El Archivo de Simancas

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El Archivo General de Simancas (Valladolid) constituye el primer intento coronado por el éxito de organizar un depósito de la documentación oficial castellana. Comienza su andadura entre los años 1540 y 1545, dos siglos más tarde que el archivo de Aragón.

El 16 de septiembre de 1540 se ordenó el primer envío de documentación, realizándose las primeras obras de adecuación del edificio para su nueva función entre 1542 y 1543. En estos primeros tiempos el Archivo contenía, entre otra, la documentación almacenada en los locales de la Chancillería de Valladolid, la guardada en el castillo de la Mota de Medina del Campo (1543), los privilegios de hidalguía depositados en el monasterio de San Benito de Valladolid (1544), etc.

Las colecciones documentales se han ido formando en el transcurso de cuatro siglos, alcanzando actualmente un volumen de unos 75.000 legajos.

Hacia 1950 los planos se guardaron en un mueble archivador de madera dotado de cajones de diferentes tamaños.

Con relación a la conservación de los documentos cartográficos, se ha procedido, en la medida de lo posible, a su estabilización y refuerzo mediante entelado, así como su digitalización. Referidos a Guipúzcoa se encuentran en tal sección más de un centenar de documentos (siglos XVI-XVIII).

LA OBRA DE JOSÉ APARICI

En 1843 fue comisionado para examinar y copiar en el archivo de Simancas cuantos documentos contuviesen noticias referentes a la organización y al material de guerra. Fruto de su labor durante seis años fueron la cincuentena larga de tomos en folio, incluyendo unos 300 planos, que remitió a la Dirección General del cuerpo de Ingenieros. En ellos se hallaban coleccionados todos los documentos pertenecientes a los siglos XVI y XVII que consideró de algún interés para la historia de la ingeniería militar.