Lurralde :inv. espac. N. 7 (1984) p. 255-265 ISSN 1697-3070

EVOLUCION RECIENTE DE LA POBLACION ACTIVA Y OCUPADA

EN EL MUNICIPIO DE VITORIA

 

Rosario GALDOS URRUTIA

Universidad del País Vasco

1.- TRANSFORMACION DE LAS TASAS DE ACTIVIDAD EN VITORIA ENTRE 1970 y 1981.

Los cambios experimentados en la estructura de la población de Vitoria explican las variaciones habidas en la población activa entre estas fechas, correspondientes a los dos últimos censos efectuados.

En 1981 la población activa alcanzaba un total de 70.035 personas, con una tasa de actividad del 36,3% , ligeramente superior a la de 1970. Como ya se ha indicado la causa de este aumento en dicha tasa puede deberse a la mayor proporción de personas en edad de trabajar en el conjunto de la población vitoriana. Esta causa estructural queda reflejada en el siguiente cuadro.

Cuadro nº 1.- Estructura de la población vitoriana por grandes

 grupos de edad en 1970 y 1971. (En%).

 

Grupos de edad

1970

1981

0-14

29,8

27,9

15-64

63,3

64,3

más de 65

6,9

7,8

Fuente: Censos de Población. I.N .E. y Banco de Datos de la Excma. Diputación Foral de Alava.

Estos dos hechos, aumento de la tasa de actividad y de la población potencialmente" activa, que han tenido lugar en el último período intercensal, rompen la evolución seguida hasta 1970.

Si consideramos la población activa se observa que hasta 1970 hay un descenso de la tasa de actividad -ver cuadro nº 2-, explicable por un lado porla mayor escolaiización de la población infantil y el más largo período obligatorio escolar; y por otro, por el adelanto en la edad de jubilación.

Cuadro nº 2.- Tasas de actividad de la población de Vitoria. 1900-1981. (1).

Tasa de actividad ( % )

1900 42.4

1950 43,9

1960 39,8

1970 35,6

1981 36,8

Fuente: Idem.

Los tantos por ciento correspondientes a 1900 y 1950 nos muestran que la tasa se mantiene, aunque con fluctuaciones, en la primera mitad de siglo. Será después de 1950 cuando conoce un descenso, bien palpable en los veinte años posteriores. Descenso que está en relación con la composición de la población por edad ya que a partir de esa fecha hay un retroceso proporcional de la población potencialmente activa -la que se sitúa entre los 15 y 64 años-, y un aumento, en contrapartida, de la población infantil.

Si por el contrario, consideramos la población activa en cifras absolutas, vemos un crecimiento constante de ésta a lo largo de todos los censos de la presente centuria.

Otro aspecto que interesa conocer es la repartición de los activos por sexos.

Ciñéndonos al último período intercensal se comprueba una mayor participación femenina, tanto en términos absolutos como relativos, si bien la incorporación de la mujer a la actividad se sitúa todavía por debajo de los niveles alcanzados por buen número de países europeos (2).

Cuadro nº 3.- Población activa por sexos en Vitoria. 1970 y 1981.

 

1970

1981

Población activa masculina

 37.057

 77 ,8%

 51.429

 73,4 %

Población activa femenina

10.554

22,2%

18.606

26,6 %

Fuente: Idem.

Si relacionamos los activos femeninos y masculinos con el total respectivo de mujeres y hombres, también se constatan cambios entre esas dos fechas. En 1970, el 56,4% de la población masculina y el 15, 7% de la femenina eran activos. En 1981, dichas cifras se transforman en 54,6%y 19,4%.

Aunque las citadas cifras no pueden ser comparadas con las de nuestra ciudad, por tratarse de ámbitos territoriales de distinta extensión y características, se citan a modo de referencia.

2.- HACIA UNA TERCIARIZACION.

Los años setenta van a traer otros cambios importantes. Uno de ellos se refiere a la distribución de la población ocupada por sectores económicos (3).

En el gráfico nº 1 se representa cuál ha sido esta distribución en los últimos cincuenta años. En 1930, el sector predominante era el de servicios; casi la mitad de la población empleada encontraba aquí su ocupación. Por su parte, el sector primario agrupaba a112,8 %, porcentaje considerable, aunque se había reducido a menos de la mitad con respecto a 1900, e integrado en su mayor parte por agricultores de las aldeas que circundan al núcleo urbano formando parte de su municipio.

Se parte, pues, de una situación característica de una pequeña capital de provincia donde la industrialización todavía no había alcanzado gran desarrollo; la población empleada en los talleres e industrias, en su mayoría de pequeño tamaño, era poco numerosa (4), mientras que la función determinante de la ciudad consistía en suministrar bienes y servicios a un área provincial de marcado carácter rural.

A partir de 1950 esta situación se transforma. Como consecuencia de una

rápida industrialización de la ciudad crece el sector secundario, que pasa a ser prioritario; en 1970 absorbe cerca del 64% de la población ocupada. Paralelamente se produce un abandono de la actividad agrícola originado por la oferta de nuevos puestos de trabajo índustriales. Este éxodo afecta a todos los nÚcleos rurales alaveses incluyendo, como es lógico, a los del propio término

GRAFICO 1.- Evolución de la población ocupada por sectores económicos

municipal, cuyo porcentaje en este sector primario se reduce considerablemente. El sector terciario, aún cuando aumentan sus efectivos absolutos, queda relegado a un segundo plano, dando ocupación en este año de 1970 al 33,8 %,"cifra bastante inferior a la registrada cuarenta años antes -48,60/0-.

Vitoria pasa a ser una ciudad industrial, pero infradotada en el sector de servicios.

Este desequilibrio empieza a corregirse en los años setenta. Durante esta década el proceso evolutivo observado es el siguiente. El sector primario continúa reduciéndose hasta alcanzar valores mínimos: 1,10/0 en 1981.

En el sector industrial conviene considerar por un lado sus cifras absolutas y por otro, su peso en el total de la población ocupada, puesto que si bien este último tiene en la década una tendencia de descenso constante, las anteriores nos obligan a establecer dos etapas; de expansión durante el primer quinquenio y de regresión en el segundo. En 1970 trabajaban en la industria 30.190 personas; en 1975 se alcanza la cifra de 37.242; en 1981, sin embargo, se reducen a 34.891. La crisis económica, iniciada en dicha década que incide con mayor impacto en la industria debe de estar en la base de la pérdida de puestos de trabajo del sector. Porcentualmente, como ya se ha señalado antes, hay un retroceso, ya que si en 1970 y 1975 este sector abarcaba el 63,70/0 y el 59,5 0/0 respectivamente, en el último censo recoge el 57,20/0.

Por el contrario, la población de los servicios crece, absoluta y relativamente, a lo largo deeste período. En los cinco primeros años lo hace de forma significativa y moderadamente en los años posteriores. En el último año estudiado, 1981, el porcentaje era de 41,70/0 , todavía muy por debajo del industrial e inferior asimismo del que poseía este sector en la década de los cuarenta. Con todo, es importante señalar que entre 1975-1981 estas actividades económicas han sido las únicas que han creado empleo.

Estamos ante un ejemplo claro de evolución, aún no completa, de un núcleo urbano que ha pasado de ser una ciudad de servicios a una ciudad industrial en la que aquéllos vuelven a crecer y consolidarse.

3.- ESTRUCTURA DE LA POBLACION OCUPADA.

En el estudio de la población ocupada interesa, también, conocer su composición por edad y sexo. En este caso se ha querido ver además las variaciones experimentadas entre 1975 y 1981 (5), para lo cual se han confeccionado las pirámides de la población total ocupada y de la empleada en los tres sectores económicos considerados (ver gráficos n. o 2, 3, 4 y 5).

Tres hechos pueden destacarse. Por un lado se observa la menor participación de la mujer en todos los grupos de edad y en todos los sectores, tanto en 1975 como en 1981, con la única excepción del grupo de 14-19 años que trabaja en el terciario, donde las mujeres ocupadas son más numerosas que los hombres; hecho que se repite en las dos fechas de estudio.

En segundo lugar, y con respecto a 1975, es ostensible la disminución de personas ocupadas de edades comprendidas entre 14 y 19 años, como puede verse tanto en la pirámide global como en las que se refieren a los sectores económicos y que muestra la dificultad de los jóvenes para incorporarse al mundo del trabajo a raíz de la crisis económica.

Por último, es también importante señalar que en todas las pirámides del año 1981 se da un estrechamiento en la cúspide debido al menor número de personas ocupadas mayores de 65 años.

3.1.- Población total ocupada.

Además de los cambios señalados anteriormente, hay que añadir otras diferencias que se presentan entre ambas fechas.

En la pirámide de 1975, la mayor actividad de la población ocupada masculina se sitúa entre los grupos de 25- 34 años. Se aprecia un descenso en el brazo siguiente (35-39), correspondiente a los nacidos durante la guerra civil española con el consiguiente déficit de nacimientos a que dio lugar. La actividad que aumenta en el grupo inmediatamente superior irá disminuyendo paulatinamente hacia las edades avanzadas.

Por su parte, en 1981, el máximo porcentaje de ocupados se traslada a las edades de 30-39 años, síntoma del proceso de envejecimiento de la población activa masculina. El vacío provocado por la guerra que ahora se dibuja en el brazo de 40-44 años no resalta una muesca tan 'pronunciada. Su porcentaje puede casi equiparse al del grupo siguiente.

En el sexo femenino la mayor actividad se centra en las edades que oscilan entre 20-24 años en ambas fechas. El importante descenso posterior se explica por el abandono del trabajo por parte de la mujer que contrae matrimonio. Sin embargo, este abandono no aparece tan generalizado en 1981 ya que los rectángulos de la pirámide conservan una mayor longitud en todas las edades excepto en ambos extremos de la misma.

3.2. Población ocupada por sectores económicos.

Las pirámides que los representan ofrecen similitudes con las correspon.dientes a la población total ocupada, pero, a su vez, se constatan diferencias entre ellas.

Es en el sector primario donde se registra un mayor envejecimiento debido al continuo abandono de la actividad agrícola por parte de los jóvenes. Este éxodo ha adquirido mayor relevancia a partir de los años cincuenta, coincidiendo con la industrialización de la capital del municipio. Así en 1975, algo más del 67% de la población ocupada en este sector tenía más de cuarenta años, porcentaje que en 1981 se acercaba al 66 %. Esta estabilidad en las cifras puede resultar engañosa ya que el envejecimiento es notorio en el sector masculino, mientras que en el lado femenino hay un descenso en la actividad en la fecha más reciente que puede deberse, en parte, a una no declaración censal de la actividad que afecta sobre todo a los grupos de edades más avanzadas. La pequeña variación habida no permite grandes optimismos sobre la posibilidad de renovación de generaciones en la actividad agrícola.

Las pirámides del sector secundario revelan una mayor juventud en sus componentes. El 64,5% de los trabajadores de dicho sector tenían menos de cuarenta años en 1975. Ese valor porcentual desciende al 58,3% en 1981. Si en la primera fecha constituía el sector económico más joven, en 1981 quedaba relegado a un segundo puesto. Tras el de servicios. La escasa incorporación de jóvenes en la industria en los últimos años ha debido de repercutir en este descenso. Debe tenerse en cuenta que este retroceso no sólo afecta a los menores de veinte años sino que en la población masculina alcanza a los situados más arriba en la pirámide, hasta los de treinta años.

La participación de la mujer en el trabajo industrial es todavía pequeña e incluso se ha visto reducida entre estas dos fechas. Así, en 1975 e114,1 % de los trabajadores del sector eran mujeres, mientras que en 198110 era el 12 %.

Como ya se ha dicho antes, en 1981 el terciario es el sector más joven. Los menores de cuarenta años suponen el 63, 9% .

Otra característica reside en la mayor actividad femenina, incluso acrecentada en estos cinco años. Si en 1975 el 36,1% de los empleos terciarios estaban ocupados por mujeres, este porcentaje se eleva al 42,9% en 1981. Fundamentalmente es entre los 20-29 años cuando se desarrolla dicha actividad, pero sigue manteniendo porcentajes elevados en edades superiores.

Por último, aún cuando en la pirámide de 1981 se observa también una disminución del componente de 14 -19 años, ésta ha sido menor que en los otros dos sectores económicos. Esto es debido a que ha sido el único capaz de crear puestos de trabajo durante estos años.

4.- CONCLUSIONES.

-Entre 1970 y 1981, Vitoria conoce un aumento de la tasa de actividad paralelo al crecimiento de la población potencialmente activa; igualmente se eleva la tasa de actividad femenina.

-Se va consolidando un proceso de terciarización en esta década, señalado

por el mayor porcentaje de población ocupada en el sector de servicios y por un descenso en los otros dos sectores.

-En la estructura por edad de la población ocupada se observa que entre 1975 y 1981 disminuye el número de personas menores de 20 años y de más de 65.

-Durante ese último período la población terciaria presenta la composición más joven, mientras el sector primario acentúa su acusado envejecimiento.

BIBLIOGRAFIA.

NOIN, D., Géographie de la Population. Masson, París, 1979.

O.C.D.E., L 'évolution démographique de 1950a 1990. París, 1979.

OLLORA OCHOA DEASPURU, G.,Elmercado de trabajo en Alava: Análisis económico del paro. Vitoria, 1981.

ZARATE MARTIN, A., «Vitoria: transformación y cambio de un espacio urbano». Boletín de la Institución «Sancho el Sabio». Año XXV, tomo XXV, Vitoria,1981.

NOTAS

(1) Estas tasas están calculadas sobre la población de derecho.

(2) En 1976 la tasa de actividad femenina en algunos países europeos era la siguiente: Alemania, 37,4%; Dinamarca, 41,5%; Italia, 28,6%; Reino Unido, 37,8%; Yugoslavia, 36%.- O.Q.D.E., L'évolution démographique de 1950.1990. Paris, 1979.

(3) A partir de ahora únicamente trataremos de la población activa que está empleada, es decir de la población ocupada.

(4) A este respecto puede consultarse Zárate Martín, A., .Vitoria: transformación y cambio de un espacio urbano», Boletín de la Institución .Sancho el Sabio», Año XXV, Tomo XXV, Vitoria, 1981.

(5) El período de comparación resulta quizás algo reducido. Sin embargo se ha elegido el padrón de 1975 por considerar que en la segunda mitad de la década de los setenta es cuando, a causa de la crisis económica. se han registrado importantes modificaciones.