Gipuzkoa en el siglo XVIII a la luz de la obra de

 Tomás López

© Juan Antonio Saez Garcia

 

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Foliación ms.

015, 27

114

132-154

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3 LOS DICCIONARIOS GEOGRÁFICOS

Los historiadores del siglo XVII mostraron gran interés por la Geografía, en tanto en cuanto necesitaron de ella como ciencia auxiliar. Fruto de esta relación fue la elaboración de diccionarios geográficos e históricos que, con el tiempo, derivarían en un intento de formar resúmenes ordenados de todo el saber universal, idea que culminaría con el programa de la Encyclopedie.

El primer paso para la consecución de un diccionario geográfico español habría, tal vez, que buscarlo en el Dictionaire geographique, historique et critique formado por Antoine-Agustin Bruzen de la Matinière, que gustaba intitularse Géographe de sa Majesté Catholique philippe V, Roi des Espagnes et des Indes. Publicado entre 1726 y 1739 en francés, fue traducido al alemán. Contemporáneas del él son las obras Población General de España, de Rodrigo Méndez Silva; el Theatro Universal de España, de Francisco Javier Garma (1738) y Rasgo heroyco, de Antonio Mora (1756).

El Diccionario de Luis Moreri (1674) fue objeto de numerosas reediciones (en Francia, Holanda y Suiza) y traducciones al inglés, alemán, holandés y español. Esta última fue publicada en 1753 "en Paris A costa de los Libreros Privilegiados, y en León de Francia, de los Hermanos Detournes Libreros". Ocupó nueve volúmenes y en su portada se puede leer un larguísimo título que ilustra sobre su contenido:

El Gran Diccionario Histórico, o Miscellanea Curiosa de la Historia Sagrada y Profana, que contiene en Compendio la Historia fabulosa de los Dioses y de los Heroes de la Antiguedad Pagana: Las Vidas y las Acciones notables de los Patriarchas, Juezes, y Reyes de los Judios, de los Papas, de los Santos Martyres y Confessores, de los Padres de la Iglesia, de los Obispos, Cardenales, Emperadores, Reyes, Principes Ilustres, Capitanes insignes, de los Autores antiguos y modernos y de quantos se hicieron famosos en alguna ciencia y arte. El establecimiento y el progreso de las Ordenes Religiosas y Militares; y la vida de sus Fundadores. Las Geneologias de muchas Familias, ilustres de España, de Portugal y de otros Paises. La Descripción de los Imperios, Reynos, Repúblicas, Provincias, Ciudades, Islas, Montañas, Rios y otros lugares dignos de consideración de la antigua y nueva Geographia, etc. La Historia de los concilios generales y particulares, con el nombre de los lugares donde se celebraron. Traducido del Frances de Luis Moreri: Con Amplíssimas Adiciones y curiosas investigaciones relativas a los Reynos pertenecientes a las coronas de España y Portugal assi en el antiguo como en el nuevo mundo. Por D. Joseph de Miravel y Casadevante, de la Real Academia de la Historia, y Canónigo del Sacromonte de Granada.

Otro diccionario, formado por el prelado británico Laurence Echard, fue publicado en 1691; tenía formato considerablemente más reducido y, quizás por ello, tuvo gran éxito, conociendo su decimosexta edición en 1744. Fue también traducido al francés bajo el título Dictionaire geographique portatif (Paris, 1747), llegando a la decimoquinta edición francesa en 1786. En el año 1750[1] Juan de la Serna realizó, a partir de la edición francesa, la traducción al español, que fue impresa en la Imprenta de la Viuda de Peralta y Angel Corradi, bajo el no menos largo título de:

Diccionario Geographico, o Descripción de todos los Reynos, Provincias, Islas, Patriarchados, Obispados, Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades Imperiales y Anseaticas, Puertos. Fortalezas. Ciudadelas, y otros lugares considerables de las Quatro Partes del Mundo, con la noticia de los Reynos. Provincias, y Territorios en que se hallan; los Principes de quienes dependen, los Rios, Bahias, Mares, Montes, etc. Junto á los quales estan situados; su distancia en leguas Francesas de los pueblos mas considerables cercanos; las patrias de las personas ilustres, los sitios mas famosos que las Plazas han sostenido, los lugares donde se han dado las principales Batallas, con la longitud y latitud de todos los dichos Reynos, Ciudades, etc. Según los mejores mapas; y una breve noticia de su abundancia, Comercio, Genio, etc... Obra util para la inteligencia de la Historia moderna, y negocios presentes. Escrita primeramente En el Idioma Ingles, por Lorenzo Echard: traducida al Frances de la XIII. Edición de Londres, por M. Vosgien, Canónigo de Vaucouleurs, con muchas correcciones, y adicciones. y ahora nuevamente al castellano, con varias correcciones, y adicciones por lo que mira a España, y aumento de un número considerable de Pueblos de ella

Tal y como reza el título, la parte española resultaba ampliada, pero no se citan las fuentes de información utilizadas en la misma. La segunda edición (1763) incluyó 5.000 nuevas entradas, que se basaron en la obra de Rodrigo Méndez Silva Población General de España (1648). Una tercera edición se publico en 1772 con reimpresiones en 1773 y 1782.

El éxito cosechado por la traducción de La Serna, pero también la constatación de un gran número de errores, propició que en la 4ª edición se plantease una revisión en profundidad del Diccionario, llevada a cabo por Antonio Campmany, bajo el seudónimo de Antonio de Montpalau. Esta revisión alcanzó a unos 2.000 artículos, entre ellos todos los de España, a los que se añadieron 200 nuevos. A pesar de este esfuerzo se hace constar en la propia obra que no se incorporan en él todos los pueblos españoles, pues esta ingente tarea estaría reservada a un Diccionario circunscrito a España, poniendo como ejemplo el que estaba ya realizando la Academia de la Historia.

La 5ª edición fue publicada en 1793 y al año siguiente la sexta, que contó una adición[2] obra de Francisco Peré y Casado, que también la publicó en forma de obra independiente. Una de las novedades incorporadas es la adición al final de cada artículo de la relación de obras que habían servido de fuente de información: Geografías generales y universales, corografías, viajes, obras históricas y geográficas, etc.

Curiosamente, en 1795 fue publicada "otra" sexta edición "corregida y añadida" en esta ocasión por Antonio Vegas, que prestó mayor atención a las entradas del diccionario referidas a España. La última edición se publicó en 1806.

Contemporáneo a la obra de Tomás López fue el Diccionario Geográfico-Histórico de España de la Academia de la Historia, que fue publicado parcialmente.

El proceso de formación del citado Diccionario arranca en 1766 cuando la Academia acordó convertir en un Diccionario Geográfico de España las 10.150 cédulas geográficas reunidas por el académico Juan Manuel Parra.

Iniciadas las operaciones para su formación, no llegaron apoyos de la Administración Pública hasta que Campomanes –director de la Academia desde 1764- accedió al poder.

Fue entonces cuando la Academia consiguió reunir la información de la "Única contribución", de las "Relaciones topográficas" de Felipe II, de los Censos de población de Aranda, Floridablanca y Godoy; de las Respuestas Generales del Catrastro del marqués de la Ensenada; de los Mapas de Tomás López y de Tofiño; noticias eclesiásticas, etc. Simultáneamente diversos académicos residentes en algunas provincias presentaban memorias y noticias de pueblos siguiendo una Instrucción para formar el Diccionario geográfico de España, acordado por la Real Academia de la Historia, en Junta de 3 de Enero de 1772… que se les había remitido previamente.

La Actividad fue importante entre 1772 y 1773, pero el ritmo de trabajo decayó notablemente en los años siguientes. En 1782 la actividad vuelve a crecer, encargándose de la redacción de las noticias de cada pueblo a Domingo Fernández Campomanes (Navarra), Manuel de Aguirre (Guipúzcoa), José Joaquín Colón (Vizcaya), Miguel Ximenez (Mallorca), Manuel Abad (Formentera e Ibiza), Conde de Cifuentes (Menorca) y José Viera y Clavijo (Canarias), enviándoseles las instrucciones para su redacción y la orden de acopiar los mapas que les fuera posible. En 1788 se requirió la colaboración de los obispos, aunque la respuesta no fue óptima.

Habiéndose extractado buena parte de los documentos, se constituyó en 1792 una Sala de Geografía que recibió toda la información existente. En 1795 se decidió organizar el Diccionario por Provincias en lugar de formar una única relación alfabética con todas las entradas, circunstancia que posibilitaría la aparición progresiva de diferentes volúmenes sin tener que esperar a que todos los artículos estuviesen terminados.

Examinada la información reunida, se determinó que la parte más adelantada se correspondía con Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra. El propio prólogo explica cómo se remitieron

"... cartas de oficio, acompañadas de interrogatorios impresos, a los xefes, prelados, cuerpos y personas particulares que podían contribuir á la adquisición de los materiales. Por semejantes medios y en  virtud de repetidas instancias consiguió la Junta completar las 361 descripciones que faltaban en el Reyno de Navarra, las 35 hermandades de la provincia de Alava, las de todos los pueblos de la Guipuzcoa y rectificar las del señorío de Vizcaya.

Hechas estas adquisiciones se dio principio á la extension de los articulos del Diccionario baxo el plan y metodo aprobado por la Academia...

Repartiéronse los trabajos entre los individuos de la Junta, encargando al señor Mariana toda la provincia de Alava, al señor Traggia el artículo general de Navarra y las merindades de Pamplona y Estella, al señor Abella las de Sangüesa, Tudela y Olite, y al señor Gonzalez Arnao el señorío de Vizcaya. Se distribuyó entre los cuatro la provincia de Guipuzcoa y el señor Abella quedó encargado de la descripción general..."

El Diccionario correspondiente a estos territorios fue el primero en publicarse (1802) en dos volúmenes bajo el título

Diccionario Geográfico Histórico de España por la Real Academia de la Historia. Sección 1. Comprehende el reyno de Navarra, Señorío de Vizcaya, y provincias de Álava y Guipuzcoa.

A esta entrega tendría que haber seguido la de Aragón, pero no llegó a buen término. Tardíamente (1846) fue publicado, gracias al trabajo de Angel Casimiro Govantes, el volumen correspondiente a la Rioja, así como un apéndice (1851).

 

Portada del Diccionario de la Real Academia de la Historia

 


NOTAS

[1] No se conoce el año exacto de publicación. Como año alternativo a 1750 se suele considerar 1760.

[2] Dividida en tres partes, destinadas a ser adjuntada respectivamente a cada uno de los tres volúmenes que componían la obra.

 


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