Lurralde :inv. espac. N. 19 (1996) p. 235-253 ISSN 1697-3070

MODELOS GRÁFICOS Y COREMAS:

REPRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN TERRITORIAL EN SUS COMPONENTES ESTRUCTURALES BÁSICOS

Recibido: 1996-10-10

Juan Angel PORTUGAL

Instituto Geográfico Vasco

Apartado 719. 20080 San Sebastian

 

LABURPENA: Korema ereduaren bitartez, egitura espazial xinpleak begjztatzea proposatzen da, guztiz berria den metodologia baten barruan komunikatzeko, oharpen eta hausnarketa lojikoa erabiltzen duen informazio tratamendurako metodoa da, horrela geografi azterketarako lehentasunezko tresna bilaketa delarik. Berezitasunen artean, eredu grafikoa erabiltzea eta espazioaren eraketa erakustea, errealitate "anarrkiko.tik antolatutakora igarotzen utziz.

RESUMEN: Con los coremas se propone la visualización de las estructuras espaciales simples dentro de una metodología totalmente novedosa. Supone un método de tratamiento de la información que utiliza la percepción y la reflexión lógica para comunicar, configurándose así en un instrumento privilegiado para el análisis geográfico. Se caracteriza por ser de tipo gráfico y por mostrar la organización del espacio, permitiendo el paso de lo real "anárquico" a la realidad organizada.

RESUME: On propose avec les choremes la visualisation des structures les plus simples de I'espace tout en tenant compte d'une méthodologie tout a fait nouvelle. II s'agit d'une méthode pour le traitement de I'information laquelle fait appel de la perception et de la réflexion logique a I'objet de communiquer, ainsi qu'elle devienne un outil privilégié pour I'analyse géographique. Les modeles graphiques et les choremes sont caractérisés pour son caractere graphique et pour montrer I'organisation du territoire, au meme temps qu'ils font possible le passage du réel "anarchique" a la realité organisée.(1) (2)

 

1. El contenido de este artículo constituye una parte de la Tesis Doctoral titulada "La Communauté Autonome Basque: modélisation géographique d'un espace au développement inégal", realizada bajo la dirección de los Profesores Brunet y Ferras y leída en la Facultad Paul Valéry de la Universidad de Montpellier en 1988.

2. Una parte de este artículo fue presentada como Comunícación al VII Coloquio de Geografía Cuantitativa, Sistemas de Información Geográfica y Teledetección, organizado por la AGE y la UPV y celebrado en Vitoria-Gasteiz en Septiembre de 1996 con el título: "Coremas: representación gráfica del espacio en su estructura elemental".

 

Desde siempre la gran preocupación del geógrafo ha sido poder explicar los fenómenos físicos y humanos que suceden sobre el espacio territorial. Para llegar a elaborar una explicación científica de estos fenómenos necesitaba poder comprender dicho espacio en toda su globalidad o conjunto, siendo, a su vez, para ello preciso identificar los elementos que lo componen al objeto, no sólo de analizar el territorio en sus elementos constitutivos, sino, lo que es aún más complicado, poder establecer las interrelaciones simples y complejas que se establecen entre los elementos y que, en último término, son los auténticos responsables de un territorio en cuanto producto social. En este sentido, el geógrafo inicialmente localiza y sitúa en el territorio todo aquello que constituye el objeto de su investigación, la descripción y definición de las formas le lleva a analizar su disposición, su repetición, su similitud y su singularidad, esforzándose al mismo tiempo en clarificar esas formas y elementos ya ordenarlos de una manera lógica, comprensiva y coherente. Así, para Dar by (1962) la geografía es una ciencia en la medida en que los elementos que percibimos son examinados y medidos cuidadosamente, y es un arte en la presentación de los elementos elegidos, seleccionados y ordenados.

Se trata, pues, del doble proceso de reflexión metodológica de análisis y síntesis. Análisis en cuanto disección del territorio en sus elementos constitutivos básicos y síntesis en cuanto conjunción de los elementos al objeto de comprender el territorio en forma de interrelaciones explicativas de la realidad espacial. No obstante el geógrafo es consciente de que la dificultad que encierra el análisis territorial se deriva de la misma complejidad de los hechos geográficos, máxime si se tiene en cuenta que resulta difícil que las relaciones que se establecen entre los hechos geográficos sean manifiestamente simples. Por ello, y dado que el concepto de relación es ya en sí complejo, es difícil reducir esa relación a una noción espacial simple. Sin embargo, la ordenación de las relaciones puede ser facilitada y sistematizada, y por tanto resultar mucho más fecunda, a partir de la utilización de modelos. Ciertamente la utilización de modelos en la explicación de los fenómenos geográficos ha sido motivo de importantes posturas encontradas a favor y en contra de su uso, sin embargo, debe tenerse muy presente que un modelo, como bien afirma Milton Santos (1993), constituye una representación de la realidad, cuya aplicación o uso sólo se explican con el objetivo de un mayor conocimiento de dicha realidad, o lo que es 10 mismo, en cuanto hipótesis de trabajo sujeta a verificaciones.

Al margen de cualquier otra característica, en una primera aproximación, todo espacio geográfico presenta un aspecto estático. Su simple observación permite aprehender los elementos fundamentales que son visibles, concretos y directamente manifiestos en el espacio. A partir de esta observación la división de un territorio cualquiera se asienta en el reagrupamiento de cierto número de elementos u objetos que pueden ser unidos por el único lazo evidente que llevan en sí mismos, es decir, por sus semejanzas. Por consiguiente, se trata de un doble proceso reflexivo. De una parte, consiste en la búsqueda de los factores brutos de subdivisión, de los límites inscritos en el espacio. En el ámbito geográfico estos límites pueden ser naturales o artificiales, en el primer caso se trata de los límites que singularizan los objetos del medio físico, tal sería el caso de un tramo de una cuenca hidrográfica, de la extensión territorial de una especie arbórea, etc. En el caso de los límites artificiales se trata de la delimitación político-administrativa que individualiza las distintas unidades territoriales, caso de los términos municipales. En un segundo tiempo, se buscan los caracteres de dichos elementos capaces de ser agrupados por su semejanza y que dan lugar a la configuración de zonas homogéneas. En estas zonas, compuestas por un determinado número de unidades territoriales, se da un reparto igual de un factor o conjunto reducido de factores que priman sobre la diversidad de los otros componentes del medio y que se configuran en la base de la homogeneidad. Por ello. para analizar el espacio bajo el prisma de "agregado de unidades elementales" se hace obligado realizar dos fases consecutivas: en primer lugar. descubrir los elementos que presentan unos caracteres comunes y, en segundo lugar. establecer las relaciones que presentan esos elementos entre sí. buscándose con ello un estudio dinámico de los mecanismos que unen entre sí los elementos del medio estático.

De esta forma puede suceder que todos los elementos de un espacio presenten las mismas características y ello posibilite que ese medio pueda definirse como homogéneo, o bien que los caracteres de unos objetos sean absolutamente diferentes de los atributos de otros y con ello el medio sea heterogéneo, bien atomizado, si los elementos no se encuentran agrupados, bien estructurado, si se pueden establecer unos límites determinantes de los subconjuntos interconexionados en que queda dividido el espacio.

Bryan Berry realiza una novedosa reflexión sobre el aspecto biforme que presenta el espacio en cuanto estructura estática y dinámica. A la definición de espacio que realiza Berry como conjunto de objetos, los caracteres de esos objetos y sus interrelaciones, le falta añadir la necesidad de una descripción formal y detallada de las características con el fin de obtener entidades más o menos homogéneas y avanzar una definición funcional que derive en la delimitación de zonas con un sustrato formal homogéneo. Con todo ello, y siguiendo el esquema de las dos etapas de análisis apuntadas, se llegará desde un punto de vista estático a la elaboración de un espacio mosaico, con trozos del espacio terrestre de dimensión y de características muy variadas, pero donde cada uno se presentará como una entidad más o menos homogénea. Por su parte, desde el punto de vista funcional se llega a la determinación de un espacio dinámico donde flujos de relaciones dibujan sobre un fondo de unidades en forma de espacio-mosaico flujos de naturaleza, de importancia y de dirección variadas, de manera que, por ejemplo, en el caso de que dichos flujos converjan sistemáticamente en unos puntos centrales determinados, se llegue al efecto que los economistas denominan como "polarización", que no es sino la concentración de fuerzas y de flujos de materia, energía e información en unos puntos territoriales.

Este es el caso de la comarca vizcaína de Gernika-Bermeo donde el núcleo de Gernika polariza la actividad socioeconómica del conjunto comarcal generándose a su alrededor un espacio circundante de marginación relativa. Otros ejemplos, igualmente significativos, se encuentran en el macrocefálico núcleo de Vitoria-Gasteiz frente al resto del territorio alavés, e incluso en la aglomeración bilbaína frente al resto del conjunto vizcaíno.

La afección de ambas propiedades en los distintos trozos que componen el territorio no es igual, así mientras algunos se encuentran marcados principalmente por el carácter estático, otros están definidos esencialmente por combinaciones de relaciones dentro de una dinámica evolutiva

Lo que realmente es una realidad constatable es que la Geografía, incluso la más clásica, siempre ha pretendido modelizar, aunque muchas veces se haya realizado de forma inconsciente y sin método.

En este sentido, para algunos autores (A. Brunet, 1973) el mismo estudio regional puede calificarse de descripción de un concreto modelo territorial, si se tiene en cuenta que no se puede llegar siempre a describir toda la infinita riqueza regional. Sin embargo, este modelo territorial no ha llevado hasta el final la modelización, entendida como sinónimo de esquematización o abstracción, ya que no se ha forzado el análisis hasta llegar a tener conocimiento de las organizaciones fundamentales, a destacar los elementos constitutivos, a relativizarlos e, incluso, jerarquizarlos, a reconocer aquéllos que expresan lo esencial frente a los que expresan lo accesorio. Esta línea de pensamiento se encuentra muy próxima a la definición que Peter Haggett (1965) realiza sobre la modelización, para quien constituye una representación esquemática de lo realizado al objeto de una demostración.

A este propósito Max Weber (1968) escribía, en referencia a las ciencias históricas, que el conocimiento de las regularidades, y por tanto el establecimiento de "leyes", sólo puede ser un medio para llegar al objeto propio que es el conocimiento de un fenómeno significativo en su singularidad.

Para A. Ferras (1993) y A. Brunet (1973), el modelo, además de traducir la organización de un espacio, supone una representación del territorio. Mas aún, señalan que las cualidades del modelo van más allá de ser un instrumento de investigación, siendo un instrumento de trabajo y de enseñanza en el sentido de servir de representación de realidades territoriales en el aprendizaje de los niños.

Sin embargo, uno de los aspectos negativos que presenta la realización de un modelo es el hecho de que en su elaboración se produzca una elección y, con ello, una cierta carga de subjetividad. La deseada objetividad vendría con la utilización de procesos mecánicos que estableciesen a priori la toma de los elementos y la graduación de su importancia dentro del modelo. Para ello sería preciso el empleo de útiles cuantitativos que posibilitasen la realización de modelos objetivos y simples en su organización. En línea con estas premisas, debe tenerse siempre presente que los modelos gráficos sirven para desvelar un cierto número de organizaciones geográficas, para describir estructuras espaciales' a partir de procesos metodológicos simples.

Ciertamente estas líneas de opinión se encuentran al margen de todo el proceso clásico de la realización pedagógica y metodológica de la geografía, donde se parte de la descripción del marco en el cual se inscriben los hechos para finalizar por las realizaciones más elaboradas del hombre sobre el territorio cuales son las ciudades. Por tanto, con el empleo de los modelos gráficos nos alejamos de la unidad, del excepcionalismo y de las ideas recibidas.

El análisis que se presenta en estas páginas constituye el proceso metodológico seguido en la realización del estudio de la distribución del desarrollo socioeconómico en el espacio de la Comunidad Autónoma del País Vasco, al mismo tiempo que se realiza un análisis detallado de sus causas y consecuencias sobre los desequilibrios territoriales, llegándose finalmente a plasmar esos objetivos en forma de modelos gráficos sencillos que esquematizan la problemática de dichos desequilibrios a través del estudio previo de su estructura y de los elementos que lo integran.

Para ello se parte de una serie de premisas iniciales que sirven de marco teórico conceptual donde encuadrar el análisis y sus resultados.

1) El espacio geográfico es una realidad tangible, no es una abstracción de carácter utilitario como es el espacio del economista, pero asimismo el espacio geográfico es un hecho al mismo tiempo fijo y en movimiento, que sobrepasa su simple localización, ya que los fenómenos geográficos además de ocupar un concreto lugar, tienen también una proyección sobre una superficie próxima.

2) El espacio es percibido por el geógrafo bajo una doble dimensión; una percepción directa, igual para todos los que perciben el mismo fenómeno, y una percepción especializada que supone el objeto de una problemática o cuestión territorial, así como un paralelo mecanismo de reflexión que suscita al geógrafo a la búsqueda de la explicación ya poner en acción la investigación casi infinita de las interrelaciones.

3) El espacio geográfico es una agregado de unidades elementales de estructuras complejas, donde las relaciones se establecen por mediación de fuerzas en las que la acción humana juega un papel decisivo.

4) Un conjunto de factores tales que los recursos naturales, el predominio de un sector de actividad, la diversidad de los orígenes históricos y culturales, etc, hace que la actividad económica, los recursos y la población no se encuentren distribuidas de forma homogénea y equilibrada sobre el espacio. Esta hipótesis sirve de marco de referencia para el estudio de las diferenciaciones en el reparto geográfico de la actividad económica y su constatación en los desequilibrios espaciales de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

5) Asimismo, la delimitación de espacios diferenciados con problemáticas más o menos homogéneas, al igual que su cartografía como instrumento de síntesis de la realidad territorial, puede contribuir al conocimiento de ese territorio y su problemática.

El proceso de trabajo, desde el conocimiento de la realidad territorial de la Comunidad Autónoma del Páis Vasco hasta su esquematización o modelización gráfica, se ha realizado en tres niveles operativos (ver ilustración Nº 1 ).

Un primer nivel teórico, en el cual a partir de la observación de los elementos, de los atributos y factores sociales, económicos, culturales, etc, de la Comunidad Autónoma, se llega a plantear determinadas hipótesis sobre los desequilibrios territoriales y sectoriales. En este sentido, podemos retomar las afirmaciones de Bailly-Beguin (1982) cuando afirman que "solamente el razonamiento puede justificar el carácter causal de una relación". Ciertamente cuando se quiere actuar sobre un medio determinado debe realizarse previamente un conocimiento en profundidad de dicho medio: las dificultades mayores a las que se encuentra sometido, las fuerzas que lo atraviesan, etc. Se trata, en suma, de observar para conocer.

Un segundo nivel, de carácter metodológico, se refiere a la elaboración de un modelo de análisis a partir "de métodos cuantitativos, que pondrán de manifiesto la estructura del territorio. Este modelo servirá para verificar si las estructuras identificadas y definidas a priori responden y se ajustan a la realidad.

Concretamente el uso del análisis factorial multivariante pretende elaborar un sistema conceptual explicativo de los hechos observados. Su empleo se justifica en razón de la necesidad del tratamiento simultáneo de numerosas variables o de atributos y elementos que integran un territorio, así como también sus interrelaciones.

Para la realización del análisis factorial se recogieron todos los datos estadísticos referidos al nivel municipal que, a priori, podían tener relación con los objetivos y planteamientos iniciales del estudio. Con todos ellos se realiza un filtrado de información de forma que, después de numerosos análisis en componentes principales que han permitido testar la significación de las variables recogidas, se han seleccionado trece variables representativas. Esta selección pretendía concentrar el análisis sobre los indicadores socio-económicos y estructurales más importantes y representativos en relación con la problemática del desarrollo regional vasco. Con este análisis multivariante se llega a condensar un conjunto de observaciones con toda una carga informativa variada al objeto de ofrecer una representación simplificada y organizada.

Tras la realización del análisis factorial se recurre a las técnicas de clasificación (en este caso al "Cluster Analysis") con la intención de reagrupar las unidades espaciales de referencia (municipios) de acuerdo a una medida de semejanza, proximidad y de inercia. Realizada la clasificación y establecidos los grupos de unidades territoriales se analizan sus características, sus peculiaridades y el lugar que ocupan dentro del conjunto territorial más amplio del cual forman parte.

En esta segunda etapa se pretenden alcanzar dos objetivos principales: describir y analizar.

La tercera parte consiste en la creación de los modelos que sintetizan la realidad estudiada ar objeto de poner de relieve sus componentes básicos. Se trata de una reflexión con el propósito de síntesis. Aquí se inscriben la realización del análisis sistémico aplicado a la Comunidad Autónoma del País Vasco y la cartografía automática que da paso a la elaboración de los coremas o modelos gráficos.

 

Ilustración nº 2

Si bien el estudio se sirve del análisis factorial como método para discernir la estructura del territorio, sin embargo conviene sobrepasar ese marco estático buscando el carácter sistémico complejo y dinámico de la realidad, es decir, se trata de una ruptura con la interpretación puramente descriptiva y estática de esa realidad, ya que el análisis sistémico reconoce el carácter de totalidad y el dinamismo interno de los objetos analizados, sin encontrarse obligado a particionar los fenómenos observados en pequeñas partes. Más aún, el análisis sistémico concede gran importancia a las correlaciones y al dinamismo frente a los elementos aislados ya su jerarquización estática (ver ilustración Nº 2).

En esta fase de síntesis informativa la cartografía como recurso destacado de la ciencia geográfica, constituye un medio de comunicación y un instrumento que se sitúa entre la observación sobre el terreno y la interpretación de los resultados. En el caso concreto de la cartografía que representa los resultados de los análisis factoriales, se establece la representación gráfica de la organización del espacio vasco como un conjunto más o menos coherente de lugares puestos en relación. Este conjunto, como bien señala A. Brunet (1980) se encuentra al mismo tiempo diferenciado e integrado en áreas y redes (líneas y puntos) a través de los cuales circulan flujos informativos. En este sentido, la cartografía geográfica en cuanto instrumento de clasificación, de combinación y de explicación de los hechos observados constituye una construcción lógica y sintética sobre la cual se puede exponer la estructura del espacio vasco en forma de coremas.

En el proceso de análisis que venimos explicando, los mapas generados a partir de los análisis factoriales han servido como punto de partida para llegar al mapa-modelo donde se subrayan las estructuras fuertes que van a ir paulatinamente depurándose hasta conservar lo esencial, ya que 10 que básicamente compone el modelo es la idea o elección de una problemática.

Antes de pasar al estudio del corema como modelización gráfica que representa la estructura simple del espacio, conviene clarificar que mientras el mapa representa un espacio, el modelo lo explica, mientras el primero describe, el modelo construye, destruye, reconstruye un determinado número de combinaciones simples, ya que apoyado en una estructura territorial concreta el modelo propone una interpretación. Con el mapa se ve, con el modelo se comprende; por ello para Ferras (1993) surge un "falso" problema que no se plantea en la realidad, cual es la necesidad de conservar o no el detalle, dado que permanece todo lo que entra en la problemática definida mientras que el resto es obviado. Ciertamente el modelo gráfico responde a un largo proceso de investigación ya unas reglas de juego, se apoya en un aprendizaje previo que se va enriqueciendo con sucesivas hipótesis, constataciones y deducciones hasta llegar a la abstracción, a lo esencial.

No en vano, los coremas que se presentan en este análisis, constituyen el resultado de todo el proceso que ha sido expuesto en estas páginas, desde el planteamiento de la problemática, el conocimiento de la realidad y de la estructura territorial de la Comunidad Autónoma del País Vasco, la depuración informativa, su representación cartográfica, hasta su síntesis y exposición simple en forma de modelos gráficos.

Dentro de su carácter novedoso, el modelo no deforma una realidad, que se pretende sea objetiva, con mayor intensidad con que distorsiona cualquier otro proceso gráfico o cartográfico, si bien hay que afirmar que, dado que en todo modelo existe una elección, se produce una consecuente carga de subjetividad.

El modelo gráfico, en cuanto producto que deriva de un proceso sistémico, da lugar a un método global y totalizador que sirve para desvelar ciertas organizaciones espaciales, para describir estructuras territoriales a partir de procesos metodológicos simples.

La coremática, como señala A. Ferras (1993), supone un cambio de paradigma en la ciencia geográfica. Su creación y denominación se deben a Roger Brunet a partir de cuatro publicaciones, algunas aparecidas en l'Espace Geographique, sobre el Macizo Central, Francia, la región de Champagne y Hokkaido. En estos estudios Brunet sobrepasa el análisis regional, que conoce con gran profundidad, y crea una nueva expresión gráfica, la modelización, en la cual combina una serie de coremas que con el uso y la reflexión teórica van a quedar definitivamente configurados o establecidos, dando lugar a un inventario simple y normalizado de coremas que expresan las organizaciones espaciales. Así Brunet (1973) ofrece un listado de entre veinte y treinta coremas básicos, sin embargo, el número de combinaciones entre esos coremas es ilimitado ya que infinita es la variedad de las organizaciones espaciales concretas. En la ilustración Nº 3 se ofrece el listado (diccionario) de coremas básicos utilizados para la realización de los modelos gráficos que expresan la organización espacial y socioeconómica del desarrollo de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

El corema, según Ferras, no es, sin más, una técnica de visualización, no se trata de una sencilla simplificación, sino que se trata de subrayar los dinamismos espaciales intrínsecos en el territorio, haciendo expresar al mapa mas allá de lo que describe por sí mismo. Los coremas analizan fenómenos geográficos generalmente bajo el ángulo de la difusión, la ruptura o la dominación, sin preocuparse en primer lugar de la localización perfectamente exacta del objeto geográfico. Sin duda, este hecho constituye, por sí sólo, un aspecto novedoso dado que tradicionalmente la cuestión primera de la Geografía ha sido responder a la interrogante del "dónde", si bien, también es cierto, que este objetivo lo cumple satisfactoriamente la cartografía.

El significado del corema es doble. Por un lado, aparece como unidad elemental de construcción, a base de combinaciones, de un modelo de organización espacial y, por otro lado y al mismo tiempo, supone la expresión gráfica de ese mismo objeto. En el estudio se ha adoptado la figura del triángulo como representación geométrica próxima de la fisonomía del territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Esta figura geométrica en opinión de Ferras (1993) simboliza la armonía y constituye la base de otras figuras poligonales dado que cualquier figura en la que se trazan líneas desde el centro hasta los ángulos puede ser particionada en triángulos, así por ejemplo el hexágono se compone de seis triángulos básicos.

Utilizar los coremas supone recurrir al uso de elementos simples de construcción tales que el punto, la línea, el área y la red, elaborándose entre ellos combinaciones simples.

El proceso de elaboración de un corema comprende cuatro operaciones básicas:

La primera operación consiste en la elección de los elementos significativos dentro de la complejidad de la realidad.

La segunda operación es la clarificación (comprensión) de la estructura espacial y sus relaciones internas.

En nuestro estudio ambas operaciones se hacen posible mediante el uso del análisis factorial multivariante y la clasificación de los grupos.

En tercer lugar se trata del planteamiento de un todo coherente y lógico. Esta operación se materializa a partir de la realización del análisis sistémico aplicado a la estructura territorial ya clarificada.

La cuarta operación hace referencia al planteamiento del análisis en términos de generalización con el fin de poder realizar posibles comparaciones. Este proceso puede materializarse a través de la cartografía y de los modelos gráficos que de ella pueden derivarse.

La modelización gráfica es por tanto una conceptualización del espacio que se expresa a través del dibujo del objeto corema y donde la representación no es una parte subjetiva sintetizadora de la realidad, sino una hipótesis de trabajo. El corema no es una realización banal sino todo lo contrario, ya que de todas las dinámicas espaciales que conforman un territorio se eligen aquéllas que son consideradas más significativas, proponiéndose con ello, a partir del corema, una articulación legible y lógica en forma de modelo.

El uso de los coremas en la explicación del espacio geográfico supone un importante cambio en el aspecto gráfico de la expresión de las estructuras territoriales. Por ello, para Brunet (1987), la buena representación de un fenómeno geográfico no deriva ya de forma automática del resultado de una buena base cartográfica dado que ya no se aborda la representación geográfica en términos de estética, sino en su estructura. Todo ello hace que las representaciones gráficas adquieran una nueva dimensión, que no reemplaza a la cartografía, sino que mas bien amplía dicha representación, ya. que debajo de una cartografía se puede discernir un modelo.

Por ello, para la coremática la localización perfecta y exacta de un hecho geográfico no es determinante, ya que esta función la cumple ampliamente la cartografía.

Sin duda, el mapa es la representación de una realidad, surge como consecuencia de una técnica y de un lenguaje, pero también es verdad, que así como la técnica evoluciona rápidamente, el lenguaje lo hace más lentamente, existiendo por tanto un desfase evolutivo entre ambos componentes. Por ello se mantiene la base cartográfica en sus distintas expresiones pero, sin embargo, el conjunto de los objetos y su valoración respectiva se van a posicionar sobre el mapa según una determinada localización geográfica y va a ser producto del ajuste y resultado de operaciones matemáticas, estadísticas y de sus directrices.

Estas afirmaciones se ilustran con la presentación de tres ejemplos (ver ilustraciones Nº 4, 5 y 6) que ofrecen el proceso metodológico seguido mediante la representación cartográfica (automática) producida a partir de los análisis factoriales y Cluster y su traducción gráfica en forma de modelos simples, esquemáticos y representativos de la estructura geo-socio-económica de la Comunidad Autónoma del País Vasco en sus sectores primario. secundario y comercial. La máxima información con la mínima expresión.

Junto al mapa y al modelo gráfico se ofrece un texto adjunto que trata de explicar y dar lectura al contenido informativo que encierran dichos modelos con sus coremas.

En la elaboración de estas organizaciones espaciales se ha tenido siempre presente, como bien afirma Roger Brunet, su carácter relativo, ya que se debe analizar el modelo relativizándolo. En este sentido Brunet señala tres modos distintos de relativización:

*) En primer lugar, se trata de una relativización efectuada por la misma sociedad que desarrolla su actividad en un espacio concreto. Se trata de elaborar el "sistema" del mismo descubriendo su modo de producción, formaciones sociales, relaciones de producción, modelos culturales, etc. Ciertamente, en el ejemplo vasco, la distribución de las parcelas agrícolas en torno a las unidades de poblamiento es diferente en el caso del caserío para el sistema atlántico, que en los núcleos de población del sistema mediterráneo.

*) En segundo lugar, se produce una relativización en razón del entorno o medio ambiente, es decir, en función de la posición del corema considerado, ya que no sólo cambia el mismo corema, sino que también se transforma la naturaleza del entorno. Así, situarse en la proximidad del corredor Bilbao -Irún es diferente que encontrarse en la zona (marginada) de Valles o Montaña Alavesa.

*) En tercer lugar, la relativización derivada de la puesta en perspectiva. El sólo hecho de analizar un objeto o una organización espacial concreta puede acarrear el peligro de crear un "centro" ya que se ha focalizado el análisis sobre ese punto o área determinada, mientras que las claves de su existencia o de su explicación se encuentran fuera de él o en su entorno, pudiéndose caer en el peligro de tomar unos coremas en lugar de otros más acertados.

Con todo ello se trata de llamar la atención sobre el hecho de estas inevitables relativizaciones que recuerdan que analizar una organización espacial, reconociendo sus coremas, supone aprehender sólo una fracción de la totalidad, ya que el ordenamiento espacial dice mucho, pero no todo, aunque sí diga lo esencial.

Los coremas aparecen como signos y permiten, por tanto, crear una semiología de la organización del espacio. Las reglas de representación utilizadas en los modelos gráficos derivan de la semiología. La investigación semiológica se propone reconstruir el funcionamiento de los sistemas de significación distintos de la lengua de acuerdo con el proyecto propio de toda actividad estructuralista, es decir, se trata del proyecto de construir un simulacro de los objetos observados. En este sentido se debe precisar que la investigación semiológica tiene por objeto todos los sistemas de signos (Barthes, 1970) y que el signo, a su vez, está compuesto por un significante y un significado. El plano del significante constituye el nivel de expresión y el del significado el del contenido. Estas afirmaciones llevadas a la modelización gráfica suponen que la parte significante de un corema es el orden discernible que se encuentra escondido, mientras que la parte del significado es el resultado final claramente expresado, como

por ejemplo una estrategia de dominación espacial. En el corema resumen de la Comunidad Autónoma del País Vasco se trata de la existencia de un triángulo dentro de la figura triangular que simboliza el territorio vasco, que se corresponde con un espacio dinámico y de atracción demográfica así como también de desarrollo económico e industrial frente a los bordes del mismo que presentan una menor prosperidad económica. Como se observa en la ilustración Nº 7 este modelo gráfico o conjunto de coremas-resumen es el punto de llegada de cuatro modelos gráficos previos que sintetizan a su vez lo más significativo de los caracteres geográfico, social y económico del territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Desde las primeras publicaciones de Roger Brunet en la revista L'Espace Géographique hasta las publicaciones realizadas por el GIP-RECLUS de Montpellier, han sido múltiples los trabajos y artículos elaborados tomando como base de realización los modelos gráficos y coremas. Por ello puede hablarse ya del surgimiento de un nuevo instrumento de reflexión y de experimentación, al mismo tiempo que de un método de tratamiento de la información que utiliza la percepción visual y la reflexión lógica para la comunicación.

Todo ello ha motivado que este instrumento no haya pasado desapercibido ni haya dejado indiferente la sensibilidad de los geógrafos que han visto en este instrumento un avance manifiesto sobre la cartografía tradicional, al igual que tampoco ha resultado ajeno a los profesionales que buscaban una solución a los problemas de comunicación que se planteaban en el medio académico de transmisión de conocimientos sobre las complejidades de las relaciones territoriales.

ILUSTRACION NUMERO 4

MAPA: % POBLACIÓN SECTOR PRIMARIO (1981)

 

EL SECTOR PRIMARIO O LA MARGINACIÓN DE UNA ACTIVIDAD PRODUCTIVA.

Sobre el mapa que representa el porcentaje de la población primaria se puede claramente constatar la división bioclimática y socioeconómica Norte-Sur de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Los Territorios costeros (dominio atlántico) presentan valores de población agrícola inferiores a la media regional. Esto refuerza el carácter marginal del sector agrario en la estructura económica de Gipuzkoa y Bizkaia. Sin embargo en Araba (medio mediterráneo de transición) los activos agrarios son comparativamente más importantes, con excepción de los centros industriales de Vitoria-Gasteiz, Llodio, Amurrio, Salvatierra. La orientación productiva es de carácter mediterránea: cereal y viñedo.

La agricultura atlántica está caracterizada por una explotación de carácter familiar: ganadería y policultivo en el marco de explotaciones reducidas. La producción, que anteriormente estaba orientada al autoconsumo, así como la utilización de productos intermedios de origen interno a la explotación, han evolucionado hacia una agricultura de mercado.

La dimensión reducida de las explotaciones constituye la dificultad estructural más importante e impide una autonomía financiera eficaz.

La crisis de la agricultura tradicional vasca ha sido motivada de una parte por el cambio de la demanda de productos agrícolas (mercado urbano). y de otra parte por la evolución del mercado de trabajo debido a la fuerte urbanización e industrialización.

El modelo gráfico del sector primario es el inverso del de la industria. Se constata la fuerte especialización productiva para cada espacio del territorio vasco. Así se puede constatar que a partir de los resultados, las zonas más desfavorecidas corresponden con las zonas de predominio agrícola.

La franja costera presenta valores importantes en razón de la actividad pesquera.

 

COREMA REPRESENTATIVO DEL SECTOR PRIMARIO DE LA CAPV

LA INDUSTRIA: MEGASECTOR DE LA PRODUCCION VASCA

El mapa de la población ocupada en el sector secundario es el inverso del de la población del sector primario.

Los valores más importantes se encuentran en los Territorios costeros y principalmente en las comarcas de Gipuzkoa que se corresponden con los valles del Urola y Deba.

La actividad industrial coincide con las concentraciones de población más importantes. Todo ello está limitado a los principales espacios-corredores definidos por las vías de comunicación que permiten la difusión de las innovaciones y su desarrollo.

Gipuzkoa es el espacio más homogéneo, poblado de pequeñas y medianas empresas, mientras que en Bizkaia, muchos núcleos de las comarcas de Gernika-Bermeo, Encarataciones y Plentzia-Mungia presentan valores inferiores a la media regional.

Las capitales de los dos territorios costeros: Donostia-San Sebastián y Bilbao presentan valores inferiores a la media del conjunto regional en razón de su carácter de capitalidad y de la importancia de los servicios.

Por contra, en Vitoria-Gasteiz los valores son superiores. Su porcentaje de población secundaria se sitúa entre los valores más importantes del conjunto vasco, este hecho se invierte en el espacio periférico de claro predominio agrícola.

Los espacios de Araba y Bizkaia son muy representativos de la polarización industrial. Sus centros originarios han tenido un dinamismo autoconcentrado y, por tanto, no han difundido su desarrollo al resto de sus respectivos espacios territoriales.

LA ESPECIALIZACION COMERCIAL SOBRE LOS EJES

Una diferencia Norte-Sur sigue observándose: el comercio especializado respecto a la población total se encuentra muy unido a la estructura urbana peculiar de cada Territorio. La existencia de ser. vicios comerciales especializados está en función de la población hacia la cual aquéllos se orientan.

Los valores más importantes se sitúan en Gipuzkoa. Se trata de una estructura urbana muy condicionada por la configuración orográfica que ha hecho de cada núcleo rector un centro organizador de su propia área de influencia. Así la estructura industrial homogénea hace que la población esté bien repartida en todo el Territorio.

Por contra, los valores del comercio especializado en Bizkaia son más elevados en razón de la fuerte concentración demográfica localizada en el espacio del Gran Bilbao.

En los Territorios costeros se encuentra un nivel de especialización muy semejante al eje que une las capitales de los dos Territorios (eje Bilbao -Donostia-San Sebastián-Irún).

En Araba se observan dos fenómenos interesantes: de un lado la fuerte polarización centrada en la capital vitoriana, la cual mantiene una relación centro -periferia con el espacio alavés. De otro lado, la ruptura de las relaciones del sur con la capital y el norte, lo cual motiva que los centros situados al sur del espacio alavés organicen sus propias áreas de influencia comercial.

 

COREMA REPRESENTATIVO DE LA ESPECIALIZACION COMERCIAL EN LA CAPV.

Ilustración n. 7

BIBLIOGRAFÍA

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