Son edificios que,
aunque no pueden considerarse como de gran relevancia artística y arquitectónica
en el conjunto del Ensanche Meridional, jugaban un muy importante papel en la
conformación de la Plaza Easo, así como en el mantenimiento del "ambiente
urbano" propio del Ensanche y especialmente de la Plaza Easo. Por estas razones se juzgó indispensable su
conservación.
Los edificios citados
estuvieron protegidos por el Catálogo de patrimonio anejo al Plan General de
1995. La aprobación de un nuevo Plan General y de un Plan Especial de Protección
del Patrimonio Urbanístico y Construido (PEPPUC) supuso la exclusión de la
protección de tales edificios bajo la argumentación de que estorbaban el
desarrollo urbanístico de la zona.
Este tipo de
políticas se consideran nefastas para la conservación del patrimonio de la
ciudad y una supeditación de la protección del patrimonio a los intereses
urbanísticos.
Es cierto que el
edificio Easo 22 tenía algunos problemas de imbricación con el resto de edificios, al presentar
una fachada medianera limítrofe con el antiguo edificio de la Casa de baños públicos
(que solo poseía planta baja), debiendo buscarse alguna solución que mejorara su
situación, pero no proceder al derribo del edificio, escudado en la apertura de
la nueva calle Lizarra.
Al menos los números
1 y 2 de la plaza de Easo han conservado la fachada que mira hacia la plaza
Easo, minimizando el impacto inicialmente previsto, pero no ha ocurrido lo mismo
con Easo 22 que ha perdido totalmente la fachada, ya que era totalmente
incompatible con la construcción del mencionado vial, aunque se ha "trasladado"
para formar una nueva fachada en el edificio Plaza Easo 1 y 2.
El edificio de la
Casa de Baños fue protegido por Sentencia del Tribunal Supremo que imposibilitó
la ejecución de la totalidad de las actuaciones previstas en la remodelación del
Cerro. Pero se procedió al desmontaje de la fachada con la intención de trasladarla a otro
emplazamiento.
Aún cuando no es
aconsejable el traslado de fachadas, el impacto visual, al menos, ha sido algo
minimizado (aunque "falsificado") con relación a los primeros planes que
preveían un mayor impacto en todos los sentidos, posiblemente gracias a las
acciones llevadas a cabo por asociaciones defensoras del Patrimonio que
consiguieron anteriormente modificar (tras sentencia firme) el proyecto original
que eliminaba una parte importante del cerro.
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