por cuatro «comunidades» que, fundamentalmente, se derivan de dos razas políticas, su reparto geográfico se ve sometido a dinámicas diferentes.

Una primera aproximación a la geografía del voto guipuzcoano puede efectuarse mediante el análisis de los asentamientos a que han dado lugar las principales cuencas fluviales de la provincia. Este criterio coincide con el usado por geógrafos como Iñigo Aguirre al establecer las seis comarcas básicas de Guipúzcoa. Se trata de cuatro cuencas importantes que dan lugar a seis zonas geográficas diferenciadas:

Cuenca del Deva:.................................Deva Medio, Deva Alto

CuencadeIOria:.................................... Oria Medio, Oria Alto (Goierri)

Cuenca del Urola: : ..............................Urola-Costa Occidental

Cuenca del Urumea-Oyarzun: ............Urumea-Costa Oriental

El inconveniente más destacado de esta división geográfica estriba en el desproporcionado peso demográfico de cada una de las zonas. La primera zona acapara el 54,17% de todo el electorado mientras que la cuarta sólo comprende el 6,51% .Para obviar esta dificultad subdividiremos la zona primera en dos sub-zonas, una de las cuales comprenderá exclusivamente la capital, San Sebastián, y la segunda abarcará el resto de los municipios. Se logrará así un equilibrio demográfico más estable.

La ventaja más notable, por el contrario, es su equivalencia con lo que podrían denominarse las regiones «históricas» de la provincia y las correspondientes «memorias colectivas» desarrolladas en cada una de ellas.

La zona I, comprende la zona «liberal» de Guipúzcoa. Destaca en ella la capital San Sebastián y destacan, asimismo, los dos núcleos «fronterizos» de lrún y Fuenterrabía. Estos tres núcleos representan una trayectoria histórica y una estrategia política completamente diferente de las del resto provincial e, incluso, del resto de esta misma zona.

La zona II abarca la cuenca media del Oria con un centro histórico, comercial y político, destacadísimo en el municipio de Tolosa. La homogeneidad de esta zona contrasta con la heterogeneidad de la zona I.

La zona III comprende el conocido Goierri cuya característica más señalada es la de constituir una auténtica «encrucijada» provincial de comunicaciones, de estilos de vida y de modos de producción con el cruce de ferrocarriles, el paralelismo simultáneo de agricultura e industria, de grande y pequeña empresa.

La zona IV es al del Alto Deva, la región más aislada del conjunto provincial de Guipúzcoa y asomada simultáneamente a Vizcaya y Alava, de cuyos centros administrativos y económicos está más próxima que de la capital guipuzcoana.

La zona V se identifica con el núcleo industrial de Guipúzcoa, asomado a Vizcaya, y de intensos conflictos industriales, compuesta por Eibar, Elgóibar, Placencia de las Armas y Vergara.

La zona VI, finalmente, aglutina la franja costera en la que el turismo de verano, la pesca, la agricultura, la empresa mediana de industrialización moderada y de municipios de tamaño pequeño configura un área propensa a las relaciones primarias más bien que a las grandes concentraciones de masas.

LA HETEROGENEIDAD GUIPUZCOANA

La provincia de Guipúzcoa constituye un espacio geográfico administrativo único, pero políticamente múltiple. La heterogeneidad geográfico-política es manifiesta. Así, por ejemplo, las zonas I y II son dos zonas antitéticas, políticamente hablando. El españolismo y el socialismo se relacionan de forma inversamente proporcional.

PSOE PNV

Zona I. 32,8 23,0 Zona II 14,0 56,6

La heterogeneidad, sin. embargo, es más notoria que la antítesis interzonal. Todos los partidos doblan su dominación de unas regiones a otras. Solamente Guipúzcoa Unida presenta un reparto relativamente uniforme en toda la Provincia. el PNV oscila entre un máximo de dominio del 56% en la zona VI y un mínimo de 23% en la I; el PSOE varía del 32,8 en la I al 14 en la VI; asimismo EE domina más en la zona I con un 11 ,8 y menos en la V con un 6,4. ESE, finalmente, fracasa relativamente en la VI con un 3,5 y triunfa en la IV con un 9, 1.

Cfr. Ver Mapa y Cuadro

El PSOE ha florecido destacadamente en la zona I, EE la hace en la II, ESB en la cuarta y el PNV en la VI. Ninguno de estos dominios es absolutamente hegemónico, excepto el del PNV en la zona VI donde él sólo supera la mitad del electorado, y en menor grado en la zona IV donde supera e140% .

Los dos bloques minoritarios y antitéticos -EE y GUse han repartido las zonas provinciales de influencia, EE prevalece en las zonas I, II y III, al paso que GU le supera en la IV, V y VI.

Parecida dicotomía se observa entre el PSOE y el PNV , dominando aquélla zona I y el segundo el resto de la Provincia.

Resultado de esta doble dicotomía: EE-GU y PSOE-PNV , es que no existen dos zonas iguales en toda la provincia, sino que cada una de ellas ofrece un patrón político diferente.

La gran conclusión que se impone tras estos breves análisis parciales es que Guipúzcoa, como un todo administrativo, no sirve como unidad de análisis debido a que el espacio político y el espacio geográfico no coinciden. Cada uno de los seis espacios geográficos analizados da lugar a un espacio político cualitativamente distinto. Las discrepancias son la suficientemente amplias para reclamar una base de análisis más detallada. Ahora bien, ¿es esta base la zona formada por las cuencas fluviales tales como las establecen los geógrafos clásicos?

Si Guipúzcoa no puede ser entendida como un espacio geográfico uniforme, con menos motivo aún puede ser entendida como un espacio político único y uniforme. Las peculiaridades políticas de cada zona impiden incluso la aglomeración en conjuntos intraprovinciales. La zona es, por tanto, la unidad mínima de análisis geográfico-político de Guipúzcoa.

LA COSTA ORIENTAL

La costa Oriental, enmarcada por las cuencas de tres ríos (Urumea, Oyarzun, Bidasoa) y el mar comprende la que, a no gran tardar, se llamará el Gran San Sebastián a semejanza del Gran Bilbao, el Gran Barcelona o el Gran Londres.

El Gran San Sebastián contiene él solo el 54,17% del electorado político de toda Guipúzcoa, es decir, de su población adulta. En él se hallan cuatro de los cinco municipios mayores de la Provincia, incluido la capital San Sebastián (San Sebastián, Irún, Rentería, Hernani) .

El turismo y la inmigración, los servicios y la industria son sus cuatro características más salientes sin que ninguna de ellas logre imponer un estilo de vida hegemónica.

La heterogeneidad socioeconómica queda reflejada en una heterogeneidad política, si cabe, aún mayor, que impide encontrar una constante político-espacial en toda la zona. Tres municipios se ven monopolizados prácticamente por el PNV (Lezo, Oyarzun, Orio) mientras que otros tres la están por el PSOE (Irún, Rentería, Urnieta) .

El Gran San Sebastián es, en gran medida, un feudo del PSOE que tiene cuatro de sus cinco primeros éxitos en sólo esta zona (Urnieta, Rentería, Irún, Hernani) con una clientela superior al 40% en todos ellos. En ninguna parte de Guipúzcoa el PSOE ha impuesto su dominio tan claramente, ni ningún otro partido ha logrado tal influjo aquí. Ni el PNV, ni EE han logrado que uno de sus ocho primeros éxitos se encuentre dentro de esta zona.

El PNV consigue que cuatro municipios superen su propia media provincial del 30,9% (Lezo, Oyarzun, Orio, Usúrbil) los cuatro más pequeños de los 11 núcleos importantes de la zona.

El PSOE consigue el mismo éxito en otros cuatro pueblos (lrún, Rentería, Urnieta, Hernani) , los cuatro mayores de la zona, exceptuados la capital y Fuenterrabía.

EE logra que cinco pueblos superen su promedio provincial (Fuenterrabía, San Sebastián, Pasajes, Rentería, Usúrbil) entre los que se encuentra la capital y su más pr6ximo hinterland. El GU consigue el mismo resultado en tres localidades (San Sebastián, lrún, Orio) , dos de ellas las mayores de toda la Provincia.

 

 

PNV

PSOE

EE

GU

Oyarzun

49,0

14,0

7,4

6,7

Orio.

47,2

18,2

9,2

9,0

Lezo.

42,2

28,0

8,3

3,6

Urnieta

17,9

48,6

7,3

3,4

Rentería.

17,6

43,7

9,6

4,6

Irún.

13,2

41,2

6,8

9,7

Hernani.

23,5

40,2

7,2

4,7

Pasajes

21,9

34,7

11,4

4,6

San Sebastián

25,1

27,1

11,9

11,4

Fuenterrabía

28,8

20,7

13,0

6,3

Usúrbil

29,4

26,6

10,2

4,6

 

Los tres municipios que aún conservan el estilo de vida clásico (pesca, agricultura, artesanía) son feudo del PNV. Los cinco «industriales» pasan a dominio del PSOE. La capital sigue copada por los partidos grandes (PSOE, PNV) pero estos partidos pierden peso relativo en ella, al paso que GU y EE aumentan en ella su dominio relativo adquiriendo el carácter de auténticos votos «capitalinos» influencíados por el influjo de la Administración, los servicios y el resto de las características propias del centro urbanístico administrativo de la Provincia.

EL ORlA MEDIO

La zona del Oria Medio se encuentra a caballo, geográfica y económicamente, entre el centro administrativo (San Sebastián) de la provincia y el núcleo industrial del Goierri. Su población representa un escaso porcentaje del total provincial –8,33– con un centro urbanístico nato, por su peso demográfico y comercial, formado por Tolosa.

La heterogeneidad del Gran San Sebastián desaparece, en gran parte, en la zona del Oria Medio en la que seis municipios ofrecen un patrón político semejante (Tolosa, Villabona, Legorreta, Alegría de Oria) y los dos restantes (Andoain, Ibarra) constituyen un segundo no menos compacto.

 

 

PNV

PSOE

EE

GU

Alegría de Oria

47,4

16,8

11,3

4,3

Legorreta

33,4

15,0

13,6

6,.3

Tolosa

34,3

17,1

11,3

10,7

Villabona

35,9

17,2

16,1

6,1

Andoain

27,9

33,5

9,9

4,9

Ibarra

21,3

27,8

14,3

4,6

 

El espacio político de esta zona está dominado por el PNV que, además de ser mayoritario, obtiene un influjo superior a su propio porcentaje medio provincial en todos los municipios (excepto en Andoain e Ibarra).

No obstante, este dominio está lejos de imponer su naturaleza hegemónica por la contestación minoritaria pero significativa de dos influjos políticos, el PSOE y EE. El PSOE dista no sólo del abrumador peso político obtenido en el Gran San Sebastián, sino que, además, desciende por debajo de su porcentaje medio provincial en todos los municipios de la zona, exceptuando Andoain. Aun as¡, dos de sus municipios (Andoain, Ibarra) ocupan los puestos 9.0 y 12.0 del ranking provincial del PSOE.

EE sobrepasa su propio promedio en todos los municipios de esta zona y consigue situar tres de ellos (Villabona, Ibarra y Legorreta) entre los nueve primeros de su propio ranking. El GU, en cambio, fracasó rotundamente en todos los ayuntamientos excepto el de Tolosa.

Una notable homogeneidad en el espacio y la trilogía de tres fuertes bloques configuran el dominio político de esta pequeña zona. La supremacía del PNV es real pero sólo relativa, situándose en proporción de 2 a 1 frente al PSOE y de 3 a 1 frente a EE. La competición por este espacio poütico es, por tanto, uniforme y generalizada a toda la zona.

EL GOIERRI

Las cuencas altas del Urola y del Oria componen esta zona calificada como Goierri o pueblo de arriba. La multiplicidad de núcleos fabriles y de comunicaciones ferroviarias como Beasain, Zumárraga, Legazpia, a los que se suman abundantes núcleos menores qué dependen de los anteriores, da a toda la zona el carácter de «melting pot» entre agricultura, industria, inmigración-vasquismo. El resultado político aparece en el siguiente cuadro:

 

 

PNV

EE

PSOE

GU

Segura.

47,5

25,5

2,1

8,1

Cegama

50,0

21,0

2,3

4,0

Ormáiztegui

55,5

21,5

4,1

2,7

Legazpia

39,2

10,4

23,0

6,1

Beasain

36,7

9,1

23,3

6,2

Lazcano.

33,3

10,0

27,3

4,7

Villarreal

33,3

6,7

36,0

4,0

Zumárraga

27,4

5,3

40,0

5,4

Zaldivia

22,5

17,6

10,5

13,6

Villafranca

25,9

11,1

22,1

11,8

 

El Goierri es la zona donde EE ha obtenido las cotas más altas de dominio político. Los datos confirman este dominio. Sólo dos municipios obtienen porcertajes inferiores al promedio provincial de EE. Aquí mismo es donde se encuentran cuatro de los cinco municipios que obtuvieron los porcentajes más altos (Segura, Cegama, Ormaiztegui, Zaldivia); siendo el promedio de EE de un 9%, en estos cuatro municipios se alcanza y supera el 20% .

EE no ha logrado obtener el porcentaje más alto de los partidos en esta zona (aunque ha estado muy cerca en Zaldivia con un 17%). El PSOE, en cambio, lo ha logrado en los dos municipios vecinos de Zumárraga y Villarreal de Urrechua, pero ha caído por debajo de su promedio provincial en todos los demás pueblos de la zona.

EE y PSOE son dos dominios políticos rivales en el Goierri, como puede verse en la siguiente serie:

 

 

EE

PSOE

Segura

25,5

2.1

Cegama

21.0

2.3

Ormaíztegui

21.5

4.1

Zaldivia

17.6

10.5

Villafranca

11.1

22.1

Legazpia

10.4

23.0

Lazcano

10.0

27.3

Beasain

9.1

23.3

Villarreal

6.7

36.0

Zumárraga

5.3

40.0

 

 

Al paso que se observa nítidamente el avance del PSOE a medida que decrece EE, no menos claramente aparece el aumento del tamaño demográfico y el índice de industrialización de los pueblos.

El PNV aparece de nuevo como el dominio político mayoritario en todos los pueblos excepto en los dos (Zumárraga, Villarreal) en los que se ha impuesto el PSOE. En siete de los diez municipios el PNV supera su propio promedio provincial.

El PNV ofrece un patrón paralelo con el EE y rival con el PSOE, aunque las disminuciones del PNV se alteran en EE de acuerdo al dominio relativo del PS0E. Esto es, la relación del PNV y de EE con el PSOE es de signo idéntico, es decir, opuesto; pero el PNV impone su dominio «independientemente» de los flujos del PSOE, cosa que no ocurre con EE que medra «a cost:i» del Partido Socialista Español.

 

 

EE

PNV

Ormáiztegui

21,5

55,5

Cegama

21,0

50,0

Segura

25,5

47,5

Legorreta.

10,4

39,2

Beasain

9,1

36,7

Lazcano

10,0

33,3

Villarreal

6,7

33,3

Zumárraga

5,3

27,4

Villafranca

11,1

25,9

Zaldivia

17,6

22,5

 

Dos municipios escapan al «patrón» común a toda la zona que enfrenta a vasquismo con españolismo y, dentro del vasquismo, de la primacía, en proporción de dos a uno, del PNV sobre EE. Estos dos municipios son Zaldivia y Villafranca de Ordizia. Contriamente a lo común en el resto del Goietri, es estos dos municipios:

– No existe partido hegemónico, ni el PNV ni el PSOE.

– No existe paralelismo entre PNV-EE, pero se mantiene el antagonismo EE-PSOE. -Los cuatro partidos principales obtienen dominios sustanciosos que casi los equilibran. Los dos partidos mayoritarios provinciales lo siguen siendo aquí, pero colocándose por bajo de su promedio provincial. Los dos minoritarios continúan siendo minoritarios pero superan ampliamente sus promedios provinciales respectivos.

–Son pueblos de poder cuatripartito y equilibrado con el siguiente esquema:

 

 

 

 

ZALDIVIA

VILLAFRANCA

SOCIALISMO

VASQUISMO

 

+

-

 

+

-

+

EE

17,6

PSOE

10,5

+

EE

11,1

PSOE

22,1

PNV

22,5

GU

13,6

PNV

25,9

GU

11,8

 

 

El Goierri es feudo casi absoluto del vasquismo y, con más insistencia, del nacionalismo que del socialismo. La zona es homogénea políticamente excepto en dos núcleos: Zumárraga y Villarreal.

ALTO DEVA

La zona del Alto Deva está caracterizada por la tradición ferrera de su centro comercial, Mondragón. Los cuatro núcleos que la componen han entrado en la dinámica industrial de la pequeña y mediana empresa, y el cooperativismo ha encontrado aquí un área de excepcional florecimiento. El 24% de Arechavaleta y el 15 de Oñate son trabajadores cooperativistas.

La presencia del cooperativismo ha dado a esta zona un dominio especial del Partido Socialista Vasco (ESB) que, si no llega a descartar el poder electoral de los grupos mayoritarios PNV-PSOE, supera, en cambio, a los dos restantes poderosos de la provincia (EE, GU).

La preferencia ESB frente a EE-GU puede advertirse en la siguiente tabla. Tres de los pueblos (Mondragón, Escoria;:". Oñate) ocupan los puestos 5, 6, 7 del ranking ESB, demostrando que este partido ha obtenido aquí uno de sus mayores influjos y, ciertamente, el más homogéneo.

 

 

ESB

EE

GU

Escoriaza

11,9

4,8

4,3

Oñate

10,0

4,2

11,7

Mondragón

9,0

5,3

5,8

Arechavaleta

7,1

3,5

3,0

 

La práctica desaparición de EE y GU de toda la zona queda compensada por el dominio casi hegemónico del PNV que supera en los cuatro pueblos su promedio provincial, al tiempo que su rival el PSOE no alcanza el suyo propio en ninguno de los pueblos excepto en Mondragón.

  Arechavaleta Oñate Escoriaza Mondragón
PNV 49,5 48,8 44,4 34,3
PSOE 24,8 11,8 19,2 28,2

La zona del alto Deva, como se verá mas adelante, es casi gemela de la zona costera occidental de la cuenca del Urola en la que el PNV impone una ocupación indiscutible.

DEVA MEDIO

La Comarca del Deva Medio repite la homogeneidad del Alto Deva y representa una réplica exacta del patrón anterior con una ligera escoración en favor del dominio PSOE. ESB, por ejemplo, no alcanza las cotas del Alto Deva, GU y EE presentan porcentajes semejantes y la rivalidad PNV-PSOE se resuelve de nuevo a favor del PNV aunque con una prepotencia inferior a la de la zona anterior .

El PSOE supera en Eibar (36,8) su promedio provincial y supera al mismo PNV (27,9), el cual se queda por debajo de su promedio. La discrepancia pro-socialista de la villa armera que fué clásica y destacada en otros tiempos parece estar a punto de desaparecer en favor del nacionalismo vasquista que tampoco se ve amenazado por ninguno de los tres bloques minoritarios (EE, GU, ESB) .

 

 

PNV

EE

PSOE

GU

Vergara

45,1

10,4

16,4

6,7

Elgóibar

39,2

6,4

24,6

6,1

Placencia

38,0

5,5

26,6

11,4

Eibar

27,9

5,0

36,8

7,0

 

La rivalidad y la proporción inversa entre los dominios PNV-PSOE es manifiesta, demostrando, además, que el intenso grado de industrialización de pequeña y mediana empresa no es un incentivo para el fomento del influjo socialista, sino más bien para el del nacionalismo vasco.

El símbolo del socialismo en Guipúzcoa era la villa armera de Eibar, las memorias colectivas de la zona estaban identificadas con el histórico PSOE. Esta vez, sin embargo, apenas se ha logrado superar el promedio provincial en Eibar que ha pasado a ocupar el puesto 6.0 del ranking socialista provincial, seguido ya por Placencia que sólo alcanza a ocupar un lejano puesto 17 en la clasificación.

 

Esto induce a creer que la división política del Alto y Medio Deva es innecesaria y que el espacio político de estas dos zonas es, en realidad, uno sólo.

 

 

 

PNV

EE

ESB

PSOE

GU

Arechavaleta.

49,5

3,5

7,1

24,8

3,0

Oñate

48,8

4,2

10,0

11,4

11,7

Vergara

45,1

10,4

8,4

16,4

6,7

Escoriaza

44,4

4,8

11,9

19,2

4,3

Elgóibar

39,2

6,4

6,1

24,6

6,1

Placencia

38,0

5,5

3,0

26,6

11,4

Mondragón.

34,3

5,3

9,0

28,2

5,8

Eibar

27,9

5,0

3,6

36,8

7,0

 

Un recorrido porcentual entre el 20-30% es el espacio político ocupado por el PSOE y otro entre el 35-50% es el característico del PNV, sin que ningún otro de los tres grupos supere el nivel del 11 %.

LA COSTA OCCIDENTAL

El espacio político de la Costa occidental es, sin lugar a dudas, enteramente distinto al del resto de la Provincia. Probablemente se puede hablar con todo rigor de la existencia de dos Guipúzcoas políticas. Tres características señaladas configuran el espacio político de esta zona, ambas indiscutible y todas comunes a todos los municipios sin excepción.

-La hegemonía absoluta del PNV que, en ninguno de los pueblos baja del 45 % y que alcanza, en algunos casos, un abrumador monopolio político de más de165% (Motrico, Azpeitia) .

-La homogeneidad de toda la zona en la ,que no aparece un solo municipio que desentone del casi absoluto monocolor polítIco que le caracteriza.

-El monopolio peneuvista no se logra a costa de los dominios minoritarios (EE y GU), que mantienen sus porcentajes habituales e, incluso, los superan

en ocasiones (EE en Zarauz, Deva, Guetaria; GU en Zarauz, Azcoitia, Motrico). El monopolio se ha producido, en cambio, a costa del socialismo españolista del PSOE que, no sólo permanece siempre por debajo de su porcentaje medio, sino que es, en esta zona, donde obtiene sus resultados más ínfimos. El PSOE no alcanza siquiera el 20% de influjo en ninguno de los pueblos (excepto en Zumaya) .

 

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