Lurralde :inv. espac. N. 26 (2003) p. 201-218 ISSN 1697-3070


 

REGIMEN DE TEMPERATURAS DEL SECTOR

NOROCCIDENTAL DE NAVARRA Y NORORIENTAL DE GUIPÚZCOA

 EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX.

 

Recibido: 2003-06-01

Aceptado: 2003-09-15

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Pedro J. LOZANO VALENCIA

Miguel A. LOZANO VALENCIA

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Universidad del País Vasco.

Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología.

Vitoria-Gasteiz

RESUMEN: A partir de los datos climatológicos de diferentes estaciones se analiza el régimen y las características térmicas de una zona comprendida por el Macizo de Cinco Villas navarro, en su sector occidental y la zona nororiental de Guipúzcoa, ambos en contacto. Este territorio caracterizado por originales rasgos climáticos, ofrece un régimen térmico suave, moderado, donde factores como la influencia oceánica, la altitud, la exposición, el compartimentado relieve, etc. van a contar con una notable importancia.

PALABRAS CLAVE: Temperaturas medias, temperaturas extremas, influencia oceánica, factores microclimáticos, amplitud térmica, régimen térmico.

REGIME OF TEMPERATURES IN THE NORTH-WESTERN SECTOR OF NAVARRE AND NORTH-EASTERN SECTOR OF GUIPÚZCOA IN THE SECOND HALF OF THE XX CENTURY.

ABSTRACT: From climatological data of different observatories, the regime and the thermic characteristics of a zone comprised between the north-western sector of the Cinco Villas Massif in Navarre and the north-eastern sector of Guipúzcoa, both zones in contact, are analysed. This territory, characterized for its original climatic features, offers a mild thermic regime, moderate, where factors such as oceanic influence, altitude, exposure, compartmentalized relief, etc. have a remarkable significance.

KEYWORDS: average temperatures, extreme temperatures, oceanic influence, microclimatic factors, thermic amplitude, thermic regime.

 

1.- INTRODUCCIÓN

El estudio y caracterización de los regímenes climáticos de diferentes áreas cuenta con especial interés de cara a la comprensión, no sólo de la sucesión más o menos gradual de unos tipos termométricos, sino para cuestiones de carácter más aplicado como la ordenación del territorio, la búsqueda de unas características constructivas adecuadas, el diseño de unas infraestructuras adecuadas, etc.

El presente trabajo cuenta con una vocación descriptiva y analítica de la situación termométrica, a través del estudio de diferentes variables como las temperaturas medias por meses, las temperaturas absolutas, las temperaturas medias por años a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, las temperaturas por observatorios o estaciones y las temperaturas por días, de manera que pueda comprenderse y quedar caracterizado el régimen térmico que se da en un territorio ciertamente peculiar en cuanto a fenómenos y características climáticas.

Aunque no van a existir especiales diferencias de cara a las temperaturas, en comparación con zonas y regiones más o menos próximas, lo cierto es que la zona de estudio se dispone sobre un relieve accidentado, de media montaña, de manera que los montes más elevados como el Mandoegi y el Urepel alcanzan respectivamente los 1037 y 1050 m, pero con una altitud media superior a los sectores circundantes, sobre todo en lo que respecta a la zona guipuzcoana. De hecho, las fronteras del área de estudio coinciden con valles relativamente encajados que limitan lo que en geología se ha venido a denominar como el macizo de Cinco Villas. Los límites naturales serían el valle o corredor de San Sebastián-Irún-Lesaka en la zona norte, marcando el límite con el Mar Cantábrico, en su sector más oriental del Golfo de Vizcaya, cuestión que va a contar con una gran importancia climatológica, el río Bidasoa y, por su puesto, el estado francés. Al oeste su límite coincide con otra depresión formada o socavada por el río Oria, al sur la frontera natural discurre por el Valle de Tolosa-Berástegui-Leiza, y por último, al este el límite viene marcado por una serie de valles fluviales no tan nítidos ni abiertos pero que unen la localidad navarra de Leiza con la de Lesaca.

Todas estas características físicas, de localización y de relieve van a otorgar una primera visión que nos lleve a un diagnóstico preliminar del régimen y características térmicas potenciales. Un factor fundamental es la gran influencia que ejerce la masa oceánica del Mar Cantábrico, otro factor fundamental va a ser la relativamente elevada altitud media y, por último, la existencia de una litología dominada mayoritariamente por materiales del paleozoico, con litologías relativamente deleznables; pizarras, grauwacas, esquistos, etc. que dan lugar a un relieve muy sinuoso, compartimentado, donde el régimen precipitacional elevado ha configurado una densa red de torrentes y ríos muy encajados, generando unos valles muy cerrados y con unas elevadas pendientes. Este relieve compartimentado cuenta con una gran importancia a la hora de abordar una escala más de detalle y cuestiones de tipo microclimático.

A nivel de precipitaciones, sin embargo, el área de investigación sí cuenta con un carácter más peculiar, puesto que en la zona están registradas algunas de las precipitaciones más abultadas de toda la Península Ibérica, marcando un récord ibérico y Europeo en la estación de Artikutza con unos registros medios superiores a los 2700 mm/año. Este fenómeno se une al hecho de existir un tránsito de masas de aire continuo entre la región del Cantábrico oriental y el sector más occidental del Mar Mediterráneo, sector ciclogenético que hace que exista una especie de succión de las masas de aire que circulan de oeste a este recorriendo todo el Cantábrico, cargándose de humedad y depositándola en estos relieves más modestos que sirven de bisagra entre dos grandes cordilleras como son la Cantábrica y los Montes Pirineos, verdaderas paredes de contención.

2.- OBJETIVOS, ESTADO DE LA CUESTIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

El objetivo fundamental del presente trabajo pasa por caracterizar el régimen térmico del área de estudio durante la segunda mitad del siglo XX.

También se pretende aportar datos nuevos a otro tipo de trabajos realizados sobre el mismo tema y en zonas aledañas o que engloban la que va a ser tratada a continuación.

Aunque existen trabajos anteriores, son dignos de mención los protagonizados por autores como URIARTE (1987), donde se hace un repaso exhaustivo de las características climáticas de la costa vasca. RUIZ URRESTARAZU y GALDÓS (1989), realizan también un meritorio análisis de la climatología de la vertiente atlántica del País Vasco. Otros trabajos a destacar son: MERINO (1984 y 1999), PEJENAUTE (1991), URIARTE y BAINÉS (1987), etc.

En todo caso, lo que se observa es la inexistencia de trabajos que se circunscriban solamente a la temática propuesta en lo que a la zona concreta respecta. Ésta, en el mejor de los casos aparece englobada dentro de otros territorios más amplios: provincia de Guipúzcoa, Navarra, País Vasco, Vertiente Atlántica, etc. Por ello y por las especiales características comentadas en el punto introductorio, parece relevante el estudio del régimen de temperaturas para el nordeste de Guipúzcoa y noroeste de Navarra.

 

3.- METODOLOGÍA

Se ha seguido una metodología clásica para el estudio que nos ocupa. De esta manera, se han solicitado los datos termométricos de todos los observatorios que se encuentran dentro de la citada área o en sus inmediaciones al Instituto de Meteorología.

Las estaciones que podían ser de utilidad por contar con series termométricas fueron 9.

GUIPUZCOA: ANDOAIN, AYA, FUENTERRABÍA, IGUELDO, IRUN, OIARTZUN, URNIETA, VILLABONA.

NAVARRA: GOIZUETA

Pero lo cierto es que se han excluido 3 de ellas: Aya, Irún y Urnieta. Los motivos son diferentes. Por una parte, algunas cuentan con series insuficientes, en lo referente a los años de observación. La O.M.M. (Organización Meteorológica Mundial) aconseja unas series determinadas para cada variable, de cara a que los datos obtenidos posteriormente sean validos y no contengan importantes sesgos. Para las temperaturas esta misma organización marca un mínimo de 15 años.

Se ha procurado que las series correspondan a la segunda mitad de siglo, más concretamente, se han intentado buscar datos de los últimos 25 años del siglo XX, aunque no haya sido posible para todos los observatorios. En todo caso, aquellas estaciones que aun no teniendo datos de los últimos años presenten unas series lo suficientemente largas, se han considerado para que quede caracterizado todo este lapsus de tiempo que supone 50 años.

Con todo, a continuación se adjunta una tabla (T1.) con los observatorios utilizados en este estudio y la determinación de la categoría, longitud, latitud, altura, etc. así como los años contemplados en las series y registros.

ESTACION

LATITUD

LONGITUD

ALTITUD

SERIE

AÑOS

 

 

 

 

 

 

ANDOAIN (P, Tª)

43º 19 N

1º 47 E

70 m

21 años

50-70

FUENTERRABÍA (P, Tª, V)

43º 21 N

1º 53 E

8 m

31 años

63-93

GOIZUETA (P, Tª)

43º 10 N

1º 50 E

320 m

19 años

77-95

IGUELDO (P, Tª, V)

43º 19 N

2º 19 E

259 m

31 años

64-94

OIARTZUN (P, Tª)

43º 18 N

1º 50 E

49 m

29 años

56-85

VILLABONA (P, Tª)

43º 11 N

1º 37 E

80 m

27 años

56-83

P: precipitación T: temperatura V: viento

T1.: Observatorios empleados

Por lo demás, hay que comentar que existen muy pocas estaciones que cuenten con registros de temperaturas superiores a 40 años, de tal manera que se han tomado los máximos posibles, en todo caso, nunca por debajo de 15-20 años, llegando la mayoría a los 30 años.

4.- REGIMEN TÉRMICO DE LAS DIFERENTES ESTACIONES Y TEMPERATURAS MEDIAS MENSUALES

En general se puede hablar de un régimen térmico templado y bastante moderado. Este régimen relativamente suave, con inviernos no excesivamente fríos ni veranos demasiado calurosos, cuenta con un factor condicionante claro: la influencia de la masa oceánica que ofrece el Mar Cantábrico, más concretamente el sector sudoriental del Golfo de Vizcaya.

Como se puede observar en la tabla 2 (T2.) y figura 1 (F1.), todos los observatorios llevan una dinámica termométrica ciertamente similar. Sin embargo, también se van a dar diferencias interesantes debidas a distintos factores como: localización altitudinal, ubicación más o menos cerca de la línea de costa, etc.

En lo que respecta a la temperatura media anual de todas las estaciones, hay que reseñar que todos los registros oscilan entre el más cálido de Andoain con 14,3ºC y el más frío de Oiartzun con 12,7ºC. Como se observa la amplitud térmica media anual entre estaciones oscila en 1,6 ºC. Una amplitud bastante reducida. Se puede afirmar que las diferencias térmicas son escasas y, a este nivel, dependen de cuestiones más bien microclimáticas. En este sentido, aunque tanto Andoain como Oiartzun se encuentran en el fondo de sendos valles, el de Andoain cuenta con un carácter más abierto y orientado meridianamente, mientras la estación de Oiartzun se encuentra en un valle más cerrado y orientado prácticamente de este a oeste.

Esta temperatura media anual se acerca mucho al registro medio del planeta, en torno a los 15ºC. Es decir, un régimen ni excesivamente cálido ni excesivamente frío, sino cercano a un confort térmico moderado.

Otra cuestión interesante resulta analizar, a grandes rasgos, la evolución de las temperaturas a lo largo del año. En este sentido, todas los observatorios siguen un patrón muy similar. Las temperaturas mínimas se recogen en el mes de enero para todas las estaciones excepto para Andoain donde lo hacen en el mes de febrero. En todo caso, las mínimas se circunscriben a tres meses: diciembre, enero y febrero. Son las estaciones de Oiartzun y Goizueta las que recogen las temperaturas medias más bajas. Mientras en el primer caso se debe a la situación topográfica y de orientación, en el segundo se deja ver cierto carácter más continental. En realidad no se puede hablar de continentalidad si no lo hacemos matizando nuestras aseveraciones; mientras estaciones como las de Fuenterrabía e Igueldo se encuentran sobre la costa, la de Goizueta lo hace en territorio navarro y es la más alejada de la línea del litoral, a menos de 20 kilómetros en línea recta. Esta somera distinción genera ciertas diferencias en las temperaturas.

Por su parte, las temperaturas medias más altas, en todos los casos, se corresponden con el mes de agosto, marcando máximos relativos muy cercanos a este mes en el de julio. La máxima registrada le corresponde a la estación de Andoain con 21,1ºC, mientras la mínima la marca, una vez más, la estación de Oiartzun con 18,5ºC.

Otro punto interesante a analizar son las amplitudes térmicas anuales de las diferentes observatorios. En este sentido, Andoain muestra su temperatura mensual más baja en febrero, como se indicó anteriormente, con 8,5ºC y la temperatura media mensual más elevada en agosto con 21,1ºC, lo cual hace que la amplitud térmica a lo largo del año y por meses sea 12,6ºC. El observatorio de Fuenterrabía muestra un mínimo centrado en el mes de enero con 8,5ºC y un máximo en el mes de agosto con 20,5ºC. De esta manera, su amplitud térmica es 12ºC. La estación de Goizueta cuenta con un mínimo para el mes de enero de 7,9ºC, mientras el máximo se alcanza en agosto con 20,1ºC. La amplitud térmica de esta estación es 12,2ºC. En Igueldo la mínima se alcanza el mes de enero con 8,1ºC, mientras la máxima aparece en el mes de agosto con 18,8ºC. La amplitud térmica de este observatorio es 10,7ºC. En Oiartzun la temperatura media mensual mínima se registra en el mes de enero con 7,1ºC, mientras la máxima lo hace en el mes de julio y agosto con 18,5ºC en ambos, de esta forma, la amplitud térmica es 11,4ºC. Por último, la estación de Villabona cuenta con un mínimo ubicado en el mes de enero con 7,8ºC y un máximo en agosto con 19,8ºC, lo que hace que la amplitud térmica sea 12ºC.

La máxima amplitud térmica anual por meses la detenta, por lo tanto, el observatorio de Andoain, mientras la mínima se registra en la estación de Igueldo. Resulta curioso que las amplitudes máximas aparezcan en las estaciones de fondo de valle, mientras la mínima lo hace en un observatorio ubicado en la cima de la Montaña de Igueldo a 260 metros sobre el nivel del mar. La explicación es relativamente sencilla. Por una parte, Igueldo, junto a Fuenterrabía, se sitúa junto a la misma línea de costa y la influencia marítima matiza enormemente las temperaturas. Pero más importante que este factor es la ubicación topográfica. En los fondos de valle las condiciones en invierno de nieblas relativamente densas, derivadas de situaciones anticiclónicas, son realmente abundantes y traen consigo una clara inversión térmica. De hecho, las zonas elevadas a unos 200 metros cuentan con las mejores disposiciones para librarse de estas nieblas y, de esta forma, alcanzar temperaturas más suaves, sobre todo, teniendo en cuenta que hay días en los que los fondos de valle no ven la luz solar directa. Por otra parte, en verano, los fondos de valle se calientan con más facilidad que las zonas más elevadas registrando las mayores temperaturas. El hecho de que Igueldo se disponga a una altitud moderada y cerca del mar, le hace participar de la influencia de las abundantes brisas marinas que suavizan mucho las temperaturas extremas. Por todo ello, son las estaciones de fondo de valle las que mayores amplitudes presentan, y aquellas que se disponen a media ladera o en la cima de relieves modestos registran temperaturas más moderadas tanto en invierno como en verano.

En general se observa un régimen de temperaturas con cuatro estaciones bien marcadas. Por una parte un invierno donde se dan las mínimas y que engloba a los meses de diciembre, enero y febrero, mientras existe un verano circunscrito fundamentalmente a los meses de julio, agosto y, en menor medida, septiembre. Por su parte, existen otros dos momentos entre éstos que discurren entre las mínimas y las máximas, para la primavera (meses de marzo, abril, mayo y junio en gran medida) y otro que lo hace desde las máximas a las mínimas (meses de octubre y noviembre).

Para finalizar con este epígrafe, hay que reseñar que la dinámica mensual y anual de Andoain es la que temperaturas más elevadas muestra, exceptuando el mes de febrero cuando es superado por Fuenterrabía, Goizueta y Villabona, noviembre, donde se impone Goizueta y diciembre donde es sobrepasada por Fuenterrabía y Goizueta. Mientras, el régimen de temperaturas más bajas es registrado, en casi todos los casos, por Oiartzun, aunque existen meses donde Goizueta llega a situarse a la par o incluso registrar temperaturas más bajas.

MESES ANDOAIN FUENTERRABIA GOIZUETA IGUELDO OIARTZUN VILLABONA
ENERO 8,7 8,5 7,9 8.1 7.1 7.8
FEBRERO 8,5 9,2 8.7 8.5 8.1 8.6
MARZO 11,8 10,5 10.1 9.4 9.3 9.8
ABRIL 12,8 12,1 10.7 10.5 10.6 11.4
MAYO 15,9 15.1 14.4 13.5 13.5 14.6
JUNIO 18,4 17.8 16.9 16 16.5 17.6
JULIO 20,5 20.2 19.7 18.4 18.5 19.6
AGOSTO 21,1 20.5 20.1 18.8 18.5 19.8
SEPTIEMBRE 19,5 18.7 18.4 17.7 17.5 18.8
OCTUBRE 16,5 15.6 14.9 15 14.5 15.3
NOVIEMBRE 11,5 11.5 11.7 11 10.1 10.5
DICIEMBRE 9,1 9.2 9.4 8.8 7.5 8.6
MEDIA ANUAL 14,3 14.1 13.6 13 12.7 13.5

T2.- Temperaturas medias por meses y observatorios

4.- TEMPERATURAS MEDIAS ANUALES, EVOLUCIÓN CRONOLÓGICA.

En lo referente a la tabla 3 (T3.) y figura 2 (F2.), de temperaturas medias por años en los 6 observatorios, aunque puede resultar un poco farragoso visualmente, parece conveniente unir las series de dichos observatorios y ver la disposición térmica anual durante la última mitad del siglo XX, exceptuando los últimos 5 años que discurren desde 1995 a 2000.

En cuanto a la disposición de los años por encima o debajo de la media, los resultados son los siguientes: en Andoain 7 años de la serie están por debajo de la media anual, 10 por encima y 2 en la misma media. En lo que respecta a Fuenterrabía 14 son los años que se encuentran por debajo de la media anual con 14,1ºC, 12 son los años que se encuentran por encima de esta temperatura y 4 los que lo hacen justo en la media.

En Goizueta, hay que apuntar que existen muy pocos años de observaciones completas, aunque la serie cuenta con casi 20 años, sólo 13 muestran todos los registros mensuales completos, de los cuales, 8 años registran una temperatura por encima de la media, 5 por debajo y 0 se encuentran en la misma media. En Igueldo, partiendo de que la temperatura media de la estación es de 13ºC, 10 de los 29 años de registros completos se encuentran por encima de la media, 17 por debajo y 2 en la propia media. En Oiartzun 11 casos se encuentran por encima de la media, 17 por debajo y ningún año se encuentra sobre la media. Por lo que respecta a Villabona, hay que decir que son 15 los casos en los que su temperatura media ha superado la media de la estación, 8 los que ésta no ha superado los 13,5ºC y 2 los casos que se encuentran en la media.

Por otra parte, en lo que se refiere a los años que han marcado los mínimos y máximos para el observatorio de Andoain, como puede observarse en la tabla 3, 1956 marca la temperatura media anual más baja y 1961 lo hace con la más alta. En todo caso, la amplitud térmica de esta estación en el global de los registros anuales medios, es 2ºC, lo cual es una diferencia realmente pequeña. El observatorio de Fuenterrabía marca su mínimo con 13ºC en dos años, el 1965 y el 1972, con un máximo de 15,5ºC en el año 1989. Con todo, la amplitud térmica de toda la serie es 2,5ºC, también diferencia pequeña y muy similar a la que marca Andoain. En Goizueta el registro más bajo se da el año 1964 con 12,1ºC, mientras la máxima se recoge en el 1971 con 15,2ºC. De esta forma la amplitud térmica es ligeramente superior al resto de las estaciones; 2,9ºC. En este sentido, ya se ha observado que Goizueta, al ser la más alejada de la línea del mar, marca registros con amplitudes más grandes. Para la estación de Igueldo el año más frío fue 1972 con 12,3ºC, mientras el más cálido fue 1989, en lo que coincide con Fuenterrabía, con 14,6ºC. La amplitud térmica es de 2,3ºC. En este observatorio, aunque la altitud puede jugar un papel importante en propiciar amplitudes térmicas más acusadas, el hecho de que el Monte Igueldo se encuentre en primera línea de costa, matiza enormemente los registros térmicos. La estación de Oiartzun registró un mínimo de 12,3ºC en 1963, aunque el año 1972 se registró otro mínimo relativo con sólo 1 décima más. El máximo se localiza el año 1981 con 14,6ºC. La amplitud térmica, por lo tanto, vuelve a ser de 2,6ºC, muy similar a la de las anteriores estaciones. Por último, el mínimo de temperatura media anual fue registrado en el observatorio de Villabona el año 1972 con 12,6ºC, mientras el máximo se dio el año 1969 con 15ºC. La amplitud térmica, por lo tanto, es 2,4ºC.

En conclusión, las amplitudes térmicas entre las temperaturas medias mínimas y máximas históricas por años, no dejan de ser realmente pequeñas, oscilando entre los 2,9ºC de Goizueta y los 2ºC de Andoain. Por lo tanto, las diferencias entre observatorios son mínimas. También son mínimas las diferencias que se dan en cuanto a los años de registros, tanto de bajas como de altas temperaturas. En este sentido, 1956, 1964,1965 y 1972 son los años que se repiten en la mayoría de las estaciones como los más fríos, mientras 1961, 1969,1971, 1981 y, sobre todo, 1989, son los años que registran las temperaturas medias anuales más altas. El que estos registros coincidan con máximos o mínimos tanto absolutos como relativos, de las series en los diferentes observatorios, quiere decir que no existen importantes diferencias achacables a factores microclimáticos y que, en todo caso, los registros son muy similares en todos los lugares donde se sitúan las estaciones. Sin embargo, bien es cierto que éstas se disponen, en la mayoría de los casos, sobre fondos de valle, y existe una importante extensión de territorio relativamente elevado que no cuenta con estaciones de registro y, por lo tanto, no pueden recogerse amplitudes térmicas más elevadas, propias de ubicaciones más expuestas.

Al respecto, hay que reseñar que no existen registros de las zonas medias del interior del Macizo de Cinco Villas, y todos se restringen a los valles. Es lógico suponer y calcular por extrapolación que las temperaturas medias van descendiendo conforme se asciende en altura, lo cual nos puede dar idea de la variación que puedan sufrir estos registros medios.

 

  Andoain Fuenterrabia Goizueta Igueldo Oiatzun Villabona
1951 13.8          
1952 14.5          
1953 14,3          
1954 13,5          
1955 15,2          
1956 13,3          
1957 15       12,5 13,8
1958 14,4       13,3 14
1959 15,1       12,9  
1960 14,2       13,3 13,7
1961 15,3       12,9 14,8
1962 14       13,1 13,5
1963 14,2       12,9 13,2
1964 14,4 13,3 12,1   12,3 13,8
1965 14,3 13 13,7 12,5 12,8 13,2
1966 14,1 14,1 13,4 13,3 12,5 13,8
1967 14,7 13,6 13,8 12,9 12,7 13,1
1968 14,7 13,9 13,2 13,3 12,9 14
1969 15 13,6 13,7 12,9 12,8 15
1970   13,9 13,8 13,1 12,5 14,6
1971   13,5 15,2 12,9 12,7 13,5
1972   13 14,4 12,3 12,4 12,6
1973   13,5 13 12,8 13 13,1
1974   13,6 13,3 12,5 13,5 13,3
1975   13,7 13,9 12,7 13,6 13,8
1976   13,8 13,9 12,9 12,5 13,8
1977   14,2   12,8 12,7 14,5
1978   14,1   12,5 12,5 13,2
1979   14,1   12,7 13,3 13,6
1980   13,6   12,4 13,4 12,7
1981   14,4   13 14,6 13,6
1982   14,8   13,5 14 13,9
1983   14,7   13,6 12,9  
1984   14   12,5 13  
1985   14,2   12,7 13,2  
1986   14,1   12,5    
1987   14,5   13,3    
1988   14,6   13,4    
1989   15,5   14,6    
1990   15   14    
1991   14,2   12,9    
1992   14,3   13    
1993   14,2   13,2    
Temperaturas medias anuales por observatorios

5.- TEMPERATURAS ESTACIONALES

En este capítulo se va a analizar, de forma somera, las diferencias existentes entre las distintas estaciones del año. Se pretende tipificar de que manera van evolucionando, en general, las temperaturas a medida que discurre el año y van pasando las diferentes estaciones.

Por una parte, se observa la existencia de un invierno bien marcado que comenzaría en diciembre y terminaría hacia el mes de abril y un verano que ya comienza en junio y acabaría a finales de septiembre. El resto serian meses pertenecientes a temperaturas ni tan frías ni tan cálidas, es decir, serian meses de transición entre la época de invierno y la de verano como ya se apuntaba en el capítulo 4.

Una de las cuestiones que saltan a la vista es que la primavera es más fría que el otoño. En la mayoría de los observatorios marzo es muy parecido a diciembre con lo cual se observa una importante diferencia. Incluso la primera mitad de mayo cuenta con unas temperaturas todavía frescas.

El distinto comportamiento entre una primavera fresca y un otoño relativamente cálido, no hace sino reflejar la influencia oceánica, aunque no es el único factor para explicar esta diferencia. En efecto, durante la primavera se dan las temperaturas más bajas en el agua del Golfo de Vizcaya, concretamente a finales de febrero e inicios de marzo. Esto va a dar lugar a que abril y mayo, por mucho que existan temperaturas ambientales altas, se vean claramente matizadas por la influencia de las temperaturas bajas de las masas de agua del Mar Cantábrico. Además, este factor viene reforzado por otra serie de condiciones como son las situaciones atmosféricas típicas del inicio de la Primavera. Es en esta época cuando todavía es fuerte la presencia del anticiclón continental que acarrea el frío del continente Europeo, concretamente de la zona central y Norte del continente. También se suelen dar profundas borrascas, centradas en las Islas Británicas y los famosos trenes de borrascas con frentes asociados. Estas familias ciclónicas asociadas se imponen cuando se retira el anticiclón continental hacia el dominio de las Azores; concretamente es muy común que esto ocurra en abril. Estas situaciones traen consigo temperaturas bajas, tiempo revuelto y refuerzan el efecto del mar.

Por otra parte, el otoño no hace sino recoger los frutos del verano, a partir del calentamiento de las aguas del Golfo de Vizcaya. Estamos ante una costa y unas aguas relativamente someras y bastante estancadas, durante el verano no reciben corrientes profundas como las que existen sobre estas fechas en el litoral gallego. A finales de septiembre y principios de octubre se recogen las máximas temperaturas del agua con registros entre 22 y 24º en superficie. Este factor y la todavía importante influencia del anticiclón de las Azores hace que se produzca un tiempo mucho más caluroso que el de primavera, y más apacible. De hecho, el refranero popular habla del veranillo de San Miguel (finales de septiembre) o incluso el veranillo de San Martín (11 de noviembre). Esto da idea de la bonanza del clima y las temperaturas, hasta básicamente noviembre. De hecho, si nos pusiéramos a comparar los meses veríamos que en la mayoría de los casos, aunque septiembre no cuenta con los mismos registros de julio y agosto, está por encima de junio. Por su parte, este último mes es comparable a octubre. En octubre suelen darse tantos días de calor como en junio. En noviembre, por su parte, en las fechas en las que se habla del veranillo de San Martín, se han llegado a superar los 25ºC en casi todos los observatorios.

Por último, hay que destacar la existencia de una serie de épocas donde las temperaturas ascienden o descienden marcando el paso entre unas estaciones y otras. Así por ejemplo, tras la observación de los diferentes observatorios se puede afirmar que, en la costa, las temperaturas veraniegas comienzan a descender hacia el 12 de octubre y en las del interior, sobre todo Goizueta, ya en la primera semana de octubre se da una inflexión importante. Octubre y noviembre se comportan ciertamente como meses de transición, de hecho, sobre el 22-25 de noviembre se produce la caída definitiva de las temperaturas hacia registros ya más claramente invernales.

Dentro del invierno, diciembre suele registrar temperaturas frías y desde finales de este mes hasta el día 8-10 de enero se suelen alcanzar los registros más fríos del año. El invierno central puede considerarse encuadrado en los días que discurren entre el 15 de enero y el 15 de febrero, aunque como se ha señalado anteriormente, es la primera y segunda semana del año las que dan lugar a los registros más fríos. Concretamente es la primera semana la más fría en las estaciones de Fuenterrabía, Igueldo e incluso Andoain. Sin embargo en las estaciones de Oiartzun, Goizueta y Villabona las temperaturas más frías aparecen entre el 8 y el 15 de enero. Aunque el invierno central pueda considerarse hasta el 15 de febrero, los embates de éste pueden dejarse sentir incluso a mediados del mes de abril. Hay muchas semanas santas que se recuerdan precisamente por los fuertes y gélidos vientos que azotan la zona de estudio. Después del 15 o 20 de abril, como mucho, existe un ascenso gradual de las temperaturas.

Es interesante también observar cuál es el periodo libre de heladas. Aunque lo normal suele ser que comience a helar ya en noviembre, sobre todo para los observatorios de Oiartzun y Goizueta, y algo más tardíamente para el resto, estas heladas no se suelen producir salvo a partir del 20-22 de noviembre. De todas formas, existe un alto índice de probabilidad, del 60-70 % concretamente, de que hiele ya a principios de diciembre. Lo seguro es que en todos los observatorios helará tanto en enero como en febrero, volviendo a ser probable que hiele en marzo en todas las estaciones, e incluso hasta el 18 de abril en Goizueta. No obstante, existen datos que dan lugar a que hablemos de periodos de heladas raras o improbables, pero en los que existe un cierto riesgo tanto para noviembre como para abril. Al respecto hay citas y registros que nos muestran que heló el día 11 de noviembre de 1997, este día ostenta el récord de la helada más temprana y la helada más tardía tuvo lugar, el 12 de abril de 1996. En resumen, podemos hablar de posibilidad, en mayor o menor grado, de heladas desde mediados de noviembre hasta mediados de diciembre. Desde mediados de diciembre hasta la primera semana de marzo se puede hablar de heladas seguras y volvemos a hablar de heladas probables desde la segunda semana de marzo hasta mediados de abril.

Los meses estrictamente primaverales, de verdadera transición son: abril, parcialmente, y mayo, así como junio también parcialmente, puesto que en su mayor parte puede considerarse como mes estival por sus elevadas temperaturas. A partir del 10-15 de junio se da un franco cambio en las temperaturas y esta línea va a continuar hasta finales de septiembre, por lo tanto, la época estrictamente veraniega comprendería en parte a junio, julio, agosto, y parte de septiembre. Aunque en climas cercanos más continentales julio se considera el mes de máxima temperatura, en la zona de estudio es agosto. El verano central puede considerarse desde mediados de julio a mediados de agosto, de hecho, hacia la última semana de este mes las noches son más frescas aunque a nivel diurno sigan existiendo temperaturas ciertamente elevadas. El otoño contaría con los últimos días de septiembre, octubre y noviembre. El invierno, por lo tanto, abarcaría los meses de diciembre, enero y febrero, así como los primeros días de marzo.

 

6.-TEMPERATURAS DIARIAS

Las temperaturas diarias se han agrupado en 5 categorías básicas atendiendo a un criterio propio que se fundamenta en el estudio de los regímenes térmicos que se dan en los diferentes observatorios estudiados.

MUCHO CALOR (1): Cuando la máxima ha superado los 30ºC.

CALOR (2): Cuando las máximas han superado los 25ºC.

FRIAS (4): Cuando la Temperatura mínima es superior a los 0ºC. y la Temperatura media es inferior a los 5ºC.

MUCHO FRIO (5): Cuando las mínimas están por debajo de 0 y la media no asciende por encima de los 5ºC.

FRIO EXCEPCIONAL (5) Cuando las temperaturas mínimas registran temperaturas por debajo de los -5ºC.

TEMPLADAS (3) Se considera el resto de las temperaturas.

En lo que respecta a las diferentes estaciones, en la figura 3 se anexan los registros con sus medias ya procesadas y los porcentajes correspondientes. Se han agrupado en una misma categoría los días considerados como de mucho frío y frío excepcional.0. (5) ya que en ambos casos los registros son escasos.

Nº de días Andoain Fuenterrabía Goizueta Igueldo Oiartzun Villabona
Mucho calor 11,5 9,6 31,1 4,2 10,6 13,1
Calor 55,9 54,9 79,5 20,8 45,2 53,9
Templados 267,1 284,7 205,5 331,9 273,9 277
Frios 29,6 14,9 37,3 7,5 32,7 19,6
Mucho Frío 0,9 0,9 11,6 0,6 2,6 1,4
T4.: Número de días por categorías de temperaturas y observatorios

Son ciertamente raros los días extremos tanto con temperaturas cálidas como con temperaturas frías. En ningún caso se pasa de los 15 días de temperaturas extremas, por debajo de los -5ºC, siendo lo normal no llegar ni a 1 día o como máximo los 2,6 días de Oiartzun, cuyo observatorio se encuentra encajado en pleno valle del río Oiartzun.

Se reconoce rápidamente la existencia de una gradación térmica conforme nos alejamos del mar o ascendemos en altura. Quizás, el primer factor sea el más notable. Necesariamente existe una variación de la temperatura, es decir, cuanto más hacia el interior mayor será el número de días en que las temperaturas sean más extremas. La diferencia es notable entre los dos puntos más representativos: la estación de Igueldo que cuenta con unos registros de temperaturas muy suaves, sin demasiados días de calor o frío extremo, como consecuencia de estar en plena línea de costa y, por otra parte, esta propia estación se encuentra situada a más de 200 metros por encima del nivel del mar, con lo que las temperaturas quedan más matizadas incluso en verano de cara a los días de calor más extremo. En el caso contrario se encuentra la estación de Goizueta. En este observatorio se pueden registrar un mayor número de días de fuerte calor en verano y días de frío extremo en invierno. En todo caso, esta última es la estación meteorológica más diferente. Sin duda alguna, el matiz oceánico se encuentra algo más mediatizado por esos 20 km, en línea recta, que existen entre la costa y Goizueta. Entre ambas estaciones existen otras que van marcando esta gradación desde la costa hacia el interior. De todas las maneras, en ninguno de los 6 casos se desciende de los 200 días de media de temperaturas templadas o frías. En realidad lo que dominan son las temperaturas suaves y templadas durante todo el año, con matices en las épocas centrales del invierno y en las épocas centrales del verano.

7.-TEMPERATURAS MÍNIMAS Y MÁXIMAS ABSOLUTAS

A continuación se adjuntan las temperaturas extremas absolutas registradas para cada uno de los observatorios. El objetivo de plasmar o recoger estos registros no es otro que el poner los límites absolutos para cada una de las estaciones. En todo caso, estas temperaturas no suelen ser representativas a nivel estadístico por ser aberrantes aunque pueden contar con una importancia alta de cara a otros factores del medio como es la vegetación, la geomorfología, los animales, el propio ser humano y sus actividades, etc.

En Andoain, la temperatura máxima absoluta se consiguió el día 5 de julio de 1959 con un registro de 38,5ºC. Por su parte, la temperatura mínima absoluta se registró el día 3 de febrero de 1956 con un registro de -12ºC. La temperatura máxima absoluta en Fuenterrabía se registro el día 26 de agosto de 1991 con 40ºC, mientras la temperatura mínima absoluta se registro el día 8 de enero de 1985 con -12ºC. Por su parte, en Goizueta la temperatura máxima absoluta se consiguió el día 8 de julio de 1982 con un registro de 41,8ºC, mientras que la temperatura mínima absoluta se obtuvo el día 6 de enero de 1985 con un registro de -8ºC. En Igueldo, en lo referente a las temperaturas más extremas, hay que decir que la temperatura mínima absoluta se registro el día 6 de enero de 1985 con -10ºC, mientras la temperatura máxima absoluta se alcanzó el día 31 de julio de 1975 con 38ºC. En Oiartzun la temperatura máxima absoluta registrada en la estación fue de 40ºC y se dio el día 9 de julio de 1982, mientras -10ºC es el registro mínimo absoluto y se alcanzó el día 25 de diciembre de 1962. En lo que respecta a la estación de Villabona, la máxima absoluta fue alcanzada el día 31 de julio de 1975 con 40ºC, mientras la mínima alcanzó un registro de -13,6ºC. en febrero de 1956.

Como se puede observar, la máxima absoluta la detenta la estación de Goizueta con una temperatura de 41,8ºC, mientras la mínima absoluta fue registrada en Villabona con -13,6ºC. En lo que respecta a la máxima, la situación más continental, ya mencionada anteriormente, de la estación de Goizueta, puede aunque se encuentre a una altitud no desdeñable de 320 metros, generar estos registros realmente elevados en verano. La sensación térmica bajo estas temperaturas y con una humedad relativa ciertamente alta, puede ser bastante bochornosa. Por otra parte, curiosamente no es Goizueta la que registra la cifra térmica mínima absoluta. Posiblemente en las mínimas ejerza una mayor influencia la ubicación topográfica, de manera que lo elevado de la estación de Goizueta le libra de las situaciones de inversión térmica. Sin embargo, Villabona es otra de las estaciones que se encuentra en el fondo de valle y que, además, es la segunda situada más al interior después de Goizueta.

Además de estas temperaturas bastante puntuales existen meses especialmente cálidos o fríos. En este sentido, como mes muy cálido cabe destacar el de julio de 1971 donde, en todas las estaciones, los registros se dispararon por encima de los 30ºC. de media. También agosto de 1989 fue un mes que se puede considerar como muy cálido. Sin embargo, el mes de temperaturas más bajas se registró en enero de 1985. Todas estas temperaturas infrecuentes se dan en situaciones que, aunque aparecen con recurrencias cortas, de 10 a 20 años, dentro de nuestro marco se salen de esta normalidad y se convierten en extraordinarias por su estabilidad o duración continua a lo largo de un tiempo relativamente dilatado. En este sentido, las altas temperaturas de agosto de 1989 y, sobre todo, las de julio de 1971, se debieron a situaciones de Bochorno y masas de aire provenientes del sur (Sahara), junto a un generalizado efecto Foëhn. Por su parte, las situaciones de enero de 1985 se debieron a la presencia continuada de altas presiones con embolsamientos de aire frío proveniente del norte y noreste de Europa.

8.-CARACTERIZACIÓN Y CLASIFICACION TÉRMICA DEL AREA.

Para comenzar este punto sería conveniente recordar las características generales y globales a nivel climático. Toda la zona se inserta dentro de un dominio claramente templado oceánico. Concretamente, por la cercanía de la zona con respecto al mar, se puede hablar de un clima Oceánico-litoral, aunque las variaciones en la influencia oceánica se mitigan conforme nos alejamos de la costa. Las diferencias por ello no son fuertes debido a que la distancia mayor del punto de observación más lejano de la costa es el de Goizueta a unos 20 kilómetros de la misma. En todo caso y, en general, se observa, en lo que respecta a las temperaturas, unos registros bastante suaves. Existe una dulzura general de las temperaturas. Al hablar de dulzura nos referimos a unos parámetros no extremos y, sobre todo, bastante homogéneos, sin demasiada amplitud térmica anual, con un invierno suave, donde raramente se desciende por debajo de los 0ºC. y un verano cálido aunque con unos registros no tan altos como los que se dan en ámbitos que, aunque cercanos, cuentan con un clima más continental y unas temperaturas altas en pleno verano. Por el contrario, las temperaturas veraniegas están muy matizadas por la cercanía del mar. El hecho de que el agua alcance su temperatura más alta 2 meses después de registrarse las temperaturas ambientales más altas, en el corazón del verano, hace que exista una transferencia de las masas frescas provenientes del mar hacia la costa e incluso hacia el interior, unos 60 kilómetros. La propia masa oceánica asegura un elevado índice de nubosidad y este mismo factor mitiga, en gran medida, la gran insolación potencial del verano.

Por otra parte, hay que destacar como antes se apuntaba el hecho de existir una orografía peculiar, dos cadenas montañosas como son la Cordillera Cantábrica y los Pirineos que hacen que las masas de aire de procedencia NW, las más numerosas, resulten abocadas a pasar por la zona de estudio y gracias a una orografía moderadamente elevada, las masas de aire cargadas de humedad tengan que elevarse dándose el proceso de condensación y, por tanto, precipitaciones o existan precipitaciones orográficas por el choque directo contra las montañas vascas. Esta precipitación además se reparte más o menos homogéneamente durante todo el año. Esto también supone un aporte continuo de nubosidad que ejerce una clara influencia sobre las horas de irradiación directa y, por ende, sobre las propias temperaturas.

Con respecto a la dirección de los flujos, hay que afirmar que el área se comporta como una zona de paso de masas de aire oceánicas meridianas, es decir, con direcciones N-S, NW y N, procedentes del Atlántico Norte, pero además se da el paso de masas de aire del W y SW dirigidas como consecuencia de la circulación general o planetaria (flujo zonal) y, en menor grado, masas de procedencia NE que cuentan con un origen y carácter continental. Estas masas proceden fundamentalmente de situaciones con gran influencia del continente europeo.

Con todo, para culminar con el artículo y una vez estudiadas y parametrizadas todas las variables que consideramos oportunas, se ha realizado y aplicado una serie de fórmulas de cara a la clasificación climática.

Según la clasificación de KÖEPPEN (1938), nos encontramos bajo un clima "Cfb". Esto quiere decir que estamos ante un clima oceánico, templado que no cuenta con una estación seca claramente marcada, y que además presenta una distribución de las precipitaciones bastante homogénea a lo largo de todo el año.

En lo que respecta a las temperaturas, como se ha dicho, no existe ningún mes que pueda considerarse como frío. Un mes frío, según MILLER (1982) es aquel cuya temperatura media está por debajo de 6ºC. En nuestro caso, no existe ningún observatorio ni ningún mes que cuente con una temperatura por debajo de este parámetro.

En cuanto a la continentalidad se utilizó un índice para medirla como es el Índice de cotinentalidad-oceaneidad de Gorczynski y los resultados fueron los siguientes:

1,7 . A

FORMULA= K= (1,7 A / Sen L) /-20,4

siendo: A= Intervalo de temperatura en ºC.

L= Latitud en grados

 

ANDOAIN= K= 11,1

HONDARRIBIA= K= 9,6

GOIZUETA= K= 10,1

IGELDO= K= 8,85

OIARTZUN= K= 8,1

VILLABONA= K= 9,6

Hay que tener en cuenta que por debajo de 10 las condiciones climáticas son claramente oceánicas. En este sentido, cumplen esta condición las estaciones de Fuenterrabía, Igueldo, Oiartzun y Villabona. Por encima muy ligeramente de 10 y hasta 20 se puede considerar como netamente oceánicas y aquí entrarían las estaciones de Andoain y Goizueta. Estas 2 últimas están más cerca del 10 que del 20, sobre todo la 2ª con lo que todas las estaciones son claramente oceánicas.

9.- CONCLUSIONES

A continuación se adjuntan de forma sintética las conclusiones más notables del presente estudio:

* Existe un régimen térmico templado y suave con temperaturas moderas durante todo el año. Las temperaturas medias anuales oscilan entre los 14,3ºC y los 12,7ºC.

* La masa oceánica del Mar Cantábrico ejerce una función reguladora realmente notable. De esta forma, la ubicación más al interior de observatorios como Goizueta, ya denota sensibles diferencias.

* El compartimentado relieve, al igual que la relativamente elevada altitud media pueden ejercer un papel microclimático muy interesante.

* Las temperaturas mínimas por meses se registran, por este orden, en enero, febrero y diciembre.

* Las temperaturas máximas por meses se registran, por este orden, en agosto, julio y septiembre.

* Entre estas dos épocas más fría y cálida, es decir, estaciones de invierno y verano respectivamente, aparecen otras dos de transición aunque con diferencias ya que el otoño es más cálido que la primavera.

* Los observatorios de fondo de valle alcanzan mayores amplitudes térmicas derivadas de situaciones como inversiones térmicas en invierno y primavera y fuertes calentamientos en verano y otoño.

* 1956, 1964,1965 y 1972 son los años que se repiten en la mayoría de los observatorios como los más fríos, mientras 1961, 1969,1971, 1981 y, sobre todo, 1989, son los años que registran las temperaturas medias anuales más altas.

* Dominan los días con temperaturas templadas siendo relativamente reducidos los días de temperaturas altas, muy altas y frías, mientras son muy escasos los de temperaturas muy frías y extremadamente frías.

* Es la estación de Goizueta la que presenta un régimen de temperaturas medias por categorías y días más diferenciado.

* La máxima absoluta la detenta la estación de Goizueta con una temperatura de 41,8ºC, mientras la mínima absoluta fue registrada en Villabona con -13,6ºC.

 

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